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Calambres musculares

Tanto los adultos mayores y de mediana edad como también los jóvenes, pueden ser afectados por los espasmos musculares. Los cuales, normalmente, se generan en diferentes partes del cuerpo y tienden a producir un molesto dolor que puede prevalecer por un tiempo prolongado y alterar las actividades regulares de los pacientes.

Por consiguiente, resulta esencial que las personas conozcan más de cerca en qué consisten los espasmos involuntarios en las musculaturas del cuerpo y cuáles son los diferentes tipos que se distinguen. Adicionalmente, es apropiado saber todas y cada una de las causas de este padecimiento, así como también sus síntomas, los tratamientos recomendados y los métodos de prevención para dichas contracciones.

¿Qué son los calambres musculares o espasmos involuntarios?

Básicamente, los calambres o espasmos musculares se definen como contracturas que se generan en un músculo o un grupo de ellos y no permite su relajación. De tal forma, se caracterizan por ser una contracción repentina, involuntaria y brusca que imposibilita el uso del músculo afectado de manera temporal y puede prologarse durante varios minutos (incluso, hasta más de 15).

En ese sentido, cuando se presenta un calambre muscular, automáticamente, el o los músculos que han sido afectados se endurecen y se abultan, hasta producir una gran molestia que es traducida en dolor e hinchazón en la zona afligida. Sin embargo, aunque es un padecimiento doloroso, lo cierto es que no se considera grave.

En la mayoría de los casos, esta clase de espasmos suelen afectar a tres grupos musculares diferentes, los cuales son:

  • Los cuádriceps o la parte delantera del muslo
  • Los isquiotibiales o la parte posterior del muslo
  • Las pantorrillas

No obstante, es preciso acotar que, las contracciones musculares pueden presentarse en cualquier músculo del cuerpo, mientras este se encuentre contraído y no sea capaz de distenderse.

¿Cuáles son los tipos más comunes de calambres musculares?

En vista de que, los calambres súbitos pueden generarse en ciertos momentos o en algunas musculaturas específicas, existen varios tipos de espasmos musculares que los pacientes se interesan por conocer para así saber cual es su afección de manera determinada.

Como consecuencia, a continuación, destacamos en qué consiste los calambres dependiendo del momento en el cual se propicien y según el tipo de músculo debilitado:

Según el momento del calambre

Para nadie es un secreto que, el motivo más básico por el cual aparecen los calambres en los músculos, es a causa del ejercicio. Por ende, una de las principales clasificaciones de este tipo de espasmos, se basan en el momento en el cual se produce la dolencia. Ya sea, mientras el paciente efectúa alguna actividad física o después de que hace ejercicios:

  • Espasmos durante el ejercicio: Es posible que, al momento de ejercitarse, el individuo afectado realice algún esfuerzo excesivo por incrementar la intensidad de su actividad o haga algún movimiento brusco que, como consecuencia, origine el acumulamiento de desechos metabólicos dentro de la fibra muscular. Lo cual, automáticamente, inicia la contracción involuntaria en el área alterada.
  • Espasmos después del ejercicio: Si, una vez la persona se ejercita, hace el estiramiento de forma incorrecta, el cuerpo termina deshidratado o acumula mucha sudoración después de concluir la actividad física, la fibra del músculo se verá afectada y esto, también será otro causante del espasmo.

Según el tipo de musculatura afectada

Esta clasificación propone que las contracciones en los músculos también tienden a ser generadas por el tipo de musculatura que recibe el trauma temporal. En tal caso, los tipos de calambres musculares que existen dependiendo de la clase de musculatura perjudicada, hacen referencia a:

