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Artrosis de tobillo

Si tu tobillo presenta un tamaño diferente al habitual y la piel tiene un color enrojecido debes prestar atención porque puedes estar en presencia de artrosis. Para esto es necesario que sepas distinguir qué es esta enfermedad inflamatoria y cuáles son las causas y factores que la originan. Esta información la encontrarás en siguientes párrafos. 

Además, también te explicaremos de manera sencilla los síntomas que pueden aparecer en tu cuerpo y que te ayudarán a detectar la presencia de artrosis para que acudas al médico. Por último, te presentaremos los tratamientos más modernos que se pueden aplicar en la articulación tibioperoneoastragalina. Comencemos.

¿Qué es la artrosis de tobillo o inflamación de la articulación en el tobillo?

La artrosis en la articulación tibioperoneoastragalina, ubicada en el tobillo, es una enfermedad que aumenta su avance y síntomas con tiempo, por lo que se considera como una enfermedad degenerativa. Se trata de la pérdida paulatina del cartílago articular hialino que recubre los huesos.

Esta disminución de colágeno provoca fuertes dolores al caminar debido a que los huesos se tocan entre sí, generando inflamación y rigidez muscular. En algunos pacientes también es posible escuchar crujidos óseos.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de la artrosis en el tobillo?

Si quieres conocer cuáles son los factores que originan la aparición de la artrosis en la articulación del tobillo tendrás que seguir leyendo porque te explicaremos de forma simple cada uno de los mismos.

Mira a continuación:

  • Traumatismos, golpes y fracturas en la articulación del tobillo: Esta es la principal causa de la aparición de artrosis en el tobillo debido al esfuerzo que tiene que hacer el cartílago articular para recuperarse y poder funcionar de forma correcta.
  • Alteraciones congénitas del tobillo: Las personas que nacen con pie plano u otra patología son propensas a tener artrosis en esta zona.
  • Mal funcionamiento del sistema autoinmune: Las células inmunitarias pueden actuar en contra del organismo y provocar ataques dentro de la membrana sinovial produciendo que el cartílago hialino se vea afectada.
  • Exceso en el peso corporal: La obesidad es uno de los factores de riesgos más influyentes en este tipo de dolencias inflamatorias debido a que el espacio que tiene el cartílago para amortiguar los movimientos entre los huesos es demasiado pequeño.
  • Mala alimentación: La ingesta de carnes con una gran cantidad de grasas provoca que el ácido úrico no sea expulsado del organismo, lo cual genera acumulaciones de cristales en la articulación.
  • Factores genéticos: Los agentes hereditarios en los pacientes que sufren de esta patología están presentes, aunque se estima que solo el 5% de las personas contraer esta enfermedad a causa de los factores genéticos.
  • La artritis reumática y postraumática: Este tipo de dolencias también pueden ocasionar la artrosis de tobillo.

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Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos artrosis de tobillo

Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos artrosis de tobillo

Es importante conocer los síntomas y signos que advierten la presencia de artrosis en la articulación sinovial del tobillo. Debido a esto te presentaremos una lista enumerativa con cada uno de esas manifestaciones que no tienes que ignorar.

Echa un vistazo:

  • Aparición de osteofitos o picos en los huesos: Esto se debe a la acumulación de ácido úrico que provoca la presencia de cristales en el saco sinovial.
  • Hinchazón en la zona de la articulación: La inflamación puede producirse por retención de líquido y por la falta de dilatación de los vasos sanguíneos.
  • Dolor al caminar: cuando se exige físicamente al tobillo para realizar un movimiento que requiere de esfuerzo y sientes dolor, como por ejemplo, cada vez que se suben las escaleras, puede ser un claro síntoma a tener en cuenta.
  • Crujidos en la articulación: en especial en el momento en que se comienza a caminar o después del descanso nocturno.
  • Desviación y deformación del pie: con respecto a la tibia y el peroné.
  • Pérdida de fuerza en el pie: Es posible que la inflamación articular provoque que la estructura musculo-tendinosa no trabaje de forma correcta.
  • Rigidez muscular: La contractura en los tejidos blandos puede ocasionarse no solo por la enfermedad sino también por un factor mental del paciente, el cual se estresa ante el dolor y comprime los tejidos de toda la zona afectada.
  • Movimientos limitados: La imposibilidad de realizar todos los movimientos axiales que la articulación son síntomas a tener en cuenta a la hora de prevenir la artrosis de tobillo.
  • Cansancio y sensación de presión sin motivo alguno en la zona de la articulación: Es probable que la falta de espacio para que el cartílago articular funcione de forma correcta logre producir fatiga y compresión.

¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de la artrosis en el tobillo?

Los tratamientos que se utilizan para combatir la artrosis en la articulación del tobillo son variados, y por tal motivo te explicaremos en detalle cada uno de ellos.

