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Piernas

Las extremidades inferiores están formadas por un conjunto de 4 huesos y una variedad de músculos y ligamentos que permiten realizar movimientos biomecánicos sin grandes esfuerzos. Las piernas son las encargadas de soportar todo el peso corporal y articular la cadera, la rodilla y los pies. De esto surge que, las lesiones en las piernas son frecuentes debido al trabajo que realizan.

Te mostraremos a continuación las enfermedades más recurrentes de las piernas y qué terapias complementarias se aplican para disminuir el dolor. Te invitamos a que sigas leyendo porque encontrarás los mejores productos para aliviar los malestares de las piernas.

Partes y anatomía de la pierna

La anatomía de la pierna se compone de los siguientes tejidos:

Huesos y articulaciones

Los huesos que pertenecen a la pierna son:

  • Fémur: Es el hueso más largo y fuerte que tiene la anatomía humana. Forma parte de la articulación coxofemoral, insertándose en la cavidad del acetábulo por medio de la cabeza femoral y de la articulación de la rodilla por medio de la tróclea de la tibia.
  • Rótula: Se encuentra delante del fémur y se articula con este hueso por medio del tendón terminal, relacionado con el cuádriceps femoral.
  • Peroné o fíbula: Este hueso alargado consta de tres caras y recorre la parte exterior de la pierna. La apófisis estiloides forma parte de la articulación de la rodilla, mientras que el maleolo lateral integra el astrágalo del tobillo.
  • Tibia: Es otro hueso alargado en forma de S. Se integra a la articulación de la rodilla por medio de la epífisis proximal, mientras que la epífisis distal forma parte de la articulación del tobillo.

Las articulaciones que hay en la pierna las mostramos a continuación:

  • Rodilla: Esta articulación une los cóndilos femorales con la rótula y la parte superior de la tibia. Es posible encontrar la fosa intercondílea, los ligamentos cruzados, los meniscos y el ligamento transversal.
  • Tibioperonea superior: Este cuerpo articular mueve la tuberosidad lateral de la tibia con el peroné, se unen por medio de ligamentos.
  • Tibioperonea intermedia: Por medio de una membrana se unen el peroné con la tibia.
  • Tibioperonea inferior: Esta articulación toma la parte más baja de la tibia y del peroné.
  • Tibioperoneoastragalina o tibiotarsiana: El astrágalo, los maléolos y la tibia se unen en esta articulación para dar movimiento al tobillo. También se la puede considerar parte del pie.

Huesos de la pierna

Músculos

A continuación, te mostraremos los músculos que forman parte de la pierna:

