Conocer la anatomía del cuello te ayudará a prevenir las lesiones en esta parte del cuerpo. También podrás detectar de forma rápida cuál es el músculo, hueso o ligamento que provoca una molestia en la base de la cabeza. Por lo que, si quieres aprender en profundidad qué es esta zona cervical deberás continuar leyendo.
Te explicaremos cuáles son los huesos, ligamentos y músculos que tiene esta región del cuerpo y cuál es su biomecánica. Además, vas a leer acerca de las lesiones cervicales más comunes que se producen y sobre los tratamientos que se aplican en la actualidad. No te pierdas de nada.
Partes y anatomía del cuello
En la anatomía del cuerpo humano el cuello cumple una función de vital importancia. Por tal motivo, te mostraremos a continuación la estructura principal que forman las diferentes relaciones que tiene esta zona en una persona:
Huesos y articulaciones
Los huesos que conforman el cuello son:
- Vértebras cervicales: Sostienen la cavidad craneana, unen la cabeza con la columna lumbar y otorgan los movimientos articulatorios. Está compuesta por 7 vértebras, denominadas C1 a C7 inclusive. La C1 también se la llama Atlas y la C2, Axis. Dentro de cada una se hallan las apófisis, tubérculos y los surcos de nervios.
- Hioides: Su función es sostener la lengua y la laringe. Tiene forma simétrica de U y se ubica debajo de la mandíbula, entre la tercera y cuarta vértebra. Es uno de los pocos huesos impares que no tienen articulación, ya que el mismo se suspende entre ligamentos y músculos.
- Manubrio del esternón: Es la parte superior del esternón, está delimitado por la escotadura yugular, la incisura clavicular y la parte costal de la primera escotadura. El mango del esternón tiene forma variable y se articula con el cuerpo del esternón por medio de un disco fibrocartílago.
- Clavícula: Es posible encontrar este hueso como parte integrante del hombro, aunque también se lo considera dentro del esqueleto del cuello. Es un hueso plano, de forma alargada, que se encarga de unir el manubrio del esternón con el omóplato.
Hasta el momento hemos hablado de los huesos que conforman el cuello, pero estos tienen que poseer la capacidad de producir movimientos en la anatomía humana, por lo que se necesita de las articulaciones.
Mira a continuación todas las partes articulares que se encuentran en el cuello:
- Atlantooccipitales: Están ubicadas entre el atlas y las apófisis, llegando al foramen magno. La función principal que tiene es la de extensión, inclinación lateral (o abducción) y flexión de la cabeza.
- Atlantoaxoideas: Tomando como eje el diente del axis hace girar al atlas para realizar los movimientos de rotación de la cabeza. Tiene como característica la falta de discos intervertebrales entre estos huesos.
- Uncovertebrales: Son articulaciones planas ubicadas en las apófisis unciformes para dar movimiento a las vértebras cervicales.
- Cigapofisarias: Tiene por función principal la de limitar idear el movimiento entre dos vértebras, por lo que necesitan estar ubicadas entre las mismas.
- Intervertebrales: Como su nombre lo indica estos discos de tipo fibrocartilaginoso se encuentran entre las vértebras cervicales lo cual permite un movimiento pequeño de torsión en las mismas.
Músculos
La estructura muscular del cuello está conformada por los siguientes tejidos:
- Estilohioideo: Su función es la de mantener el hueso hioides, el cual soporta la mandíbula. Nace en la apófisis estiloides del temporal ubicado en el cráneo y se ubica por encima del vientre posterior de la ranura digástrica.
- Hiogloso: Por medio del nervio hipogloso comprime y retrae la lengua para que se torne más o menos convexa. Su origen es el hueso hioides, en la parte superior.
- Milohioideo: La parte superior está ubicada en la mandíbula, por encima del vientre anterior del digástrico y su recorrido se genera por debajo del músculo genihioideo. Su trabajo está relacionado con mantener al hueso hioides, a la lengua y a la base de la boca.
- Omohioideo: Es el encargado de controlar la actividad de la fascia cervical y del hioides. Nace en la parte superior de la escápula y está emparentado con el nervio hipogloso.
