- Definición: ¿Qué es un esguince y qué grados hay?
- ¿Cuáles son los tipos de esguinces y torceduras más comunes según la zona?
- Mejores productos para esguinces
- ¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de sufrir un esguince o torcedura?
- Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos un esguince
- ¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de un esguince?
- ¿Qué métodos de prevención para los esguinces son los más efectivos?
- F.A.Q: Preguntas frecuentes
Cuando los ligamentos que sostienen los huesos, se estiran más de lo normal o presentan ruptura, la articulación duele y se inflama, dando lugar a un esguince. Siendo esta, una afección que desencadena fuertes dolores, junto con rigidez de la articulación y hasta un cambio de color en la piel de la zona afligida.
Ahora bien, aunque en ocasiones, los esguinces pueden resultar leves, en otros casos se consideran graves y por ello, existen tres grados de gravedad que caracterizan esta dolencia. Los cuales, podrás conocerlos a continuación, al igual que sus tipologías, causas y factores de riesgo, síntomas, tratamientos y métodos de prevención.
Definición: ¿Qué es un esguince y qué grados hay?
También conocidos como "torceduras", los esguinces se definen como un desgarro, estiramiento o lesión de los ligamentos que se ubican alrededor de una articulación o bien, unen dos huesos que forman una articulación. Normalmente, esta afección se genera cuando el paciente realiza un excesivo estiramiento o siempre que una articulación se sitúa en una posición anormal.
Básicamente, esto se debe a que, los ligamentos están formados por fibras que, aunque son muy resistentes, tienden a presentar rupturas cuando se fuerzan hasta el límite o al ser impactadas por un movimiento brusco. Como consecuencia, los esguinces articulares ocasiona gran dolor, al igual que hinchazón y rigidez.
Tomando en cuenta que, dependiendo de las molestias que se desencadenan, existen tres grados de gravedad que clasifican a los esguinces en términos médicos y estos son:
Grado 1
En este caso, se produce la distensión de los ligamentos o una parte de estos, sin provocar roturas o arrancamiento de los mismos con respecto al hueso. Por ende, no existe laxitud articular asociada y gracias a ello, el paciente solamente presentará un dolor leve (con tenue intensidad variable) y un proceso inflamatorio ligero, además de que cuenta con la posibilidad de realizar movimientos completos y/o normales.
Grado 2
Se trata de una rotura parcial del tejido ligamentoso. Como consecuencia, el estado patológico del individuo afectado desencadena un intenso dolor acompañado de una hinchazón mucho más acentuada, en comparación con los esguinces de primer grado. Sumado a esto, presenta diferentes niveles de tumefacción y deformidad o equimosis; razón por la cual, no logra realizar movimientos con normalidad en la zona traumada.
Grado 3
Este es el grado de esguince articular más grave de todos. Ya que, conlleva a una rotura completa de la porción ligamentosa que incluye arrancamiento con respecto al hueso conectado allí. Por esto, el paciente experimenta un dolor vivo, inflamación prominente y deformidad acentuada, al igual que una importancia funcional de la articulación que ha recibido el desgarro. Por lo cual, es susceptible de tratamiento quirúrgico para poder componer el ligamento lesionado.
¿Cuáles son los tipos de esguinces y torceduras más comunes según la zona?
Además de la clasificación según la gravedad de la distensión, a nivel médico, también se manejan otras tipologías que tienen que ver con el área afectada por esta dolencia en el cuerpo humano. Es por ello que, para conocer más a fondo el tipo de trauma en cuestión, resulta importante saber cuáles son todos los que se pueden presentar y aquí, mencionamos uno a uno:
Esguince cervical
Consiste en una distensión muscular en el cuello que corresponde a un desgarro en alguno de los ligamentos que se encargan de conectar las vértebras cervicales y por consiguiente, genera dolencia en el área del cuello. Normalmente, esta clase de esguince es causada por dormir en una posición que distiende el cuello, cargar objetos pesados en un lado del cuerpo, accidentes automovilísticos, golpes en la cabeza, etc.
