- Definición: ¿Qué son las lesiones deportivas?
- ¿Qué tipos de lesiones deportivas podemos sufrir?
- Mejores productos para lesiones deportivas
- ¿Cuáles son las causas más frecuentes de las lesiones deportivas?
- ¿Cuáles son los tipos de lesiones deportivas más comunes según cada deporte?
- F.A.Q: Preguntas frecuentes
En toda actividad deportiva hay un riesgo potencial de sufrir una lesión, ya sea en los músculos, huesos o tendones. Incluso en deportes considerados de bajo impacto como el golf, es probable que haya desgarros, contracturas y esguinces. ¿Sabes qué hacer en caso de una torcedura? Conoce qué pasos debes dar en los primeros minutos de una lesión.
En este artículo aprenderás qué tipo de lesiones puedes tener al practicar deporte, puesto que las molestias musculares, tendinosas y articulares son más frecuentes de lo que crees. Sabrás las causas más comunes por las que aparece una dolencia deportiva y te detallaremos las molestias por disciplina deportiva.
Definición: ¿Qué son las lesiones deportivas?
Una lesión deportiva es toda herida que surge, bien sea por un traumatismo, a consecuencia de un ejercicio mal realizado o un entrenamiento extremo, incluso por un desgaste en los tejidos blandos a través de los años de práctica de algún deporte en concreto. La mayoría de estas lesiones se generan en los entrenamientos, así que es importante tomar todas las medidas preventivas posibles para evitarlas.
¿Qué tipos de lesiones deportivas podemos sufrir?
Hay varias formas de clasificar las lesiones deportivas, pero las más utilizadas son según el tejido lesionado, y según su gravedad. A continuación te explicamos cada una de estas clasificaciones a detalle.
Clasificación según el tejido afectado:
Más de un 60% de las lesiones deportivas son producidas en los tejidos blandos, producto de la alta tensión que los músculos, articulaciones, ligamentos y tendones reciben en los entrenamientos y las competiciones. La mejor forma de prevenirlas es tomando en cuenta el calentamiento muscular, una buena hidratación y nutrición, un buen enfriamiento y una correcta preparación física y mental que van a variar según la disciplina que desarrolles en tu vida.
Lesiones musculares
Los músculos son el principal motor del movimiento humano. Los golpes directos, movimientos repetitivos y bruscos, o la falta de preparación física adecuada, harán que no soporten las exigencias del deporte que realizas y sufran algunas de las lesiones que te mostramos a continuación:
- Calambres: es una forma coloquial de llamar a las contracturas musculares leves, apenas duran algunos segundos hasta que las fibras se relajan y vuelven a su forma habitual. No es una lesión que vaya a afectar tu rendimiento por más de un día, pero si son un aviso de que el músculo está llegando a su límite y necesita descanso.
- Contracturas: es una molestia que surge por la sobrecarga de trabajo muscular, se trata de la imposibilidad de las fibras para relajarse. Cuando ocurre, estas permanecen tensas durante varios minutos y hasta horas. A este nivel hay dolor y dificultad para mover la extremidad afectada.
- Contusiones: son los golpes sobre los músculos que ocasionan varias reacciones según su intensidad: desde hematomas, hasta dolor e inflamación. Son frecuentes en los deportes de contacto como el boxeo y el karate. Al ser una lesión de tejidos blandos, el abordaje es a través del método PRICE que también aprenderás en este artículo.
- Distensiones: se trata de un estiramiento brusco y en extremo de las fibras musculares. También se conoce como elongación, cuando excede la capacidad muscular para estirarse. Cuando ocurre se siente un dolor punzante en el músculo afectado que por lo general obliga a detener la actividad deportiva.
- Roturas y desgarros: se usan para describir cuando las fibras de un músculo que se rompen por la sobrecarga de tensión o movimientos bruscos. El dolor se vuelve más intenso y es más compleja la recuperación total porque en los casos más graves hace falta cirugía.
- Rotura total: es cuando el músculo se rompe completamente y hace imposible mover la extremidad afectada. En la lesión anterior la rotura es parcial, quizás mínima, pero en una rotura total las fibras musculares no pueden regenerarse por sí solas y mediante artroscopia se deben reparar suturándolas para que inicien el proceso de regeneración de forma natural.
Lesiones tendinosas
El trabajo de los tendones es mantener aferrados los músculos a los huesos, siendo de gran importancia para darle estabilidad a las articulaciones. Aunque son tejidos blandos, son bastante resistentes y logran transmitir perfectamente la fuerza que generan los músculos hacia la estructura ósea.