- Escaleno: Se divide en anterior, medio y posterior. Es de forma triangular y nace en las cervicales C3, C4, C5 y C6. Tiene como función principal la de girar el cuello y elevar la primera y segunda costilla del tórax. Se caracteriza por tener un tamaño diferente de acuerdo al desarrollo del músculo que realice la persona.
- Esternocleidomastoideo: Se lo puede apreciar de forma externa desde la cara lateral del cuello, ya que nace en el manubrio del esternón y se inserta en la apófisis mastoidea de la línea de la nuca. Es el encargado de mover los cuerpos articulares del cráneo y de las vértebras cervicales. Además, actúa en la extensión y elevación de la cabeza y el mentón y también del hombro.
- Esplénico: Este músculo, también conocido como esplenio, nace en el ligamento ubicado en la nuca dirigiéndose a la base del cráneo. Tiene la misión de hacer rotar e inclinar la cabeza para un mismo lado, aunque también es capaz de la extensión del cuello y del cráneo.
- Elevador de las tiroides: Se encarga de aumentar el istmo de la tiroides hacia el hueso hioides. En la actualidad no se conoce con ciencia cierta el porqué de esta situación.
- Angular del omóplato: Este músculo se encarga de controlar los movimientos de la escápula, en su elevación y aducción, debido a esto también se lo conoce con el nombre de elevador de la escápula. Nace en las apófisis transversas de las vértebras cervicales C1 a C4 y se inserta en el borde medio del omóplato.
- Tirohioideo: Es uno de los músculos más cortos que presenta la anatomía del cuello, ya que se inserta en el esternohioideo naciendo -en línea oblicua- desde el cartílago tiroides. La misión que tiene este tejido es la de bajar el hioides o de subir la laringe en caso de que se encuentre en contracción.
- Esternotiroideo: Su origen es el manubrio del esternón y en la primera costilla y se inserta en el cartílago tiroides, en línea oblicua. También trabaja para bajar la laringe para que esta haga lo mismo con el hioides.
- Cricotiroideo: Se encarga de estirar y tensar las cuerdas vocales, su nacimiento se produce en el cartílago de la laringe -llamado cricoides- y en el cartílago tiroides.
- Aritenoepiglótico: La epiglotis trabaja para evitar que los alimentos ingresen a la tráquea por medio de este músculo. Se ubica entre la laringe, el cartílago aritenoides y por arriba de la estructura cartilaginosa de la epiglotis.
- Aritenoideo transverso: Es el músculo encargado de regular la luz laríngea por medio de la glotis. Por lo que es un único músculo que se encuentra en la parte posterior de la laringe y en los cartílagos aritenoides.
- Faringogloso: El trabajo que realiza este músculo es de constrictor de la faringe, en la parte superior. Además, dirige los movimientos de la lengua.
- Geniohioideo: También conocido como genihioideo, es el encargado de ensanchar la faringe, actuar como depresor del suelo de la boca inmovilizando los músculos del hueso hioides y de empujar al mismo. La espina inferior del mentón ve su nacimiento hasta el hueso hioides.
- Geniogloso: Su acción es la de mover, sacar y hundir en la boca la lengua. Nace en el mentón de la mandíbula y se inserta en la parte superior de la lengua y del hioides.
- Lingual superior: Nace en la lengua y se inserta en el hioides y en el glosoepiglótico. Su función es la de retraer y elevar la punta de la lengua.
- Largo de la cabeza: Entre la apófisis transversa de las vértebras C3 a C6 se ubica este músculo que se inserta en el occipital, teniendo como función la flexión del cuello.
- Oblicuo: Se divide en dos secciones, la mayor y menor. Desde la apófisis del axis se inserta en la apófisis transversa de la vértebra atlas y en el hueso occipital para lograr el giro de la cabeza.
- Recto: Este músculo es el encargado de flexionar la cabeza y el cuello. Nace entre las vértebras C1 y C2 (precisamente en la apófisis transversa del atlas) y se inserta en el hueso occipital. Se lo puede dividir en recto anterior y lateral.
- Recto posterior: A diferencia del músculo anterior, este tejido nace en la apófisis espinosa del axis y su inserción es en el occipital en una línea nucal. El trabajo que realiza también es la de extender y girar el cuello. Se puede dividir en posterior mayor y recto posterior menor, el cual nace desde el tubérculo del arco posterior del atlas.
