El rugby es un deporte de contacto con un alto riesgo de lesión. Si has jugado o visto un partido de esta disciplina debes saber que los golpes, caídas, carreras y paradas repentinas forman parte del partido. Por eso, no es sorpresa que existan diversos tipos de lesiones deportivas comunes en rugby. Esto, especialmente porque los rugbistas no utilizan mucha protección, en comparación a otras disciplinas similares.
Conocer las lesiones más frecuentes en el rugby es fundamental para todo rugbista y entrenador, por tanto, hoy te hablaremos sobre ellas. Además, te daremos algunas medidas de prevención para que juegues con el menor riesgo posible. ¿Estás listo? ¡Vamos allá!
¿Cuáles son los tipos de lesiones más comunes cuando jugamos al rugby?
Existen diversos tipos de lesiones deportivas en el rugby. Fracturas, esguinces, distenciones y otras lesiones traumáticas son frecuentes, si bien las afecciones por sobreuso tampoco están ausentes. También, se destacan las lesiones producidas en cuello, rodillas y hombros. Aunque, los rugbistas suelen presentar afecciones en otras zonas, tales como esguinces de tobillo.
Los tipos de lesiones más frecuentes en el rugby son:
Lesiones en la cabeza
Los rugbista son propensos a sufrir lesiones en la cabeza, especialmente conmociones cerebrales. Esto, sin duda, se relaciona con que estos deportistas pueden prescindir del uso de casco. Además, hay quienes aseguran que los cascos de rugby no ofrecen suficiente protección. De cualquier forma, los tackles frontales representan un alto riesgo para la cabeza.
Las lesiones de cabeza más comunes en el rugby son:
- Conmoción cerebral: Es una lesión traumática del cerebro causada generalmente por un golpe o sacudida sobre la cabeza. Origina una disfunción del cerebro que suele ser temporal. Dolor de cabeza, náuseas, fatiga, visión borrosa, confusión y amnesia se encuentran entre los principales síntomas.
- Fractura facial: Surge debido a un fuerte impacto sobre la cara capaz de romper uno o más huesos faciales. Las fracturas nasales son de las más frecuentes en el rugby. Dolor, inflamación, hemorragias y deformación son los principales síntomas.
Lesiones en el cuello
Las lesiones de cuello son muy frecuentes en el rugby debido a la naturaleza de esta disciplina. Aunque la mayoría de estas afecciones son leves algunas pueden tener graves consecuencias como la cuadriplejia o incluso la muerte.
Las lesiones de cuello más comunes en rugby son:
- Fractura cervical: Consiste en el quiebre de alguno de los huesos de la columna cervical. Puede causar mucho dolor local, parálisis o inclusive la muerte dependiendo de la gravedad. Se genera por un trauma como un fuerte impacto o caída.
- Dislocación cervical: Sucede cuando uno o más de los huesos de la columna cervical se mueven de su lugar usual. Puede producir dolor intenso local, pinzamiento de los nervios asociados a los miembros superiores, parálisis y muerte, según la gravedad. Es de etiología traumática y puede generarse debido a una caída o colisión. Es posible que ocurra con o sin fractura en la zona.
- Distensión del cuello: Se refiere al estiramiento excesivo o desgarro de los músculos y tendones del cuello. Se manifiesta como un dolor local que puede extenderse a zonas adyacentes acompañado de rigidez. Se produce cuando el cuello se somete a un trauma (caída, golpe) o una tensión leve pero constante (mala postura, uso repetitivo).
- Síndrome de la faceta cervical: Radica en la inflamación, irritación o daño de la articulación facetaria de las vértebras cervicales. Se caracteriza por producir dolor de cuello axial, que puede irradiarse cercanamente, y rigidez. Se asocia al envejecimiento, estrés repetitivo, trauma, entre otras causas.
- Lesión del plexo braquial: Sucede cuando los nervios de la red nerviosa plexo braquial se comprimen, estiran, rompen o separan de la médula. Las lesiones más leves se conocen como aguijones o quemadores y son frecuentes en rugby. Sin embargo, en esta disciplina también se pueden presentar afecciones más graves como las avulsiones de estos nervios.
- Lesiones de disco cervical: En este punto se destacan los discos herniados y abultados en la columna cervical. Estos pueden comprimir las raíces nerviosas generando debilidad, dolor, hormigueo y entumecimiento en las extremidades superiores. Pueden producirse debido a la degeneración del disco relacionada al envejecimiento o por algún trauma como una caída o golpe.