- Entesitis: hablamos de una lesión puntual en la unión del tendón con los huesos. Los procesos inflamatorios hacen que haya un cambio patológico en esta unión fibrocartilaginosa hasta causar dolor intenso.
- Tendinitis: es la irritación e inflamación de las fibras tendinosas debido a que se excede su capacidad natural de elasticidad. Ante una tendinitis, el reposo y la paciencia serán claves porque si se vuelve algo reincidente, será más difícil que el tejido se regenere del todo y cada vez se necesitará estar más tiempo de baja.
- Rotura parcial: es cuando las fibras de un tendón se fracturan sin llegar a romperse por completo, lo que generalmente es ocasionado por un esguince de la articulación o simplemente por un fuerte golpe directo en el cordón. Las roturas más comunes suelen padecerse en tobillos, codos y rodillas.
- Rotura total: Cuando se presenta una rotura completa del tendón, solo una cirugía podrá reparar el daño y el regreso a la actividad física será lento, después de sesiones de fisioterapia. Es una lesión anidada a la experiencia del deportista, ya que son las personas de mayor edad las que suelen tener este tejido más debilitado.
- Luxaciones: si el tendón se mueve de su sitio habitual, entonces ocurre una luxación tendinosa que requiere una recuperación basada en descanso y fármacos. De las lesiones de tendón, esta es la menos frecuente a menos que haya una luxación ósea.
Lesiones articulares
Las articulaciones son esenciales para cualquier deportista, cada disciplina exige a una u otra en mayor o menor medida. Por esto es bastante común que la gran mayoría de lesiones graves se den en ellas a pesar de que por lo general son bastante fiables en cuanto a resistencia.
- Bursitis: las bursas son unas pequeñas bolsas que amortiguan el roce y los golpes en las articulaciones. Estás están rellenas de líquido, pero cuando se irritan, el organismo produce más del que pueden soportar, generando una inflamación que causa dolor articular agudo.
- Sinovitis o inflamación de membrana: comienza con la inflamación de la membrana sinovial que cubre toda la articulación en busca de una mayor protección ante contusiones y fricciones. La membrana se inflama después de irritarse por malas posturas y fuertes movimientos.
- Daño en los cartílagos: lo que más suele pasar es una inflamación del cartílago, una deformación en su estructura y un desgaste por los años de ejercicio deportivo. A diferencia de otros tejidos, los cartílagos no tienen la posibilidad de regenerarse por sí solos, por lo que es importante cuidarlos.
Lesiones óseas
De todas las lesiones deportivas, las de tipo óseo son las más problemáticas por el dolor que ellas generan y el tiempo que demora para lograr una buena recuperación. Los huesos largos, como los de la pierna y el brazo, son los más propensos a sufrir daños en el área deportiva.
- Periostitis: es la inflamación del periostio, una membrana que recubre la estructura ósea y se lesiona por fuertes golpes e intensas contracciones musculares que ocasionan micro traumatismos. Un buen descanso suele ser suficiente para aliviar el malestar.
- Dislocaciones: los extremos de los huesos están unidos con otros huesos mediante las articulaciones. Si un hueso sale de su sitio hablamos de una luxación que puede ser parcial o total. Esto provoca un fuerte dolor localizado y la inflamación de los tejidos que lo rodean.
- Fisuras: se trata de una fractura pequeña en los huesos, como una o varias líneas visibles mediante Rayos X que confirman el daño. A menudo no hay dolor porque en realidad el hueso no sale de su sitio.
- Fracturas: estas pueden ser simples o múltiples, cuando hay varios pedazos sueltos en la parte interna que generan daños colaterales en los tejidos blandos. Si hay daño en los tendones y músculos, se procede a una cirugía, de lo contrario basta con inmovilizar la extremidad.
Clasificación según la gravedad:
El tipo de lesión según su gravedad va a estar ligada a otros indicadores como la intensidad del dolor, si se trata de una lesión abierta o si hay deformaciones en las articulaciones y extremidades a raíz de un traumatismo. Mira esta clasificación de las lesiones a las que puedes estar expuesto cuando practicas algún deporte.
Lesiones leves
Son las lesiones en los tejidos blandos que no necesitan una recuperación larga y que no altera durante más de unos días el funcionamiento muscular y el rendimiento del deportista.
Entre las más destacadas podemos mencionar:
- Calambres.
- Contracturas.
- Contusiones.
- Sobrecarga muscular.
- Esguinces de primer grado.
- Bursitis.
Lesiones graves o agudas
Estas son las lesiones que se presentan en el instante del ejercicio físico a causa de accidentes puntuales durante el entrenamiento o competición.
Entre las más comunes podemos resaltar las siguientes:
- Distensiones.
- Esguinces de segundo y tercer grado.
- Desgarros.
