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Fracturas en el hombro

El hombro es la articulación que conecta el brazo con el resto del cuerpo y está conformada por tres huesos que son: el húmero, la escápula y la clavícula. Como consecuencia, es una de las zonas del cuerpo más propensas a padecer fracturas óseas.

Las fracturas del hombro son provocadas por una fisura o rotura en alguno de los huesos que componen dicha articulación. Como son lesiones de gravedad considerable, vale la pena conocer más de cerca de que se tratan, cómo se diagnostica, qué tipologías maneja, cuáles son sus causas, cómo se deben tratar y qué métodos de prevención existen para esta patología.

¿Qué es una fractura del hombro y cómo se diagnostica?

Una fractura del hombro se define como la rotura o quebradura que ocurre en la escápula, la clavícula y/o el húmero proximal. También es conocida como "hombro roto" y se produce a causa de una grieta que afecta directamente la parte superior del hueso del brazo, alrededor de la articulación glenohumeral. En líneas generales, una fractura corresponde a la pérdida de continuidad de un fragmento óseo.

El paciente manifiesta un cuadro sintomatológico propio de este tipo de lesión, a partir del cual es posible identificar la rotura de hueso en la parte superior del brazo.

Los principales signos y síntomas que ayudan a detectar una fractura de hombro, son:

  • Dolor intenso en el área de la fractura.
  • Hinchazón o inflamación del hombro.
  • Deformidad por debajo de la piel
  • Decoloración de la piel o hematomas alrededor de la rotura.
  • Dificultad o incapacidad para mover y levantar el brazo.
  • Sensibilidad extrema en la zona y crujidos en el área.

A la hora de diagnosticar una fractura en el hombro, los médicos especialistas se centran en evaluar los síntomas que presenta el paciente, además de esto optan por realizar un estudio físico de la región fracturada en el que se examina la clavícula y sus alrededores.

Una prueba diagnóstica por imagen para visualizar el estado del hueso roto es mucho más preciso y los test más habituales son:

  • Radiografías: En la mayoría de los casos, las fracturas en el hombro se pueden precisar a través de un examen de rayos X. En estos, el técnico encargado de tomar la prueba, deberá señalar la parte de la fractura desde varios ángulos con el fin de obtener la mayor prolijidad posible. En estos casos, es esencial que la porción ósea impactada no se superponga de manera notable.
  • Tomografías computarizadas: Son pruebas por imagen similares a las radiografías, ya que también reúnen tomas con rayos X desde múltiples ángulos para exteriorizar el estado del hueso con rotura. No obstante, más allá de esto, se enfoca en combinar varias técnicas para lograr realizar imágenes transversales o tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Gracias a ello, se podrán detallar los huesos y los tejidos blandos que lo rodean para así obtener una diagnosis más precisa.
  • Imágenes por resonancia magnética (RM): Consisten en aquellos exámenes más avanzados que usan ondas de radio junto con un campo magnético para hacer imágenes mucho más minuciosas de los ligamentos que mantienen unidas las articulaciones y los huesos. En efecto, los resultados permitirán examinar la rotura del hueso y asimismo, el estado de los ligamentos con el fin de descartar si estos han sufrido un impacto a causa de la lesión.

¿Cuáles son los tipos de fracturas de los huesos del hombro que hay?

¿Cuáles son los tipos de fracturas de los huesos del hombro que hay?

Destacamos cuál es la clasificación que se maneja en torno a esta afección según el hueso que ha resultado quebrado a causa del impacto:

