🎁 10% Dcto. en tu 1º compra! ⏩ !CLICK AQUÍ!

Bursitis en el codo

La bursitis del olécranon tiende a sanar en cuestión de pocos días, aun si es séptica entra en remisión con los fármacos adecuados. Pero para esto, siempre hay que acudir al médico para que la dolencia no pase a mayores. Por tal motivo, es conveniente que conozcas qué es esta enfermedad y cuáles son las causas que la originan. 

Te mostraremos en este post todo lo relacionado con la inflamación de la bursa ubicada en el codo. Hablaremos, en especial, de los síntomas de esta enfermedad y de los diferentes tratamientos que se aplican en la actualidad para disminuir los síntomas. Comencemos.

¿Qué es la bursitis del olécranon en el codo?

Una bursitis de codo es una inflamación de la bolsa serosa ubicada entre el olécranon y la piel, cerca de esta zona es donde se apoya el tendón del tríceps. La terminación en punta del hueso se encuentra protegida con la bursa para reducir la tensión. Esta bolsa sinovial es aplanada y contiene líquido para mejorar el deslizamiento de la articulación. No obstante, a diferencia de otras bursas del cuerpo, esta tiene poco tejido circundante que contribuye a la amortiguación.

Por tal motivo, la bursitis del olécranon o “codo de estudiante” es una de las más comunes. Comienza conteniendo más líquido del normal y evidenciando un gran abultamiento. Dependiendo del agente causal puede o no ser una condición séptica. Se estima que al menos un tercio de los casos en esta área articulatoria son infecciosos.  Cuando esto ocurre es importante darle atención clínica inmediata, de lo contrario la infección podría extenderse a regiones como el brazo.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de la bursitis en el codo?

Muchas veces la bursitis del olécranon aparece de forma súbita dificultando determinar el agente causal. Se sabe que las personas mayores de 40 años son más propensas a contraerla, aunque también aquellos que su profesión los obliga a hacer movimientos cíclicos o a apoyarse demás en sus codos.

Asociado a esto hay otros aspectos que desencadenan la inflamación, los cuales son:

  • Sobrecarga en los codos: surge al apoyar el peso de los brazos mucho tiempo sobre la bursa olecraneana contra una superficie dura. También se puede producir una lesión al arrastrarse, escalar o levantar cosas muy pesadas de forma incorrecta.
  • Golpes o traumatismos recientes: los impactos en la región inicial del cúbito en el codo no solo son muy dolorosos, sino que tienden a causar bursitis. Cualquier traumatismo reciente puede irritar la bolsa sinovial e inflamarlo. Por ejemplo, aflora cuando el paciente cae y el primer golpe lo recibe la región del olécranon.
  • Heridas: las lesiones, sean pequeñas cortaduras o heridas profundas también vuelven propenso a la bolsa sinovial a contraer esta afección. Por medio de esta fisura en la piel es posible que se convierta en el punto de entrada a muchos microorganismos, tales como bacterias, hongos y virus.
  • Infecciones: relacionado con lo anterior, debido a lesiones u otras infecciones cercanas, la bursa puede contener organismos patógenos. Estos microorganismos se multiplican de forma rápida expulsando toxinas, lo cual perjudica a los tejidos de la bolsa sinovial.
  • Movimientos repetitivos: con cada movimiento la bolsa sinovial desliza los huesos y tendones para soportar la presión. No obstante, cuando se ejecutan los mismos movimientos de forma repetitiva por mucho tiempo, se corre el riesgo de irritar el tejido de la bursa.
  • Espolón óseo: los osteofitos o espolones son protuberancias que salen en el olécranon complicando la movilidad normal del codo. Si esto sucede, es muy probable que la bursa se hinche y el médico recurra a tratamientos intensivos o hasta la cirugía. También esto puede producirse por malformaciones congénitas.
  • Gota y artritis reumatoide: un paciente con un cuadro de artritis o gota fácilmente desarrolla bursitis. Esto se debe a que estos síndromes atacan los tejidos blandos causando, entre otras alteraciones, una gran inflamación. Los signos de esta enfermedad están asociados a la hinchazón de las bursas sinoviales.
  • Bursitis agudas: por supuesto, cuando ya el paciente ha sufrido uno o más ataques previos, es propenso a padecer rebrotes. Fundamentalmente cuando la condición no ha sido tratada como es debida o cuando se sobrecargó, golpeó o lesionó el codo cerca del tiempo de recuperación.
  • Insuficiencia renal: si los riñones han perdido la capacidad de desechar correctamente los detritos sanguíneos provoca múltiples complicaciones en el organismo. Siendo así otras patologías asociadas podrían surgir como la artritis o gota. Es entonces, cuando la bursitis del olécranon aparece súbitamente.
  • Dieta desequilibrada: cuando la persona no tiene una alimentación correcta y que esté basada en Omega 3 y vitaminas es probable que el ácido úrico general microcristales en la articulación, provocando de esta manera la aparición de espolones óseos.