Ahora bien, para reconocer el esguince cervical y no confundirlo con otras afecciones similares, es esencial saber cuales son sus síntomas más relevantes y entre ellos, se señalan:
- Dolor cervical.
- Rigidez y dolor al mover el cuello.
- Cefalea de predominio suboccipital.
- Contractura muscular paravertebral refleja.
Por su parte, en este caso, se manejan desde 0 hasta 4 grados de gravedad para tratar el padecimiento.
Esguince de hombro
Tal y como su nombre lo indica, es una lesión que aparece en el hombro del afectado. El cual, se suscita cuando se desgarra un ligamento conectado con la zona del hombro. Como consecuencia, la porción ligamentosa del hombro se rompe de forma parcial o completa y por ello, la articulación se muestra sensible al tacto y presenta un fuerte dolor. Sumado a esto, la persona puede manifestar la incapacidad de alzar, bajar y hacer girar el brazo, al igual que cambios en el color de la piel o moretones.
Por lo general, el esguince de hombro ocurre entre los deportistas, tales como luchadores, jugadores de fútbol y rugby. Es oportuno acotar que, aunque no es un esguince muy grave, si el dolor es agudo y comienza a existir inflamación o los síntomas no mejoran entre 5 a 7 días, es importante acudir a un médico especializado para que indique el tratamiento o procedimiento pertinente.
Esguince de codo
Este corresponde a un estiramiento anormal de los ligamentos que estabilizan al codo y , en efecto, altera el funcionamiento de esta parte del brazo. Pues, los ligamentos son tejidos fuertes que cruzan las articulaciones y se ocupa de conectar los huesos entre sí. Por tanto, los esguinces en el codo ocasionan dolor y rigidez, en especial, cuando hay movimiento.
Otro de los síntomas que se presentan a causa de este tipo de lesión, es la inflamación y sensibilidad, reducción de la actividad del brazo y moretones que producen el cambio del dolor de su piel. Habitualmente, son desencadenados por golpes directos al codo, caídas sobre un brazo estirado, el uso excesivo del codo, torceduras de la extremidad, articulaciones débiles, falta de coordinación y desequilibrio.
Esguince en manos y muñecas
Se trata de una lesión ligamentosa que se genera por una elongación o distensión traumática de las fibras en las manos y muñecas. En la mayoría de los casos, este padecimiento se produce por una caída sobre la mano, esfuerzos repetitivos o sobreesfuerzos, al igual que una mala técnica a nivel deportivo (por ejemplo, en gimnastas, deportistas de contacto y de fuerza).
Así, estas lesiones en las manos y lo que se conoce como "muñeca abierta", origina la aparición de un dolor mecánico que aumenta su intensidad con el movimiento de la extremidad. Adicionalmente, genera una notable inflamación de las partes blandas, pérdida de la fuerza e inclusive, aumento de la sensibilidad en la muñeca o mano impactada. Para curarlo, en la mayoría de los casos, se debe inmovilizar la articulación para así impedir que la lesión empeore.
Esguince y luxaciones de espalda
También se distingue como "esguince lumbar" y se refiere a un traumatismo de los ligamentos o tendones musculares localizados en la parte de la espalda o zona lumbar. De tal manera, provoca un dolor que puede ser moderado o agudo, dependiendo de la gravedad del caso. Además, los pacientes muestran dificultad para sentarse o ponerse de pie y también, es un tipo de luxación que limita los movimientos y en algunos casos, extiende la dolencia hasta las extremidades inferiores.
Por su parte, las principales causas de el esguince en la espalda, son las siguientes: Realizar una carga más pesada de lo que es cuerpo es capaz de llevar, el sedentarismo o la falta de ejercicio físico, mantenerse sentado por mucho tiempo, hacer movimientos incorrectos y repetitivos, tener una mala posición al efectuar un esfuerzo físico, traumatismo directo en la columna lumbar (por golpe, caída o accidente) y problema de torsión de pelvis (sensación de tener una pierna más corta que la otra).