Terapias alternativas y complementarias

Existen diferentes enfoques rehabilitadores que pueden ayudar a mejorar la sintomatología de la artrosis de tobillo. Te mostraremos a continuación las terapias alternativas y complementarias más importantes que hay en la actualidad:

  • Terapia de frío y calor: tanto el calor como el frío poseen propiedades que benefician el tratamiento de la artrosis de tobillo. El calor permite mejorar el trabajo de los vasos sanguíneos y de esta manera activa la circulación para rehabilitar los tejidos del cartílago y de la estructura musculo-tendinosa. Por otro lado, el frío actúa sobre el sistema nervioso central evitando que lleguen al cerebro señales de dolor, también ayuda a disminuir la hinchazón y enrojecimiento. Se pueden aplicar con diferentes elementos, siendo lo más común las bolsas con agua caliente y fría. Ten en cuenta que la terapia no puede superar los 20 minutos y debes comenzar por el calor, luego seguir con un baño de frío y terminar de nuevo con el calor.
  • Terapia de compresión: esta clase de terapia lo que busca es fijar la articulación del tobillo para que el paciente deje de sentir dolor, el cual es producido por un desgaste del cartílago que puede estar provocando que los huesos se toquen. De esta manera se desinflama la zona afectada, se corrige la ubicación del tobillo y se hace relajar a los músculos y tendones. Existen diferentes elementos que pueden ser aplicados en la zona afectada, pero los más utilizados son las férulas y los vendajes especiales.
  • Terapia de masaje: el objetivo que persigue la terapia de masajes es provocar un bienestar mental en el paciente. Esto se lo hacen por medio de la estimulación de los músculos ubicados en las piernas y en los pies para disminuir la tensión y de esta manera permitir al cartílago articular tener mayor espacio dentro de la membrana sinovial. El equilibrio que se produce con este tipo de tratamiento no solo ayuda al paciente con la artrosis de tobillo, sino también provoca cambios en los hábitos diarios lo cual disminuyen los síntomas de la patología.
  • Terapia de acupresión: al igual que ocurre con la acupuntura esta técnica milenaria originada en China trata de estimular puntos de activación para que el flujo sanguíneo circule mejor por la zona afectada. Esto provoca una reducción del estrés generado por la misma artrosis de tobillo, permitiendo al paciente encontrar armonía y sensatez psicológica para afrontar la patología inflamatoria. Se utilizan en esta terapia para presionar el cuerpo solo las palmas de las manos y los dedos del terapeuta.
  • Termoterapia: por medio de mantas eléctricas, bolsas de gel y baños de inmersión es posible transmitir calor en la zona del tobillo. Esto beneficia la estructura muscular porque el tratamiento hace que la sangre circule mejor y así se logre disminuir la rigidez y tensión. De esta manera es posible que el enfermo sienta menos dolor y puedan mover mejor la articulación en las actividades diarias. El tiempo para aplicar la termoterapia debe estar controlado por un profesional para evitar lesiones epidérmicas.
  • Remedios naturales con uso de plantas: por medio de pediluvios o infusiones es posible lograr disminuir el dolor de la artrosis de tobillo. Esto también ayuda a desinflamar la zona mejorando la amplitud de la articulación. La técnica utilizada en este caso es incluir hierbas naturales que ayuden al bienestar general del enfermo. Se usan diferentes plantas, pero entre las más populares se encuentran el jengibre, tomillo, albahaca, laurel boldo y menta. Es recomendable visitar al médico antes de inclinarse por este tipo de terapia.
  • Ultrasonido: el desarrollo de la artrosis de tobillo puede retrasarse con la inclusión de este tratamiento electrónico. Se trata de aplicar ondas sonoras en frecuencias superiores a los 20 mil Hz, lo cual provoca que los músculos del tobillo se relajen y la articulación obtenga una mayor amplitud de la cápsula con líquido sinovial. Para este tratamiento es necesario el uso de geles especiales que trabajarán como conductor de las pulsaciones, las cuales son imperceptibles para el enfermo.
  • Meditación y relajación: el bienestar general del paciente es el objetivo principal que tiene esta terapia de meditación. A través de la respiración y de otras técnicas de concentración lo que se busca es que el enfermo disminuya la ansiedad y encuentre la relajación para que el torrente sanguíneo fluya mejor entre los vasos que se hallan en la articulación del tobillo. Esto beneficiará a los movimientos del cartílago articular cada vez que el enfermo sufra de algún síntoma, ya que la meditación se puede aplicar en cualquier lugar.
  • Aromaterapia: el jengibre, el laurel y el tomillo son algunas de las hierbas que se usan en la aromaterapia. Este tratamiento complementario se basa en los olores que debe percibir el paciente para provocar un equilibrio psicológico para lograr afrontar los síntomas de la artrosis de tobillo. Cuando disminuye el estrés, de forma inconsciente, el enfermo baja la tensión muscular provocando que la cavidad de la articulación tenga más espacio para coordinar los movimientos, lo cual conlleva a sentir menos dolor.
  • Acupuntura: la inserción de agujas en zonas específicas del cuerpo permite equilibrar la fuerza interna del paciente y de esta manera obtener un mayor flujo de energía positiva. Esta armonía ayuda al reequilibrio mental provocando que los tejidos afectados por la artrosis de tobillo mejoren el flujo sanguíneo. Además, los impulsos eléctricos (si es que se decide esta variante) generados en la terapia actúan como analgésicos disminuyendo así el dolor en el tobillo.
  • Retroalimentación: no hay que olvidarse de que la artrosis de tobillo produce rigidez muscular generada, entre otros factores, al estrés que sufre el paciente a causa del dolor. Esto ocasiona que el enfermo tense su musculatura en la zona afectada provocando así mayores complicaciones. La terapia de retroalimentación se encarga de mostrarle a la persona por medio de informes de ritmos cardíacos y de presión sanguínea cómo afecta al cuerpo su estrés y cómo disminuyen los valores cuando se encuentra relajado. Esto sirve para que la persona conozca más sobre sí misma y mejore la sintomatología.
  • Hábitos de vida saludable: el exceso de ácido úrico, la exigencia desmedida del tobillo y en poco descanso nocturno son causas que hay que tener en cuenta para disminuir los síntomas de la artrosis en la articulación. Para reeducar al paciente se utiliza esta terapia complementaria que ayuda a corregir las actividades diarias de la persona para disminuir el dolor y la inflamación en la zona afectada.