- Roturas de ligamentos.
- Fracturas óseas.
Lesiones crónicas
Se trata de las lesiones ocasionadas por el desgaste en los tejidos blandos debido a la práctica deportiva durante muchos años, o en su defecto, a factores genéticos que favorecen dicha degeneración. Si un deporte es de alta intensidad, esto aumenta la posibilidad de resultar lesionado de forma crónica.
Entre las más comunes tenemos:
- Fascitis plantar.
- Artrosis.
- Condropatías.
- Tendinitis.
- Degradación de cartílago.
Mejores productos para lesiones deportivas
Más vendidos
¿Cuáles son las causas más frecuentes de las lesiones deportivas?
Aunque no lo creas, el descuido y el exceso de confianza del deportista son factores que detonan las lesiones. Pensar que el cuerpo jamás sufrirá algún daño empuja al atleta a no preparar su cuerpo adecuadamente y sufrir lesiones más de lo habitual.
- Falta de calentamiento: antes del entrenamiento intenso, el cuerpo debe estar preparado para asumir la intensidad del ejercicio físico. Consiste en dar movilidad a las articulaciones y facilitar la flexibilidad y elasticidad de músculos, tendones y ligamentos, todos componentes importantes en el rendimiento del atleta. Cuando no calentamos el cuerpo, aumenta la probabilidad de tener calambres, contracturas y fatiga en las fibras musculares hasta que ceden, se inflaman e irritan, haciendo que sean más sensibles a padecer lesiones.
- Omitir el enfriamiento: un correcto enfriamiento consiste en ejercicios de baja intensidad que ayudan al organismo a regular sus signos vitales. La presión arterial y el ritmo cardíaco deben volver a su estado de calma. Los músculos deben relajarse por completo y favorecer la recuperación de sus células tras el desgaste del entrenamiento. Solo un buen deportista sabe la importancia de preparar su cuerpo y dejarlo listo para futuros entrenamientos. Esto evita molestias musculares, entumecimientos y lesiones a causa de los desgaste del ejercicio.
- Sobrecarga física: exigirle de más al cuerpo es un error. Siempre que entrenes deberás cumplir con un esquema de entrenamiento ajustado a tus capacidades y al logro de metas puntuales. Una sobrecarga de tensión muscular solo hará que los tejidos se fatiguen y toda la presión deportiva recaiga en las articulaciones y en los huesos, lo que se traduce en esguinces, luxaciones y fracturas. ¿Cómo detectar una sobrecarga? Sentirás cansancio acumulado, los tejidos se encuentran tensos aunque estés en reposo y que te cuesta recuperarte del estrés muscular.
- Falta de descanso: el cuerpo necesita regenerar las células y tejidos dañados. Estos se regeneran a su ritmo y no debemos forzarlos, aunque con terapias no invasivas podemos ayudar al organismo a recuperarse mejor. Cuando se trata de lesiones leves, el reposo puede durar hasta 72 horas con ayuda del método PRICE. Pero cuando excede de ese lapso de tiempo, es importante contar con la orientación de un traumatólogo y médico deportivo.
- Uso de equipamiento inadecuado: Muchas de las lesiones deportivas se originan por el uso de un calzado en mal estado, que no sea de la talla del atleta y que no sea el tipo de calzado correcto para la disciplina que se practica. En los deportes de fuerza, como la halterofilia, emplear un cinturón que no sujete bien la zona lumbar hará que los músculos de la espalda baja sufran más. Como ves, cada deporte tiene un tipo de equipamiento que cumplen con un estándar y normas establecidas. Ten claro que el equipo que usas en los entrenamientos es el mismo que debes usar en las competiciones.
- Ignorar tu cuerpo: Antes de una lesión crónica, siempre habrá una lesión leve que advierta al deportista que algo no va bien con su cuerpo. Cuando no se atiende a la molestia inicial, entonces el cuerpo responde con una lesión mayor. Un 90% de los deportistas ha sufrido lesiones alguna vez en su vida, así que debes prevenir todas las lesiones y sus reincidencias, porque una lesión leve mal curada puede convertirse en crónica.
- Malas técnicas: no contar con una buena técnica, aumenta las probabilidades de que el cuerpo se lesiona porque la fuerza transmitida estira de más los músculos, tuerce indebidamente las articulaciones y hace que los huesos tengan una mayor carga de trabajo para mantener la estabilidad. Siempre debes practicar bajo un esquema de trabajo razonable, enfocado en tus necesidades y con rutinas específicas que desarrollen cada parte del cuerpo.