  • Calambres nocturnos: Son los espasmos más frecuente y, principalmente, se destacan por aparecer durante la noche. Estos, se presentan cuando el organismo del paciente cuenta con bajos niveles de magnesio (hipomagnesemia) u otros minerales que dan lugar a la debilidad muscular. Sumado a ello, los calambres nocturnos también son ocasionados por deshidratación y por la disminución del flujo sanguíneo en los músculos.
  • Calambres de músculo liso: En este caso, son los espasmos que afectan a las mujeres antes o durante su ciclo menstrual. Ya que, el período tiende a afectar el músculo liso que es un tejido muscular localizado en los órganos de la cavidad abdominal y pélvica. Así, es un tipo de espasmos que conlleva a las contracciones sintomáticas.
  • Calambres músculo-esquelético: Corresponde a un espasmo intenso y doloroso que afecta a los muslos, las pantorrillas y los arcos de los pies, después de un período de actividad física. Lo que significa que, estos calambres están asociados con la actividad extenuante y agotadora. Así, se caracterizan por presentarse inmediatamente después de que el paciente se ha ejercitado.

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¿Cuáles son las causas de los espasmos musculares involuntarios?

Si bien es cierto, este tipo de calambres súbitos y temporales se producen cuando las musculaturas están sobrecargadas o lesionadas. No obstante, más allá de conocer esto, la mayoría de las personas se interesan por saber cuáles son las razones o principios por los cuales se suscitan dichos espasmos en un individuo.

Por ello, a continuación, listamos las causas más relevantes:

  • Uno de los principales móviles para que se generen los espasmos en los músculos, sin duda, es la deshidratación o el hecho de realizar alguna actividad física sin haber ingerido el líquido requerido por el organismo.
  • Cuando las musculaturas tienen poca irrigación de la sangre u obtienen un suministro de sangre inadecuado, también se producen los calambres.
  • Los bajos niveles de minerales como el magnesio, calcio y potasio, son una fuente de las contracciones involuntarias en estas zonas del cuerpo.
  • El estrés y la ansiedad también producen espasmos temporales, especialmente, en la parte del cuello.
  • Por la reacción a determinados fármacos o medicamentos, muchas personas padecen de esta dolencia en algún músculo.
  • Otro factor de riesgo radica en algunas condiciones como el embarazo, los procesos de diálisis y ciertos trastornos nerviosos, tiroideos o hepáticos.
  • El tabaquismo tiende a generar este tipo de calambres, ya que el cigarrillo contribuye al daño directo de los músculos (sobre todo los que se localizan las piernas).
  • La mala alimentación o algunas carencias alimenticias, también son factores asociados a la producción de espasmos musculares.
  • Si existe algún traumatismo en un nervio conectado a un músculo, es probable que aparezcan los calambres involuntarios de manera constante.

Principales signos y síntomas asociados a los calambres musculares

Principales signos y síntomas asociados a los calambres musculares

Siempre que hay un espasmo muscular, se exteriorizan una serie de señales o indicios que alteran el organismo para poner en manifiesto la dolencia generada por estas contracciones, naturalmente.  Por medio de ello, el paciente podrá reconocer lo que está padeciendo y tener una mejor percepción acerca del estado patológico en el cual ha entrado.

Resulta esencial saber cuáles son los síntomas que se presentan cuando hay espasmos en los músculos y aquí, puntualizamos cada uno de ellos:

  • Contorsión y endurecimiento en el o los músculos afligidos por el calambre, de forma súbita e incontrolable.
  • Enrojecimiento,  hinchazón y cambios en la piel en la zona afectada. Inclusive, es posible que aparezca un busco de tejido muscular debajo de la piel.
  • Un dolor repentino y agudo en la musculatura que puede prolongarse por varios minutos (en los peores casos, 15 minutos o más).
  • Gran sensibilidad en el músculo que ha sufrido el trauma a causa del espasmo, durante las 24 horas posteriores.
  • Dificultad para mover, con normalidad, el área en donde se encuentra el músculo contraído. Ya sea el pie, la pierna, el cuello, la mano, etc.

¿Cómo aliviar el dolor y mejorar los síntomas por calambres musculares?

Los individuos que padecen de calambres en sus músculos, pueden recurrir a ciertas terapias, tratamientos, suplementos alimenticios y fármacos indicados para actuar frente al intenso dolor que generan estos espasmos involuntarios.