Lesiones en hombros
Forman parte de las lesiones deportivas más frecuentes en el rugby. Y, es que en este deporte se producen impactos y apalancamientos frecuentes en el hombro, el que de por sí no es muy estable. Los placajes son los responsables de una buena parte de las dislocaciones, fracturas y demás afecciones en esta zona articular.
Las lesiones de hombro más comunes en el rugby son:
- Luxación de hombro: Sucede cuando la cabeza del húmero se sale la cavidad articular glenoidea. Son más frecuentes las dislocaciones anteriores que en otras direcciones. Son causadas por un fuerte trauma como una caída, golpe, estiramiento o rotación.
- Esguince de la articulación acromioclavicular: Sucede cuando se estiran demasiado o desgarran los ligamentos de la articulación acromioclavicular (AC) del hombro. Puede implicar o no la dislocación (parcial o total) de la articulación AC dependiendo del grado de la lesión. Resulta frecuentemente de una caída sobre la cara posterosuperior del hombro.
- Desgarro del manguito rotador: El manguito rotador (MR) puede desgarrarse parcial o totalmente durante un partido de rugby. Esto puede suceder como consecuencia del sobreuso o debido a un trauma, generalmente durante una caída o tackle. El tendón del supraespinoso del MR es el que más tiende a sufrir roturas.
- Lesiones SLAP: Implican el desgarro parcial o completo de la parte superior del labrum glenoideo del hombro. Puede originarse por el uso repetitivo o por un trauma como una caída sobre el brazo extendido o el codo.
- Fractura: Las fracturas de clavícula y de la epífisis del húmero son frecuentes en los jugadores de rugby. Implican el quiebre o rotura de estos huesos, generalmente debido a un trauma durante el juego. Dolor intenso, hematomas y deformidad son de los principales síntomas.
Lesiones en codo y mano
Los rugbistas también pueden presentar lesiones de mano y codo durante un juego o entrenamiento. La naturaleza de este deporte de contacto implica un riesgo de sufrir lesiones traumáticas en estas zonas, como las dislocaciones de dedos. Sin embargo, las afecciones por uso excesivo como el codo de tenista también suelen presentarse en esta disciplina.
Entre las lesiones de mano y codo en rugby se destacan:
- Codo de tenista (epicondilitis lateral): Es una tendinitis que se presenta en los tendones de los músculos extensores del antebrazo que se originan en el epicóndilo, al costado del codo. Produce un dolor en esta área del codo que puede extenderse a otras partes del brazo. Se considera una afección por uso excesivo.
- Dislocación de dedos: Ocurren cuando los huesos de los dedos se salen de lugar. Se presentan con mayor frecuencia en la articulación interfalángica proximal (PIP) de los dedos. Es causado generalmente por un golpe, caída u otro trauma que hiperextienda el dedo hacia atrás.
Lesiones de tórax y espalda baja
En el rugby también pueden surgir lesiones a nivel del tórax y la espalda baja, ya sea durante el juego o el entrenamiento. La naturaleza de este deporte de contacto pone en riesgo estas zonas del cuerpo. Además, el levantamiento de pesas con el que entrenan muchos de los rugbistas es un factor de riesgo de lesiones lumbares.
Podemos mencionar las siguientes lesiones de tórax y espalda baja comunes en rugby:
- Fractura de costillas: Es una lesión del tórax que ocurre cuando una o más de las costillas se rompe o agrieta. Se origina por un trauma sobre el tórax, como un fuerte impacto durante un partido de rugby. Genera dolor y puede causar daño en vasos sanguíneos y órganos internos.
- Distensión lumbar: Es una lesión de la espalda baja que consiste en la hiperextensión o desgarro de los músculos y tendones lumbares. Puede originarse a partir de una torsión, estiramiento u otro movimiento que fuerce demasiado esta zona. El dolor lumbar repentino es uno de sus principales síntomas.
Lesiones en la rodilla
Son de las lesiones deportivas más comunes en el rugby y algunas de ellas pueden poner fin a la carrera del jugador. Se destacan las afecciones de rodilla agudas, especialmente los esguinces y los desgarros de meniscos, causadas por un trauma durante un placaje generalmente. También se presentan patologías por sobreuso debido a las carreras, saltos y demás movimientos que ejerzan tensión en esta articulación durante el juego.
Las lesiones de rodilla más frecuentes en el rugby son:
- Esguince de ligamento de rodilla: Consiste en el estiramiento excesivo o desgarro de uno o más ligamentos de la rodilla. Los ligamentos cruzados (anterior y posterior) y colaterales (medial y lateral) son de los más afectados. Se origina por un trauma como un golpe sobre la rodilla o una torsión de esta con el pie fijo en el piso.