  • Sartorio: Es el músculo más largo del cuerpo, ya que se origina en la espina ilíaca superior de la parte anterior y termina en la superficie superior de la tibia. Su acción es flexionar la cadera y la rodilla teniendo en cuenta la posición del fémur.
  • Vasto lateral: Forma parte de los músculos llamados cuádriceps femorales junto al vasto medial, al crural y al recto femoral. Su nacimiento se produce en la membrana fibrosa del trocánter mayor del fémur hasta los tendones de los cuádriceps. Su acción es la de estabilizar la rodilla en la extensión.
  • Recto femoral: Su recorrido se produce desde la espina ilíaca hasta el tendón de los cuádriceps para permitir la extensión de la rodilla y la flexión de la cadera de forma coordinada.
  • Vasto medial: Su recorrido es desde la línea intertrocantérea del fémur hasta el tendón patelar. Esto permite la extensión de la rodilla.
  • Crural: Desde la parte anterior lateral del fémur hasta ligamento rotuliano se puede apreciar este músculo. Es un extensor de la pierna.
  • Peroneo largo: La tuberosidad externa del peroné da origen a este músculo el cual se inserta en la cara plantar cuneiforme y en el primer metatarsiano.
  • Peroneo corto: Ubicado en la parte lateral del peroné nace debajo de la rodilla y se inserta en la cara externa del peroné y en el quinto metatarsiano. La rotación y abducción del pie se generan por este músculo.
  • Peroneo anterior: Nace en el peroné y se inserta en el quinto metatarsiano. Su función es permitir la eversión del pie y la flexión dorsal.
  • Tibial anterior: Ubicado en la parte inferior de la pierna, del lado anterior. Su recorrido empieza en la membrana interósea y en la superficie de la tibia hasta la parte medial inferior del cuneiforme medial y del hueso primer metatarsiano. La inversión y flexión del pie es la acción que genera este músculo.
  • Tibial posterior: Su forma alargada le permite el correr la tibia y el peroné hasta el cuneiforme medial y hasta el segundo, tercero y cuarto metatarsiano. La flexión, la aducción plantar y la estabilidad del pie son tareas de este músculo.
  • Poplíteo: Se encarga de la flexión de la pierna en la rodilla. Nace en el cóndilo del fémur y se inserta en la zona superior de la tibia.
  • Semimembranoso: Pertenece al conjunto de los isquiotibiales, junto con el bíceps femoral y el semitendinoso. Nace en el isquion y se inserta en el cóndilo medial del hueso tibia. Su acción permite extender la cadera y flexionar la rodilla.
  • Semitendinoso: Su recorrido comienza en la tuberosidad del isquion y termina en la superficie media de la tibia, en su extremo superior. Al pasar por la cadera y la rodilla permite flexionar la pierna y mantener extendida la cadera.
  • Bíceps femoral: Su recorrido se realiza desde la tuberosidad isquiática hasta el peroné. Permite rotar y flexionar la rodilla y extender la cadera.
  • Aductor: Nace en el isquion y se inserta en el fémur. Se puede dividirlo en tres secciones; mayor, mediano y menor. Su función está relacionada con el movimiento del muslo.
  • Gastrocnemio interno: También conocido como gemelo, los cóndilos del fémur de dan origen a este músculo hasta llegar a los calcáneos del pie.
  • Gemelo externo: Cuenta con el mismo recorrido que el músculo anterior, pero su acción es la de flexionar de forma plantar el pie.
  • Sóleo: Junto a los gastrocnemios conforman el denominado músculo tríceps sural. Se encuentra en la parte posterior de la pierna, ya que nace desde el peroné y la tibia y encaja en los calcáneos.
  • Flexor largo: Estos músculos arrancan en la tibia y se insertan en cada una de las falanges de los dedos para lograr la flexión.
  • Flexor del dedo gordo: El origen de este músculo es la última parte del peroné y se inserta en la falange posterior del dedo gordo. Su tarea es la de permitir la flexión de este dedo.
  • Plantar: La cresta supracondílea externa del fémur, el cual se inserta en el tendón de Aquiles (en la parte interna). La flexión plantar del pie y de la rodilla son las acciones que realiza este músculo.
  • Extensor largo: Puro trabajo para permitir la flexión del pie en forma dorsal y la extensión del dedo gordo. Su nacimiento se produce en el área medial del peroné y se inserta en la falange distal de dicho dedo.
  • Extensor de dedos: La acción que realiza este músculo es la de producir la extensión de los dedos del pie, salvo del gordo. La tibia y el peroné son los huesos que le dan origen.
  • Grácil: También conocido como recto interno. Nace en el isquion y termina en la tibia. Su acción permite controlar los movimientos de la cadera.

Músculos parte frontal de la pierna

Ligamentos

Los ligamentos que se encuentran en la pierna son los siguientes: 

