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Bursitis en la rodilla

Cuando existe un exceso de líquido sinovial en las bursas ubicadas en la rodilla se produce una inflamación constante en estas bolsas. Debido a esto es necesario que conozcas por qué aparecen estos síntomas y cuál son las causas que generan esta enfermedad en la articulación. Para ello será necesario que continúes leyendo hasta el final.

Te explicaremos en detalle qué es la bursitis en la rodilla y cuáles son los signos que te ayudarán advertir la presencia de esta dolencia. Además, encontrarás información acerca de los tratamientos que se usan en la actualidad y conocerás una lista con métodos preventivos.

¿Qué es la bursitis de la rodilla?

En la rodilla hay tres bursas que actúan para amortiguar los golpes y suavizar la fricción en los movimientos de la articulación. Estás están ubicadas entre la rótula, el tendón del cuádriceps femoral, el tendón rotuliano y el menisco lateral. Las bursas, para realizar su trabajo en este complejo movimiento de músculos, huesos y tendones, contiene líquido sinovial.

La bursitis de rodilla surge cuando existe un excedente del fluido sinovial en las bolsas se produce un agrandamiento de tamaño, provocando dolor e inflamación en la zona afectada. Cuando se inflaman alguna de las bursas la enfermedad se denomina bursitis suprarrotuliana, prerrotuliana o infrarutiliana de acuerdo con la bolsa sinovial afectado.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de la bursitis de rodillas?

La bursitis de rodilla aparece por diferentes causas o factores de riesgo que aumentan el riesgo de inflamar las bursas ubicadas cerca de la rótula.

Presta atención a la siguiente lista en la cual te mostraremos todos estos elementos constituyentes: 

  • Sobrepeso corporal: la obesidad o exceso de peso del paciente puede provocar que las articulaciones de las rodillas se resientan debido al poco espacio que tiene para amortiguar los movimientos. Esto ocasiona las bursas ubicadas cerca de la rótula se inflamen provocando un mayor volumen de la articulación debido al excesivo líquido sinovial que poseen.
  • Enfermedad de la gota: los microcristales se producen debido a la abundancia del urato de sodio que se encuentra en el ácido úrico, el cual no puede ser expulsado del cuerpo de forma correcta. De esta manera se producen inflamaciones en las bolsas sinoviales provocando dolor debido al excedente del fluido articulatorio.
  • Artritis reumatoide: esta enfermedad alcanza los tejidos blandos de las articulaciones provocando su deformación y desgaste. Esto empeora el sistema de amortiguación de la rodilla generando que se irrite la bursa.
  • Enfermedades congénitas: la mala formación de los huesos, músculos y tendones de la rodilla originada por síndromes de nacimiento provocan la asimetría del cuerpo de la articulación. Esto conlleva al exceso de trabajo que tiene que realizar la bolsa sinovial para mantener protegidos los movimientos.
  • Espolones: estos se pueden producir no solo por las enfermedades congénitas sino también por la aparición de microcristales generados por el exceso de ácido úrico.
  • Movimientos repetitivos: las rodillas se ven seriamente afectadas cuando la persona realiza movimientos de forma repetitiva y por un tiempo largo. Esto genera que se exija la estructura de la articulación provocando un exceso de fluido sinovial en la bursa.
  • Fracturas y luxaciones: los traumatismos previos pueden afectar el nivel normal del líquido sinovial en la bursa. Esto beneficiará la aparición de la inflamación en la bolsa sinovial, originando así una bursitis de rodilla.
  • Calzado inapropiado: por lo general, los zapatos y demás calzados con tacón que tienen el talón más arriba que los dedos del pie generan una sobrecarga en la rodilla. Esto llevará en el corto plazo a la aparición de la bursitis en la zona.
  • Alimentación pobre en nutrientes: es común encontrar en los pacientes una dieta baja en vitaminas y minerales que ayuden a mantener los tejidos blandos de la articulación en perfecto estado. Por tal motivo, aquellas personas que mantienen una dieta rica en carnes y grasa son más propensas a contraer bursitis de rodilla.

