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Bursitis en la cadera

Se denomina bursitis de cadera a la inflamación que sufren las bolsas con líquido sinovial ubicadas en esa zona. Esta dolencia es recurrente en personas que practican deportes y en trabajadores que deben alzar cosas pesadas, aunque todas las personas están expuestas a esta enfermedad.

Te mostraremos en este post de qué se trata la bursitis de cadera, cuáles son los factores de riesgos que aumentan las probabilidades de contraerla y cuáles son los síntomas que te ayudarán a detectar la presencia de esta dolencia. Te invitamos a que continúes leyendo porque encontrarás toda la información relacionada con esta enfermedad inflamatoria.

¿Qué es la bursitis de cadera?

La bursitis de cadera puede dividirse en dos clases, una llamada bursitis trocantérea y la otra bursitis del psoas ilíaco, aunque esta no es tan frecuente. Esta enfermedad es de tipo inflamatorio y se origina en las bursas que están ubicadas en el extremo del trocánter mayor y en la región de la ingle, respectivamente. En este último caso el dolor no se siente en la espalda baja sino en la zona inguinal.

Es decir, la bursitis de cadera es la inflamación que se produce en estas bolsas ubicadas en la región anteriormente mencionada, la cual aparece cuando existe un exceso de líquido sinovial dentro de las mismas. Esto provoca que el espacio de la cavidad articular se vea disminuido, originando así una presión excesiva en las bursas, lo cual lleva a la inflamación de las mismas.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de la bursitis de la cadera?

Es necesario conocer cuáles son los factores de riesgo y las causas que aumentan las probabilidades de aparición de la bursitis de cadera. Esto te ayudará al no seguir exigiendo la bursa psoas ilíaco y la del trocánter mayor.

Echa un vistazo al siguiente listado:

  • Edad: si bien la bursitis de cadera no se genera de forma directa por la edad avanzada el paciente, sí puede aparecer debido a la presencia de otras enfermedades como la artrosis y osteoporosis, en las cuales los años del paciente sí es un factor de riesgo. De esta manera es posible que las enfermedades degenerativas atrofien los tejidos de las articulaciones provocando que las bursas se inflamen.
  • Traumatismos: los golpes, heridas y cualquier luxación o fractura en la cadera pueden provocar la aparición de la bursitis. Esto es posible debido al estrés que sufrió la zona articular, originando así un exceso de líquido sinovial en la bursa.
  • Espolones óseos: los osteofitos o picos de hueso también son causantes de la bursitis provocada en la bolsa sinovial del trocánter o del psoas ilíaco. Esto se debe al mal funcionamiento el que tiene la articulación generando una presión extrema en la bolsa.
  • Obesidad: el exceso de peso provoca una sobrecarga en las articulaciones de la cadera, lo cual termina con inflamaciones en las bursas y desgaste en el cartílago hialino.
  • Actividades con alto riesgo: levantar cosas pesadas de manera inapropiada o practicar deportes en los que se requiera esforzar la espalda baja pueden ser factores que influyan en la aparición de la bursitis de cadera. Dentro de esto se puede agrupar como antecedente importante de la dolencia la falta de calentamiento previo de la zona afectada. Más aumenta el riesgo cuando se necesitan realizar movimientos repetitivos de forma permanente.
  • Dieta desequilibrada: llevar una alimentación rica en grasas puede provocar que el ácido úrico genere microcristales en la cadera. Esto dará origen a la presión que sufrirá las bursas, las cuales se inflamarán con el transcurso del tiempo.
  • Malas posturas: no solo levantar objetos pesados sin una técnica correcta pueden provocar la aparición de la bursitis, sino también sentarse de forma inapropiada o levantarse de la cama de manera brusca puede ocasionar la inflamación de las bursas.

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Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos bursitis en la cadera

Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos bursitis en la cadera

La bursitis de cadera presenta una sintomatología muy notoria y fácil de detectar. Por tal motivo te mostraremos a continuación cuáles son los síntomas y signos que debes tener en cuenta:

  • Entumecimiento: la rigidez en algunos movimientos; por ejemplo, agacharse, pueden estar ocasionados por la irritación que presentan las bursas psoas ilíaco o trocánter. Esto se debe al aumento de tamaño de la bolsa lo cual impide que la articulación funcione de forma correcta.
  • Dolor: muchas personas confunden la lumbalgia con la bursitis de cadera. Hay que tener presente que en esta enfermedad el dolor es más constante y no desaparece con la misma velocidad. Al existir menor espacio en la cápsula de la articulación se oprimen los nervios que pasan por esta zona, provocando malestar en el paciente.
  • Aparición de bultos: es probable que en la espalda lateral aparezcan nódulos que pueden estar relacionados con la bursitis de cadera. Es conveniente recurrir de forma urgente al médico para el correcto diagnóstico.
  • Sensibilidad limitada: la sensación de hormigueo y pérdida de sensibilidad en la espalda baja son síntomas a tener en cuenta ante la posible aparición de una inflamación en las bursas trocánter y psoas ilíaco.
  • Pérdida de fuerza: en algunos pacientes con bursitis de cadera no pueden levantar el tronco superior del cuerpo cada vez que se agachan o no se pueden parar en una silla debido a la fatiga muscular que presenta la zona afectada.
  • Inflamación: la hinchazón en la espalda baja es menos frecuente que otros síntomas, pero se ha encontrado casos de pacientes que presentan inflamación en la zona mencionada.
  • Dificultad para caminar: la bursitis puede afectar los músculos de la espalda baja, lo cual hará que caminar sea difícil para el paciente. En algunos casos se presenta una deambulación asimétrica.

¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de la bursitis de cadera?

Una vez que se ha diagnosticado la bursitis en la cadera se puede tratar la enfermedad para que entre en remisión en pocas semanas. Para ello, es necesario aplicar diferentes terapias, las cuales te mostramos a continuación.

Terapias alternativas y complementarias

A continuación, podrás leer las diferentes terapias alternativas que se utilizan para tratar la inflamación de las bursas ubicadas en la cadera:

  • Terapia de frío y calor: este tipo de tratamiento consiste en aplicar elementos que emitan ambas temperaturas. De esta manera se aprovecha los beneficios del frío y del calor, provocando disminuir la inflamación en el tendón de la fascia lata, en la bolsa sinovial psoas ilíaco y en la bursa del trocánter mayor. Además, aumenta la irrigación sanguínea originando así una mejor dilatación de los vasos. Para aplicar esta técnica hay que tener presente que el tiempo de sesión no debe superar los 15 a 20 minutos y se debe comenzar por los elementos calientes.
  • Terapia de compresión: la implementación de la terapia por compresión queda a criterio exclusivo del médico, debido a que las bursas que se encuentran en el trocánter mayor y la bolsa sinovial psoas ilíaco no se deben comprimir, ya que esto aumentará la irritación de las bolsas provocando aún más inflamación. Si se utiliza de forma correcta la faja de compresión para cadera puede lograr la inmovilización de la articulación, pero hay que tener en cuenta que en esta zona para lograr este objetivo es necesario que el paciente haga reposo de forma absoluta.
  • Terapia de masaje: al igual que ocurre con la terapia de compresión el tratamiento por masajes no es recomendado para tratar la bursitis de la cadera debido a que puede aumentar la irritación de las bursas por la presión que se ejerce en la zona. En cambio, si se utiliza la terapia de masajes para estimular el equilibrio aumentar y disminuir el estrés del paciente para que pueda afrontar mejor el dolor solo es recomendable si lo prescribe el médico actuante.
  • Terapia de acupresión: tal como mencionamos antes, la presión no se puede ejercer en las zonas de las bursas de la cadera, ya que esto provocará más dolor y originará más inflamación. Pero esto no quiere decir, que no se puede aplicar esta medicina china en otros puntos estratégicos del cuerpo porque de esta manera el paciente liberará endorfinas que trabajarán como analgésicos naturales. Por lo tanto, la implementación de esta técnica queda a criterio del médico especialista.
  • Termoterapia: se puede aplicar la terapia de calor en la espalda baja por medio de diferentes técnicas que ayudan a dilatar las paredes capilares de los tejidos. Esto aporta a la disminución la rigidez muscular, elongar los tendones y a mejorar la apertura de la cavidad de la articulación. Todo esto influirá en la presión que recibe la bursa antes de la terapia, lo cual hará que el paciente sienta una sensación de bienestar y que la enfermedad entre en remisión más rápido.
  • Remedios naturales con uso de plantas: tanto la menta, el jengibre, la manzanilla y la lavanda poseen propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Por tal motivo se utilizan estas plantas naturales para la preparación de infusiones que debe ingerir el paciente para disminuir el estrés y bajar la inflamación y el dolor en la cadera. Hay que tener presente que para utilizar este tratamiento complementario es necesario consultar de forma previa al médico.
  • Hábitos de vida saludable: lo que se busca con esta terapia es que el paciente entienda la complejidad que tiene la bursitis de la cadera y las causas que la originaron. Por tal motivo, el médico le enseña al enfermo cómo debe afrontar las actividades diarias para que no se vuelva a lesionar la bursa ubicada en la cadera. De esta manera, la persona puede conocer cómo debe realizar de forma correcta la fuerza, qué clases de alimentos debes comer y cuál es el tiempo óptimo para hacer descansar la articulación.