  • Colateral lateral: Se ubica en el lado externo de la articulación de la rodilla y conecta el fémur con el hueso peroné.
  • Colateral medio: Este ligamento tiene su recorrido por la parte interna de la rodilla uniendo el peroné con el fémur.
  • Rotuliano: Se ubica en la rodilla y es conocido por ser la continuación del conjunto de músculos cuádriceps femoral. Su recorrido se realiza por debajo de la rótula, insertándose en esta y en la tibia.
  • Cruzado anterior: El trabajo que cumple este ligamento es evitar que la tibia se desplaza hacia adelante por lo que se une al fémur en su parte lateral superior con la sección medial de la tibia, en su cara anterior. Pasa por debajo de la rótula.
  • Cruzado posterior: A diferencia del ligamento anterior este tejido acciona para que la tibia no se desplaza hacia atrás con respecto al fémur. Su rotura es frecuente en actividades exigentes.
  • Transversal: También es conocido como ligamento yugal debido a su acción de unir los meniscos en sus caras anteriores.
  • Meniscofemoral: Es posible encontrar a este ligamento con el nombre de Humphrey. Es el encargado de unir el cóndilo del fémur (en su lado interno) con el menisco externo.
  • Meniscofemoral posterior o ligamento de Wrisberg: En este caso este tejido tendinoso une el cóndilo interno del hueso fémur con el ligamento meniscofemoral.
  • Poplíteo oblicuo: Es un ligamento que recorre el cóndilo externo del fémur hasta el semimembranoso.
  • Poplíteo arqueado: El nacimiento de este ligamento es igual al del oblicuo, pero se inserta en la cabeza del peroné.
  • Alar rotuliano: Su recorrido es desde la cara interna del fémur hasta la rótula.
  • Alar rotuliano externo: El cóndilo externo del fémur es Unido por medio de este ligamento al borde de la rótula.
  • Menisco rotuliano interno: El menisco interno que su nido a la rótula por medio de este ligamento.
  • Lateral interno: Su nombre también es conocido como colateral tibial. Su función es la de unir el fémur con la tibia.
  • Menisco rotuliano externo: Este ligamento cumple la función de unir el menisco externo con la rótula.
  • Patelofemoral: Se encarga de mantener equilibrado el desplazamiento de la rótula a nivel lateral. Se desarrolla en la parte media del fémur (desde una vista distal) hasta la rótula.
  • Iliofemoral: Este ligamento pertenece a la articulación de la cadera, pero se une en el fémur por lo que puede ser considerado también como un ligamento de la pierna. Es conocido también como ligamento de Bigelow.
  • Isquifemoral: Al igual que en el caso anterior este tejido pertenece a la cadera uniendo el isquion con el fémur, por lo que es posible colocarlo dentro del grupo de ligamentos de las piernas.
  • Cabeza de fémur o redondo: La cabeza femoral se une a la diáfisis de la pelvis por medio de este ligamento para formar la articulación de la cadera.

Músculos parte dorsal de la pierna

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Biomecánica de la pierna

Los movimientos biomecánicos que pueden realizar las piernas son:

  • Flexión: Consiste en levantar la rodilla hasta el tronco pudiendo mantener la extendida o flexionada. El ángulo máximo de la apertura de este movimiento es alrededor de los 110 a 130°. Esto se producen por el desplazamiento de los cóndilos de la tibia y de los meniscos, manteniendo el límite establecido por el ligamento cruzado posterior.
  • Extensión: Este es un movimiento que se realiza cuando se lleva la pierna hacia atrás. La abertura no supera los 30°.
  • Abducción: Teniendo en cuenta como eje a la parte externa de la pelvis es posible mover hasta 30° la pierna por delante de la otra hacia la dirección de esta. Es decir, se trata de colocar una rodilla por delante de la otra, manteniendo un pie en el piso.
  • Aducción: Es el movimiento contrario a la abducción, ya que en este caso se coloca la pierna por la parte externa del tronco y se levanta hasta los 180° con mucho entrenamiento. En este movimiento el pie queda al lado de la cabeza.
  • Rotación interna: Consiste en colocar el pie hacia atrás y doblar la rodilla girándola hacia la parte interior del cuerpo. Esta apertura no supera los 40°. El sartorio, semitendinoso, semimembranoso, bíceps femoral y el recto interno son los músculos que producen este movimiento.
  • Rotación externa: Al colocar el pie hacia atrás y extender la rodilla al lado externo del tronco se realiza el movimiento biomecánico que lleva este nombre. El límite de apertura es de 45°.

Lesiones en las piernas más comunes

Las piernas son una de las partes del cuerpo humano que más sufren lesiones, por tal motivo te mostraremos a continuación cuáles son las dolencias más frecuentes.