Esguinces de la pierna y rodilla
Un esguince o desgarro de pierna se define como una lesión que se exterioriza una vez los ligamentos son forzados a tal punto de sobrepasar el límite de rango normal. Asimismo, un esguince de rodilla es un trauma que se presenta en uno o más ligamentos de la rodilla (son cuatro los que la constituyen) y puede ser parcial o completo. En ambos casos, si la torcedura es leve, puede sanar en 6 semanas y si es grave, el paciente tardará hasta 12 meses para recuperarse del todo.
En cuanto a sus síntomas, principalmente, las personas padecen de dolor articular o dolor muscular, potencia funcional, disminución del movimiento y rigidez, una notable inflamación y cambio de dolor de la piel (hematomas) e inestabilidad al caminar. Lo cual, se desencadena por un aumento repentino de la actividad física, subir escaleras de forma inadecuada, no usar un calzado cómodo, accidentes en los que el paciente se resbala y cae bruscamente, etc.
Esguince de tobillo y pie
En este caso, consiste en una lesión del ligamento lateral externo de la articulación que se produce cuando la persona dobla, tuerce o gira el tobillo de una manera anormal. Dado que, dicho movimiento resulta tosco y súbito, por lo que estira o desgarra las bandas resistentes del tejido que son las encargadas de mantener unidos los huesos situados en el tobillo. Así, según la gravedad de la torcedura, se pueden vislumbrar un esguince de tobillo de grado 1, 2 o 3.
En ese sentido, las causas o factores de riesgos que mayormente desencadenan este tipo de esguince, son: caminar o hacer actividades físicas sobre una superficie irregular, tener caídas que encorvan el pie, un mal declive después de girar o saltar, uso de un calzado inadecuado, práctica de algún deporte en el que se necesita cambiar de dirección rápidamente de los pies, la pisada de otra persona de forma violenta, etc.
Esguince intercostal
Se precisa como una patología que tiene lugar en la zona intercostal o bien, en cada espacio generado entre las costillas. De esa forma, consiste en un esguince que propicia fuertes pinchazos en dicha área del cuerpo cuando el paciente respira profundamente, se levanta de la cama, realiza movimientos al estar acostado o extiende el brazo para tomar algún objeto. El cual, produce un dolor transversal muy agudo en la caja torácica y genera molestias en una parte del miembro superior que pueden desplegarse hasta el brazo.
Entre los motivos más comunes de este tipo de esguince en el cuerpo humano, se reconocen los siguientes: gripe con fuertes estornudos, golpe directo en las costillas, torsión de tronco forzada, consecutivos bloqueos de las vértebras dorsales, problemas de postura y algunas enfermedades que causan dificultad para respirar. Por su parte, vale la pena destacar que, este esguince puede aparecer en personas de cualquier edad y su gravedad, dependerá de la causa.
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¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de sufrir un esguince o torcedura?
En términos generales, los esguinces son originados cuando alguna articulación traspasa el límite máximo permitido del movimiento. Por lo que, el ligamento que recubre los huesos, sufre un estiramiento por encima de sus posibilidades hasta la distensión, desgarro y rompimiento.
Los cuales, básicamente, son:
- Realizar movimientos bruscos y/o excesivos, especialmente, con alguna carga que aumenta la gravedad del esguince.
- La fatiga o el cansancio presente en los músculos, también estimulan la aparición de esguinces. Ya que, esto no proporciona un buen soporte para las articulaciones y tienden a tensarse hasta generar una lesión.
- Otro de los factores de riesgo más comunes, hace referencia a las condiciones ambientales. Pues, las superficies con desniveles o resbaladizas, incrementan las probabilidades de sufrir estas torceduras.
