- ¿Qué es la crioterapia y para qué se usa en fisioterapia?
- ¿Cuáles son los beneficiosos y efectos positivos de aplicar frío para la salud?
- ¿Qué tipos de técnicas se utilizan para aplicar la crioterapia para mayores resultados?
- ¿Cómo aplicar la crioterapia para recuperación de lesiones?
- ¿Cuáles son las indicaciones y contraindicaciones de aplicar frío?
- Crioterapia y termoterapia; ¿Cuáles son las ventajas de usar juntos el frío y el calor?
- F.A.Q: Preguntas frecuentes
La crioterapia, recurso de profesionales en salud para el tratamiento de diferentes patologías de carácter temporal o crónicas. En nuestro caso, nos interesa por cómo usan la crioterapia los fisioterapeutas para tratar dolencias físicas reduciendo la inflamación, aunque sus aplicaciones, como decimos, son mucho más extendidas.
Descubre qué es exactamente la terapia de aplicación de frío, para qué sirve y cuáles son sus beneficios, indicaciones y contraindicaciones y, por supuesto, las diferentes maneras cómo se lleva a cabo para recuperarnos de lesiones, incluyendo su aplicación en conjunto con calor.
¿Qué es la crioterapia y para qué se usa en fisioterapia?
La crioterapia es la aplicación de frío en nuestro cuerpo con fines beneficiosos. El concepto se forma con el prefijo crio-, que significa, literalmente, frío, o también helado, y con la raíz -terapia, que consiste en el tratamiento completo de un problema. Así, podemos decir que resulta un método para tratar ciertos problemas y afecciones usando la baja temperatura como recurso para ello.
Se tiene constancia de su utilización desde el siglo XV A.C, época en la que se redactó el primer documento escrito en el que se habla de la crioterapia como recurso utilizado, entre otras cosas, en los procedimientos de recuperación. Este es el papiro Edwin Smith, expuesto públicamente en New York.
Durante una sesión, notaremos frío, dolor (generalmente muy soportable), parestesia o pinchazos, quemazón y entumecimiento. Este efecto refrigerante se puede conseguir de diversas formas, reduciéndose estas a convección, conducción o evaporación.
Esta técnica se lleva a cabo de manera médica a todos los niveles. Así, encontramos desde la crioterapia en dermatología hasta en fisioterapia, incluyendo, por ejemplo, la crioterapia en piernas o la crioterapia cervical. Más aún, existe, incluso, la criocirugía en postoperatorio.
También comprobamos que esta se da en otros casos. Desde el siglo XVIII D.C. se utiliza el término crioterapia estética, en la que incluimos la crioterapia para adelgazar o la crioterapia facial.
Con esto, podemos afirmar que la terapia del frío sirve para cantidad de cosas:
- Eliminar una verruga o un acrocordón.
- Recuperarse tras un esfuerzo musculo-esquelético.
- Acelerar el metabolismo.
- Aumentar el rendimiento deportivo
- Reducir la inflamación tras un impacto o esfuerzo.
- Alivio del dolor.
- Adormecimiento.
- Activación de los fibroblastos, encargados de generar colágeno.
- Favorecimiento del sueño.
- Liberación de serotonina y endorfina.
Crioterapia en la fisioterapia
Uno de los campos en los que este procedimiento se utiliza más a menudo y que es el que nos interesa a nosotros es la fisioterapia. Podemos diferenciar, básicamente, tres situaciones:
- Tratamiento de una lesión aguda: Por sus diferentes beneficios, que ahora veremos al detalle, resulta un recurso ideal para tratar lesiones agudas recién ocurridas en músculos y articulaciones. El frío consigue reducir considerablemente la inflamación, alivia el dolor y, además, hace que la recuperación, en general, sea más rápida.