Tipos de lesiones en la pierna

Mira los diferentes tipos de lesiones que se pueden presentar en las piernas:

  • Calambres musculares en las piernas y las pantorrillas: Este cuadro se presenta debido a la falta de calcio, magnesio y potasio en los tejidos de las piernas y pantorrillas. También se puede producir por traumatismos o golpes severos en la zona afectada. Los cuádriceps, isquiotibiales y gastrocnemios son los músculos más afectados cuando se realizan actividades repetitivas y exigentes.
  • Contracturas musculares en las piernas y muslos: La tensión involuntaria provocada en los tejidos musculares de la zona glútea y de las piernas se produce por la falta de eliminación de moléculas metabólicas que quedan alojadas en estas estructuras, por el sedentarismo, por movimientos bruscos y por tareas demandantes.
  • Esguince en la pierna: Los pequeños cortes y las roturas que se producen en los ligamentos cruzados, rotuliano, colateral y meniscofemoral son las lesiones más frecuentes que existen en las piernas en la parte de la rodilla. Mientras que en la zona articular del tobillo y de la cadera, los tejidos isquiofemoral, lateral y peroneo astragalino son los más comunes en sufrir esguinces.
  • Fracturas de la pierna: La pierna es una zona muy propensa a quebrarse debido a la longitud de sus huesos. Por lo que, las caídas y traumatismos sufridos en actividades deportivas y en tareas cotidianas son la principal causa de este cuadro.

Lesiones deportivas en las piernas

Los deportes también provocan contusiones y traumatismos en las piernas. Conoce cuáles son las más frecuentes:

  • Lesiones de pie, tobillo y piernas en el baloncesto: Los esguinces en el tibioperoneo inferior, deltoideo, colateral, cruzado y rotuliano son los ligamentos que más sufren estiramientos involuntarios. Por otro lado, la bursitis aquiliana, la tendinitis en el tendón de Aquiles, las contracturas musculares en el sartorio, en los cuádriceps femorales y en los aductores, también son comunes. Las quebraduras suelen ser frecuentes en la zona baja de la tibia y peroné.
  • Lesiones de rodilla y piernas en el ciclismo: La bursitis rotuliana y la inflamación de otras bursas de la rodilla son las afecciones más comunes que sufren estos deportistas, aunque también es posible encontrar contracturas en los gemelos y en los cuádriceps de forma habitual. Las fracturas de fémur, tibia y peroné no son frecuentes, pero pueden ocasionarse en las caídas en grupo. El esguince del cruzado y del colateral pueden aparecer.
  • Lesiones de piernas en el fútbol: La rotura de ligamentos cruzados y laterales, junto con las contracturas de isquiotibiales, de cuádriceps y de pantorrilla son las contusiones más comunes que sufren las personas que practican este deporte. No es común encontrar fisuras óseas, pero existen casos de quebraduras en la tibia y peroné.
  • Lesiones de piernas en el running: El tendón rotuliano, los meniscos, los ligamentos de la rodilla suelen sufrir esguinces. La sobrecarga muscular provoca que los cuádriceps, aductores, isquiotibiales y gemelos se tensen de forma involuntaria durante una práctica. Las quebraduras de fémur, tibia y rótula son las fracturas más recurrentes.

Enfermedades y dolencias en piernas

Enfermedades y dolencias en piernas

Entre las dolencias y enfermedades más recurrentes en las piernas, se encuentran las siguientes:

Celulitis

Este cuadro afecta la capa del medio de la piel, llamada de dermis. Se produce por medio de la aparición de bacterias que conviven en la piel, siendo los agentes más comunes el estreptococo y el estafilococo.

Arteriopatía periférica

Se trata de una enfermedad frecuente que se caracteriza por acumular elemento graso dentro de las arterias, provocando estrechez en el canal y rigidez arterial. Esto puede estar causado por el tabaquismo, antecedentes coronarios y diabetes.

Varices

Es una insuficiencia venosa, de forma crónica, que dilatan y retuercen las venas de las piernas. Su presencia se puede ver a simple vista, ya que las venas varicosas se convierten en color azul o verde. Y no se conoce con exactitud las causas, pero por lo general la edad avanzada y la obesidad son factores de riesgo.

Gota

El ácido úrico debe ser eliminado por medio de la sangre, por lo que el exceso de este componente genera microcristales en las articulaciones provocando un gran dolor e inflamación en las piernas. Esto conlleva al mal funcionamiento articular y a la aparición de osteofitos.