- Si existen traumatismos, también es posible que produzcan esguinces. Normalmente, esto es causado por accidentes o impactos en las articulaciones.
- El uso de un calzado inadecuado se considera otro motivo por los que las personas tienen riesgos de sufrir un esguince. Ya sea en el tobillo y pie, en la rodilla o en la pierna, por ejemplo.
- Se distingue que la inmovilización prolongada que consiste en la escasez de ejercicio físico y contribuye al sedentarismo, causa los esguinces en diferentes partes del cuerpo. Ya que, las articulaciones se vuelven más vulnerables.
- Las personas con sobrepeso, por lo general, tienden a sufrir esguinces en sus rodillas y tobillos.
- Otro motivo para estas torceduras, es la edad. Dado que, a mayor edad existe mucha más rigidez y por ende, los movimientos toscos no son tolerados.
Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos un esguince
Dependiendo de los grados de gravedad que pueden desatar los esguinces o torceduras, se percibe un cuadro sintomatológico preciso a partir del cual es posible asegurar que se trata de este tipo de lesión; en vista de que, suele confundirse con otros padecimientos similares.
Resulta de gran importancia saber cuales son los signos que advierten la manifestación de un esguince en el tobillo, pie, pierna, rodilla, de hombro, de codo, cervical o intercostal:
- Dolor articular o muscular: Sin duda, es el principal síntoma de esta afección y se caracteriza por mantenerse constante, debido a la inflamación o a la rotura parcial que se genera. Mientras el esguince presente un mayor grado, el dolor es más severo e incluso, puede desencadenar un fenómeno de hipersensibilidad (o un intenso dolor al mínimo roce de la articulación impactada).
- Edema o hinchazón de los tejidos: Una vez se manifiesta el esguince, se provoca la rotura de los capilares sanguíneos y así, el líquido sinovial de la articulación lesionada se acumula en la cápsula articular. Por lo cual, incrementa el tamaño de la articulación y está exhibe un aspecto deformado porque se desplazan las articulaciones de los huesos entrelazados a ella.
- Rigidez articular: Se refiere a un síntoma que ocasiona la pérdida del rango de movimiento y en efecto, suscita una notable dificultad para mover la articulación porque tiende a sentir una dolencia acentuada. La cual, es causada por la inflamación que se presenta en la zona afectada, principalmente.
- Inestabilidad funcional limitada o anulada: Otro signo de un esguince o contractura, se basa en la impotencia de la función del apartado articular que causa el cese de actividades habituales. Por este motivo, los ligamentos obtienen un daño que no les permite proporcionar la resistencia habitual. Si se trata de un esguince en el tobillo o la rodilla, esté síntoma genera la imposibilidad de caminar.
- Hematomas o equimosis: También es posible que la zona inflamada a causa del esguince, presente hematomas a las pocas horas de sufrir la lesión: Esto, dado que, el impacto rompe algún vaso sanguíneo y como consecuencia, aparece un área punteada rojiza en la parte afligida. Por ende, conforme va desapareciendo la afección, el color de la piel presentará cambios.
- Sensación de calor en la región estropeada: En algunos casos, el paciente puede sentir calor o un aumento de temperatura en la zona que ha sido lesionada. Ya que, como hay acumulación de sangre en la parte de la articulación, esto produce un incremento del calor.
¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de un esguince?
Para tratar los esguinces, por suerte, existen numerosos tratamientos y terapias que ayudan a aliviar las molestias causadas por dicha patología. Gracias a ello, logran minimizar los síntomas y signos propios de la torcedura en poco tiempo.
Destacamos cuáles son las terapias alternativas ideales para atenuar los esguinces, al igual que los suplementos alimentarios que contribuyen a su tratamiento, las recomendaciones a la hora de medicarse y cuando es apropiado recurrir a una intervención quirúrgica:
Terapias alternativas y complementarias
A la hora de curar los síntomas de los esguinces, hay algunas técnicas terapéuticas que son recomendadas para atacar esta afección de una manera correcta.