- Digástrico: Su nacimiento ocurre en la mandíbula y en la apófisis mastoides del temporal y se inserta, entre otros lugares, en el hueso hioides. El trabajo que realiza en la anatomía es la de llevar hacia adelante y atrás de la mandíbula y elevar el hioides.
Ligamentos
Los ligamentos ubicados en el cuello son:
- Longitudinal anterior: Se caracteriza por ser continua y une la base de la cavidad craneana recorriendo toda la columna vertebral hasta llegar a la superficie del sacro. Se caracteriza por regular la extensión de la columna cervical para evitar una elongación inadecuada del cuello.
- Longitudinal posterior: A diferencia del ligamento mencionado antes, esta banda poco elástica más ancha y gruesa. Se encarga de evitar la hiperflexión del cuello; es decir, cuida que los movimientos de la cabeza no sean bruscos y excedan los límites cuando se mueve hacia adelante el cráneo.
- Intertransversos: Son ligamentos de tipo discontinuo que se encargan de unir las apófisis transversas que tienen las vértebras gracias con los músculos y huesos.
- Interespinosos: También son discontinuos y se forman desde las apófisis espinosas con el ligamento supraespinoso posterior y con el ligamento amarillo anterior.
- Supraespinoso: Se extiende desde la apófisis espinosa a otra para mantener la estructura cervical en la posición correcta. Por otro lado, une el cráneo con la apófisis de la vértebra C7 y con el tubérculo de la C1.
- Amarillos: Esta clase de fibrocartílagos son considerados ligamentos discontinuos y se encuentran entre el canal raquídeo con la vértebra superior. Su misión es ayudar a la extensión y separación de las cervicales en el momento de la flexión.
- Transverso del atlas: El trabajo que realiza Este ligamento es el de evitar que la apófisis odontoides se mueva hacia atrás para que la rotación de la cabeza realice el movimiento pivotante de forma correcta.
- Nucal: Nace en la apófisis espinosa de la vértebra C1 y se prolonga hasta la primera vértebra torácica para evitar la flexión anterior del cuello. También une algunos músculos con esta estructura esquelética.
- Atlantooccipital y atlantoaxial: Estos dos ligamentos unen los arcos del atlas y del axis con la parte externa del foramen magno.
- Faringoepiglótico: Este ligamento es el encargado de unir la epiglotis con la parte superior de la faringe.
- Glosoepiglótico: Une la glotis con la lengua.
- Tiroepiglótico: Es el encargado de unir el cartílago tiroides con la epiglotis.
- Tirohioideo: Su recorrido va desde el hueso hioides hasta el cartílago tiroides. Está relacionado con los ligamentos tirohioideo medio y laterales los cuales se unen al tiroides ambos lados.
- Vocales: También conocido como ligamento tiroaritenoideo inferior, es el encargado de recubrir las cuerdas vocales y unirlas con la laringe.
- Vestibulares: Está ubicado en el pliegue vocal. Se lo llama también Ventricular. Su misión es la de unir el tiroides con el cartílago aritenoides.
- Sesamoideos: Es un conjunto de ligamentos pequeños que se ubican en el lado lateral del cartílago aritenoides y de los cartílagos corniculados.
- Hioepiglótico: Une el hueso hioides con la glotis.
- Cricotiroideo: Es el ligamento encargado de trabajar con las articulaciones cricotiroideas.
- Cricoaritenoideo: Las articulaciones cricoaritenoideas mantienen su posición gracias al trabajo de este ligamento.
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Biomecánica del cuello y columna vertebral
La actividad del cuello y de la columna puede ser estudiada por medio de la biomecánica, la cual es una disciplina que analiza los fenómenos que ocurren en esta parte del cuerpo luego de aplicar diferentes tipos de fuerzas naturales. Por lo que, si quieres conocer el rendimiento energético que tiene el organismo de una persona es necesario saber los tipos de movimientos biomecánicos de esta área.
Te mostramos a continuación las acciones que puede realizar el cuello:
- Flexión: Se produce cuando toca el tórax con la barbilla, modificando el ángulo del cuello en 90 grados hacia adelante del cuerpo. Se produce por el deslizamiento que se producen en las vértebras superiores sobre las inferiores.
