Tratamiento de lesiones deportivas en el voleibol

Las lesiones deportivas son inevitables en la práctica de la mayoría de los deportes, y el voleibol no está exento de ellas. Afortunadamente, existen muy buenos tratamientos para las lesiones deportivas en el voleibol. De ellos dependerá una buena recuperación y la conservación del rendimiento deportivo en los atletas.

Uno de los mejores métodos terapéuticos que se han creado para la atención oportuna de lesiones es aplicar el método RICE. En el caso de que las lesiones sean graves, también existen tratamientos quirúrgicos novedosos. Si eres jugar de voleibol profesional o aficionado debes conocerlos a profundidad, y en esta entrada te lo contamos.

¿Cuáles son los tipos de lesiones más comunes cuando jugamos al voleibol?

El voleibol es un deporte donde no existe contacto directo con el opositor por lo tanto las lesiones suelen ser menores. Sin embargo, aunque es un deporte en equipo sus jugadores no pueden escapar de ellas. Las lesiones deportivas en el voleibol aparecen debido al nivel de exigencia física que tiene este deporte.

En sus prácticas existen muchos movimientos bruscos que se repiten constantemente. El voleibol requiere de entrenamientos intensos y cargas que repercuten negativamente en ellos si no se cuenta con el entrenamiento adecuado.

Estas son algunas de las lesiones más comunes:

• Tendinitis del manguito rotador: Las lesiones a nivel del manguito rotador se producen debido a los movimientos que se deben realizan por encima de la cabeza. Se trata de movimientos repetitivos con fuerza para bloquear y servir con el balón generando desgarros parciales o totales en estos tendones. Esto provoca inflamación, dolor profundo, imposibilidad para elevar el brazo acompañado de mucha debilidad.
• Lesión SLAP: Es producto de un desgarro incompleto o completo a nivel del fibrocartílago Labrum. En el voleibol se produce por caídas con el brazo extendido en abducción y con ligera flexión. También, por realizar movimientos de lanzamiento a repetición con la técnica inadecuada. Este tipo de lesión causa dolor intenso e inespecífico en el hombro, sobre todo al intentar elevarlo sobre la cabeza y mucha rigidez.
• Pinzamiento de hombro: Es una lesión que provoca un pellizco en los tejidos blandos del hombro por compresión a nivel de la articulación del hombro. Esta puede originarse por calcificaciones óseas, tensión capsular y debilidad del manguito rotador. Entre los síntomas que genera podemos resaltar dolor intenso al elevar los brazos y rigidez.
• Esguince de muñeca: Esta lesión se conoce como “muñeca abierta” y se debe a la distención, desgarro o rotura de los ligamentos en esta articulación. Es producto del nivel alto de entrenamiento, sobreuso de la articulación o accidentes, como caídas o traumatismos mientras se entrena. En consecuencia, se genera imposibilidad para mover la articulación, dolor intenso e inflamación.
• Fracturas, luxaciones y esguinces en los dedos de la mano: Esta zona suele sufrir los impactos de los golpes que producen el balón o la pelota sobre la punta de los dedos. Estas se producen debido a lo frágiles que es la estructura de las falanges de los dedos mientras se realizan clavadas, servicios y bloqueos. En este tipo de lesiones los síntomas son un dolor intenso, deformidad y aumento de volumen acompañado de imposibilidad de moverlos.
• Tendinitis rotuliana: Se trata de una inflamación, por microdesgarros o microroturas del tendón rotuliano, el encargado de unir la tibia con la rótula. Estas se produce por los movimientos de clavadas, remates y bloqueos como una respuesta del organismo de reparar la lesión producida. Esto provoca dolor intenso a nivel superior e inferior de la rótula y disminución de la fuerza a nivel del muslo.
• Lesión del ligamento cruzado anterior: Es una de las lesiones más graves que suelen presentarse en los jugadores de voleibol. Se produce por saltos fuertes y caídas torpes sobre los pies extendidos que provocan desgarro o rotura de este ligamento. Generalmente, provocan chasquido fuerte en la rodilla, dolor fuerte, aumento de volumen y dificultad para arrodillarse, agacharse o sentarse
• Esguince de tobillo: Es una de las lesiones más frecuentes durante la práctica del voleibol. Suele producirse una distención, desgarro parcial o total de los ligamentos que componen esta articulación debido a caídas o perdidas de equilibrio. Tiene diversas formas de presentación en dependencia del grado. El grado I genera distención de los ligamentos, el grado II provoca un desgarro parcial y el grado II una rotura total.
• Tendinitis de Aquiles: Es la inflamación del tendón de Aquiles producto de la sobrecarga sobre las pantorrillas. Se debe a prácticas deportivas intensas, pero con mucho distanciamiento en cuanto a su recurrencia. Esto provoca microdesgarros a nivel de esta estructura generando mucho dolor a nivel de la zona posterior de la pierna y rigidez.
• Fascitis Plantar: Es una inflamación a nivel de la fascia plantar producto de movimientos como saltos a repetición o uso de calzado inadecuado. Esto generan una excesiva tensión sobre la fascia que pueden ocasionar además desgarros parciales o totales. Generalmente, causa un dolor matutino sobre el talón y la planta del pie acompañado de ardor y empeora con el ejercicio.
• Dolores lumbares: Son producidos por contractura en los músculos y ligamentos de la espalda baja. También, la inflamación de los nervios y los discos vertebrales producto de los giros rápidos y las hiperextensiones de la columna. Los deportistas sienten un fuerte dolor a nivel de la espalda baja que puede extenderse hacia las piernas.
• Contracturas y desgarros musculares: Estas lesiones pueden presentarse en cualquier musculo del cuerpo, especialmente en los miembros superiores, inferiores y en la espalda. Sus causas pueden ser múltiples, pero generalmente se producen por traumatismos, sobrecarga muscular, disminución del flujo sanguíneo o desequilibrios hidroelectrolíticos. Su característica es el acortamiento muscular, el dolor intenso y el bulto que se genera en el musculo afectado.