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Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos bursitis en las rodillas

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En la bursitis de rodilla es posible encontrar ciertos indicios que anuncian la presencia de esta enfermedad. Debido a esto te presentaremos cuáles son los signos o síntomas que tiene esta dolencia:

  • Hinchazón: la inflamación en la rodilla es uno de los síntomas más recurrentes que presentan los pacientes con bursitis prepatelar o bursitis infrapatelar. Esto se debe al agrandamiento de las bursas provocado por el exceso de líquido sinovial.
  • Dolor: este síntoma puede estar causado por el poco espacio que tiene la articulación para realizar los movimientos generando opresión en los nervios que pasan por la cápsula articular. Esto origina que los músculos, tendones y en las bursas se exijan para realizar su tarea.
  • Aparición de bultos: los nódulos delante de la rótula pueden ser frecuentes en este tipo de enfermedad. Ante esta situación es conveniente visitar al doctor para que diagnostique la enfermedad de forma correcta y así hacer que entre en remisión lo más rápido posible.
  • Enrojecimiento: en algunos casos se producen hemorragias internas o acumulación de sangre debido al mal funcionamiento del torrente sanguíneo en la zona de la articulación.
  • Sensación de hormigueo: la parestesia y la pérdida de sensibilidad son síntomas frecuentes que tienen las personas que sufren de bursitis prepatelar, suprapatelar o infrapatelar. Esto se debe a la inflamación que tienen estas bursas y que provocan una menor apertura de la cavidad de la articulación.
  • Pérdida de movilidad: al existir una mayor cantidad de líquido sinovial en las bursas impiden que la abertura articular funcione de forma correcta, provocando que existan movimientos que no pueda realizar el paciente.
  • Entumecimiento: la falta de movilidad en la zona articulatoria lleva a que los músculos y tendones se contraigan generando así una rigidez muscular fuera de lo común.
  • Fiebre: en algunas personas es posible encontrar más temperatura en la zona de las rodillas debido a la inflamación que tienen las bursas en esta área.
  • Pérdida de fuerza: la bursitis de rodilla puede modificar la fuerza en esta articulación haciendo que el paciente no pueda realizar ciertas acciones. Es común encontrar a personas que no pueden subir escaleras, mantenerse en pie o golpear un balón.

¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de la bursitis de la rodilla?

Los síntomas de la bursitis en la rodilla se pueden reducir y hasta desaparecer en poco tiempo. Pero para esto es necesario someterse a diferentes tratamientos que hay en la actualidad.

Mira a continuación las diferentes terapias que se pueden aplicar en personas con inflamación en las bursas cercanas al a la rótula. 

Terapias alternativas y complementarias

Para disminuir los síntomas de la bursitis de rodilla es posible aplicar los siguientes tratamientos:

  • Terapia de frío y calor: es posible aplicar este método complementario por medio de paños fríos o bolsas con hielo y después utilizar elementos que emitan calor en la zona de la articulación de la rodilla. Esto mejora la dilatación de los vasos sanguíneos, permite disminuir la inflamación y provoca un efecto analgésico logrando que la cavidad con líquido sinovial se descomprima debido a que la tensión ha disminuido. Para aplicar esta técnica la sesión no debe superar los 20 minutos, comenzando por compresas de calor, siguiendo por los elementos fríos y terminando de nuevo con el calor. Debe estar supervisado por el médico para evitar lesiones.
  • Terapia de compresión: las rodilleras de compresión utilizadas en las bursas suprapatelar, prepatelar e infrapatelar son eficientes debido a que provocan la inmovilización de la articulación. Esto mejora las arteriolas con las vénulas permitiendo que los vasos sanguíneos tengan un mayor flujo de sangre, originando así que la hinchazón comience a disminuir y mejore la ampliación de la cavidad articular. Tipo de terapia se utilizan por lo general rodilleras y vendas compresivas, sin influir de forma negativa en las paredes capilares.
  • Termoterapia: lo que busca esta terapia es obtener todos los beneficios que ofrece el calor profundo. Se puede utilizar paños calientes, bolsas con agua, electroterapia y ultrasonido, lo cual fomenta el desarrollo de los intercambios de líquidos y gases que se producen entre la sangre y los tejidos de la articulación. Esto quiere decir que en la zona afectada tendrá una mayor irrigación de sangre lo cual hará desinflamar la rodilla y permitir en las bursas ubicadas en esta área tengan mayor espacio para lubricar los movimientos.
  • Remedios naturales con uso de plantas: es posible encontrar en este tipo de terapia lavanda, boldo, melisa, tomillo, albahaca, lavanda y manzanilla en la preparación de infusiones que permitan al paciente beneficiarse con las propiedades antiinflamatorias y analgésicas que poseen estas hierbas. Además, de acuerdo con el criterio médico, se recomienda combinar con aromaterapia para provocar una sensación de bienestar mucho mayor.
  • Hábitos de vida saludable: un paciente que sufre de bursitis en la rodilla debe ser educado para que la dolencia no vuelva a aparecer en el futuro. Para ello, el médico tratante interactúa con la persona para que entienda las causas y factores de riesgo que originan esta enfermedad. Esto lo ayudará a conocer cómo levantar objetos pesados, cuál es el tipo de alimentos que debe comer y cómo debe realizar el calentamiento previo de la estructura muscular para no afectar presionar las bursas cuando tenga que realizar una actividad riesgosa.