Dado que, la medicina alternativa, garantiza diferentes técnicas que ayudan a aliviar la molestia de manera efectiva y aquí, destacamos cuáles son cada una de ellas:

Terapias alternativas y complementarias

Existen diversas terapias o técnicas terapéuticas que permiten minimizar los síntomas asociados al dolor muscular producido por los calambres y estas, son las siguientes:

  • Terapia de compresión: Es una terapia médica que usa un dispositivo elástico para ejercer una presión controlada sobre ciertas áreas del cuerpo que requieren un mayor flujo sanguíneo para funcionar de forma correcta. Así, los pacientes que sufren de contracciones musculares en sus extremidades o en cualquier otra zona del cuerpo, podrán recurrir rodilleras, coderas, tobilleras o musleras de compresión que aprieta las paredes de las venas para atenuar o prevenir los síntomas causados por estos espasmos.
  • Terapia de masaje: Los masajes con fines terapéuticos también son efectivos para disminuir el dolor y la rigidez que se presenta durante y después de los calambres en las musculaturas. Aparte de ello, se caracterizan por ser ideales para mejorar la circulación en cualquier parte del cuerpo. En este caso, simplemente se debe sobar y frotar el área afectada para relajarla y aliviar la dolencia.
  • Terapia de acupresión: Consiste en un tratamiento creado por la medicina tradicional china que se enfoca en estimular diversos puntos del cuerpo humano ejerciendo una presión en algunas zonas, con la ayuda de los dedos o codos del experto. De este modo, al desencadenar una respuesta curativa por medio de la planta de los pies, las palmas de las manos y el pabellón articular, logra calmar el dolor en los pacientes perjudicados por contracciones involuntarias.
  • Termoterapia: Sin lugar a duda, el calor es un gran aliado para moderar el dolor que genera un calambre muscular y por ello, se recomienda recurrir a la termoterapia que aplica una temperatura superior a la del propio cuerpo. Así, naturalmente, logra proporcionar un efecto analgésico, antinflamatorio, sedante y relajante en la persona afectada, ya sea de modo sólido, gaseoso o semilíquido.
  • Remedios naturales con uso de plantas: Los remedios naturales también se distinguen como una óptima terapia complementaria para contrarrestar los síntomas de los espasmos en los músculos. Puesto que, tienden desinflamar ciertas partes del cuerpo, favorecen la circulación sanguínea y aliviar las dolencias. En este caso, es recomendable hacer infusiones de cola de caballo, diente de león, romeo, castaño de indias, etc.
  • Meditación y relajación: Puedes meditar para conseguir un estado de relajación que te permita ser más consciente de lo que ocurre en tu organismo, al igual que comprender tus dolencias y aprender a controlarlas. De ese modo, será más sencillo encontrar el alivio necesario cuando se generan espasmos musculares. Tomando en cuenta que, estas técnicas de relajación también permiten liberar tensión y descargar la ansiedad.
  • Aromaterapia: Algunos aceites esenciales como la lavanda, el tomillo, el hinojo y la cayena, permiten calmar el dolor generado por los espasmos, al igual que obtener un alto nivel de relajación por medio de sus aromas. Así, a partir de ellos, podrás implementar la aromaterapia que surge como medicina alternativa basada en el uso de materiales aromáticos para conseguir un excelente bienestar físico y psicológico que renuncie a cualquier molestia.
  • Acupuntura: Con la inserción de agujas finas en el cuerpo humano, la acupuntura tiene la capacidad de mejorar los síntomas propios de los calambres en las musculaturas. Ya que, siguiendo diversas claves de la medicina tradicional china al puyar algunas zonas especificas del cuerpo, dicha terapia logra aumentar la circulación de la sangre para atenuar las dolencias que aparecen en los músculos a causa de estas contracciones súbitas.
  • Hábitos de vida saludable: Si implementas ciertos hábitos saludables en tu día a día, también será muy sencillo mejorar los síntomas de las contracciones musculares y calmar el dolor adquirido a causa de ellas. Entre dichas prácticas, encontramos: Tomar agua y mantenerse hidratado siempre, ingerir alimentos sanos y que sean ricos en minerales (como magnesio y potasio), evitar el sedentarismo, hacer ejercicio sin excederse ni abrumar los músculos, estirarse antes y después de realizar cualquier actividad física, etc.