- Hidratación y nutrición inadecuadas: no cumplir con una dieta que te permita ingerir las calorías necesarias para la práctica deportiva tanto en macronutrientes como en micronutrientes que tu cuerpo requiere, hará que articulaciones y tejidos blandos no estén en capacidad de realizar un entrenamiento o actividad física exigente. De igual forma ocurre con la hidratación, el agua permite que los nutrientes se absorban mejor a través del torrente sanguíneo, mejorando su salud.
¿Cuáles son los tipos de lesiones deportivas más comunes según cada deporte?
Sea cual sea el deporte que realizas, ya sea una disciplina de resistencia, de fuerza o de explosividad, las lesiones musculares, tendinosas y de ligamentos son las más comunes. Pero según el tipo de esfuerzo, las lesiones en esos tejidos se originan en distintas partes del cuerpo.
Lesiones deportivas en el bádminton
Como en todo deporte de raqueta, las lesiones se concentran en las extremidades. El bádminton es el deporte más rápido de su estilo pues el volante puede viajar a más de 300 km/h y para eso se requiere de una fuerza increíble en el golpe.
- Lesiones de hombro en el bádminton: Las tendinitis y las bursitis son las lesiones más frecuentes en la articulación del hombro, que es la que tiene mayor movilidad. Se generan por los movimientos repetitivos del golpe de raqueta y empeora cuando se tiene una mala técnica de bádminton.
- Lesiones de rodilla en el bádminton: Las más comunes son la lesión de meniscos y la rotura del ligamento cruzado anterior. Ambas se originan por la dinámica de arrancadas, paradas y cambios bruscos de dirección. El desgaste muscular aumenta las probabilidades de estas dolencias.
- Lesiones de tobillo en el bádminton: Los tobillos reciben toda la carga corporal, por eso las lesiones más comunes son la tendinitis aquilea y la bursitis debido a los constantes roces entre los componentes internos de la articulación.
Lesiones deportivas en el baloncesto
Este deporte es de alta exigencia física en las extremidades inferiores, a esto se debe que más de la mitad de las dolencias se concentren en las piernas, ya sea en tobillos, pies o gemelos. Además, debido al gran peso y estatura de los jugadores de baloncesto, las articulaciones están más expuestas a sufrir percances.
- Lesiones de pie, tobillo y piernas en el baloncesto: Las contracturas musculares, las tendinitis y la fascitis plantar son los males propios en este deporte. Los constantes saltos, pivotes, arrancadas y paradas hacen que haya un desgaste severo en las piernas hasta que colapsan.
- Lesiones de rodilla en el baloncesto: El desgaste en los cartílagos es un mal de todo deportista veterano. Aunque se tomen las previsiones necesarias, siempre habrá molestias en la articulación por lesiones de cartílagos e inflamación de los meniscos.
- Lesiones de manos y muñecas en el baloncesto: Aunque en un bajo porcentaje, hay lesiones en manos, dedos y muñecas producto del manejo inadecuado del balón. Recibir un pase a gran velocidad desgasta los ligamentos y tendones de ambas partes del cuerpo hasta provocar fisuras o esguinces en los dedos.
Lesiones deportivas en el boxeo y deportes de contacto
La mayoría de las lesiones se deben al constante golpe del boxeador contra su rival. Es importante que el boxeador sea consciente de su técnica para evitar dolencias.
- Lesiones de hombro en el boxeo: El manguito rotador es el grupo muscular más afectado, en especial el músculo supraespinoso. La repetición es clave para entender cómo lograr un golpe que sea efectivo y no altere el funcionamiento articular.
- Lesiones de cuello, cabeza y cara en el boxeo: Los fuertes golpes en la cabeza generan distintos males en la columna cervical como desplazamientos de discos. Además las contusiones y cortes de piel son frecuentes. Por eso el boxeador protege su rostro en primer lugar.
- Lesiones de manos y muñecas en el boxeo: La fuerza de un golpe directo en el boxeo supera los 700 kilos de presión. Y aunque la intención es dañar al adversario, las manos y muñecas también se lesionan y presentan hasta fisuras óseas.
Lesiones deportivas en el ciclismo
Las dolencias en el ciclismo son silenciosas hasta que tienen un cierto grado de avance. Es recomendable que el ciclista preste atención a molestias en las piernas, en la zona lumbar y en los hombros, además, si eres un ciclista novel, el dolor producido por la posición encima de la bicicleta serán habituales.
- Lesiones de hombro y muñecas en el ciclismo: Cualquier parte del hombro se va a inflamar si el peso corporal no está equilibrado, por eso se debe revisar la altura del sillín. En las muñecas las molestias se originan por la fuerza del agarre en el manillar. Las caídas son la principal causa de lesiones graves de clavícula en el ciclismo.