Aquí, mencionamos cuáles son y te damos a conocer cómo se deben implementar:
- Terapia de frío y calor: Es un óptimo tratamiento que, usando el calor y el frío, tiene la capacidad de moderar el dolor e inflamación en una determinada zona del cuerpo. Gracias a que, logra incrementar el flujo sanguíneo y de esa manera, ayuda aliviar los síntomas de un esguince. Para realizarla, el mismo paciente puede utilizar una bolsa de gel caliente con compresas de agua fría o hielo y colocarla, de manera alternada, en donde se presentó la lesión. Esto, durante 20 o 30 minutos consecutivos.
- Terapia de compresión: A través de un producto elástico, esta terapia compresiva es una técnica que se enfoca en ejercer una presión controlada en alguna parte del cuerpo para reducir la presión venosa y normalizar la función de la pared vascular con el fin de mejorar el flujo sanguíneo y aminorar cualquier dolencia. Es por ello que, a los pacientes con esguinces, se les aconseja someterse a un vendaje compresivo en la zona dañada.
- Terapia de masaje: Naturalmente, el masaje se considera una buena técnica terapéutica de recuperación, gracias a que logra evitar la cronificación del estado patológico de los esguinces y por consiguiente, acelera la recuperación y la incorporación pronta a la normalidad de la articulación que fue afectada. Tomando en cuenta que, también permite reducir la inflamación, si es realizado por un experto. Cabe acotar que, los esguinces de grado 2 y 3, se deben tratar con masaje circulatorio del edema residual.
- Terapia de acupresión: La medicina tradicional china ha propuesto este tipo de terapia que, básicamente, se encarga de utilizar la presión ejercida con los dedos y codos de ciertas áreas del cuerpo humano para estimular algunos puntos estratégicos (órganos, emociones y sentimientos) que ayudan a calmar las dolencias. En el caso de las torceduras, una de las alternativas empleadas es la acupuntura con agujas filiformes en los puntos principales (ubicados en el área lesionada) y en puntos auxiliares (están en los extremos a lo largo de los meridianos).
- Termoterapia: Es un tratamiento que se emplea para tratar la inflamación, calmar los espasmos musculares y mejorar ciertas lesiones como los esguinces. Esta, usa el calor con el objetivo de proporcionar un efecto antiinflamatorio, analgésico y sedante, ya que, con una temperatura superior a la del cuerpo del paciente, logra aumentar el flujo sanguíneo y garantiza flexibilidad al tejido conjuntivo. Para ello, el experto debe aplicar calor en la zona afectada durante sesiones comprendidas entre 10 y 30 minutos (dependiendo de la técnica utilizada y el área a mejorar).
- Remedios naturales con uso de plantas: Las personas que tienen esta dolencia, también pueden recurrir a remedios naturales basados en plantas que ayudan a calmar las molestias y deshinchar la parte en la que se generó el esguince, para poder acelerar la curación. Así, entre los tratamientos naturales que se recomiendan, están: Tomar dos tazas de té de cola de caballo, aplicar árnica en la parte del dolor, usar el tomillo como aceite esencial para colocarlo sobre la piel, preparar un té de pimienta de cayena y consumirlo dos veces por día, triturar un diente de ajo para mezclarlo con dos cucharadas de aceite de coco y aplicarlo con suaves masajes en la región impactada.
- Hábitos de vida saludable: Una fórmula útil para atenuar los dolores que causan los esguinces e incluso, poder evitar esta dolencia; consiste en adquirir hábitos saludables que le permitan al cuerpo obstaculizar la aparición de dicha patología y, asimismo, prevengan el desarrollo de esas torceduras. Por ejemplo, puedes implementar lo siguiente para ello: Hacer ejercicio de forma gradual para evitar el sedentarismo, realizar estiramientos de manera correcta y calentar antes de hacer cualquier práctica deportiva, usar el calzado adecuado que se ajuste bien a tus pies, dejar de entrenar deportes que no conozcas para así reducir el riesgo de esguinces.