Trombosis venosa

La presencia de un coágulo sanguíneo dentro de una vena profunda de la pierna genera en nombre de esta enfermedad. Es un cuadro relativamente grave que tiene como causas principales el tabaquismo, intervenciones quirúrgicas, obesidad y edad del paciente. También es conocida con el nombre de Enfermedad vascular periférica (EVP)

Osteomielitis

Esta infección ósea es provocada por bacterias, hongos y otros microorganismos generando una gran infección entre la piel, los músculos y los huesos de la pierna.

¿Cómo podemos aliviar el dolor de piernas mediante terapias complementarias y no invasivas?

Es posible aliviar el dolor de piernas mediante terapias complementarias y no invasivas, las cuales mencionamos a continuación.

Terapia de frío y calor

La sensación de dolor, rigidez e hinchazón en las piernas se puede disminuir por medio de la terapia de frío y calor. Este tratamiento consiste en aplicar durante no más de 5 minutos cada temperatura para obtener los beneficios de ambos. De esta manera se desinflama la zona y se dilatan los vasos capilares sin riesgos a una lesión en la piel. Se utiliza para este tratamiento bolsas de gel frío y sacos térmicos para calentar en microondsa, aunque también es posible la aplicación de hielo y de agua tibia.

Terapia de compresión

La terapia compresiva ayuda a mantener la piel en un mismo lugar para mejorar los movimientos articulares y hacer reposar los tejidos. Además, permite un mejor flujo sanguíneo que hace disminuir la inflamación y el enrojecimiento. Existen diferentes técnicas que se pueden aplicar, siendo las más recomendables aquellas que incluyen rodilleras, pantorrilleras, calcetines y medias de compresión y cintas para la tendinitis rotuliana. Aunque también es posible encontrar a pacientes que fueron asesorados por sus médicos para utilizar vendas elásticas y musleras.

Terapia de masaje

Se puede aplicar esta terapia por medio de un profesional o utilizando productos que ayudan con el auto masaje. Para esta tarea se emplean cojines eléctricos, sillas masajeadoras, pistolas eléctricas para masajear los músculos o rodillos masajeadores. Este tratamiento estimula los tejidos musculares y tendinosos, lo cual ayuda a descomprimir las tensiones involuntarias presentes por medio de la dilatación del fluido sanguíneo. De este proceso se deriva el intercambio de oxígeno con las fibras afectadas.

Terapia de acupresión

La acupresión es una técnica que se basa en apretar, de forma controlada, distintos puntos del cuerpo para desarrollar un equilibrio emocional y mental en el paciente. De esta manera se produce la relajación de los músculos y tendones, lo cual mejora significativamente el bienestar general del paciente. Para esto se puede usar artículos que ayudan con esta terapia o elegir a un terapeuta para realizar la tarea, siendo mucho más económico la primera opción. Es por esto que el empleo de esterillas y cojines de acupresión son los productos más recomendables en esta terapia no invasiva.

Termoterapia

El empleo del calor en un tratamiento ayuda a que las arteriolas y vénulas de la pierna se dilaten para provocar un mejor intercambio de nutrientes y gases entre la sangre y las fibras de los tejidos de esta parte del cuerpo. Gracias a esta terapia complementaria y no invasiva es posible disminuir la inflamación y el dolor en poco tiempo. Para ello se utilizan sacos térmicos que se calientan en el microondas para conseguir la temperatura ideal. Las 3 o 4 sesiones diarias no pueden superar los 15-20 minutos para obtener los mejores resultados.

Crioterapia

Los efectos antiinflamatorios y relajantes del frío se pueden conseguir por medio de la crioterapia. Este tratamiento complementario consiste en utilizar bolas con geles fríos, bolsas con hielo o agua helada en la zona afectada durante 15 minutos. Es necesario consultar al médico antes de elegir esta terapia para conocer si es aplicable en cada caso.