- Lesiones de espalda y lumbares en el ciclismo: Las posiciones forzadas del ciclista hacen que los músculos de la espalda se contraigan en exceso. Debe haber una correcta nivelación entre el sillín y el manillar, el ajuste debe estar personalizado a la biomecánica del ciclista.
- Lesiones de rodilla y piernas en el ciclismo: La sobrecarga muscular sobre el bíceps femoral es la causa más frecuente de estos males. El constante movimiento de la rodilla también hace que los meniscos se desgasten. Es recomendable un buen calentamiento del cuerpo antes de pedalear y ejercicios de fortalecimiento complementarios.
Lesiones deportivas en el Crossfit y deportes de fuerza
Ninguna rutina en el Crossfit es la misma, todas tienen un propósito diferente aunque coinciden en desarrollar mayor fuerza y resistencia muscular. En el Crossfit el cambio en la intensidad deportiva es el detonante de las lesiones, además del cansancio acumulado tras varias sesiones de entrenamiento.
- Lesiones de hombro en el Crossfit: La alta exigencia hace que los tendones del hombro se tensen demasiado, especialmente los que conforman el manguito rotador. Debido a las constantes repeticiones y esfuerzos realizados por el hombro, los tendones se irritan y pueden llegar a romperse.
- Lesiones de espalda y lumbares en el Crossfit: Un 36% de las lesiones en el Crossfit ocurren en la espalda baja. Las contracturas musculares son comunes, así como el desplazamiento de los discos en la espalda por el levantamiento de grandes pesos con una técnica incorrecta.
- Lesiones de rodilla en el Crossfit: Una mala técnica y las flexiones excesivas hacen que los tendones de las rodillas se elonguen en exceso. Además, en los levantamientos olímpicos, las rodillas reciben todo el peso del cuerpo, por lo que un desbalance generará esguinces y luxaciones.
Lesiones deportivas en la escalada y deportes de montaña
Como en los demás deportes, para escalar montañas se requiere de un entrenamiento basado en el desarrollo de la fuerza y la técnica. Ya sea que solo salgas a pasear por la montaña o te interesa escalar grandes paredes de roca, nunca vas a estar al margen de una posible lesión.
- Lesiones de hombro en la escalada: Las distensiones musculares y luxaciones en el hombro son los males más recurrentes en el alpinismo, debido a que es común quedar con el cuerpo descolgado y estar sujetados solo por las manos mientras avanzamos o incluso que las piernas resbalen y los brazos tengan que soportar todo el cuerpo.
- Lesiones de manos, dedos y muñeca en la escalada: Las luxaciones y fracturas en manos y dedos siempre estarán en riesgo al escalar una montaña, bien sea por el peso del cuerpo cuando dependemos de los brazos o por caídas inesperadas.
- Lesiones de rodilla en la escalada: Producto de la fatiga muscular, las articulaciones no responden como debieran y sus tejidos blandos se inflaman. El mayor esfuerzo corporal ocurre en las piernas por lo que deben ser fuertes y resistentes.
Lesiones deportivas en el fútbol
El fútbol es considerado un deporte de alto impacto por la intensidad con la que juegan los deportistas. Como es obvio, la mayoría de las lesiones ocurren en las extremidades inferiores, ya sea en los tobillos, rodillas o gemelos.
- Lesiones de gemelo en el fútbol: Los gemelos son músculos que se encuentran en la parte posterior de cada pierna y la principal causa de lesión son las contracturas musculares o los fuertes golpes producidos durante el juego.
- Lesiones del pie en el fútbol: Las fracturas en los huesos metatarsianos siempre serán un riesgo para los futbolistas, más cuando no se tiene una buena técnica de golpeo del balón. Las pisadas del rival sobre el pie también ocasionan que las falanges se fracturen o fisuren.
- Lesiones de tobillo en el fútbol: Además de las torceduras clásicas, los esguinces de tobillo son males recurrentes debido a los cambios de direcciones mientras el pie permanece fijo al suelo. Además de las caídas sobre el pie que tuercen en exceso los ligamentos.
- Lesiones de cadera en el fútbol: Los tirones en la ingle afectan a los jugadores que corren desde el medio campo, realizan maniobras para evitar al rival o golpean el balón. La coordinación músculo-esquelética para lograr todo esto lleva a los jugadores al extremo produciendo la temida pubalgia.
- Lesiones de rodilla en el fútbol: La rotura del ligamento cruzado anterior es la lesión más temida por los futbolistas ya que los mantendrá alejados del terreno de juego varios meses. Pese a que haya una buena preparación física, las rodillas reciben toda la tensión en el campo.