- Terapia: Puede que a partir de una lesión mal curada, del propio desgaste, de un accidente o tras una intervención, por poner unos ejemplos, termines necesitando una terapia fisioterapéutica que vaya más allá de ponerse algo frío en casa. En esta ocasión, la crioterapia formará parte de otros puntos de a propi terapia, siendo un recurso más entre tantos como considere el profesional. A fin de cuentas, la finalidad es la misma, calmar el dolor, la hinchazón, los espasmos... pero siempre dentro de un contexto más complejo.
- Crioterapia deportiva: Aunque existe bastante discordia al respecto, es cierto que muchos fisioterapeutas proponen el uso de frío antes de practicar actividad deportiva, sobre todo, los baños helados, para aumentar el rendimiento de los . Se gana velocidad punta, potencia y también resistencia, por lo que tardamos más en cansarnos.
También se usa, como puedes imaginar, para recuperarse del esfuerzo al terminar dicha práctica. En este caso, es ideal para los músculos, que son los que vuelven a la normalidad a máxima velocidad. En función de la necesidad, se recurrirá a las bolsas de gel para frío o incluso las cabinas de crioterapia o los baños helados en agua con hielo.
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¿Cuáles son los beneficiosos y efectos positivos de aplicar frío para la salud?
Los efectos que tiene la aplicación de frío en nuestra salud pasan, principalmente, por la disminución de:
- Temperatura: Evidente, estamos aplicando elementos de temperatura considerablemente más baja. Además, la vasoconstricción que también se da dificulta que la zona adquiera más temperatura.
- Metabolismo tisular: Cambio en el ritmo de las células de los tejidos.
- Flujo sanguíneo: Las fibras sanguíneas se reducen, implicando que haya menos caudal de sangre.
- Inflamación: Por lo anterior, resulta evidente que la zona se va a deshinchar rápidamente.
- Edema: Por la modificación del metabolismo tisular se consiguen aliviar los edemas en gran medida, buscando que todo vuelva a la normalidad.
- Dolor: Los nervios mandan al cerebro antes la señal de frío que la de dolor).
- Espasticidad: Los nervios se adormecen.
- Relajación muscular: Derivado de todo lo anterior.
La base de la crioterapia es la relajación muscular y, de estos efectos podemos considerar cuantiosos beneficios.
Además de los evidentes y que ya venimos explicando como son la recuperación o la mejora de una lesión, una rehabilitación, etc. (que son, también, los más conocidos), podemos llegar a descubrir cómo el frío se aplica con cantidad de intenciones. Muchas de ellas se consiguen con más o menos éxito y otras realmente no sólo no se dan, sino que se termina por conseguir un perjuicio.
Algunos efectos del uso y beneficios de la aplicación de frío son:
- Reducción de bolsas en los ojos.
- Eliminación o emborronamiento de ojeras.
- Reducción del dolor de cabeza.
- Relajación general.
- Mejora de las quemaduras.
- Mejora de la psoriasis y otras enfermedades de la piel.
- Eliminación de manchitas en la piel.
- Prevención del acné.
- Retraso de signos de la edad.
¿Qué tipos de técnicas se utilizan para aplicar la crioterapia para mayores resultados?
Existen diversas formas de aplicación, las más conocidas y efectivas es cuando aplicamos frío de forma local y sistémica.
En el caso de la aplicación local, encontramos recursos como:
- Criomasaje.
- Vaporizadores.
- Gases refrigerantes.
- Aerosoles.
- Sprays.
- Compresas frías.
- Bolsas de gel o coldpacks.
- Ortesis.
- Inmersiones en agua fría.
En cuanto a las aplicaciones sistémicas, tenemos:
- Envolturas, con o sin fango.
- Baños helados.
- Cámara fría.
Mención especial merece la criocirugía, que como imaginas, se trata de una intervención quirúrgica a temperatura helada cuyo objetivo es la destrucción de tejidos anormales. La hemos visto mucho en problemas de útero (y cuello uterino) y tumoraciones en general así como en melanomas malignos.