Suplementos alimenticios

Los suplementos dietéticos o suplementos alimenticios son todos aquellos productos elaborados para complementar una alimentación sana y saludable, dado que, contienen óptimas cantidades de vitaminas, minerales, enzimas, ácidos grasos y aminoácidos entre sus ingredientes. Por lo cual, logran aportar nutrientes al organismo para así proveer una sensación de bienestar a la hora de seguir un determinado tratamiento.

En consecuencia, a pesar de que no pueden ser usados como sustitutos de los alimentos convencionales, lo cierto es que resultan primordiales para integrar los hábitos de vida saludable. Así, muchos de ellos son indicados para atenuar los síntomas generados por los calambres en los músculos e incluso, evitar que estos espasmos se presenten en los pacientes.

En tal caso, se recomienda recurrir a los siguientes suplementos alimentarios para poder alcanzar el alivio de dicha dolencia:

  • Magnesio: En vista de que, una de las principales causas de estas contracciones radica en los bajos niveles de magnesio en el organismo, es ideal ingerir comidas que aporten dicho nutriente. El cual, ayuda  reducir y prevenir los dolores o molestias producidas durante un calambre muscular. Por si fuera poco, también tiene la capacidad de disminuir la ansiedad y el estrés que tienden a empeorar el padecimiento en cuestión. Algunos alimentos ricos en magnesio son: espinacas, aguacate, garbanzos, lentejas, quinoa, pan integral, frutos secos, chocolate negro, etc.
  • Omega 3: El omega 3 se define como un aceite esencial que produce un efecto antiinflamatorio en el cuerpo y fortalece los vasos sanguíneos, por lo que permite obtener un gran alivio cuando se generan los calambres en cualquier musculatura del cuerpo. Aparte de ello, este suplemento aporta mucha energía al organismo, mejora el corazón, los pulmones, el sistema endocrino y el sistema inmunitario. Puedes encontrarlo en: pescado, leche, huevos, yogur, avena, nueces, aceite de oliva, etc.
  • Potasio: Se trata de un mineral esencial en el organismo para que esté funcione de manera correcta, ya que logra establecer el equilibrio hídrico y ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Gracias a ello, así como previene los calambres en los músculos, también logra disminuir el dolor generado por esta afección en los pacientes. Gracias a sus beneficios, la OMS recomienda consumir 3.510 gramos de potasio todos los días. Este suplemento alimenticio, lo obtienes a través de: plátano, papaya, kiwi, brócoli, espinacas, tomate, carnes y pescados, lácteos (leche y yogur), etc.
  • Calcio:  Este se considera un mineral completamente importante porque interviene en diversas reacciones enzimáticas, al igual que en la regulación de la contracción muscular y la mineralización de los huesos. Por ello, resulta esencial para asegurar un óptimo funcionamiento de los nervios, los músculos y los huesos de las personas. Con lo cual, mejora los síntomas propios de los espasmos musculares y garantiza una buena circulación de la sangre a través de los vasos de todo el cuerpo. Para consumir calcio, puedes ingerir alimentos tales como: queso, leche, yogur, brócoli, repollo chino, mariscos, frutos secos (avellanas o almendras), higo seco, frambuesa, naranja, etc.
  • Vitamina B1: Consiste en un suplemento alimenticio que se utiliza, principalmente, para tratar la carencia de magnesio en el organismo de los individuos y a causa de esto, tiende a minimizar las molestias producidas por las contracciones en los músculos. Además, optimiza el funcionamiento del cerebro, mejora el sistema nervioso y aporta gran energía. Entre los principales alimentos que aportan la vitamina B1, se encuentran: atún, trucha, huevos, guisantes, legumbres, semillas, nueces, germen de trigo, arroz, etc.