- Extensión: Es el movimiento contrario a la flexión, colocando el cuello en la posición natural. En este caso las sustancias gelatinosas de los discos se corren hacia atrás para provocar el movimiento. Los esternocleidomastoideos trabajan conjuntamente con los músculos profundos del dorso.
- Inclinación lateral: Se la considera también como flexión lateral, la cual se produce al apoyar en el hombro el pabellón auricular. El eje del cuello gira 45° debido a la contracción y flexión de los músculos de la cabeza.
- Rotación: Gracias al cuerpo articulatorio del atlas y del axis (C1 y C2) es posible girar la cabeza 90° hacia la izquierda y derecha, provocando una alineación entre el hombro y la barbilla.
También es útil analizar los movimientos biomecánicos de la columna vertebral, los cuales son:
- Flexión: La amplitud generada por el cuerpo vertebral es de 30° y se obtiene moviendo los hombros y la cabeza hacia adelante provocando que los discos intervertebrales aumenten su grosor en la zona posterior.
- Extensión: Este movimiento se inclina hacia atrás la vértebra suprayacente generando que en la parte anterior del disco aumente su grosor. De esta manera es posible conseguir una amplitud de 40 grados en relación con el eje de la columna.
- Inclinación lateral: La inclinación que se genera es entre 20° y 30° gracias al trabajo que realizan las vértebras suprayacentes y los discos que se doblan al lado cóncavo y convexo, respectivamente.
- Rotación: Es posible conseguir la rotación solo en la parte cervical y dorsal mientras que en la columna lumbar su rango no supera los 2°, pero si se considera al movimiento de la columna completo, en total la rotación es de 10°.
Lesiones de cuello más comunes
Al ser el cuello una de las estructuras más complejas debido a la gran cantidad de músculos, huesos y ligamentos que se encuentran en la zona, es posible que esta área se recienta o se lesione por diversos factores.
Por lo tanto, te mostraremos a continuación cuáles son las contusiones más frecuentes del cuello, echa un vistazo.
Tipos de lesiones en el cuello
Mira cuáles son los tipos de lesiones en el cuello más comunes que padecen las personas:
- Contracturas musculares cervicales en el cuello: Las contracturas son tensiones involuntarias que se producen en los músculos debido a la acumulación de metabolitos en las fibras porque la sangre no puede eliminarlas al intercambiar el oxígeno y los nutrientes. Por lo general, se producen al realizar movimientos bruscos y realizar una actividad muy exigente.
- Esguince cervical en el cuello: Cuando se produce una micro rotura o un desgarro en las fibras de los ligamentos que unen las diferentes vértebras se conoce con el nombre de esguince de cuello o cervical. Esto puede producirse por malas posturas, falta de ejercitación y una incorrecta alimentación, entre otros factores.
- Artrosis cervical en el cuello: La artrosis se produce por diversos factores, siendo los más comunes el propio sistema autoinmune del cuerpo, la edad y las actividades diarias que realiza el paciente. Se trata de una enfermedad que genera dolor, inflamación, rigidez y desgaste en huesos y cartílagos. No tiene cura.
Lesiones deportivas de cuello
Conoce las dolencias frecuentes que sufren los deportistas en el cuello a causa de practicar estas actividades:
- Lesiones deportivas de cuello en el rugby: Entre las lesiones más comunes que se producen en esta actividad están las contracturas del esternocleidomastoideo, del escaleno y del angular del omóplato. También se encuentran las lesiones en el oblicuo y en el recto, provocando la rigidez en los movimientos de la cabeza. Por otro, lado las fracturas y traumatismos en las clavículas son las más comunes.
- Lesiones deportivas en cuello, cabeza y cara en el boxeo: Las lesiones que se sufren en este deporte pueden ser variadas. Las mandíbulas y cuello sufren un poco más del 10% de las veces en que una persona concurre a un consultorio del médico. Las contracturas sufridas en los músculos largos de la cabeza, oblicuo, recto, esternocleidomastoideo, escaleno y esplénico son las tensiones de los tejidos más frecuentes.