¿Cómo aplicar la crioterapia para recuperación de lesiones?
Ya hemos visto que en fisioterapia, este recurso se puede utilizar con diferentes objetivos. Veamos, según esto, cuáles son los métodos de crioterapia más útiles en cada caso.
- Masaje: Se realiza después del ejercicio para relajar y recolocar los músculos ante posibles microdesplazamientos así como para promover la distensión. La perfusión sanguínea aumenta la elasticidad y la acción mecánica hace que se dé un drenaje de los ácidos úrico y láctico. Se realiza con un hielo pegado a un palito lingual u otro, con una bolsa con hielo o gel packs (y con guantes para no exponerse al frío). Se deben dar movimientos tanto longitudinales como circulares. En el caso de edemas, lo ideal es que el movimiento sea centrípeta. Deberemos detenernos en el momento en el que la piel esté insensibilizada.
- Cold-packs: Las bolsas rellenas de gel frío, son, para el contacto directo, la opción más segura a la par que efectiva, pues permite aplicar temperaturas muy bajas sin los riesgos del contrato directo con un hielo. Se aplican directamente en la zona después de ponerlas en acción (generalmente requieren de un clic o similar). Deben permanecer en esta hasta 20 minutos. Con descansos considerables, puedes repetir la acción hasta ocho veces al día. En este caso, se recomiendan para hinchazón y dolor, pues no funcionan para distender los músculos, etc. En caso desesperado, puedes usar una bolsa de guisantes u otros productos congelados de pequeño tamaño (para que se adapten a la forma de la zona lesionada).
- Baños de hidromasaje frío: Una forma intensa pero equilibrada y rápida de hacer crioterapia en fisioterapia. Lo habitual es que se haga en rehabilitación, por ejemplo, porque haya que hacer ejercicios en el agua. Debe ser un baño cortito y terminar, siempre, si se da entumecimiento.
- Baños de contraste: Se realizan alternando inmersiones en tanques de agua fría (entre los 8 y los 15 grados) y caliente (entre 39 y 42). Estas sesiones se pueden alargar hasta los 20 minutos y siempre permaneceremos más tiempo en el agua caliente. Es igual cuando ola inflamación se encuentra en un punto subagudo.
- Cabinas de crioterapia: Nos exponemos a temperaturas muchísimos más bajas, pero no por contacto directo sino en forma de gas, alcanzando casi los -200 grados. Se busca la liberación de sustancias químicas con capacidad antiinflamatoria y analgésica.
¿Cuáles son las indicaciones y contraindicaciones de aplicar frío?
Ya hemos visto cantidad de ejemplos en los que el uso del frío sobre la piel puede resultar beneficioso. Sin embargo, queremos dejar claro cuándo está indicado.
Indicaciones
- Estimulación de los músculos: En procesos de rehabilitación y antes de practicar deportes con alto grado de exigencia.
- Reducción de la hinchazón: Ante lesiones agudas, la vasoconstricción, que estrecha los capilares, hará que se reduzca la inflamación de la zona afectada. Esta provoca, a su vez, que aminore el dolor.
- Eliminación de broncoespasmos: Es un uso poco conocido pero para el que realmente la crioterapia resulta muy indicada.
- Analgesia: La exposición prolongada al frío hace que el dolor de la zona se reduzca (no se sienta) debido a que esta comienza a perder sensibilidad.
- Contusión o traumatismo: El frío será tu mejor aliado si lo puedes aplicar de manera inmediata a la ocurrencia del accidente.
- Cefalea: El dolor de cabeza disminuye por el adormecimiento de los nervios y la sensación de bienestar al reducirse la temperatura de una piel caliente (generalmente es así cuando sufrimos de este padecimiento).
- Abrasiones: Antes de que se formen las costras podemos aplicar frío en una abrasión o herida para disfrutar de los beneficios comentados y ayudar en la cicatrización.