  • Fractura de la clavícula: Se basa en una fractura del hueso que conecta el esternón y el hombro (es decir, la clavícula) o bien, que se encarga de unir la parte superior del esternón con el omóplato. Así, dado que, la clavícula actúa como un estabilizador entre el tórax y el hombro, se destaca como una fractura que debe recibir atención médica de inmediata. La cual es frecuente en niños y adultos jóvenes.
  • Fractura de la escápula: También llamada "fractura escapular", hace referencia a una rotura que se produce directamente en el omóplato o escápula; siendo este, la porción ósea que conecta la clavícula con el hueso superior del brazo. En consecuencia, si se manifiesta una lesión de este tipo, también pueden verse afectados la clavícula, los huesos de los brazos, los pulmones y hasta el tórax.
  • Fractura del húmero: Hace referencia a un tipo de rotura que quiebra el húmero o el hueso más largo de la extremidad superior (el brazo). Siendo esta, una lesión que, a su vez, se puede segmentar en función de la región fracturada (el extremo inferior, el eje, o el extremo superior). Así, además de los síntomas comunes de una fractura de hombro, también puede generar deformidad en todo el brazo y la muñeca. Normalmente, ocurre en ancianos y jóvenes.

Cuando se diagnostica una fractura en el hombro, también es esencial señalar que patrón se ha desencadenado de la siguiente manera:

  • Fractura no desplazada: Se trata de una fisura ósea en la cual los fragmentos de hueso se mantienen en su sitio anatómico correspondiente. Esto significa que, no se mueven de su sitio habitual.
  • Fractura desplazada: Es una afección en la que las porciones de hueso se desplazan y/o se apartan de su ubicación anatómica regular y como consecuencia, exhiben un desalineamiento. En este caso, se debe concretar el grado de desplazamiento y el trazo de la fractura (esto, altera la posición natural del húmero en mayor o menor medida).
  • Fractura abierta: Es conocida como "fractura expuesta" y en ella, la piel que recubre la zona de la fractura también resulta lesionada. Es decir que, los fragmentos de hueso rompen la piel y quedan expuestos al medio ambiente, por lo que es posible ver tejidos interiores e incluso, el hueso fracturado. Por ello, provoca una herida abierta y una hemorragia externa.
  • Fractura cerrada: A diferencia del caso anterior, consiste en una quebradura que únicamente afecta al hueso impactado. Por ende, no existe lesión en la piel, no hay ninguna herida abierta y tampoco se observa una hemorragia externa. Sin embargo, no se debe descartar una herida interna en los tejidos blandos ni una hemorragia interna.
  • Fractura simple: Tal y como su nombre lo indica, es una fractura ósea sencilla en la que el hueso fracturado solamente se astilla por una parte.
  • Fractura conminuta: Cuando el hueso se rompe y genera pequeños fragmentos óseos que se desprenden, se detecta una fractura conminuta. Lo que significa que, esta se distingue porque el hueso se rompe en más de dos fragmentos y por ello, es inestable.
  • Fractura espiroidea: Se refiere a una lesión que desencadena un trazo de fractura de hueso en forma de espiral. Casi siempre, es causada por una fuerza de torsión en la articulación.
  • Fractura oblicua: Consiste en un tipo de fractura que tiene un patrón angular, es decir que, provoca una rotura en forma inclinada. Esta, puede ser con o sin desplazamiento.

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¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de sufrir fracturas en el hombro?

Los orígenes de una fractura en el hombro, pueden variar. Puesto que, por naturaleza, este tipo de lesiones son producto de numerosos factores de riesgo y eventualidades que, de forma súbita, quiebran uno o varios huesos en la parte superior del brazo.

Aquí destacamos cuáles son los principales factores de riesgo de padecer una rotura ósea en esta zona:

  • Las caídas: Sobre todo, si el individuo cae sobre el hombro directamente, el hecho se presenta con el brazo extendido o la mano desplegada.
  • Los golpes y traumatismos directos en el hombro o en el húmero (la parte superior del brazo), también tienden a desencadenar fracturas óseas en esta región del cuerpo.
  • Los accidentes en automóvil, de motocicleta  bicicleta, generan altos impactos que provocan severas lesiones y entre ellas, sobresalen las fracturas en los huesos del hombro.
  • Las lesiones deportivas que propagan fuerzas bruscas aplicadas sobre el hombro, ya sea en una pista, cancha o campo de juego; son otras de las causas más destacadas.
  • Realizar actividades físicas y aumentar repentinamente su frecuencia, su duración y/o su intensidad, puede desarrollar una rotura en los huesos del hombro, debido a una fractura por sobrecarga. Asimismo, si realiza movimientos de forma errónea y usa equipos deportivos contraindicados, es probable que padezca una fractura por traumatismo o caída.
  • Patologías que reducen la densidad ósea o debilitan los huesos de forma directa, como la osteoporosis, elevan los riesgos de padecer una quebradura a la altura del hombro.
  • A pesar de que este tipo de lesión también se produce en personas jóvenes y niños, otro de los factores de contingencia hace referencia a la edad. Ya que, con el pasar de los años, los huesos exhiben mucha más debilidad y fragilidad, por lo que son propensos a romperse con facilidad.
  • Si una persona tiene una dieta insalubre, fuma y bebe alcohol, se asocia a la población que tiene un alto riesgo de padecer roturas en los huesos. Ya que, los malos hábitos motivan la pérdida de hueso, el desgaste de estas estructuras y hasta promueven el desarrollo de la osteoporosis (especialmente el tabaco).

Cuidados de primeros auxilios para tratar una fractura de hombro

Cuando una paciente se fractura su hombro, el primer paso a seguir se basa en solicitar ayuda médica capacitada que pueda tratar la lesión pertinentemente. No obstante, durante el lapso de tiempo en el que puede recibir dicha ayuda, es esencial que tanto la persona afectada como también los demás individuos que intentan socorrerla tras su accidente, tengan en cuenta ciertas previsiones para evitar que la fractura aumente su nivel de gravedad y por ende, cause mayores perjuicios en el paciente.

Los mejores cuidados de primeros auxilios que se tienen que implementar ante una fractura en algún fragmento óseo del hombro son:

  • Mantener inmóvil el hombro del individuo: Es primordial evitar cualquier tipo de movilidad sobre el hombro y alentar al paciente a que deje estática la articulación. Dado que, si este realiza alguna actividad o movimiento, es probable que la patología empeore y se torne más severa. Mientras que, al dejarlo inmóvil, será posible limitar el dolor y las molestias que causa la fractura.
  • Dejar el hueso quebrado tal y como se encuentre tras sufrir el impacto: No es aconsejable tratar de alinear el hueso con rotura ni empujarlo hacia adentro o tocarlo. Pues, esto además de aumentar el dolor, puede injerir sobre la porción ósea de manera negativa y hasta desencadenar una infección en la zona (si se trata de una fractura abierta en la que el hueso sobresale de la piel).
  • Evitar que consuma cualquier medicamento sin previa prescripción por el médico: Es posible que, después de experimentar la lesión, el paciente opte por ingerir algún fármaco de venta libre a fin de atenuar el dolor y las molestias que persisten debido a la rotura en el hueso. No obstante, esto puede resultar perjudicial para su salud, debido a los efectos secundarios que se desarrollan y así, estimulan la aparición de otras patologías. Aparte de ello, se sugiere evitar consumir alimentos o beber líquido.
  • Supervisar los signos vitales del paciente: Por la impresión o el cuadro sintomatológico que manifiesta la persona, es probable que se alteren sus constantes vitales. En consecuencia, es ideal vigilar el estado de salud de esta por medio de dichos indicadores para corroborar que se encuentran en un condición estable y consciente, al igual que, prevenir la gravedad de la patología. Así que, en la medida de lo posible, se tiene que tomar su pulso, medir la temperatura, calibrar la frecuencia respiratoria, presión y tensión arterial, etc.  Inclusive, evitar que cierre los ojos y se duerma.
  • Tratar de controlar el nerviosismo que muestra: Aunque muchos lesionados mantienen la calma, lo cierto es que otras personas entran en un estado de choque y manifiestan un notable nerviosismo por el impacto que han sufrido. Sin embargo, esto tiende a incrementar la dolencia y empeorar la condición del hueso fracturado. Por ello, quienes socorran a la persona, deben tratar de ayudarlo a relajarse para así fomentar su estabilidad en todo sentido, mientras obtiene la atención clínica.
  • Aplicar compresas frías sobre el hombro: Naturalmente, el frío posee propiedades a partir de las cuales provee un efecto analgésico, antiinflamatorio y sedante. Gracias a ello, estimula la reducción del dolor, la eliminación de la inflamación y ayuda a relajar el área traumada. Por esta razón, se recomienda colocar compresas frías en el hombro para calmar los principales síntomas de la fractura ósea. Valorando que, resulta contraproducente practicarlo con hielo directo sobre la piel, en vista de que causa quemaduras.

