Lesiones de tobillos

El tobillo es una articulación compleja porque en ella se encuentran los extremos de la tibia, el peroné y el calcáneo del pie. Su función es ofrecer estabilidad a la persona al caminar y equilibrar la carga para evitar desplazamientos innecesarios de ligamentos y demás tejidos blandos.

Aprende en este artículo cuáles son los tipos de lesiones más frecuentes que sufre el tobillo, las causas que originan las principales dolencias y cuáles son las señales a las que debes estar atento para abordar rápidamente una posible lesión.

¿Qué tipos de lesiones en tobillos podemos sufrir?

¿Qué tipos de lesiones en tobillos podemos sufrir?

Tanto los tejidos blandos como las estructuras óseas son propensos a dañarse dependiendo del tipo de lesión que afecta a la persona. Las peores lesiones suelen ocurrir por traumatismos debido a accidentes de tráfico, caídas y por un exceso en las actividades deportivas o laborales.

Bursitis

En cada articulación hay bursas, estas pequeñas bolsas se encargan de proteger los huesos de los roces durante el movimiento articular. Estas bolsas pueden inflamarse y llenarse de líquido sinovial que debe ser expulsado del organismo mediante un drenaje.

Actividades físicas como los saltos repetitivos o un salto a elevada altura, logran que la bursa se dañe y haya un dolor agudo y repentino en el interior de la articulación. El avance de la edad y la inactividad física son con frecuencia, los detonantes de este mal.

Tendinitis

La lesión más conocida es la tendinitis aquilea. El tendón de Aquiles va desde la parte baja de la pantorrilla hasta el talón del pie, por lo que debe atravesar la articulación del tobillo, influyendo en gran medida a la movilidad de esta articulación.

El tendón de Aquiles es muy resistente, sin embargo, si el cuerpo no está bien nutrido o no está listo para aguantar altas tensiones, entonces el resultado será la rotura de pequeñas fibras en el área del tobillo. En los casos en el que el tendón se rompe por completo, es preciso realizar una cirugía.

Esguinces

Apoyar el pie en flexión plantar por terrenos irregulares es la principal causa de un esguince de tobillo. Toda la carga recae en los ligamentos externos, e incluso un desplazamiento irregular por más leve que sea, provoca un desbalance del 50% que termina en un estiramiento brusco de los tendones.

Al ocurrir este estiramiento súbito, los ligamentos sufren desgarros parciales o totales. Un esguince tiene tres grados, en los peores casos se rompe el tejido blando por completo y requiere de cirugía. Hay personas que son más propensas a sufrir un esguince de tobillo al menor giro del pie.

Torceduras

Así es como comienza un esguince, solo que, en una torcedura, no hay la fuerza necesaria que obligue un desplazamiento irregular y extremo en la articulación del tobillo. Por tanto son lesiones, generalmente, más leves que un esguince en el tobillo.

Como hemos comentado, las torceduras son consideradas lesiones leves y requieren de reposo parcial de apenas dos o tres días. Si pasa ese tiempo y no hay mejoras, es recomendado acudir a un médico especialista en traumatología para disponer de un correcto diagnóstico. En casa, puedes aplicar el método PRICE como herramienta de primeros auxilios, más adelante explicaremos en qué consiste.

Fracturas

Son consideradas las lesiones que mayor daño ocasionan en la articulación. El hueso calcáneo, la tibia y el peroné pueden romperse en sus extremos debido a una fuerte caída, a un traumatismo o como consecuencia de una actividad deportiva intensa.

Cuando la fractura traspasa la piel y daña los tejidos blandos que rodean el tobillo, se debe realizar una cirugía reconstructiva para reparar los ligamentos y tejidos afectados. También puede haber una o varias fisuras que a menudo no se sienten si se padecen en otras partes del cuerpo, pero en el tobillo sí, puesto que constantemente está en movimiento.

Luxaciones

También conocido como dislocación, se trata del desplazamiento parcial o total de la tibia o el peroné en los extremos que están conectados por el astrágalo. Es una lesión que es frecuente en los accidentes de tráfico y produce un dolor intenso.

Sin embargo, una mala pisada mientras se camina o se corre también ocasiona luxaciones. Las mujeres que suelen utilizar tacones altos, también son propensas a tener esta lesión. Solo al reubicar mecánicamente el hueso en su lugar, puede haber una bajada en el dolor y la inflamación.

Rotura del tendón de Aquiles

Es una lesión a la que son más propensas aquellas personas con más de 50 años como consecuencia de la pérdida de elasticidad de los tejidos blandos, o por enfermedades degenerativas como la artritis. Cuando ocurre, se pierde la conexión entre los gemelos y el talón, imposibilitando el movimiento del tobillo por completo.

El síntoma primario es un fuerte chasquido en la base de la pantorrilla, seguido de inflamación y un intenso dolor. En estos casos lo que se suele hacer es una cirugía, en especial cuando la rotura es completa. La rehabilitación requiere de varios meses con tratamiento de fisioterapia.

