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Lesiones deportivas de tobillo en el running

El running es un deporte con millones de aficionados en todo el mundo. Y es que entre sus beneficios están que activa todos los músculos del cuerpo, reduce el estrés, mejora tu estado de ánimo y tiene un efecto antidepresivo increíble.

Aunque tiene múltiples ventajas, también tiene sus riesgos, en especial para los tobillos, por lo que te conviene conocer las principales lesiones en esta articulación, así podrás prevenir algunas dolencias y continuar con tu pasión. Además, te enseñaremos a aplicar el método RICE para tratar cualquier dolencia en su fase inicial.

¿Cuáles son los tipos de lesiones de tobillo más comunes cuando hacemos running?

¿Cuáles son los tipos de lesiones de tobillo más comunes cuando hacemos running?

Si trotar y correr te parecen prácticas sencillas, estás en un gran error. El running es un deporte con mucha técnica si deseas ahorrar energía y evitar una retirada a media carrera por fatiga muscular o alguna dolencia.

Como deseamos que seas un excelente corredor, debes conocer cuáles son las lesiones de tobillo más frecuentes en el running:

Esguince de tobillo

El tobillo permite que el pie pueda girar levemente hacia cualquier lado, sin embargo cuando este giro excede un ángulo de 30° hacia afuera o hacia dentro del cuerpo, los ligamento se extienden demasiado y se desgarran. Este daño tiene tres grados o niveles de gravedad, que van desde simples microdesgarros hasta roturas completas de los ligamentos.

Correr en terrenos irregulares, como en las carreras de montaña aumenta las probabilidades de llevar los ligamentos al límite hasta que se rompen, lo que hace que el tobillo se inflame, generando dolor e incluso un hematoma. Es difícil descifrar el alcance del daño de la articulación, por lo que lo más recomendable es acudir a un médico siempre que ocurra, en especial si notas que la recuperación no avanza como es debido.

Tendinitis aquilea

Se trata de una inflamación por sobrecarga de tensión en el tendón de Aquiles, que está en la parte posterior de la pantorrilla y se encarga de conectar esta al talón. Es el tendón más grueso y fuerte de todo el cuerpo humano, pero soporta todo el peso corporal, y el impacto de las zancadas al correr puede inflamarlo.

Además de la exigencia en una carrera, tener una pisada más acentuada en el talón o usar un calzado convencional en lugar de uno para especial para el running con buena amortiguación, aumenta el riesgo de que se lesione este tendón. Cuando se inflama, hay un dolor localizado y enrojecimiento de la piel.

Bursitis de tobillo

En el running son frecuentes tanto la bursitis retrocalcánea como la bursitis calcánea subcutánea. Ambas están debajo del tendón de Aquiles y puede que las dolencias estén asociadas. Un entrenamiento excesivo o un calzado que esté demasiado ajustado harán que las bursas se inflamen y produzcan dolor.

Las bursas son como almohadillas que amortiguan los golpes y roces de las articulaciones al moverse y en el caso del running, al correr. En las almohadillas hay un líquido sinovial que aumenta su volumen ante una lesión, en ocasiones se debe recurrir a un drenaje de líquidos para bajar el dolor, en otros casos, la inflamación cede con un descanso adecuado y la aplicación de frío local.

Tendinitis del tibial anterior

Esta clase de tendinitis hace que tengas dolor en la zona central de la tibia, que se siente en el interior de la pierna. Su origen se debe al tipo de pisada que realizas al correr y al desgaste en la suela de tu calzado, que le hace perder cualidades para absorber el impacto de la carrera.

En esta dolencia, el tendón tibial anterior se inflama y puede que haya un enrojecimiento de la piel. Ante cualquier señal de molestia debes detener la marcha ya que esto puede ocasionar micro fisuras y en casos más graves, una rotura completa de los tejidos del tendón.

Fracturas

Cuando los músculos, tendones y ligamentos están fatigados, estos no cumplen correctamente con su función de protección y por tanto, la tensión generada recae en los huesos. En el tobillo, los maléolos son los que suele fracturarse, bien sea por estrés o por un fuerte esguince durante la carrera.

Las caídas a gran velocidad son la mayor preocupación de un corredor, estas caídas generalmente ocurren durante una mala pisada, el tobillo es la articulación que más va sufrir en esos casos y no importa qué tan fuerte sea tu pierna, seguramente se fracturará. Además, esta lesión también puede afectar al quinto metatarsiano del pie, por lo que cuando se sospeche de su existencia, siempre se debe asistir a un médico para que realice un diagnóstico completo y más preciso.

Ampollas

Aunque te parezca algo simple y sin importancia, imagina intentar correr con una dolorosa y molesta ampolla en el talón del pie. Esto ocurre cuando hay una fricción constante del calzado sobre la piel, pese a que el talón esté protegido por un calcetín, en ocasiones sufren esta dolencia.

No hay más secretos para evitar esta lesión cutánea, solo debes asegurarte de no usar el mismo par de calcetines todo el tiempo y de no colocarlos con el pie húmedo. Si tienes un calzado nuevo, evita estrenarlos el día de la competición, primero entrena todo lo que puedas con ellos para que se amolden a tu pie.

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¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de tobillo en corredores y atletas?

¿Te has preguntado qué hacer si tienes una lesión en la zona del tobillo mientras corres? Cuando sabes que la lesión es de tejidos blandos, lo mejor es aplicar el método PRICE, que anteriormente era mejor conocido como RICE.

Son una serie de pasos a seguir para bajar el dolor, la inflamación y los hematomas en el área afectada:

  • Protección: Utiliza un vendaje inicial para cubrir el tobillo y de inmediato deja de apoyar el pie al suelo. Trata de estar sentado mientras llegan más personas para auxiliarte.
  • Reposo: Dependiendo de la gravedad de la dolencia, el reposo puede durar entre 48 y 72 horas. Hasta que tengas un diagnóstico completo, lo ideal es dejar de apoyar el pie.
  • Hielo: Emplea una bolsa de gel fría sobre la piel desde el instante de la lesión. Con esto conseguirás reducir la inflamación y aliviar el fuerte dolor que seguramente sentirás, en especial si se trata de un esguince.
  • Compresión: Utiliza una tobillera de compresión para que haya una presión leve sobre esta articulación. Ayudará a bajar el dolor, a mantener la lesión a una mejor temperatura, reducir el moretón y evitar que avance la inflamación.
  • Elevación: Sube la pierna sobre una almohada por encima del nivel de tu corazón y permite que la gravedad contribuya a que haya una mejora en la lesión. La irrigación de la sangre baja, lo que favorece al proceso antiinflamatorio.

Referencias

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