Tratamientos más indicados en una fractura en la clavícula y hombro

De manera general, el tratamiento sobre una fractura en el hombro y la clavícula, siempre dependerá de la cantidad de fragmentos óseos que se hayan desprendido en el sitio, al igual que de su desplazamiento.

Para eludir las posibles complicaciones de una fractura de ese tipo es esencial tener en cuenta otros factores que son los siguientes: trazo de la fractura, estado de las estructuras estabilizadoras del hombro, nivel de actividad y grado de osteoporosis de la persona.

Si la fractura en el hombro es no desplazada o únicamente expresa un desplazamiento mínimo según los criterios de Neer, se debe aplicar un tratamiento conservador. El cual, hace referencia a la reducción cerrada de la lesión y se apoya en la inmovilización del miembro afectado (es decir, el hombro) a través de un cabestrillo durante el lapso de tiempo conveniente.

Según las pruebas radiográficas que realice el profesional de la salud, éste podrá estipular cuándo es oportuno retirar el elemento inmovilizador:

  • Reducción cerrada y fijación percutánea: Para este procedimiento, se utilizan maniobras de reducción cerrada a fin de colocar el hueso afectado en su posición anatómica correspondiente, con ayuda del intensificador de imágenes y así, se afianza por medio de agujas. Gracias a esto, no promueve daños respecto a la vascularización de la zona y muestra una formación de tejido cicatricial menor (lo cual, precipita la recuperación del hombro).

Si la fractura en esta región del cuerpo presenta un desplazamiento notable y alcanza un mayor nivel de gravedad, es obligatorio realizar una intervención quirúrgica para reponer el fragmento óseo lesionado y restablecer su funcionamiento. En la mayoría de los casos, se emplean tornillos, clavos o placas de metal que ayuden a mantener los huesos en su lugar preciso mientras se curan.

Estos son los procedimientos asociados a una cirugía de fractura de hombro:

  • Placas de osteosíntesis: En un tipo de cirugía que suele emplearse cuando las demandas funcionales del paciente serán elevadas y en fracturas de complejidad mayor. Así, son placas que se fijan al hueso por medio de tornillos y se encargan de estabilizarlo durante todo el proceso de curación. Para lo cual, se requiere llevar a cabo un procedimiento abierto que consta de incisiones en la piel y las partes blandas circundantes. De tal modo, intenta reducir las tuberosidades, restaurar la longitud del hueso y devolver la retroversión a su cabeza, apoyando así, la reducción anatómica de los fragmentos óseos.
  • Clavos intramedulares: Aunque anteriormente, este tipo de clavos era reservados para las fracturas diafisarias del húmero, de manera específica; en la actualidad, se utilizan determinados clavos que conservan un alto nivel de estabilidad en las lesiones óseas del húmero proximal. Adicionalmente, se estima como una óptima solución para fracturas simples y aquellas que presentan gran extensión metafisaria. Valorando que, su mayor beneficio es que son dispositivos que se pueden implantar de forma mínimamente invasiva y por ello, se reducen daños a la vascularización o al periostio.
  • Reemplazo protésico: Si la fractura en algún hueso del hombro se agudiza y la falta de riego sanguíneo provoca una degeneración en la zona o se manifiesta otra complicación, a pesar de que se haya hecho una buena fijación de la quebradura; es necesario recurrir a un reemplazo protésico. Es decir que, este tipo de intervención suele sugerirse en fracturas complejas (tres y cuatro fragmentos) o en fracturas articulares. Tomando en cuenta que, existen varios tipos de prótesis que se adaptan a casos específicos de cada paciente.