- Lesiones de piernas en el fútbol: En general los deportistas deben cuidar que no haya fatiga muscular en la estructura muscular, deben preparar sus cuerpos antes del entrenamiento y durante los partidos. Un buen calentamiento y enfriamiento reducirán las probabilidades de lesiones.
Lesiones deportivas en la gimnasia deportiva y rítmica
Tanto en las extremidades superiores como inferiores, las sobrecargas musculares, los esguinces, las contracturas y daños en las articulaciones son bastante frecuentes en la gimnasia rítmica y deportiva debido a los fuertes impactos que sufren las articulaciones en esta disciplina deportiva.
- Lesiones de manos y muñecas en la gimnasia: En las manos lo que más suele ocurrir son torceduras leves y en los casos más severos se producen esguinces, esto es debido a que las muñecas tienen una movilidad limitada y la gimnasia las lleva al extremo.
- Lesiones de espalda en la gimnasia: Las contracturas musculares y las lumbalgias son las dolencias más recurrentes. Hay torsiones y posturas en la gimnasia que obligan al cuerpo a realizar movimientos inesperados e intensos llevando al límite a la columna vertebral.
- Lesiones de pies y tobillos en la gimnasia: Presentes en gran medida ante las caídas que sufren los gimnastas en los entrenamientos y en competiciones. Los entrenamientos harán que baje la posibilidad de lesiones, aunque la desconcentración en las rutinas inciden negativamente en el rendimiento.
Lesiones deportivas en el golf
Un 95% de las lesiones en el golf se originan por el Swing, es decir, en el golpe de la pelota de golf en busca de un hoyo en uno. Durante este movimiento se activan todos los músculos y articulaciones del cuerpo con una gran explosividad lo que puede originar diversas lesiones.
- Lesiones de hombro en el golf: El músculo subescapular es el que más se lesiona por el movimiento brusco del hombro en busca de una mayor fuerza con el palo. Las constantes repeticiones fatigan las fibras y ocasiones microroturas musculares.
- Lesiones de espalda y lumbares en el golf: Tener una mala postura y estar en un terreno irregular harán que la espalda sienta una mayor intensidad al momento del golpe. Si el golfista ejerce mayor fuerza la lesión será más severa.
- Lesiones de rodilla en el golf: Tener fijo el pie al suelo y ejercer una torsión intensa, hará que el ligamento lateral interno de la rodilla se inflame por la sobrecarga de esta tensión. Se debe tener en cuenta la técnica si se quiere golpear la pelota desde un terreno irregular.
- Lesiones de cadera en el golf: El giro de la cadera ayudará a los hombros a rotar correctamente el palo de golf y transmitir mayor fuerza en el golpe. Las dolores en la cadera son uno de los males que más atacan a los golfistas.
- Lesiones de manos y muñecas en el golf: La fuerte presión de las manos sobre el palo y el giro de las muñecas exigen demasiado a los tendones y ligamentos, por lo que una tendinitis es común en los golfistas, así como la rotura de los ligamentos.
- Lesiones de codo en el golf: La más conocida en el mundo es el "codo de golfista", que consiste en el daño de ligamentos, tendones y músculos en la parte interna del codo. Esto es debido al estiramiento de los tendones de codo de forma constante que se produce en el juego.
Lesiones deportivas en la halterofilia y deportes de gimnasio
La halterofilia es un deporte de extrema fuerza y máxima explosividad en sus movimientos, al igual que el Crossfit, las lesiones están ligadas a la sobrecarga de trabajo en las articulaciones y los distintos grupos musculares de los brazos y las piernas.
- Lesiones de codo en la halterofilia: Los ligeros desbalances del cuerpo mientras se se realizan los levantamientos hacen que los ligamentos y tendones en el codo se desplacen y cedan por el peso extremo. Esto deja como secuelas irritaciones, tendinitis y esguinces.
- Lesiones de rodilla en la halterofilia: Ellas soportan todo el peso corporal y de las barras de halterofilia, que pueden llegar a ser el doble de lo que puede pesar un atleta. Un ligero movimiento en falso hará que los meniscos se inflamen, las fracturas también son posibles.
- Lesiones de espalda en la halterofilia: La zona lumbar es susceptible a lesiones como contracturas musculares y desplazamientos de discos. Por eso es de uso obligatorio un cinturón de seguridad en los entrenamientos y competiciones de halterofilia y deportes de fuerza.
Lesiones deportivas en el rugby
Aunque por naturaleza es un deporte de contacto de alto impacto, las lesiones de mayor atención se generan por el desgaste de los músculos y tendones. El resto de lesiones se debe a traumatismos y caídas.