Suplementos alimenticios
En general, es importante que las personas tengan una sana alimentación para ayudarle al organismo a funcionar de manera correcta y evitar sufrir alteraciones que desencadenan ciertas patologías. No obstante, además de ello, también resulta primordial que dicha alimentación se combine con algunos suplementos dietéticos que incrementen la optimización de las funciones de cada parte del cuerpo.
Esto se debe a que, dichos complementos de las comidas, se caracterizan por proporcionar buenas cantidades de vitaminas, minerales, enzimas, ácidos grasos y aminoácidos.
Los suplementos alimenticios son recomendados junto con una alimentación equilibrada:
- Magnesio: Consiste en un electrolito que se encarga de regular el funcionamiento del sistema muscular y, gracias a que sus buenos niveles en el organismo permite minimizar la artrosis y la descalcificación de los huesos (especialmente, el cloruro de magnesio), se considera un mineral recomendado para evitar esguinces y roturas. Algunos alimentos ricos en magnesio, son los siguientes: aguacate, espinacas, frutos secos, quinoa, lentejas, garbanzos, chocolate negro, trigo integral, etc.
- Vitamina C: Si bien es cierto, esta vitamina juega un papel importante en la formación de colágeno que es sustancial para la flexibilidad y la fuerza; gracias a esto, ayuda a optimizar la salud de los tendones y ligamentos, así como también fortalece los huesos. Por consiguiente, es un buen suplemento alimenticio para tratar los esguinces y/o lesiones en el cuerpo humano. Para ingerir vitamina C, puedes recurrir a: frutas cítricas (naranja, kiwi y toronja, por ejemplo), al igual que fresa, papaya, piña, melón, tomate, pimientos rojos y verdes, espinacas, papas, arvejas, etc.
- Omega 3: Consiste en un ácido graso primordial para aliviar la inflamación que se genera alrededor de las articulaciones y por ende, se destaca por su gran efecto antiinflamatorio. En consecuencia, se estima como un aceite ideal para curar los esguinces y mejorar las articulaciones. Algunas comidas ricas en omega 3, son las siguientes: pescado azul, huevos, leche, yogurt, nueces, semillas de lino y aceite de oliva, canola, linaza o soja.
- Vitaminas del complejo B: Este grupo de vitaminas han sido fundamentales para ayudar al organismo a mantener la eficiencia en las articulaciones, el corazón, la digestión, la piel y el sistema nervioso, gracias a que ayuda al organismo a utilizar grasas y proteínas de forma hábil. De ese modo, especialmente, la vitamina B3 cuenta con propiedades antiinflamatorias que mejoran los síntomas asociados con los esguinces o ciertas patologías en las articulaciones. Por ende, se recomienda ingerir alimentos ricos en vitamina B3, tales como: pescado (atún, anchoas, pez espada, etc.), carnes blancas (sobre todo pollo o pavo), salvado de arroz y trigo, cacahuates, pimentón, verduras verdes, leche, huevos y más.
Medicamentos
En la mayoría de los casos, cuando los pacientes de la presente afección manifiestan que el dolor ha incrementado de forma notable, la inflamación es cada vez peor y no desaparece al cabo de dos días, además de realizar ciertas terapias o implementar algunas recomendaciones; estos también recurren a la ingesta de fármacos de venta libre para el dolor.
Pero, a nivel médico, no se recomienda automedicarse porque es un hecho que podría desencadenar graves efectos colaterales como: mareos, desmayos, náuseas, diarrea, somnolencia, dependencia, adicción y hasta paros cardíacos. Por consiguiente, en estos casos, se aconseja que los pacientes visiten a un médico especialista que se ocupe de estudiar el incidente de forma detallada para así proporcionar un diagnóstico claro y conciso.