Mejores productos para bursitis de codo

Más vendidos

Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos bursitis en la articulación del codo

Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos bursitis en la articulación del codo

Debido a que la bursitis en el olécranon puede surgir de forma paulatina, es probable que al principio de la enfermedad pase desapercibida. La bolsa comenzará a inflamarse, pero puede que no surja dolor alguno, ya que es al cabo de unos días en que la sintomatología comienza a aflorar.

Por lo que es necesario estar atento a estos síntomas que pueden advertir la presencia de bursitis en la articulación del codo:

  • Hinchazón: en el área afectada es posible que exista inflamación de los tejidos cercanos a la bursa. Esto se debe a la mala irrigación sanguínea que genera el sistema autoinmune; por tal motivo, el codo tiene un tamaño mucho mayor que en normal. Esto va imposibilitando los movimientos normales de la articulación, mientras que la tensión en la zona aumenta al intentar doblar o apoyar el codo.
  • Abultamientos pronunciados: una clara evidencia de la enfermedad es la aparición de un gran bulto en la parte inferior del codo. Si esto sucede ha pasado de ser una simple inflamación a generar edema, lo cual evidencia la excesiva cantidad de líquido sinovial en la bursa.
  • Rigidez articular: factores como la hinchazón y el edema dejan poco espacio para la movilidad y amplitud articular. Esto se debe a que los tejidos blandos están siendo susceptibles de ejecutar un movimiento con normalidad.
  • Dolor: la bolsa serosa es al fin y al cabo un tejido blando. Al estar irritada se genera un engrosamiento y estiramiento de ese tejido provocando dolor. En muchos casos se trata de molestia leve más que una dolencia intensa.
  • Calor interno y hasta fiebre: un signo notable de una infección en el área es que el paciente presente alta temperatura al tacto. Esto es provocado por las células inmunitarias que actúan en la zona. Si hay fiebre el médico realizará una aspiración como medio de descarte del líquido.
  • Cambio de textura y color en la piel: así como hay cambios internos también hay alteraciones externas por la bursitis. Es posible ver piel colgante, más flácida o tersa y también enrojecida. También podrían apreciarse hematomas si la bursa comenzara a almacenar sangre.

¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de la bursitis del codo?

De forma parecida a las bursitis que se generan en otras regiones del cuerpo, en el codo también se requiere de reposo inmediato. Una ecografía es la manera más certera del médico para detectar su aparición, por lo que la inmovilización y protección contra irritaciones posteriores es vital para que no surjan brotes.

Te mostraremos a continuación los diferentes tipos de tratamientos que hay para mejorar los síntomas de la inflamación en la bursa del codo: 

Terapias alternativas y complementarias

Este tipo de tratamiento consiste en incluir técnicas que ayuden a la remisión de la enfermedad o a bajar los síntomas que produce la bursitis en el codo.

