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Lesiones deportivas del pie en el running

En promedio, en una carrera de 10 kilómetros, un corredor puede dar más de 8.000 zancadas y según la modalidad de la misma, los pies pueden soportar el doble o el triple del peso del atleta. Sin duda, los pies son la parte del cuerpo más importante para un runner, por lo que mantenerlos sanos debe ser siempre una prioridad.

En el siguiente artículo daremos a conocer las lesiones más comunes en los pies cuando practicas running. Además verás cómo aplicar el método PRICE para dar primeros auxilios. Por último, sabrás cuáles son los mejores productos en el mercado si buscas una mejor recuperación.

¿Cuáles son los tipos de lesiones de pie más comunes cuando hacemos running?

¿Cuáles son los tipos de lesiones de pie más comunes cuando hacemos running?

Además de las rodillas y los tobillos, en los pies recae todo el peso corporal. La mayoría de las lesiones se originan por no conocer la biomecánica de la pisada y por no utilizar un calzado que se ajuste a la forma de correr del atleta. Una buena salud y cuidado en tus pies va a garantizar que tengas un mejor rendimiento.

Así que revisa esta lista de las lesiones más frecuentes en esta extremidad en el running:

Pie de atleta

Es una lesión molesta y bastante frecuente en los corredores. Se origina porque la piel de los pies está recubierta en todo momento por una tela poco transpirable y hace que el sudor mantenga húmeda toda la zona. Este crea un ecosistema ideal para que vivan hongos cutáneos que pueden generar una infección.

Esta inicia con una picazón y enrojecimiento de la piel, luego comienza a escamarse como si se tratara de una serpiente que va cambiando la piel. Ten en cuenta que el pie de atleta es altamente contagioso y lo mejor es evitar el contacto con los calcetines de alguien más.

Ampollas

En su modo más crónico, las ampollas sangran y dejan expuesta la segunda capa de la piel al roce con el calzado. Es una lesión por descuido ya que el avance de una ampolla es progresivo, y siempre notarás cuando una zona se llena de líquido y comienza a inflarse en tu pie.

¿Cómo evitar las fricciones entre la piel y el calzado? Debes utilizar calcetines transpirables, preferiblemente de algodón, sin costuras en los extremos y que sean de tu talla. Ajustar bien los cordones del calzado es otra recomendación y así evitar los roces al mínimo. Además, estrenar calzado en días donde hagas largas sesiones de entrenamiento no es lo ideal.

Uñas negras

Se producen por hematomas en la piel a la altura de las uñas. Ocurren cuando el calzado no es de la talla del corredor y quedan demasiado ajustados. Los fuertes golpes en la punta del pie son otra causa para que las uñas se tornen de un color oscuro casi negros, morados o azules. Sin duda es un mal de carreras de larga distancia en los que los pies sufren por el exceso de presión sobre ellos durante mucho tiempo.

Lo más recomendado es que haya un reposo total hasta que el dolor y los tonos en las uñas hayan desaparecido. También utiliza zapatillas cómodas y transpirables durante este descanso para ayudar en la recuperación.

Fascitis plantar

Es el nombre que recibe la inflamación de la fascia plantar, que es un tejido que se encuentra en la planta del pie. Es una dolencia progresiva, por lo que prestar atención a los síntomas de dolor en esta zona será clave para evitar que una pequeña molestia se convierta en una lesión seria.

Cuando se diagnostica fascitis plantar, el tratamiento es lento e incluye fisioterapia. El corredor debe tener paciencia y esperar una recuperación completa entes de regresar a la actividad porque de lo contrario puede haber una recaída e incluso hacer que se convierta en un problema crónico.

Tendinitis en extensores del pie

Existe un levantamiento de los dedos al correr que no podemos evitar, es parte de la biomecánica del movimiento de correr, y por ello puede haber una inflamación en los tendones que permiten este levantamiento. Los extensores de los pies son tendones finos que van por todo el pie en su parte superior y están conectados con los de la tibia. Al igual que cualquier otro tendón del cuerpo, ellos pueden inflamarse por la sobrecarga de trabajo.

Cuando el exceso de tensión sobrepasa su elasticidad, puede que hayan microfisuras en las fibras del tendón hasta romperse del todo, lo que nos enviará a cirugía mediante artroscopia y luego a recuperación con apoyo de fisioterapia.

Fractura de metatarsianos

Los metatarsianos son huesos frágiles y la causa principal de esta lesión es estrés en los tejidos blandos. Si los tejidos como músculos, tendones y ligamentos están fatigados es probable que toda la presión y la exigencia deportiva recaiga en ellos y haga que se rompan, o que sean más sensibles a fracturas ante cualquier golpe o pisada incorrecta.

¿Qué origina una fractura por estrés? El entrenamiento sin un reposo adecuado, el cambio en la intensidad en el entrenamiento y constantes torceduras en los pies que terminan desgastando la elasticidad de los tejidos.

Esguince de pies

Además de las torceduras en los ligamentos del tobillo, los tejidos en los pies también sufren ante caídas y malas pisadas en terrenos irregulares, lo cual puede hacer que los ligamentos y tendones en ellos sufran desgarros parciales o totales.

Debes estar atento a dolores localizados en el dorso y la parte superior del pie, a los procesos inflamatorios y al aumento de la temperatura, que a menudo puede ser confundido con otras dolencias pero en realidad son una clara señal de daño en los tejidos blandos de la extremidad.

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¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de pies en corredores y atletas?

A finales de los años 70, se dio a conocer el método PRICE como forma efectiva de abordar dolores y bajar la inflamación ante una lesión. Es altamente recomendado si se trata de una lesión leve y de tejidos blandos. Toma en cuenta que el tiempo de aplicación puede extenderse hasta 72 horas.

Sigue estos pasos a seguir en caso de una lesión en tus pies:

  • Protección: Envuelve tu pie con un vendaje y protégelo para evitar que movimientos posteriores generen mayor daño en la lesión.
  • Reposo: En las primeras de cambio no debes apoyarlo al suelo y solo podrás dar movilidad cuando conozcas el alcance de la lesión.
  • Hielo: Prueba a aplicarlo cada 10 minutos y si ves que se entumece el área afectada debes bajar la frecuencia. Este paso es el inicio del control de la inflamación y el dolor.
  • Compresión: Utiliza una tobillera de compresión para reducir la movilidad del pie. Puedes envolver el pie con un vendaje elástico si así sientes alivio.
  • Elevación: Sube el pie afectado por encima del nivel del corazón sobre una almohada. La irrigación de la sangre bajará, lo que favorece la desinflamación de los tejidos, la reducción del hematoma y el cese del dolor.

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