Rotura del ligamento deltoideo

Este es el ligamento que conecta el astrágalo y el calcáneo con la tibia, siendo de suma importancia para darle estabilidad al movimiento del pie de arriba hacia abajo y viceversa. Puede lesionarse por un movimiento que fuerce a levantar la planta del pie de forma no natural hacia la cara externa del tobillo, esto suele ocurrir ante una fractura de peroné.

Esta es una lesión grave, ya que requiere de cirugía si hay desgarro muy pronunciado o incluso total. Se siente un fuerte dolor y la inflamación del tobillo no se hará esperar, lo que requerirá inmovilización inmediata para que el daño no empeore.

Mejores productos para la recuperación de lesiones en el tobillo

Más vendidos

¿Cuáles son las causas del dolor en los tobillos?

¿Cuáles son las causas del dolor en los tobillos?

Hay varios factores de riesgo que debes tomar en cuenta, bien sea en tu vida cotidiana (en casa o el trabajo) o al momento de realizar una práctica deportiva. Son factores que aumentarán las probabilidades de resultar lesionado, en este caso concreto, en el tobillo.

Distrofia muscular

No todas las dolencias en los tobillos se deben a lesiones en ellos de forma directa. A veces, el origen es una molestia asociada, como en el caso de las distrofias musculares. Se trata de una alteración en el tamaño y el funcionamiento de los músculos que hace que haya más tensión en los tejidos blandos de la articulación.

Un ejemplo de esto serían los desgarros en los gemelos que cuando no son tratados correctamente, hace que los tendones y ligamentos tengan mayor carga de trabajo y cedan más fácilmente con daños en la unión de los huesos que conforman el tobillo.

Exceso de trabajo

El estrés en casa o en el trabajo hará que existan "nudos" en las fibras musculares de la pierna y nuevamente su mal funcionamiento altera la movilidad del tobillo. Estar de pie todo el día o conducir durante muchas horas supone un desgaste muscular.

La articulación del tobillo es sensible a este tipo de cambios de hábitos en las personas, así que procura tener algo de tiempo libre al día para descansar las piernas y evitar que haya una mala distribución del peso corporal en las extremidades inferiores.

Sedentarismo

Todas las personas necesitan dedicar parte de su día a día a ejercitar al menos 45 minutos los músculos y articulaciones del cuerpo. La era de los ordenadores y smartphones hace que las personas estén más tiempo inactivas, sentadas gran parte del día trabajando frente a un ordenador sin tener ninguna actividad física.

El sedentarismo afecta el rendimiento de las articulaciones al debilitar los ligamentos y tendones. Además de todas las enfermedades asociadas, como la distrofia muscular, problemas coronarios, depresión etc. Es importante reservar una parte del día para ejercitar cada parte del cuerpo.

Sobrecarga de tensión

Es lo contrario al sedentarismo. Realizar intensas actividades deportivas o de trabajo sin descanso hará que todos los componentes del tobillo se desgasten y sean más propensos a lesiones de todo tipo.

Lo peor que puede ocurrir es el debilitamiento de los cartílagos que van a terminar en una menor calidad de vida para las personas, ya que los cartílagos no tienen la capacidad de regenerarse como los músculos y ligamentos. Los deportes como el fútbol donde el jugador realiza continuos cambios de ritmo, giros y saltos, llevan al extremo a esta articulación.

¿Cuáles son los síntomas del dolor en los tobillos?

¿Cuáles son los síntomas del dolor en los tobillos?

Una cosa es el diagnóstico clínico en el que se confirma el origen y el tratamiento de una lesión, otra son las señales que tu cuerpo da para hacerte saber que algo falla en el funcionamiento del tobillo. Revisa esta lista de síntomas ante una lesión.

  • Dolor: Es la principal y más clara señal de que hay una fatiga articular. Si prestas atención a los dolores, y realizas reposo, baja la probabilidad de que se presente una lesión mayor. Casi todas las lesiones severas se pueden evitar, pero depende de cada persona hacer un abordaje a tiempo.
  • Deformidad: Si notas que tu tobillo luce diferente es porque está deformado. La artrosis de tobillo es la causa más frecuente de esta señal, se debe a la pérdida del cartílago que ayuda a dar equilibrio a las personas en todas sus acciones.
  • Dificultad funcional: La más mínima lesión en el tobillo impedirá que puedas avanzar como lo harías normalmente. A veces no sientes dolor, solo notas que uno de tus tobillos no reacciona igual cuando das la orden de pisar.
  • Movimientos irregulares: Las enfermedades degenerativas como la artrosis y la osteoporosis debilitan los componentes de la articulación y pueden provocar que el caminar sea un acto irregular, con movimientos extraños, como si un pie tocara un terreno irregular y el otro no.
  • Crepitación: Es un sonido en forma de crujido que va a llamar tu atención porque lo escucharás al caminar y sentirás molestia al trotar o correr. Está más asociado al desgaste del cartílago producto de enfermedades degenerativas.
  • Enrojecimiento: La piel del tobillo se pondrá de un tono rojizo que puede evolucionar a un morado de mal aspecto, en especial ante fracturas o roturas de tejidos blandos.
  • Dolor en los gemelos: Es posible que si la causa de todo es una rotura de tendón de Aquiles el dolor se localice también en la base de los gemelos.
  • Tobillo caliente: Cualquiera de las dos caras del tobillo se sentirá caliente al tacto, en especial ante una rotura de tejidos blandos o fractura ósea.

¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones en el tobillo?

Ahora este método se conoce como PRICE, que cuenta con una actualización importante en su método de aplicación con respecto al anterior protocolo RICE. Solo debe ser empleado para aliviar dolores leves y en tejidos blandos para el tratamiento de lesiones en primeros auxilios.

  • Protección: Se debe inmovilizar la zona afectada mediante un vendaje de primeros auxilios y mantener al paciente en un lugar seguro para que no se agrave dicha lesión. Esto permitirá reducir posibles movimientos que ocasionen más daño.
  • Reposo: Si no hay descanso en la extremidad afectada, no comenzará el proceso de regeneración de células dañadas. Este reposo debe durar dos o tres días como máximo para ser considerada la lesión como leve.
  • Hielo: Es un gran aliado para calmar el dolor, la inflamación y los hematomas que puedan aparecer debido a un fuerte golpe o torcedura. Usa la terapia de frío con precaución, pues solo puede ser utilizado durante 15-20 minutos en cada sesión y unas 3-4 veces al día.
  • Compresión: Si sientes un adormecimiento en la zona afectada es porque hay mucha presión en el tobillo. Por eso es recomendable una tobillera de compresión que se ajuste perfectamente al contorno de nuestro cuerpo. Lo que se desea es comprimir la zona mejorando su estabilidad y no cortar el flujo de sangre.
  • Elevación: Este es otro paso que debe durar como máximo entre 48 y 72 horas. Consiste en subir la pierna sobre una superficie, por ejemplo una almohada, para ayudar a bajar la presión sanguínea del tobillo. Al bajar la circulación, cederá el dolor y la hinchazón.

Lesiones deportivas de tobillos más comunes

Para prevenir la mayoría de las posibles lesiones en el tobillo, es importante que las conozcas todas. Así tendrás la oportunidad de evitar esas acciones y hábitos que ocasionan que esta articulación sea vulnerable en algunos deportes de alto impacto u otros de mejor intensidad.

Dolencias de tobillos más comunes

Siempre que tengas molestias o dolencias, por más leves que sean, es recomendado buscar apoyo médico. Aprende a reconocer las señales que tu cuerpo te indica y que pueden significar que hay alguna dolencia en la articulación del tobillo y pueda estar afectando a tu calidad de vida.

Referencias

  1. Garrick, J. G., & Requa, R. K. (1988). The epidemiology of foot and ankle injuries in sports. Clinics in sports medicine7(1), 29-36. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S027859192030956X
  2. Glick, J. M., Gordon, R. B., & Nishimoto, D. (1976). The prevention and treatment of ankle injuries. The American journal of sports medicine4(4), 136-141. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/036354657600400402
  3. McKay, G. D., Goldie, P. A., Payne, W. R., & Oakes, B. W. (2001). Ankle injuries in basketball: injury rate and risk factors. British journal of sports medicine35(2), 103-108. https://bjsm.bmj.com/content/35/2/103
  4. Kadel, N. J. (2006). Foot and ankle injuries in dance. Physical Medicine and Rehabilitation Clinics17(4), 813-826. https://www.pmr.theclinics.com/article/S1047-9651(06)00042-8/fulltext
  5. Fong, D. T. P., Hong, Y., Chan, L. K., Yung, P. S. H., & Chan, K. M. (2007). A systematic review on ankle injury and ankle sprain in sports. Sports medicine37, 73-94. https://link.springer.com/article/10.2165/00007256-200737010-00006
  6. Giza, E., Fuller, C., Junge, A., & Dvorak, J. (2003). Mechanisms of foot and ankle injuries in soccer. The American journal of sports medicine31(4), 550-554. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/03635465030310041201
  7. Garrick, J. G., & Requa, R. K. (1989). The epidemiology of foot and ankle injuries in sports. Clinics in podiatric medicine and surgery6(3), 629-637. https://europepmc.org/article/med/2568882
  8. Tropp, H., Askling, C., & Gillquist, J. A. N. (1985). Prevention of ankle sprains. The American Journal of Sports Medicine13(4), 259-262. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/036354658501300408
  9. Robbins, S., & Waked, E. (1998). Factors associated with ankle injuries: preventive measures. Sports Medicine25, 63-72. https://link.springer.com/article/10.2165/00007256-199825010-00005
  10. Kaumeyer, G., & Malone, T. (1980). Ankle injuries: anatomical and biomechanical considerations necessary for the development of an injury prevention program. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy1(3), 171-177. https://www.jospt.org/doi/abs/10.2519/jospt.1980.1.3.171
Artículo añadido al carrito.
0 artículos - 0,00