Rehabilitación después de una fractura en los huesos del hombro

Rehabilitación después de una fractura en los huesos del hombro

Una vez se cumpla con el tratamiento inicial, el paciente tiene que ser sometido a un tratamiento de rehabilitación para disminuir o eliminar la rigidez que presenta el hueso roto del hombro. Adicional a ello, esta fase de recuperación tendrá como objetivo mejorar el movimiento de la articulación, restablecer la fuerza muscular y amplificar la flexibilidad del hombro.

El postratamiento comprende ejercicios de rehabilitación de hombro que son dirigidos por parte de un fisioterapeuta capacitado que, dependiendo del diagnóstico del paciente y el tratamiento que haya cumplido, establecerá una planificación personalizada para acelerar su proceso de recuperación.

Según la zona de la fractura se realizarán los siguientes procesos de rehabilitación:

Fracturas de la clavícula

Su rehabilitación durante y después de la inmovilización se distingue por:

  • Durante la inmovilización: En el segundo o tercer día, se fija la escápula y se pueden comenzar a realizar movimientos pequeños activo-pasivos de rotación de brazo, isométricos suaves del deltoides, isométricos flexo-extensión hombro, retracción y protrusión.
  • Después de la inmovilización o posterior a la cirugía de placa de osteosíntesis: Se inicia un manejo sedativo, seguido de un proceso de movilización progresiva que después de ser activo-asistida, se convierta en activa completamente. Así, los movimientos recomendados son los siguientes: descenso, elevación, retracción, protrusión, tonificación muscular progresiva y movilizaciones articulares (si existe mucha rigidez y hay completa consolidación ósea).

Fracturas de escápula

Se procede de la siguiente manera:

  • Si se inmoviliza: Bajo esta condición, una vez se cumplan los primeros días, es pertinente iniciar los movimientos activo-asistidos y en la mayoría de los casos, se le elabora un plan casero al paciente que debe cumplirse de forma responsable.
  • Tras el tratamiento quirúrgico: Si se realiza una operación, el primer paso a seguir después de ello, se basa en ejercer una movilización pasiva y fortalecer la parte muscular.
  • Después del tratamiento: Durante el plan de rehabilitación final, cuando se concrete la consolidación completa de la escápula, es posible emprender una movilización progresiva. Sumado a esto, también se debe llevar a cabo una tonificación progresiva y es relevante evitar contracciones musculares durante la fase de fortalecimiento.

Fracturas de húmero

El proceso de rehabilitación tras sufrir una fractura de húmero es:

  • Inmovilización: Si no se observan contraindicaciones, se debe llevar a cabo una movilización progresiva de tipo escapulohumeral. Aparte de esto, sin importar que el paciente tenga un yeso o cabestrillo, es importante realizar ejercicios activos asistidos.
  • Después de la inmovilización: A continuación, para evitar fatiga, se aconseja usar el cabestrillo sólo de forma eventual. Es valioso practicar ejercicios pasivos mientras el dolor esté controlado (con mucho cuidado) e incrementar la amplitud y la fuerza de los ejercicios, gradualmente. También se recomienda realizar ejercicios isométricos precoces y ejercicios resistidos en diagonales funcionales.
  • En el periodo de inmovilización total: Se recurre a la movilización activa de dedos, muñeca, codo y columna cervical.
  • Durante el periodo de inmovilización relativa: Es idóneo llevar a cabo ejercicios isométricos que no intervengan en la fractura ni produzcan tracción. Al igual que, una movilización activo-pasiva indolora en pequeñas amplitudes y sin rotaciones (abducción, aducción, protrusión y retracción).
  • Periodo de consolidación concluido: Se realizan ejercicios isométricos y ejercicios isotónicos.