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¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de primeros auxilios en el voleibol?

Las lesiones deportivas tienen técnicas específicas de primeros auxilios, las más conocidas conforman el método RICE. Actualmente estas técnicas se han actualizado y conforman el método PRICE, pero el RICE es mucho más conocido. Su nombre deriva de las siglas en ingles de las siguientes palabras, Protección, Descanso, Hielo, Compresión y Elevación.

• Protección: El primer paso de este método es la protección del área lesionada para evitar la aparición de nuevas lesiones o de complicaciones. Se realiza utilizando órtesis, soportes de articulaciones o vendajes elásticos.
• Reposo: La protección se debe combinar con el reposo para garantizar la disminución del flujo sanguíneo en la zona de la lesión. Esto evita que se produzca más inflamación y dolor por lo que se recomienda solo usarlo las primeras 48 horas. El reposo debe ser relativo para evitar el exceso de rigidez en la zona afectada.
• Hielo: Aplicar hielo es muy beneficioso cuando se producen lesiones en la práctica deportiva del voleibol. Tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas y debe usarse las primeras 72 horas, durante 15 minutos de 6 a 8 veces al día. Es muy útil aplicarlo ayudándose con compresas frías o bolsas rellenas de gel.
• Compresión: Posteriormente se debe colocar un vendaje compresivo para disminuir la inflamación y ofrecer un mejor soporte. El vendaje debe colocarse con la presión adecuada para garantizar el aumento de volumen que se produce por el exceso de líquido. La compresión adecuada también permite fijar los tejidos blandos para poder mover adecuadamente la zona afectada.
• Elevación: Por último, es importante elevar la zona afectada para evitar el dolor y la inflamación. Se debe subir el miembro o zona afectada 30 cm por encima del nivel del corazón para disminuir la tensión arterial. También, esta técnica nos permite aumentar el retorno venoso para reducir el dolor y el edema.

Tratamientos quirúrgicos para curar las lesiones graves o crónicas en jugadores de voleibol

Algunas lesiones más graves o crónicas no suelen resolverse con la utilización del método PRICE. Estas requieren de tratamientos quirúrgicos para lograr devolverles la movilidad y el desempeño a los jugadores de voleibol. Sin embargo, la mayoría de las cirugías suelen ser muy sencillas y garantizan al deportista una recuperación rápida:

Lesiones en el hombro

El hombro es una de las partes más importantes en la práctica del voleibol. El hombro maneja la mayoría de los movimientos de servicio y bloqueo y por lo tanto es susceptible de desgarros y roturas. Las lesiones por sobrecarga generan lesiones crónicas como la tendinitis del manguito rotador, el procedimiento quirúrgico es:

• Artroscopia de hombro: Se trata de una cirugía diseñada para visualizar y reparar las estructuras que conforman la articulación del hombro. Es un procedimiento muy sencillo donde se realiza una incisión alrededor de la articulación. Posteriormente se inserta el artroscopio para reparar todos los tejidos dañados.

Lesiones en manos y dedos

Las manos y los dedos son dos de las zonas más susceptibles a lesiones durante la práctica deportiva del voleibol. En las muñecas se suelen generar tendinitis debido a la sobrecarga de esta articulación. En el caso de los dedos es muy común que ocurran fracturas, desgarro y rotura de ligamentos y tendones.

En el caso de estas lesiones las soluciones quirúrgicas son las siguientes:

• Cirugía de reducción y fijación: Pueden usarse en caso de fracturas a nivel de los huesos de la muñeca, mano o dedos. Su utilidad es para alinear e inmovilizar los huesos fracturados. Para ellos se usan dispositivos internos, tubos, alambres y entablillados.
• Cirugía abierta de reparación: En el caso de lesiones graves y crónicas a nivel de los tendones y ligamentos se utilizan las cirugías abiertas. Esta cirugía puede ser primaria cuando se realiza dentro de las primeras 24 horas o secundarias cuando se realizan en lesiones crónicas. Pueden resultar reparaciones simples o muy complejas y por lo general conllevan a recuperaciones lentas.

Lesiones en tobillos y pies

La mayoría de las lesiones a nivel de los tobillos y los pies se recuperan con fisioterapias y tratamiento conservador. Cuando esto no funciona entonces se requiere utilizar procedimientos quirúrgicos que permitan una reparación adecuada de los tejidos. Los procedimientos más usados en la actualidad son:

• Artroscopia de tobillo: Este procedimiento permite la reparación de todas las estructuras a nivel de la articulación del tobillo. Es muy útil en la reparación de ligamentos, tendones y cualquier tipo de lesión grave o crónica a nivel de la articulación. Los resultados de esta cirugía suelen ser muy satisfactorios y la mayoría de los deportistas suelen regresar a su rutina habitual.
• Cirugía de reconstrucción abierta: Es otra de las opciones de tratamiento para la reparación de los ligamentos y tendones, aunque la recuperación es más lenta. Es muy útil en la fascitis plantar, sobre todo cuando ocurre un desgarro importante de ella. Se realiza una incisión a alrededor del tobillo para exponer las estructuras dañadas y de esa forma repararlas.

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