Electroestimulación muscular (EMS)

La electroestimulación muscular o EMS, es una terapia que consiste en estimular las contracciones musculares mediante el uso de electricidad, de modo que se consiga un efecto de actividad e hipertrofia como en el gimnasio, pero sin la necesidad de ir a ningún centro deportivo. Lo que significa que puedes poner a trabajar tus músculos sin salir de casa.

Electroterapia

Esta es una técnica que busca alivio a dolores y algunas dolencias físicas mediante la aplicación de energía eléctrica y electromagnética, entre otras variantes, a través de la piel con el uso de almohadillas conductoras llamadas electrodos. Es un tipo de terapia muy segura y que debe ser aplicada por un fisioterapeuta especializado en la manipulación de electricidad para tratar algunas clases de dolencias.

Terapia de liberación miofascial

La terapia funciona gracias a que, al liberar toda la tensión acumulada en una zona del tejido miofascial, que es una de las principales causas de dolor, así como estirar los tejidos para que se relajen y la dolencia se diluya, generando alivio. Sin embargo, esta puede no ser una cura total para la lesión, ya que llegados a este punto es posible que el problema se haya vuelto crónico.

Terapia de masaje de percusión

Los masajes de vibración o percusión son precisos, rítmicos y enérgicos golpes sobre el cuerpo para lograr alivio de algunos síntomas molestos cuando las fibras musculares se tensan, a menudo por una alta carga de trabajo sobre ellos y que ha dejado puntos gatillo en las fibras musculares.

Método R.I.C.E

Método R.I.C.E es el primero y más sencillo de los protocolos de tratamiento de lesiones leves. Aparece en el ámbito deportivo para abordar accidentes que suponen lesiones agudas. Durante muchos años, se considera el más idóneo tanto por su rapidez como por los resultados que presenta.

Terapia de puntos gatillo

Los puntos de dolor miofascial o puntos gatillo son nudos que se crean en los tejidos musculares más profundos, causando un intenso dolor. El dolor no siempre se manifiesta justo en la zona en la que se desarrolla el punto, sino que es este dolor es referido a zonas cercanas que aparentemente no parecen estar relacionadas. De hecho, se estima que más del 80% del dolor que causan se manifiesta en otras partes del cuerpo.

Otras terapias alternativas efectivas

Además de las terapias complementarias no invasivas que mencionamos antes, existen otros tratamientos que también se pueden aplicar para disminuir el dolor en las piernas.

  • Remedios naturales con uso de plantas: Es un tratamiento no invasivo que consiste en elegir hierbas y plantas naturales que contengan antiinflamatorios y sedantes entre sus componentes químicos. De esta manera es posible aplicar baños con agua tibia o preparar infusiones de tilo, manzanilla, corteza de sauce y melisa, entre otros. También se puede aplicar de forma externa por medio de ungüentos, este es el caso del uso del aloe vera.
  • Acupuntura: Por medio de la inserción de agujas especiales en diferentes partes del cuerpo se puede lograr la relajación del paciente para disminuir la tensión involuntaria de los tejidos de la zona afectada. Esto ayudará a bajar el dolor y la inflamación.
  • Kinesioterapia: Esta terapia es muy utilizada para provocar que los cuadros en las piernas entren en remisión. Esto se logra gracias a los ejercicios, masajes y movimientos controlados de las extremidades que realiza el kinesiólogo. De esta manera se estimula el intercambio de nutrientes entre los tejidos y la sangre.
  • Aromaterapia: La generación de aromas por medio de aceites o mezclas de diferentes fluidos ayudan a las personas, con lesiones en las piernas, a mejorar la actitud mental frente a los síntomas que padecen. Su empleo es muy simple, se aplican los líquidos en pañuelos, en velas o a través de productos eléctricos que presurizan la combinación aromática. Se eligen con frecuencia para este tratamiento las frutas cítricas, la menta y el jengibre.
  • Osteopatía: Esta técnica medicinal, no comprobada de forma científica, consiste en generar movimientos y practicar masajes en la zona afectada para estimular la estructura muscular y ósea. Con esta terapia se reduce de manera natural el dolor y el entumecimiento. Por tal motivo, si las lesiones se producen en las bursas o en los ligamentos no es posible su aplicación. Es recomendable consultar al médico antes de elegir el tratamiento.

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