Suplementos alimenticios

Este tipo de tratamiento complementario se basa en incluir a la alimentación del paciente diferentes componentes y nutrientes que ayudarán a mejorar los síntomas y a que la bursitis de cadera entre en remisión en el menor tiempo posible.

Para ello se utilizan diferentes componentes que están presentes en las articulaciones como es el caso de la glucosamina y el sulfato de condroitina. Pero además de esto es posible incorporar el magnesio, ácido hialurónico, el selenio, vitaminas del grupo B y vitamina D. Todos estos nutrientes deben ser recetados por el médico y elegir la modalidad de consumo, la cual puede ser por jarabe, polvo o píldoras.

Tratamientos de fisioterapia

La fisioterapia es una técnica que se utiliza para disminuir los dolores, la inflamación y la rigidez en la bursitis de cadera. Este tratamiento se basa en la práctica de ejercicios repetitivos que permiten recuperar el movimiento y la abertura total de las articulaciones en la cadera.

Existen diferentes métodos que se aplican de acuerdo con el criterio del fisioterapeuta. Entre los más comunes están la electroterapia, basada en impulsos eléctricos para estimular los nervios y vasos del área afectada; el ultrasonido, para producir calor interno; y la aplicación de láser, que también estimula la corriente sanguínea. Hay que tener presente que los masajes no son recomendados para el tratamiento de la bursitis, por lo que los automasajes no deben practicarse nunca.

Medicamentos

Se puede disminuir los síntomas de la bursitis de la cadera por medio de una terapia farmacológica. En este tratamiento se prescribe al paciente paracetamol otro tipo de analgésico opioide que permitan la desinflamación y controle el dolor. Además, se puede recetar fármacos AINES (antiinflamatorios no esteroideos) como la aspirina y el ibuprofeno. En casos en donde aparezcan infecciones, el médico puede elegir los antibióticos.

De esto surge que la automedicación nunca debe practicarse, debido a las complicaciones que esto puede traer ya sea en el aumento de síntomas o en la aparición de hemorragias internas. Por tal motivo la terapia de medicamentos debe ser guiado por un médico especializado.

Cirugía y extracción de líquido

Las bursas ubicadas en la cadera pueden desinflamarse por medio de la extracción del líquido sinovial. Esto se hace a través de jeringas en donde se colocan las agujas directamente en la zona afectada para extraer todo el excedente del fluido ubicado en la articulación.

Hay que tener en cuenta que este proceso es un poco invasivo y la recuperación del paciente está basada en el reposo absoluto. Por otro lado, se pueden extirpar las bolsas sinoviales por medio de una intervención quirúrgica llamada bursectomía.

¿Qué métodos de prevención para la bursitis en la cadera son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para la bursitis en la cadera son los más efectivos?

Mira la siguiente lista en la cual te explicaremos diferentes alternativas que te ayudarán a prevenir la aparición de la bursitis de cadera: 

  • Evita realizar movimientos bruscos: las acciones repentinas pueden afectar el tensor de la fascia lata, lo cual puede producir dolor en la zona de la articulación de la cadera y generará que la bolsa sinovial del trocánter y del psoas ilíaco se inflamen.
  • Corrige las posturas: es importante aprender a sentarse apoyando la espalda en la silla. Además, si es necesario levantar cosas pesadas se debe hacer con la espalda recta y presionando las rodillas, evitará lesiones en los músculos de la cadera provocando menor espacio en las bursas.
  • Lleva una dieta equilibrada: las comidas que son ricas en ácido úrico no permiten eliminar este componente tóxico de la sangre, lo cual genera microcristales en las articulaciones. De esta manera la abertura de la articulación se ve afectada provocando tensión muscular y un exceso de líquido sinovial.
  • Procura dormir lo suficiente: es importante que hagas descansar la articulación todo el tiempo que sea necesario. Por tal motivo, reposar entre 7 y 8 horas te ayudará a que los músculos y tendones se relajen para evitar lesiones en las bolsas con líquido sinovial.
  • Calienta la zona muscular: si eres atleta o tienes que realizar trabajos manuales en donde se requiere esfuerzos y exigencias en la cadera, es conveniente que antes de llevar a cabo estos trabajos realices estiramientos y movimientos de calentamientos previos. Esto te ayudará a que el sistema muscular y psíquico se prepare para la tarea.
  • Deja de lado toda actividad: si sientes dolor en la zona de la cadera o ves inflamada el área, es conveniente que visites al médico cuanto antes. Esto te ayudará a evitar mayor hinchazón en las bursas y a que la enfermedad entra en remisión más rápido.

Referencias

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