Medicamentos

En muchos casos, los espasmos musculares desaparecen por sí solos en poco tiempo y bajo esta condición, no se califican como un grave problema de salud. Sin embargo, cuando el dolor generado por dicha afección resulta muy intenso y prolongado, es indicado visitar a un médico especializado.

Sobre todo, si existen alguno de los siguientes incidentes: El calambre permanece por mucho tiempo, no mejora con estiramientos o hidratación, ocurre de forma constante, es severo, produce debilidad muscular, está acompañado de enrojecimiento, inflamación o sensación de calor.

Así, el profesional capacitado podrá examinarte de forma personalizada, evaluar los diferentes factores que intervienen a la hora de presentarse estos espasmos (antecedentes, edad, estado de salud, tipo de calambre, tolerancia a los medicamentes, etc.) y en base a ello, determinará cual es el tratamiento que necesitas. Razón por la cual, no se recomienda automedicarse porque los efectos secundarios podrían resultar graves (náuseas, diarrea, intoxicación, gastritis, somnolencia, adicción, dependencia, paros cardíacos, etc.).

¿Qué métodos de prevención para los espasmos musculares son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para los espasmos musculares son los más efectivos?

Afortunadamente, es posible evitar los calambres en los músculos, sin importar las diferentes causas por las cuales puedan aparecer estas contracciones. Dado que, con ciertos hábitos, el organismo obtendrá la capacidad de prevenir esta dolencia que suele intervenir de manera negativa en el día a día de los pacientes.

Por eso, para finalizar, queremos darte a conocer cuáles son los métodos de prevención más efectivos para expeler los calambres de tus musculaturas:

  • Haz ejercicio con regularidad: Si incorporas la actividad física en tu rutina diaria, de forma progresiva y sin sobrecargar los músculos, tendrás menos probabilidades de sufrir de espasmos musculares. Para ello, puedes iniciar con trayectos cortos y, gradualmente, incrementar la intensidad y el tiempo del ejercicio para evitar excederse.
  • Realiza un calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física: Con el fin de que los músculos no se lesionan ni haya contracturas, es fundamental hacer un calentamiento adecuado antes de realizar cualquier ejercicio. Así, se reduce el riesgo de daño en las fibras musculares y esto, evita los espasmos súbitos.
  • Aprende a estirar tus músculos: Por naturaleza, los ejercicios de estiramiento muscular ayudan a prevenir las contracturas en dichas zonas del cuerpo. En este caso, debes centrarte en lograr un movimiento constante y un esfuerzo ideal a través de los estiramientos, sin necesidad de tratar de llevar los músculos al límite. Cabe destacar que, es apropiado incluir los estiramientos en tu día a día (no solamente cuando haces ejercicio).
  • Mantén hidratado tu cuerpo: Con ello, podrás evitar cualquier grado de deshidratación que es una de las causas más notables de los espasmos musculares. Por ende, toma la cantidad de agua recomendada al día (2.7 litros para las mujeres y 3.7 litros para los hombres).
  • Sigue una dieta sana y equilibrada: Es relevante consumir alimentos saludables aunados con ciertos suplementos dietéticos ricos en minerales y vitaminas que ayuden al cuerpo a obstaculizar la aparición de las contracciones en los músculos. Ya que, aportan un correcto funcionamiento al organismo y así, evitan el endurecimiento de estas zonas de forma involuntaria.
  • Práctica métodos de relajación: También puedes recurrir al yoga, la meditación y otras técnicas de relajación para reducir la ansiedad y el estrés que, de cierta manera, propician los espasmos en los músculos. Mientras realices dichas practicas, es importante que inhales y exhales suavemente para proporcionarle un estado de calma al organismo en general y con ello, mitigar cualquier tensión presente en los músculos, la espalda y en las cervicales.

Referencias

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