- Lesiones de cuello en el Yoga: Si bien no es un deporte extremo, las personas que practican esta disciplina sufren de diferentes lesiones en el cuello. Dentro de las más comunes se encuentran la rigidez muscular provocada en el trapecio, en el oblicuo, en los suboccipitales y en el esternocleidomastoideo. No es común encontrar fracturas en este tipo de práctica.
Enfermedades y dolencias en el cuello
Las dolencias en el cuello pueden estar originadas por distintas enfermedades, las cuales analizamos a continuación:
Meningitis
La inflamación producida en la meninge provoca dolor en el cerebro y en la base craneal. Esto se debe aquí la médula espinal no funciona de forma correcta provocando que la infección y los signos aumenten de forma paulatina en caso de no ser tratado de manera urgente.
Cáncer
Algunas enfermedades oncológicas pueden provocar la aparición de un dolor constante en cuello. Esto puede tener diferentes causas debido a la falta de plaquetas y glóbulos que tiene el organismo originada por las mismas células cancerígenas.
Hernias de disco
Estas alteraciones en los discos intervertebrales (y también los osteofitos o espolones óseos) provocan el pinzamiento de las raíces de los nervios ubicadas en el cuello. Esto genera dolor rigidez articular debido al poco espacio que tiene el sistema nervioso para funcionar de forma correcta.
Amigdalitis
La inflamación en las amígdalas palatinas promueve el dolor en el cuello debido a la gran cantidad de células autoinmunes que genera el organismo para combatir la dolencia, lo cual provoca un malestar en la base de la cavidad craneal.
Osteomielitis
Por lo general la médula ósea puede sufrir una infección generada por bacterias u hongos. Esto provoca hinchazón y dolor en el cuello debido a la cercanía que tiene la médula con los nervios qué hay en este lugar del cuerpo.
Diabetes
Las personas que sufren esta enfermedad metabólica con altos niveles de glucosa en la sangre son más propensas a sufrir dolores de cuello. Si bien no está establecido de forma concreta el motivo de esta relación, recientes estudios demostraron esta conexión en una gran cantidad de pacientes.
¿Cómo podemos aliviar el dolor cervical mediante terapias complementarias y no invasivas?
Es posible aliviar el dolor cervical por medio de terapias que se pueden emplear de forma complementaria y no invasiva. Mira a continuación cuáles son las más aplicadas en la actualidad:
Terapia de frío y calor
Este tipo de tratamiento consiste en aplicar en una misma sesión el calor, luego continuar con el frío y terminar con la primera temperatura. Hay que tener cuidado, ya que la aplicación no debe superar los 20 minutos en total.
- El calor proporciona que los vasos de las paredes capilares se dilaten provocando un mayor riego sanguíneo en el área afectada, se recomienda el uso de sacos térmicos para microondas.
- Mientras que el frío actúa como un agente analgésico. Es posible aplicar esta terapia por medio de bolsas de gel frío.
Terapia de compresión
Por medio de collarines y férulas especiales es viable inmovilizar el cuello para que los músculos, ligamentos y articulaciones vuelvan a su posición normal. Esto generará que la zona se desinflame con más rapidez, provoque una mayor irrigación de sangre y disminuya el dolor. En algunos casos es recomendable el uso de hombreras deportivas de compresión para sujetar una mayor área del cuerpo.
Terapia de masaje
Es una de las terapias más aplicadas en este tipo de dolencia debido a la frotación que reciben los músculos y tendones de forma directa en la zona afectada. De esta manera el fisioterapeuta provoca calor interno, estimulando así la corriente sanguínea para disminuir la inflamación y el dolor en el paciente. Este tratamiento también persigue la relajación completa de la persona, por lo que los automasajes son una buena idea. Para ello es conveniente usar masajeadores electrónicos.
Terapia de acupresión
La acupresión consiste en oprimir determinadas partes del cuerpo del paciente con los dedos de la mano y las palmas, sin utilizar ningún elemento externo. Es importante tener presente que no solo se trabaja en el cuello sino en toda la anatomía humana. El objetivo que tiene esta terapia es que el paciente encuentre una armonía mental para que disminuya las contracturas musculares de forma natural.
Termoterapia
Si bien ya hemos hablado de los beneficios que tiene el calor como agente dilatador de las paredes capilares, es importante aclarar en este punto que la presente terapia utiliza solo el calor para obtener estos efectos (a diferencia del tratamiento frío y calor). Por medio de diferentes técnicas es posible aplicar la termoterapia, siendo las más comunes el uso de sacos térmicos para microondas y baños de agua caliente.