- Desgarro de menisco: Implica la rotura de alguno de los meniscos (cartílagos en forma de C) de la rodilla. Se presenta como un dolor e hinchazón local que puede acompañarse de chasquido y una sensación de fallo o bloqueo de la rodilla. Es de etiología traumática y ocurre generalmente por un movimiento de torsión con la rodilla flexionada y el pie plantado en el suelo.
- Tendinitis rotuliana: Consiste en la degeneración gradual del tendón rotuliano de la rodilla. Se caracteriza por producir un dolor justo debajo de la rótula. Se considera una lesión por sobreuso, es decir, causada por la sobrecarga repetitiva del tendón al hacer actividades como saltar y correr constantemente.
- Síndrome del dolor femororrotuliano: Básicamente consiste en un dolor en la articulación fémur-rótula y los tejidos blandos adyacentes de la parte delantera de la rodilla. Generalmente se asocia a sobreuso, anomalías (anatómicas o biomecánicas), desequilibrio muscular, un traumatismo rotuliano (golpe, dislocación, fractura…), entre otros.
- Fractura de la rótula: Implica le quiebre de la rótula, el hueso triangular en la parte frontal de la rodilla. Dolor intenso, hinchazón y pérdida de movilidad son los principales síntomas. Se genera principalmente debido a una fuerte caída o golpe sobre la rodilla, aunque una rápida contracción del cuádriceps también puede ocasionarla.
- Síndrome de la banda iliotibial: Esta lesión causa dolor y/o sensibilidad en la parte externa de la rodilla. Se cree que es el producto de la fricción o compresión de la banda iliotibial a nivel de la rodilla. Generalmente se asocia al uso excesivo generado en actividades como correr, andar en bicicleta, entre otras. La debilidad en los músculos abductores de la cadera también forman parte de los factores de riesgo.
Lesiones de las extremidades inferiores
También existen lesiones frecuentes en rugby que afectan otras zonas de las extremidades inferiores además de la rodilla. Los rugbistas pueden sufrir distensiones musculares en la pierna así como afecciones en pies y tobillos. Las constantes carreras y paradas repentinas durante el juego tienen mucho que ver en esto.
Los rugbistas también suelen presentar estas lesiones en las extremidades inferiores:
- Distensión de los isquiotibiales: Es una lesión del muslo y consiste en un estiramiento excesivo o desgarro de los isquiotibiales. Mal calentamiento, debilidad, desequilibrio muscular, flexibilidad limitada y otros factores pueden contribuir a su surgimiento.
- Esguince de tobillo: Sucede cuando los ligamentos del tobillo sufren una hiperextensión o rotura. Se presenta con mayor frecuencia en los ligamentos externos. Esto, puede ocurrir al realizar una mala pisada, sobre todo en un terreno irregular.
- Fascitis plantar: Es una lesión del pie que radica en la inflamación de la fascia plantar. Produce un dolor punzante en el talón, especialmente al despertar por la mañana. Se cree que es el resultado de factores de riesgo como envejecimiento, constantes carreras, estar mucho de pie, sobrepeso, entre otros.
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¿Cómo prevenir las lesiones cuando practicamos rugby?
Si quieres practicar este deporte sin lesionarte entonces deberías leer este segmento. A continuación, te mostraremos una lista de métodos que te ayudarán a prevenir lesiones en el rugby. Si bien no eliminan la posibilidad de que surja una lesión en el juego o entrenamiento, reducen el riesgo significativamente:
- Realizar un buen calentamiento: Es importante realizar un calentamiento de entre 10 y 20 minutos aproximadamente justo antes de una práctica o partido de rugby. En esta etapa se deben incluir ejercicios de cardio, movimientos articulares, estiramientos, entre otras actividades. Esto prepara el cuerpo, especialmente los músculos, para la actividad deportiva con un mínimo riesgo de lesiones.
- Acabar los entrenamientos con un enfriamiento: Después del partido o entrenamiento es necesario realizar un estiramiento de aproximadamente 15 minutos. Esto tiene como objeto que el organismo vuelva a su estado en reposo progresivamente, lo que ayuda a prevenir lesiones. En esta etapa se recomiendan las actividades ligeras y relajantes como caminar, respiraciones y estiramientos.