Suplementos alimenticios

Tanto la glucosamina como el sulfato de condroitina ayudan a mejorar los síntomas de la bursitis en la rodilla. Además, es posible incorporar vitaminas, ácido hialurónico (cuando existe un exceso de urato de sodio en el ácido úrico) y minerales que ayudarán descomprimir la cavidad de la articulación con líquido sinovial. De esta manera el paciente podrá recuperar los movimientos en pocas semanas.

Tratamientos de fisioterapia

Hay que tener presente que los automasajes no son recomendados para el tratamiento de la bursitis de la rodilla, por lo que la fisioterapia debe ser practicada por un profesional idóneo en la materia. Se pueden utilizar diversas técnicas para disminuir el dolor, el entumecimiento muscular y la inflamación.

Entre los tratamientos más comunes se encuentran la hidroterapia, basada en ejercicios sin impacto debajo del agua, y la aplicación de rayos láser que se aplican en la zona afectada para generar calor interno y obtener los beneficios de la termoterapia.

Medicamentos

La terapia farmacológica debe ser aconsejada por un médico y nunca hay que automedicarse. Esto se debe a las consecuencias hepáticas y gastrointestinales, más allá del aumento de los síntomas de la bursitis en la rodilla, que puede traer esta decisión errónea.

Entre los medicamentos más usados para disminuir la sintomatología de la inflamación en las bursas de la rodilla se encuentran los antiinflamatorios no esteroideos como el naproxeno, el ibuprofeno y el ácido acetilsalicílico. También es posible recetaron el paracetamol o algún otro analgésico opioide para disminuir la inflamación y el dolor. En casos más avanzados, algunos médicos utilizan antibióticos inyectables.

Cirugía y extracción de líquido

La bursitis de rodilla puede ser tratada también con métodos un poco más invasivos para el paciente. Se puede extraer el líquido sinovial por medio de agujas que son colocadas por el profesional actuante. En casos más complicados, es posible extirpar las bolsas con fluido gracias a una intervención quirúrgica, denominada bursectomía. Hay que tener presente que estas dos técnicas se utilizan solo en casos en donde la enfermedad tuvo un avance significativo.

¿Qué métodos de prevención para la bursitis en rodillas son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para la bursitis en rodillas son los más efectivos?

Conoce todos los métodos preventivos que te ayudarán a evitar la inflamación de la bursa en la articulación de la rodilla:

  • Evita el peso corporal excesivo: las rodillas se ven seriamente afectadas cuando el paciente tiene sobrepeso. Esto se debe a la exigencia que deben soportar las bursas prepatelar e infrapatelar generado por el poco espacio que tiene la articulación.
  • Elige una dieta sana: una alimentación equilibrada y rica en minerales y proteínas te ayudarán a mantener los tejidos de las articulaciones en perfecto estado. Además de controlar el peso, vas a poder beneficiarte debido a que las bolsas sinoviales no sufrirán presión de forma constante.
  • Protege la articulación: las rodilleras de compresión te ayudarán a mantener a salvo todo el cuerpo de la articulación dolorida, por lo que los movimientos siempre serán más seguros y evitarás que se produzcan golpes en las bursas sinoviales. Esto es recomendable cada vez que tengas que practicar un deporte o debas realizar trabajos exigentes.
  • Mejora las posturas: si por algún motivo debes levantar objetos pesados es necesario que visitas al fisioterapeuta para que te oriente sobre cómo debes realizar estas acciones. Te ayudará a no realizar sobreesfuerzos en la articulación y a mejorar el tipo de fuerza que debes aplicar.
  • Calienta antes de levantar cosas pesadas: es muy importante tener la zona de la rodilla preparada cuando tengas que alzar cosas pesadas. Por tal motivo, debes estirar de forma previa los músculos que rodean la articulación..
  • Ante un dolor deja de hacer esa actividad: si sientes molestias o notas que la zona de la rodilla se inflama debes visitar al médico de manera urgente para diagnosticar qué tipo de dolencia puedes estar sufriendo.
  • Haz descansar la rodilla: si debes realizar trabajos exigentes con la rodilla no te olvides que cada 2 horas aproximadamente o cada vez que sientas fatiga tendrás que reposar la articulación para que los músculos y tendones se relaje. Esto evitará que aumente la presión en las bolsas sinoviales.

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