- Quemaduras por hielo: Curiosamente, si se puede soportar, una quemadura producida por hielo puede tratarse con éxito con más frío todavía.
- Problemas reumáticos: En los casos de tendinitis, artrosis o bursitis se consigue una reducción efectiva de la inflamación.
- Eliminación de bultosidades en la piel: Con nitrógeno podemos hacer desaparecer verrugas planas, seborreicas o vulgares, moluscos contagiosos, papilomas plantares, acrocordones, léntigos seniles...
- Espasmos musculares: La relajación de la zona y el adormecimiento harán que estos se reduzcan significativamente e incluso desaparezcan.
Contraindicaciones
A pesar de, como hemos visto, ofrecer beneficios en cantidad de ocasiones, lo cierto es que esta técnica no se indica en ciertas situaciones:
- Hipersensibilidad: Obviamente, aquellos que padezcan hipersensibilidad en el tacto, urticaria o incluso quienes sean alérgicos al frío no son candidatos a este tipo de tratamiento. Por supuesto, jamás debemos aplicar frío si padecemos de pioderma gangrenoso, pues las llagas están aseguradas.
- Vasoconstricción: La aplicación de frío supone que los capilares y demás vasos sanguíneos se constriñan. Si de manera habitual esto ya ocurre, debemos desechar esta idea por completo o podríamos llegar a sufrir falta de riego sanguíneo. Incluimos desde personas con síndrome o enfermedad de Raynaud ya diagnosticadas hasta cualquier otra que padezca esta constricción de manera temporal como síntoma de otra enfermedad, por practicarse un tratamiento, etc.
- Hipertensión: Aunque no tiene por qué, lo cierto es que, en ocasiones, aplicarnos frío de manera profesional puede suponer que el flujo sanguíneo aumente. Esto puede alterar la tensión de una persona aumentándola.
- Tromboembolismo: Por la misma razón, si se cree tener trombos en la sangre o se han tenido ya antecedentes debemos hacerlo saber al profesional, pues seguramente sea mucho más adecuado recurrir a otra técnica de alivio del dolor o reducción de la inflamación.
- Plaquetas insuficientes: Es de comprender que por el mismo motivo tampoco debamos someternos a este método de alivio si tenemos cualquier enfermedad o se da una circunstancia por la que tengamos una cantidad de plaquetas inferior a lo considerado normal.
- Cualquier otra forma de discrasia sanguínea y actuaciones y problemas en esta. En general, si se sufren alteraciones tanto en la cantidad como en la calidad de los elementos que la componen, no debemos convertirla en el objetivo de esta terapia. Ídem, por ejemplo, si te sometes a diálisis o padeces crioglobulinemia (aquí se puede consultar y realizar la terapia en función del nivel general de la enfermedad y de cómo y para qué necesites ponerte frío en el cuerpo.
- Lesión maligna e histológicas: Si se tiene conocimiento o siquiera duda sobre si se está padeciendo una lesión maligna habrá que proceder con otro tipo de terapia de alivio. Lo mismo ocurre si esta precisa de un diagnóstico histológico (de los tejidos).
- Cáncer o mieloma: Aunque el frío ayuda a la regeneración muscular, no se puede afirmar que ocurra lo mismo con las células. Así, no se conoce todavía el impacto que puede tener en las zonas tumorosas.
- Embarazadas o lactantes: Igual que en el caso anterior, al no existir conocimiento sobre posibles contraindicaciones, este es un colectivo que no debería, en un principio, someterse a un tratamiento de frío. En cualquier caso, la consulta con un experto para cada caso concreto es siempre la opción más adecuada puesto que la crioterapia corporal no tiene efectos de gran intensidad en toda nuestra extensión.
Por supuesto, su abuso o uso indebido puede llevar a se den circunstancias perjudiciales. Lo que puede ocurrir, entre otras muchas cosas es que la exposición a bajas temperaturas durante un tiempo prolongado:
Lista de riesgos derivados:
- Rompa las membranas celulares de la zona de la dermis donde se aplica.