A través del cual, basándose en determinadas maniobras para explorar el grado de afectación del aparato ligamentoso, tendrá la potestad de indicar un tratamiento con los medicamentos y/o terapias que corresponden. Valorando, además, la tolerancia a los fármacos de la persona, sus antecedentes médicos, su edad, su estado de salud, el grado de limitación de la movilidad articular y otros aspectos esenciales.
Por su parte, es valioso detallar que, para visualizar las estructuras y los tejidos dañados en un esguince, no es apropiado practicar una radiografía. Más bien, se estima que la ecografía articular es de gran utilidad para este tipo de lesiones, porque brindan datos acerca de la rotura de los ligamentos afligidos por el esguince. Adicionalmente, en algunas ocasiones o cuando se presenta una mala evolución, los médicos tienen que recurrir a la resonancia magnética. Incluso, en casos muy excepcionales, deben someter al paciente a una punción articular para lograr extraer y analizar el líquido presente.
Cirugía
En casos muy graves, sobre todo cuando se manifiesta un esguince en grado 3, es apropiado realizar un tratamiento quirúrgico para así reparar el ligamento afectado. Debido a que, las personas que sufren este tipo de torcedura, presentan la rotura completa del tejido ligamentoso y a causa de ello, el paciente es incapaz de apoyarse sobre la articulación. Por lo cual, para curarlo por completo, es fundamental realizar una cirugía con la preparación previa conveniente.
¿Qué métodos de prevención para los esguinces son los más efectivos?
Afortunadamente, así como hay ciertas maneras de calmar el dolor y las molestias que aparecen cuando se presenta un esguince, también es posible que las personas eviten esta afección al tener en cuenta los métodos de prevención más efectivos que se conocen al respecto.
Para que logres obstaculizar la manifestación de esguinces o torceduras, te recomendamos hacer lo siguiente:
- Mantener una actividad física habitual y saludable que se realice de manera gradual, es una de las principales técnicas para no sufrir un esguince. Dado que, el sedentarismo se considera un factor de riesgo para esta patología.
- Así como es relevante ejercitarse, también es primordial que las personas hagan un calentamiento previo a la ejecución de prácticas deportivas. De lo contrario, los ligamentos serán más susceptibles a revelar torceduras o lesiones.
- Además, a la hora de hacer algún deporte o actividad física, es oportuno utilizar elementos o dispositivos que ejerzan una presión adecuada sobre el tobillo u otras articulaciones que debas poner en movimiento.
- El entrenamiento propioceptivo se estima como un método clave para eludir la aparición de esta dolencia. El cual, básicamente, consiste en preparar el cuerpo al trabajar la coordinación y la fuerza, para así evitar un impacto brusco en los ligamentos. Así, por ejemplo, en el caso de los pies, dicho entrenamiento ayuda a saber pisar correctamente en función de la superficie.
- Otra fórmula indicada para evitar esguinces, es emplear un calzado adecuado. Esté, por encima de todo, tiene que ajustar al pie de manera correcta y/o ejercer la tensión adecuada. Aparte, es recomendable que las mujeres evitan utilizar tacones altos que incrementen el riesgo de padecer esguinces en las extremidades inferiores.
- En la medida de lo posible, tienes que evitar a supinación y la pronación del pie. Lo cual, consiste en la rotación externa del pie al entrar en contacto con el suelo (supinación) y en el movimiento del pie cuando está en contacto con el suelo y rota hacia adentro (pronación). Ya que, esto tiende a suscitar los esguinces o lesiones asociadas.
- También opta por dejar de practicar deportes o actividades para las cuales no hayas entrenado anteriormente. Pues, el desconocimiento de su correcta ejecución, aumenta la vulnerabilidad de contraer un desgarro o estiramiento anormal de los ligamentos.
F.A.Q: Preguntas frecuentes
A pesar de que los esguinces son patologías muy comunes en cualquiera de sus tipos, hoy en día, siguen siendo muchas las personas que tienen dudas respecto a esta dolencia:
Referencias
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