Tratamiento de lesiones deportivas en el running

Si bien se trata de un deporte de alto impacto, las lesiones no son tan frecuentes en el running como en otros deportes, pero la posibilidad está latente siempre. Aunque muchas de estas dolencias pueden ser tratadas con fisioterapia y descanso, hay veces en los que estos fallan y la cirugía es la única opción viable.

En este artículo vas a conocer en profundidad cuáles son los procedimientos quirúrgicos que suelen aplicarse en las principales lesiones que sufren los runners, además del tiempo de recuperación de cada una y cuándo es preferible acudir al quirófano para poder volver a la pista lo antes posible.

¿Cuáles son los tipos de lesiones más comunes cuando corremos?

A continuación te presentamos algunas de las lesiones más comunes a las que están expuestos los runners, de modo que sepas identificarlas cuando notes algunas dolencia en tus articulaciones inferiores, aunque el cuello no está exento de sufrirlas también.

• Tendinitis rotuliana: ocurre cuando el tendón rotuliano, uno de los encargados de darle flexión a la articulación de la rodilla, se inflama por el constante impacto al que es sometido durante una larga ruta o un largo tiempo practicando el running. El corredor sentirá una molestia en la base de la rodilla y percibirá mucha rigidez al intentar flexionarla.
• Esguince de tobillo: si durante una carrera tropezamos o damos una mala pisada, el tobillo puede torcerse y sufrir esta lesión que con toda seguridad causará daño en los ligamentos que la componen. Según el grado de torsión y la fuerza de la misma se pueden generar desde micro desgarros hasta una rotura completa de los ligamentos.
• Lumbalgia: la espalda baja también debe soportar mucha tensión durante una larga ruta, por lo que es común que suframos alguna afección que nos haga padecer esta dolencia que se caracteriza por un fuerte dolor en la zona lumbar. Lo más recomendable en estos casos es mantenernos en reposo total durante un par de semanas antes de volver a correr.
• Rotura de meniscos: no es común que ocurra, pero si sufrimos una caída estrepitosa durante una carrera que nos haga sufrir una torcedura en la rodilla es posible que los meniscos se dañen. Es una lesión de gravedad que podría dejarnos fuera de la pista un largo tiempo e incluso llevarnos al quirófano.
• Fascitis plantar: se trata de la inflamación de la fascia, un tejido blando que se encuentra en la planta del pie. Esta si es una lesión muy común en corredores debido al desgaste que sufre este tejido durante las carreras en el running. Por lo general se suele solventar con reposo y algo de fisioterapia, pero si esto no funciona indicará que ha evolucionado hasta ser un problema crónico que requiere cirugía.

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¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de primeros auxilios en el running?

PRICE significa: Protección, Descanso, Hielo, Compresión y Elevación. Se trata de un método que describe una serie de primeros auxilios que debemos realizar justo después de sufrir una lesión, en especial si se trata de un esguince o desgarro durante una carrera.

A continuación te explicamos paso a paso cómo aplicarlo:

• Protección: consiste en asegurar la zona lesionada para evitar que esta padezca una nueva lesión o un golpe que agrave la que acabas de sufrir. Esto debe hacerse con un vendaje e incluso con un torniquete si se trata de una fractura.
• Reposo: el siguiente paso consiste en dejar de mover la articulación o extremidad lesionada y guardar el máximo reposo posible hasta que la lesión haya sanado o hasta que un fisioterapeuta lo indique.
• Hielo: con el hielo buscamos una vasoconstricción que en el momento inmediato de la lesión ayude a reducir la inflamación y alivie el dolor lo máximo posible.
• Compresión: este paso consiste en aplicar presión sobre la lesión para que la inflamación no siga avanzando. Para ello se puede hacer uso de vendajes, aunque lo más útil es una prenda de compresión como una tobillera o rodillera según el lugar en el que se genere la lesión.
• Elevación: elevando la articulación o extremidad afectada por encima del nivel del corazón conseguimos reducir el flujo de sangre hacia la misma, que en los primeros minutos de la lesión se traducirá en una reducción de la inflamación.

Tratamientos quirúrgicos para curar las lesiones graves o crónicas en corredores y atletas

Por lo general en el running no hay muchas lesiones graves, pero algunos corredores son inconscientes y dejan que pequeñas lesiones leves se conviertan en problemas crónicos que requieran de tratamiento quirúrgico para poder solucionar la dolencia.

A continuación te mencionamos algunos de los procedimientos quirúrgicos más comunes para tratar lesiones de todo tipo en el running:

Lesiones de cadera

La cadera suele lesionarse por acumulación de desgaste por años de carreras, o por un accidente durante las mismas que pueda fracturar uno de los huesos que la componen. En este sentido las dolencias más graves que podemos identificar en esta zona son la artrosis de cadera y la fractura de cadera.