- Hace que las lipoproteínas pierdan propiedades.
- Constriñe y distiende los hilos vasculares.
- Hace que la permeabilidad capilar aumente.
- También favorece los trombos.
- Se reduce el flujo de sangre que llega al corazón.
- Se puede dar incluso necrosis.
Efectos secundarios
En ocasiones, pueden darse una serie de efectos o complicaciones más o menos graves, aun y cuando el tratamiento se realice correctamente. Por supuesto, no es lo habitual y no tienen por qué darse todos ellos.
- Dolor: Hay zonas mucho más propensas al padecimiento de dolor, como son los labios, cutícula de la piel en la uña. pulpejos, hélix...
- Modificación de las cualidades de la piel y defectos tisulares: Cambio de color, ulceración, aparición de ampollas, edemas en zonas laxas, cicatrices, milias etc
- Alteración neuronal: Los nervios se pueden atrofiar por un exceso de exposición al frío. Es más fácil en zonas como nervios cutáneos (peroné, ángulo mandibular, cúbito...), espacio entre los dedos, en las falanges distales... Ojo porque este efecto puede ser permanente.
- Alopecia permanente: Por la atrofia del bulbo piloso.
- Insuflación de gas: Si el nitrógeno líquido llegase al tejido celular subcutáneo durante el tratamiento de una lesión con úlcera.
- Síncope: En raras ocasiones, por el exceso de frío (o incapacidad para soportarlo), por un shock de histamina o por circunstancias derivadas de otros tratamientos.
- Hemorragia: Se podría dar, excepcionalmente, cuando se aplica en zonas de "cuerpo abierto". Obviamente, esto se da en casos médicos extremos tratando problemas muy difíciles, no tiene nada que ver con la aplicación del frío en fisioterapia.
- Hemorragia retardada: Esta se daría si tratamos sobre vénulas o trombos.
Crioterapia y termoterapia; ¿Cuáles son las ventajas de usar juntos el frío y el calor?
La termoterapia consiste en la aplicación de calor en zonas del cuerpo con ciertas afecciones o lesiones. En algunos casos se busca paliar síntomas similares a los que también atacamos con el frío, aunque esto no tiene por qué ser siempre así. De hecho, hay indicaciones totalmente opuestas para ambos métodos de trabajo.
En cualquier caso, la terapia de frío/calor, que alterna ambos elementos en una misma sesión, tiene una serie de beneficios en ciertos casos:
- Nutrición del músculo: Con la alta temperatura conseguimos alimentar el músculo que, sólo con frío, sabemos que perdería riego. El frío posterior retira las células muertas y toxinas. Repetimos para que vuelva a haber un aporte sanguíneo, como es lógico, y para recibir oxígeno de nuevo. Se comienza por calor y continuamos alternando hasta en cinco ocasiones para darnos tres aplicaciones con cada terapia, de tres minutos cada una. Con ello, el músculo, además de reducir mucho el dolor, ayuda a que se restablezca la fuerza muscular.
- Reuma: Tanto la crioterapia como la termoterapia actúan sobre el dolor, por lo que, evitando las situaciones en las que no son desaconsejados, podemos disfrutar de una reducción significativa del dolor. El caso más claro es el reuma.
- Dolor de cabeza: ¿Nunca has sabido si ponerte algo frío o algo caliente? Esto es porque ambos tienen efectos positivos. Por un lado, la irrigación sanguínea ayuda a que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y se oxigene el cerebro. Por el otro, el frío reduce el dolor y adormece los nervios que, alterados, están haciendo llegar señales de punciones, espasmos o dolor.
Usándolos de manera alternativa, las posibilidades se multiplican, como decimos, siempre que la aplicación de frío o calor no sea contraproducente en la situación en la que nos encontramos.
F.A.Q: Preguntas frecuentes
Referencias
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