- Lesiones de cuello en el rugby: Los constantes golpes y movimientos bruscos hacen que los discos cervicales se desplacen hasta presionar los nervios. Es algo prácticamente inevitable en el rugby, y esto depende del jugador en tener cuidado con los traumatismos.
- Lesiones de rodilla en el rugby: El ligamento cruzado anterior y posterior de la rodilla se llevan la peor parte debido a la fuerza y tracción que las piernas realizan en un partido de rugby. Comienza con una inflamación y puede llegar a producir una rotura de ligamentos.
- Lesiones de hombro en el rugby: Son frecuentes las lesiones en la clavícula y las luxaciones por los placajes que se producen durante el juego. El rugby combina la intensidad del fútbol con la fuerza de la lucha.
Lesiones deportivas en el running
Los desgastes en las extremidades inferiores harán que un corredor tenga una gran variedad de lesiones crónicas, es decir, presentes por los años de entrenamiento y la cantidad de kilómetros que lleve en sus piernas.
- Lesiones de tobillo en el running: El tobillo permite tracción y estabilidad del cuerpo, en corredores de largas distancias, estos tendones son propensos a inflamarse y producir tendinitis. Además, una mala pisada deja como consecuencia esguinces en el tobillo.
- Lesiones del gemelo en el running: Los gemelos son músculos que soportan gran parte del peso del corredor y cuando no ha habido un buen calentamiento, pueden llegar a producirse tirones musculares y microroturas en sus fibras.
- Lesiones del pie en el running: Las ampollas en los pies son una realidad molesta que todo corredor ha sufrido en alguna ocasión, estas ampollas pueden llegar a sangrar. Además, la fascia de la planta del pie puede inflamarse ante el exceso de entrenamiento.
- Lesiones de cadera en el running: Cuando caminamos o corremos en terrenos irregulares, o tenemos una mala técnica de carrera, podemos padecer lesiones en la cadera debido a descompensaciones en nuestros movimientos repetitivos.
- Lesiones de rodilla en el running: Cuando los músculos en la rodilla se inflaman y se tensan ocasionan fricciones en la articulación hasta que las bursas y los tendones colapsan. Se conoce como “rodilla de corredor”.
- Lesiones de piernas en el running: En general cualquier músculo puede sufrir desgaste y fatiga por llevar muchos días de entrenamiento y poco descanso. Al estar el músculo fatigado, la carga de trabajo recae más sobre los ligamentos, huesos y tendones.
Lesiones deportivas en tenis
El tenis es un deporte muy popular entre aficionados, y en combinación con los movimientos repetitivos y falta de preparación física, las lesiones están presentes en extremidades superiores e inferiores si no hay un buen calentamiento físico.
- Lesiones de tobillo y pies en el tenis: Las torceduras y los esguinces son lesiones comunes en el tenis, se debe a las paradas, arranques y cambios de dirección del cuerpo durante un partido de tenis.
- Lesiones de hombro en el tenis: La inflamación del grupo muscular en el manguito rotador comienza con un pinzamiento en la articulación, después se rompe el músculo supraescapular, limitando el movimiento del tenista.
- Lesiones de espalda y lumbares en el tenis: Las contracturas musculares y la inflamación de tendones pueden evitarse si el jugador tiene una buena técnica, junto a un equilibrio del cuerpo para que la espalda y el abdomen compartan la carga de trabajo.
- Lesiones de codo en el tenis: La epicondilitis lateral, o mejor conocido como "codo de tenista" es una lesión generada por la repetición del golpe con la raqueta. Es una lesión por desgaste a la que se le debe prestar mucha atención.
- Lesiones de manos y muñecas en el tenis: El agarre de la mano sobre la raqueta va a definir este tipo de lesión. También se debe tener cuidado con la técnica del golpeo para evitar inflamaciones tendinosas y torceduras en los dedos.
- Lesiones de rodilla en el tenis: La inflamación de meniscos, ligamentos y tendones tienen una alta incidencia en los tenistas debido a las torsiones bruscas de la rodilla durante el entrenamiento y los partidos, sobre todo cuando se practica el tenis en superficies duras.
Lesiones deportivas en el voleibol
En el tronco y las extremidades superiores se concentran las lesiones en el voleibol, ya sea que se practique en un pabellón deportivo o en la playa. Tener un excelente estado de forma bajará la tasa de dolencias.
- Lesiones de hombro en el voleibol: Los tendones que están en el manguito rotador y el bíceps braquial son más propensos a estirarse en exceso y romperse parcialmente. También son lesiones por fatiga de los tejidos blandos.
- Lesiones de manos y dedos en el voleibol: Estas se producen a nivel traumatológico, es decir, generadas por el golpe de la pelota sobre los dedos y las manos. La rotura de las falanges son recurrentes en este deporte.