• Cirugía de reemplazo de cadera: una cadera demasiado dañada por la artrosis requiere que se reemplacen las partes de cartílago más dañadas. En esta operación abierta el cirujano procede a retirar las partes más desgastadas por la artrosis y las sustituye por prótesis que pueden ser de metal, cerámica o plástico duro. Durante la misma el paciente estará sedado en su totalidad y es posible que requiera de transfusiones de sangre por la gran cantidad de esta que se suele perder en el proceso.
• Cirugía de fractura de cadera: esta cirugía abierta suele durar de 2 a 4 horas durante las cuales se hace una incisión en el lateral del muslo para que el cirujano alinee bien los huesos fracturados y proceda a fijarlos con clavos o tornillos de titanio. Al igual que en el procedimiento anterior estarás completamente sedado y es posible que requieras de transfusión sanguínea durante o después del procedimiento.

Lesiones en las piernas

Rara vez una lesión en las piernas requiere de operación. Los problemas más comunes que se suelen tratar con esta son los desgarros musculares totales, o las fracturas de fémur, un hueso tremendamente duro que es muy difícil de romperse pero que al hacerlo genera muchos problemas.

• Cirugía para desgarro muscular: en caso de que nuestro cuádriceps o bícep femoral se haya desgarrado por completo, necesitaremos de una cirugía abierta en la cual el médico procederá a suturar la rotura para facilitar la regeneración de la misma.
• Cirugía para fractura de fémur: por lo general se trata de evitar una cirugía pero cuando el paciente es de edad avanzada o la fractura es total, es la única manera de conseguir una sanación completa. En este caso se procede a realizar una incisión en la zona de la fractura para volver a colocar el hueso en su lugar y fijarlo con clavos o tornillos de metal.

Lesiones de rodilla

La rodilla es posiblemente la articulación que más problemas da a cualquier deportista en el mundo, y los runners no son la excepción. Los casos en los que la cirugía será imposible de evitar son en roturas de ligamentos cruzados, artrosis o rotura total del tendón rotuliano.

• Reemplazo de rodilla: si nuestra rodilla está demasiado desgastada por la artrosis, se debe realizar un reemplazo total de la misma. En esta cirugía se cambia la articulación por completo y se implantan dos prótesis, una en la cabeza inferir del fémur, y otra en la parte superior de la tibia y peroné. Después del procedimiento estaremos limitados de por vida para realizar running y cualquier otro deporte de contacto.
• Reparación de ligamento cruzado anterior: se trata de una cirugía abierta en la cual se reemplaza el ligamento roto por un injerto que es fijado con instrumentos de fijación como clavos o tornillos quirúrgicos. El tiempo de recuperación de esta lesión suele ser de 3 a 6 meses.

Lesiones en gemelos y pantorrillas

En los gemelos o pantorrillas la mayoría de las lesiones son musculares debido a que este es un músculo que acumula mucho estrés durante las carreras en el running. Algunos de los procedimientos quirúrgicos más aplicados en la zona son:

• Cirugía para el desgarro de gemelo: solo será necesaria si la rotura es completa y el músculo se separa de forma definitiva. En este caso se procede a hacer una operación abierta en la cuál se procede a suturar la sección dañada del músculo para agilizar su regeneración.
• Cirugía para fractura de tibia y peroné: una lesión bastante grave que necesitará de una operación abierta para colocar los huesos en su posición y proceder a fijarla con clavos o tornillos que pueden ser retirados cuando el hueso sane o incluso podrían estar en el paciente de por vida.

Lesiones en tobillos

Los tobillos al igual que las rodillas suelen dar muchos problemas a cualquier deportista. Los corredores de running están expuestos a sufrir todo tipo de lesiones, en especial si sufren una caída desafortunada durante una carrera. Algunos de los procedimientos quirúrgicos para esta zona son:

• Reconstrucción de ligamento lateral del tobillo: también conocida como procedimiento de Broström, esta cirugía consiste en una incisión en el tobillo para reparar o fortalecer los ligamentos laterales del tobillo que fueran dañados por un esguince de grado 3 o una fuerte contusión en la articulación. Es un procedimiento sencillo pero muy riesgosos ya que se trata de una zona en la que la cicatrización se dificulta y el riesgo de infección es elevado.
• Reconstrucción de tendón de Aquiles: se realiza una incisión en la base de la pantorrilla para suturar y volver a unir el tendón dañado mediante un ancla de sutura. Al igual que en el procedimiento anterior los riesgos son elevados debido a los altos riesgos de infección de la zona.

Lesiones en los pies

Por último tenemos los pies que pueden sufrir varias lesiones crónicas por la práctica del running. Los procedimientos quirúrgicos más comunes en esta zona son:

• Cirugía del espolón calcáneo: se procede a hacer una incisión en la planta del pie para limar el espolón y así reducir las molestias al máximo posible. Luego se sutura la herida y se procede a continuar el tratamiento con fisioterapia hasta reducir por completo el espolón.
• Cirugía para fascitis plantar: en este procedimiento se realiza una incisión en la planta del pie y se realiza un corte en la fascia con la intensión de reducir al máximo la tensión generada en ella, para que el dolor y las molestias se reduzca. Luego se continua la recuperación con fisioterapia.
• Cirugía para fractura de metatarsiano: en esta fractura el médico suele realizar una incisión en el metatarsiano fracturado y procede a reconstruirlo o rearmarlo para fijarlo con alguna platina o clavos. Es un procedimiento delicado por la zona en la que se encuentra ya que es de cicatrización lenta.

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