Suplementos alimenticios

La Diacereína, la glucosamina y el Condroitín sulfato son componentes que funcionan muy bien en este tipo de patologías. Por tal motivo, se incluyen estas sustancias en los suplementos alimenticios para que sean combinadas con una nutrición saludable del paciente.

La dosificación; el tipo de mineral, sal o vitaminas a ingerir y la clase de presentación deben ser recetados por un médico. De esta manera se evita la automedicación, la cual puede provocar daños severos en el avance de la enfermedad y en la zona hepática y estomacal.

Tratamientos de fisioterapia

Por medio de ejercicios y técnicas de radiaciones es posible reducir el dolor en la articulación del tobillo. Para esto es necesario consultar al médico antes de visitar a un terapeuta profesional, debido a que no todos los casos de esta dolencia pueden solucionarse con esta terapia. Lo que se busca es disminuir la inflamación y el estrés del paciente a través del estiramiento muscular para que el cartílago hialino pueda trabajar en un espacio suficiente.

Medicamentos

Los medicamentos deben estar prescritos por el médico reumatólogo, por lo que nunca debes automedicarte, ya que puedes provocar lesiones intestinales y hepáticas. Además, hay que tener presente que la automedicación aumenta las probabilidades de producir un efecto contrario de la artrosis de tobillo. Los fármacos utilizados son, por lo general, los analgésicos, en especial el paracetamol. y los antiinflamatorios, aunque también es posible incluir corticoides a esta terapia.

Cirugía

Si por algún motivo los tratamientos convencionales no generan el resultado deseado debido al avance de la enfermedad, es necesario recurrir a la terapia quirúrgica. Este tratamiento consiste en corregir desviaciones de los huesos y eliminar los restos que pueda nadar dentro de la membrana sinovial. En casos más extremos es necesario implantar una prótesis de tobillo por medio de una artroplastia.

¿Qué métodos de prevención para la artrosis de tobillo son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para la artrosis de tobillo son los más efectivos?

Para reducir las probabilidades de la aparición de artrosis hay que tener en cuenta diferentes medidas preventivas, las cuales te explicamos a continuación:

  • Evita levantar objetos pesados: Esto te ayudará a mantener el espacio de la cápsula sinovial con el tamaño adecuado, lo cual evitará lesiones en el cartílago hialino.
  • Lleva una vida saludable: Visitar al médico con frecuencia comer sano y realizar ejercicios de forma periódica te ayudarán a evitar la aparición de la artrosis de tobillo. Procura no fumar ni beber alcohol.
  • Deportes de bajo impacto: Toma todos los remedios necesarios para practicar deportes que requieren saltos o impactos de forma frecuente. Utiliza vendas y mallas elásticas de compresión que sujeten al tobillo para que logres mantener alineada la musculatura y la estructura tendinosa.
  • Higiene postural: Procura no saltar si no es necesario y ten en una postura correcta cuando debas subir o bajar escaleras, trepar obstáculos o correr sin realizar un calentamiento muscular previo.
  • Máximo descanso: Descansa todo el tiempo que tu cuerpo lo pida. Esto te ayudará a que la musculatura se relaje y permita una abertura normal de la cavidad de la articulación con líquido sinovial.
  • Mejora tu dieta: Elige comidas ricas en Omega 3 y en vitaminas D y E.
  • Controla tu peso: Disminuye el peso corporal hasta los niveles normales, según tu estatura y edad.
  • Visita con frecuencia al médico: para realizar chequeos y así detectar de forma temprana la erosión del cartílago o de cristales dentro de la membrana sinovial. Esto también es recomendable si has sufrido algún traumatismo o golpe en el tobillo.
  • Utiliza calzado cómodo: Un calzado que ayude a no comprimir la cápsula de la articulación y permita una movilidad correcta de tu pie.

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