- Lesiones de tobillo en el voleibol: Como el jugador está constantemente realizando saltos de gran intensidad y cambias de dirección en busca de la pelota, los tobillos soportan todos esos impactos y en una mala caída, estos ligamentos se tuercen y pueden producirse esguinces.
Lesiones deportivas en el Yoga
El yoga ofrece una gran cantidad de beneficios al cuerpo y a la mente, su base son los movimientos lentos y coordinados con la respiración. Sin embargo, también es probable que alguna vez sufras de alguna lesión muscular.
- Lesiones de cuello en el Yoga: Están relacionadas a la rigidez muscular durante la práctica de ejercicios de Yoga y a la omisión del calentamiento antes de hacer las primeras posiciones corporales.
- Lesiones de hombro en el Yoga: Llevar la articulación del hombro al extremo genera elongación muscular y tendinitis. Siempre toma en cuenta las limitaciones de tu cuerpo antes de probar nuevas posturas.
- Lesiones de tobillo en el Yoga: Las transiciones entre las distintas posturas de Yoga hacen que los tendones y ligamentos del tobillo se tensen en exceso. Evita los movimientos bruscos, en el Yoga los músculos permanecen relajados.
- Lesiones de espalda en el Yoga: Al tener una vida sedentaria y comenzar con la práctica del Yoga hace que la espalda comience a doler sobre todo en la zona lumbar. La práctica y la continuidad permitirán mayor flexibilidad y elasticidad de esta zona.
- Lesiones de cadera en el Yoga: Cuando no tenemos cuidado en los movimientos y capacidades físicas de cada persona, los cartílagos de la cadera se desgastan y comienzan las fricciones en las articulaciones produciendo dolor.
- Lesiones de manos y muñecas en el Yoga: Cuando no ejecutamos una buena postura de Yoga, el peso del cuerpo recae más sobre la muñeca y no sobre la mano entera. Todos los tejidos blandos en la muñeca se inflaman.
F.A.Q: Preguntas frecuentes
Referencias
- Maffulli, N., Longo, U. G., Gougoulias, N., Caine, D., & Denaro, V. (2011). Sport injuries: a review of outcomes. British medical bulletin, 97(1), 47-80. https://academic.oup.com/bmb/article/97/1/47/358051
- Peterson, L., & Renstrom, P. A. (2019). Sports injuries. CRC Press. https://www.taylorfrancis.com/books/mono/10.4324/9781315272757/sports-injuries-lars-peterson-per-renstrom-lars-peterson
- Timpka, T., Jacobsson, J., Bickenbach, J., Finch, C. F., Ekberg, J., & Nordenfelt, L. (2014). What is a sports injury?. Sports medicine, 44, 423-428. https://link.springer.com/article/10.1007/s40279-014-0143-4
- Abou Elmagd, M. (2016). Common sports injuries. International journal of physical education, sports and health, 3(5), 142-148. https://www.dkinjuryclinic.com/v2/wp-content/uploads/2020/10/3-4-74-161.pdf
- Hergenroeder, A. C. (1998). Prevention of sports injuries. Pediatrics, 101(6), 1057-1063. https://publications.aap.org/pediatrics/article-abstract/101/6/1057/61781/Prevention-of-Sports-Injuries
- Hopkins, W. G., Marshall, S. W., Quarrie, K. L., & Hume, P. A. (2007). Risk factors and risk statistics for sports injuries. Clinical Journal of Sport Medicine, 17(3), 208-210. https://journals.lww.com/cjsportsmed/Abstract/2007/05000/Risk_Factors_and_Risk_Statistics_for_Sports.9.aspx
- Cumps, E., Verhagen, E., Annemans, L., & Meeusen, R. (2008). Injury rate and socioeconomic costs resulting from sports injuries in Flanders: data derived from sports insurance statistics 2003. British journal of sports medicine, 42(9), 767-772. https://bjsm.bmj.com/content/42/9/767.short
- Ivarsson, A., Johnson, U., Andersen, M. B., Tranaeus, U., Stenling, A., & Lindwall, M. (2017). Psychosocial factors and sport injuries: meta-analyses for prediction and prevention. Sports medicine, 47, 353-365. https://link.springer.com/article/10.1007/s40279-016-0578-x
- Ekegren, C. L., Gabbe, B. J., & Finch, C. F. (2016). Sports injury surveillance systems: a review of methods and data quality. Sports medicine, 46(1), 49-65. https://link.springer.com/article/10.1007/s40279-015-0410-z
- Crossman, J. (1997). Psychological rehabilitation from sports injuries. Sports medicine, 23, 333-339. https://link.springer.com/article/10.2165/00007256-199723050-00005