- Buena nutrición e hidratación: El exigente entrenamiento y las condiciones de jugo del rugby requieren una apropiada nutrición de los rugbistas. Se recomienda la ingesta adecuada de carbohidratos integrales de calidad, alimentos ricos en proteínas, grasas saludables, muchas verduras y frutas. Igualmente, es fundamental que el jugador se mantenga hidratado, especialmente durante la actividad deportiva.
- Mejorar tu estado físico: Los rugbistas deben realizar un entrenamiento que les permita acondicionarse físicamente para el rugby. En particular, estos deportistas deben contar con suficiente fuerza, velocidad y resistencia. De lo contrario, se aumenta el riesgo de lesión.
- Masaje deportivo: Los masajes deportivos son de gran ayuda en el tratamiento y prevención de lesiones comunes en el rugby. Pueden emplearse previo a la actividad deportiva para preparar a los jugadores, o posteriormente para promover la relajación y recuperación muscular.
- Uso de terapias de frío/calor: También se conoce como terapia de contraste y básicamente consiste en la aplicación de frío y calor alternadamente. Tiene excelentes propiedades analgésicas y antiinflamatorias, además, ayuda a disminuir la fatiga. Estas virtudes la hace ideal para tratar y prevenir lesiones.
- Uso de prendas de compresión: Las prendas de compresión (camisetas, shorts, medias, mangas…) tienen excelentes beneficios. Usarlas antes, durante y después de los entrenamientos y juegos de rugby reduce el riesgo de lesión y genera mayor resistencia. Además, también promueven la recuperación luego de la actividad física según algunos estudios.
- Uso de terapias de acupresión: Las terapias de acupresión consisten en la aplicación de presión sobre determinados puntos del cuerpo. Se le atribuyen las propiedades analgésicas y de relajación muscular, entre otras. Por esto, es utilizada en la recuperación y prevención de lesiones deportivas como las originadas en el rugby.
- Uso de termoterapia y crioterapia: La termoterapia promueve la flexibilidad, la circulación, alivia el dolor y actúa como relajante muscular. Mientras que, la crioterapia funciona como analgésico y antiinflamatorio, además, reduce las espasmos. Ambas terapias son empleadas para tratar y prevenir lesiones.
- Uso de equipamiento adecuado: Las camisetas, shorts, zapatos y demás prendas deben ser cómodas, apegarse a la normativa y estar en buen estado. Lo ideal es que el jugador utilice elementos de protección como casco, canilleras, tobilleras, protectores bucales, entre otros, aunque no sean obligatorios.
¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de primeros auxilios en jugadores de rugby?
El método RICE es ampliamente recomendado en el caso de lesiones deportivas agudas en el rugby. Cada letra de su nombre se refiere a un paso a ejercer durante su aplicación: reposo (Rest), hielo (Ice), compresión (Compression) y elevación (Elevation). También existe una actualización de este método, un poco menos conocida, llamada PRICE. Como ves, esta última agrega un nuevo paso: protección (Protection).
Ambos protocolos se recomiendan sobre todo para tratar lesiones en la fase aguda, es decir, durante las primeras 48 o 72 horas después de generarse. Funcionan excelentemente para tratar esguinces, distensiones, torceduras y lesiones inflamatorias tales como tendinitis. Sin embargo, en general no están indicadas para afecciones crónicas.
A continuación, te enseñamos a aplicar el método PRICE a lesiones agudas comunes en rugby:
- Protección: Debes proteger el área lesionada evitando la actividad que haya causado el daño. Es importante evitar los movimientos, por tanto, se recomienda el uso de un inmovilizador como tobilleras, cabestrillos, entre otros.
- Reposo: Se debe suministrar un descanso al área lesionada de aproximadamente 48 horas. Sin embargo, es importante realizar ciertos movimientos leves y seguros para evitar que surja rigidez.
- Hielo: En esta etapa se utiliza la crioterapia por sus propiedades de antiinflamatorio, antiespasmódico y analgésico. Básicamente debes aplicar una compresa fría sobre la lesión durante 20 minutos unas 6 u 8 veces diarias.
- Compresión: En este caso se debe ejercer presión sobre la lesión para promover la circulación, desinflamar y afirmar. Lo usual es utilizar un tejido flexible para vendar la zona en cuestión. No se debe aplicar demasiada presión, o podría cortarse la circulación.
- Elevación: Debes elevar el miembro lesionado a una altura por encima del corazón. Para ello podrías apoyar la extremidad lesionada en una superficie acolchada como una almohada. Así conseguirás un efecto desinflamatorio y analgésico.
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