Mira a continuación una lista con las terapias alternativas y complementarias más frecuentes que se aplican en esta dolencia:

  • Terapia de frío y calor: consiste en exponer al codo a ambos extremos térmicos; es decir, se introduce en agua tibia y luego en agua templada. Se repite el procedimiento para ver cómo el área reacciona teniendo el cuidado necesario de no generar lesiones por quemaduras. También hay que considerar en no sobrepasar el tiempo de unos 20 minutos de tratamiento. El tratamiento comienza con el calor, luego sigue el frío y por último se vuelve a emplear el calor.
  • Terapia de compresión: vendajes comunes, vendajes elásticos y coderas suelen ser colocados por los especialistas a fin de reducir la hinchazón. Estos se colocan rodeando el codo por completo y comprimiendo la zona, pero no de manera exagerada. Así se disminuye la tensión en las venas y se normalizan las paredes vasculares.
  • Termoterapia: si el cuadro en la bursa del codo ha avanzado de forma considerable, es posible aplicar calor para reducir el dolor. Se puede emplear la termoterapia superficial o la profunda, en la cual la temperatura va directo a los tejidos. Las técnicas pueden variar, pudiendo ser frazadas eléctricas, baños tibios, ondas sonoras y laser.
  • Remedios naturales con uso de plantas: desde especies como la cúrcuma, el jengibre hasta la uncaria tomentosa, o uña de gato, son efectivas para reducir la inflamación y el dolor. No obstante, como la interacción de sus componentes con los fármacos puede variar es mejor consultar al doctor antes de aplicar este método.
  • Hábitos de vida saludable: ser consiente del reposo que necesita la articulación y no exponerla es esencial. Tomar precauciones en la rutina diaria o en el entrenamiento físico también puede ayudar a no sobre exigir la estructura músculotendinosa del codo.

Suplementos alimenticios

Tras consultar con el nutricionista, este profesional puede recomendar ciertos suplementos vitamínicos para prevenir y mejorar la condición del codo. Por ejemplo, la vitamina A, que actúa como antioxidante para reparar los tejidos, o el complejo B que sirve para la salud de los tejidos son algunos elementos que se recetan de forma frecuente.

Además de esto es posible incorporar sales y minerales que ayudarán a fortalecer el área afectada para disminuir la rigidez articular y la inflamación de la bursa.

Tratamientos de fisioterapia

Tipo de terapia consiste en recurrir a ejercicios de movilidad para que se produzcan estiramientos y elevaciones de la articulación por medio de rutinas repetitivas y de poca duración. De esta manera se fortalecen los músculos evitando la atrofia, pero sin forzar el área.

Por otro lado, se puede recurrir al ultrasonido por medio de ondas mecánicas que generan calor y que el paciente no lo percibe pudiendo beneficiarse con todas las ventajas que tiene la termoterapia. También se puede aplicar la electroterapia. Esta consiste en conseguir un efecto electroquímico por medio de corrientes electrónicas para aliviar la sensación de dolor, producir un efecto sedante y disminuir la hinchazón profunda.

Medicamentos

Los fármacos más usados en este tipo de terapia son los antiinflamatorios AINE, los cuales no contienen esteroides. En este grupo se encuentran el ibuprofeno, la aspirina y el ketoprofeno. Además, es posible aplicar antibióticos para erradicar la infección y, en algunos casos, se emplean los corticosteroides antiinflamatorios los que se aplica por medio de inyecciones.

Hay que tener presente que esta terapia debe ser recetada y dirigida por un médico, por lo que nunca hay que automedicarse, ya que esta acción podría traer consecuencias graves en el paciente.

Cirugía y extracción de líquido

No hay que olvidarse que la bursitis es el exceso de líquido en la bolsa ubicada debajo del olécranon, por lo que en casos un poco más avanzados de la enfermedad es posible insertar una aguja directa en la bursa para que el líquido drene.

La bursectomía también es una técnica utilizada para extraer excedentes óseos que impiden una correcta recuperación de la enfermedad. Esta intervención quirúrgica se realiza con anestesia local.

¿Qué métodos de prevención para la bursitis en los codos son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para la bursitis en los codos son los más efectivos?