Crioterapia
Hay que tener cuidado con la aplicación del frío, ya sea por medio de almohadillas frías o bolsas de gel con hielo, debido a que el efecto que puede generar la crioterapia puede ser contraindicado para los dolores de cuello. Es decir, el empleo de esta terapia debe ser recomendada por el médico y solo es posible su implementación cuando la lesión no ha superado las 48 horas.
Electroestimulación muscular (EMS)
La electroestimulación muscular o EMS, es una terapia que consiste en estimular las contracciones musculares mediante el uso de electricidad, de modo que se consiga un efecto de actividad e hipertrofia como en el gimnasio, pero sin la necesidad de ir a ningún centro deportivo. Lo que significa que puedes poner a trabajar tus músculos sin salir de casa.
Electroterapia
Esta es una técnica que busca alivio a dolores y algunas dolencias físicas mediante la aplicación de energía eléctrica y electromagnética, entre otras variantes, a través de la piel con el uso de almohadillas conductoras llamadas electrodos. Es un tipo de terapia muy segura y que debe ser aplicada por un fisioterapeuta especializado en la manipulación de electricidad para tratar algunas clases de dolencias.
Terapia de liberación miofascial
La terapia funciona gracias a que, al liberar toda la tensión acumulada en una zona del tejido miofascial, que es una de las principales causas de dolor, así como estirar los tejidos para que se relajen y la dolencia se diluya, generando alivio. Sin embargo, esta puede no ser una cura total para la lesión, ya que llegados a este punto es posible que el problema se haya vuelto crónico.
Terapia de masaje de percusión
Los masajes de vibración o percusión son precisos, rítmicos y enérgicos golpes sobre el cuerpo para lograr alivio de algunos síntomas molestos cuando las fibras musculares se tensan, a menudo por una alta carga de trabajo sobre ellos y que ha dejado puntos gatillo en las fibras musculares.
Método R.I.C.E
Método R.I.C.E es el primero y más sencillo de los protocolos de tratamiento de lesiones leves. Aparece en el ámbito deportivo para abordar accidentes que suponen lesiones agudas. Durante muchos años, se considera el más idóneo tanto por su rapidez como por los resultados que presenta.
Terapia de puntos gatillo
Los puntos de dolor miofascial o puntos gatillo son nudos que se crean en los tejidos musculares más profundos, causando un intenso dolor. El dolor no siempre se manifiesta justo en la zona en la que se desarrolla el punto, sino que es este dolor es referido a zonas cercanas que aparentemente no parecen estar relacionadas. De hecho, se estima que más del 80% del dolor que causan se manifiesta en otras partes del cuerpo.
Otras terapias alternativas efectivas
Existen otros tipos de tratamientos, además de los mencionados antes, se pueden ser implementados para disminuir el dolor cervical.
Estos son:
- Remedios naturales con uso de plantas: Existen diferentes plantas en la naturaleza que poseen propiedades curativas y que pueden ser empleadas en el tratamiento de este cuadro. Dentro de las hierbas más utilizadas se encuentran el jengibre, la menta, el tilo, la manzanilla y el romero.
- Acupuntura: Si lo que se busca es un equilibrio mental para obtener un bienestar general del paciente, esta terapia puede ser implementada por medio de agujas que se colocan en diferentes áreas estratégicas del cuerpo.
- Kinesioterapia: Por medio de la biomecánica y de otros movimientos fisiológicos es posible que el sistema nervioso sea estimulado. Debido a la aplicación de esta terapia es posible conocer las posturas correctas del cuello.
- Aromaterapia: Esta técnica se emplea para disminuir el estrés en el paciente por medio de olores que son provocados por una aplicación directa o por artefactos aspersores. Las frutas cítricas, el jengibre y la menta son los aromas más utilizados.
- Osteopatía: Esta terapia alternativa busca estirar los músculos y ligamentos del cuello para devolverlos a su posición natural (al igual que los huesos). Hay que tener presente que la elección de esta terapia debe ser aprobada por el médico para evitar complicaciones futuras.
Referencias
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