Métodos de prevención para evitar la rotura de huesos de hombro

Hay diferentes métodos de prevención que permiten reducir los riesgos de padecer este tipo de fractura, los más habituales son:

  • Ten una dieta sana y equilibrada: El hecho de alimentarse balanceadamente, te ayudará a que tu organismo manifieste un óptimo funcionamiento. Además, si te aseguras de ingerir alimentos con alto contenido de calcio y vitamina D, podrás fomentar el desarrollo de la fuerza ósea para prevenir la debilidad en los huesos.
  • Realiza actividades físicas constante y progresivamente: Si ejercitas tu cuerpo día a día, además de fortalecer los músculos para evitar caídas súbitas, también podrás incrementar la cantidad de hueso y estimular la salud articular. Tomando en cuenta que, es importante hacerlo de forma paulatina para prevenir que un entrenamiento excesivo provoque lesiones que rompan los fragmentos óseos.
  • Usa un calzado adecuado para cada ocasión: Como las caídas son una de las principales causas de estas fracturas, se sugiere emplear zapatos que se acoplen a tus pies perfectamente, sean antideslizantes y se consideren aptos para cada destreza a practicar. Sumado a esto, ten en cuenta que, es apropiado reemplazar el calzado deportivo de manera periódica (sobre todo, si tiene un desgaste irregular) y no es recomendable usar un calzado de tacón alto excesivamente.
  • Asegúrate de colocarte el equipo de protección durante actividades deportivas: Si ejerces una actividad física (especialmente, si es de alto riesgo), resulta vital utilizar un equipo de protección que resguarde la zona para prevenir una fractura en caso de recibir golpes directos. Para eludir las roturas de los huesos del hombro, es útil emplear hombreras ajustables o vendajes de compresión.
  • Conduce con precaución y no olvides utilizar el cinturón de seguridad: Los accidentes de tráfico elevan los peligros de padecer una fractura en el hombro o en cualquier otra zona del cuerpo, por ello, es apropiado conducir con mucho cuidado y usar el cinturón de seguridad en todo momento.
  • No practiques hábitos perjudiciales para tu salud: Si fumas o bebes alcohol con frecuencia, te aconsejamos dejar de hacerlo para proteger tu bienestar. Valorando que, el tabaco estimula la manifestación de la osteoporosis y el alcohol provoca la pérdida de hueso, además de que genera desorientación y así, tiende a producir caídas o accidentes de tráfico.
  • Prevén las caídas en tu hogar despejando el suelo: Es esencial mantener el piso de tu casa completamente despejado y acondicionado para caminar sin riesgos a tropezarse o sufrir accidentes domésticos. Para esto, lo más elemental consiste en conservarlo libre de desorden, retirar los cables sueltos, recoger las alfombras deslizantes, dejar los muebles u objetos decorativos en su sitio habitual y evitar limpiar el piso usando cera resbaladiza.
  • En la cocina, se sugiere tener alfombras antideslizantes en el área (sobre todo cerca del fregadero) para prevenir deslices súbitos. Adicional a ello, es valioso mantener el piso completamente limpio sin derrames de líquido o comida que puedan causar una caída (tanto en la cocina como en cualquier otra parte de la casa).
  • En los baños, puedes colocar alfombras de goma que sea antideslizantes  para eludir los impactos que afecten el hombro y/o usar zapatillas de baño con suelas que eviten deslizamientos sobre superficies mojadas. Asimismo, se aconseja disponer de barras en las paredes del baño para sujetarse fácilmente y en caso de que, una persona no puede mantenerse de pie con total seguridad, es apropiado que emplee una silla plástica con respaldo dentro de la ducha.
  • En las escaleras, considera apoyarte de los pasamanos siempre que bajes o subas gradas porque esto permite evitar las caídas en ellas. Por otro lado, si cuentas con escaleras en tu casa, puedes instalar barandas a cado lado para así implementar dicha recomendación. Inclusive, es apropiado pegar una cinta adhesiva brillante en los escalones para diferenciarlos fácilmente y mantener el área bien iluminada con el establecimiento de interruptores de luz allí.

Referencias

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