Las articulaciones en las extremidades de los brazos son usadas a diario por lo que los codos deben ser cuidados. Por lo que, antes de que aparezca la enfermedad es bueno tomar acciones preventivas, las cuales las enunciamos a continuación:

  • Realizar calentamientos en las extremidades: preparar la zona articulatoria para el ejercicio durante unos 15 minutos nunca falla. Es un método seguro de prevención de lesiones, traumas o inflamaciones como la bursitis. Cada deporte o actividad laboral requiere de calentamientos distintos, por lo que es conveniente visitar al médico para obtener el mejor asesoramiento para cada caso.
  • Evitar actividades demasiado exigentes: si tu trabajo consiste en realizar tareas en las que se exigen demasiado a las articulaciones o bien, practicas algún deporte que requiere un gran esfuerzo del codo, es necesario tomarse un tiempo de descansar y proteger la articulación con vendas o con otros elementos de compresión. En caso de que no necesites trabajar o practicar ejercicios exigentes es preferible evitarlos.
  • No tomar el codo como punto de apoyo: lo mejor es olvidarse de la costumbre de apoyar el codo sobre superficies ásperas y duras, más aún si se tiende a pasar mucho tiempo en la misma posición. Por lo que, modificar la posición cada tanto evita la sobrecarga en las bolsas.
  • Nunca hacer rotaciones forzadas: un movimiento de rotación brusco puede desencadenar en la condición inflamatoria. Esto se agrava más si no se ha calentado la articulación de forma previa. Por lo tanto, debes procurar no girar el codo de forma rápida ejerciendo mucha fuerza en la articulación.
  • Alimentarse de forma saludable: una dieta poco saludable aumenta los niveles de ácido úrico que generan la gota. Es mejor añadir alimentos ricos en fibra, antioxidantes y nutrientes.
  • Evitar los movimientos prolongados: lanzar y golpear una y otra vez desgasta la resistencia de las bursas. Los periodos en reposo son importantes para que el tejido se oxigene y descanse.
  • No levantes cosas pesadas: esto evitará la exigencia de la bursa, de los músculos y de los tendones del codo. Por lo que el riesgo de inflamación en la bolsa sinovial pasará a ser mínimo.

Referencias

  1. Blackwell, J. R., Hay, B. A., Bolt, A. M., & Hay, S. M. (2014). Olecranon bursitis: a systematic overview. Shoulder & Elbow6(3), 182-190. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/1758573214532787
  2. Floemer, F., Morrison, W. B., Bongartz, G., & Ledermann, H. P. (2004). MRI characteristics of olecranon bursitis. American Journal of Roentgenology183(1), 29-34. https://citeseerx.ist.psu.edu/document?repid=rep1&type=pdf&doi=e7cce321d245997111e71d15a926e567c5f1a195
  3. Del Buono, A., Franceschi, F., Palumbo, A., Denaro, V., & Maffulli, N. (2012). Diagnosis and management of olecranon bursitis. the surgeon10(5), 297-300. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1479666X12000108
  4. Degreef, I., & De Smet, L. (2006). Complications following resection of the olecranon bursa. Acta orthopaedica belgica72(4), 400. http://www.actaorthopaedica.be/assets/1005/04-Degreef_et_al.pdf
  5. Nirschl, R. P. (1984). Arm Care. Relief and Prevention for Shoulder Tendonitis, Tennis Elbow, Bursitis and Wrist Sprain in Athletics and Other Activities. Medical Sports, Inc., Publications Division, PO Box 7187, Arlington, VA 22207. https://eric.ed.gov/?id=ED261991
  6. McAfee, J. H., & Smith, D. L. (1988). Olecranon and prepatellar bursitis. Diagnosis and treatment. Western Journal of Medicine149(5), 607. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1026560/
  7. Reilly, D., & Kamineni, S. (2016). Olecranon bursitis. Journal of shoulder and elbow surgery25(1), 158-167. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1058274615004693
  8. Khodaee, M. (2017). Common superficial bursitis. American family physician95(4), 224-231. https://www.aafp.org/pubs/afp/issues/2017/0215/p224.html
  9. Rasmussen, K. J. E., & Fanø, N. (1985). Trochanteric bursitis: treatment by corticosteroid injection. Scandinavian journal of rheumatology14(4), 417-420. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.3109/03009748509102047
  10. Sayegh, E. T., & Strauch, R. J. (2014). Treatment of olecranon bursitis: a systematic review. Archives of orthopaedic and trauma surgery134, 1517-1536. https://link.springer.com/article/10.1007/s00402-014-2088-3
Artículo añadido al carrito.
0 artículos - 0,00