Comprender la diferencia entre lo que es una dolencia y lo que es una enfermedad, que a veces no están vinculadas, es esencial para saber qué tratamiento usar para curarte lo antes posible. A menudo un golpe desafortunado genera una dolencia, pero esto no quiere decir que estés enfermo.
En este artículo aprenderás la diferencia entre los conceptos de enfermedad y dolencia, además sabrás cuáles son los tipos de lesiones y dolencias más comunes que existen al desarrollar una actividad física diaria o disciplina deportiva.
Definición: ¿Qué es una dolencia o enfermedad?
Si nos ceñimos a términos clínicos, ambos conceptos son distintos por su origen. Las enfermedades son las alteraciones en el funcionamiento corporal que harán tener síntomas que describen la intensidad de la enfermedad en ese momento.
Cuando se habla de "alteraciones en el funcionamiento corporal" es porque se recurren a herramientas clínicas que permiten tener un diagnóstico claro de cuál es la dificultad que aqueja al paciente, luego se procede a abordar el problema con el uso de terapias complementarias, técnicas de recuperación, productos para mejorar la salud y si no queda mas remedio, con el uso de fármacos.
Durante todo ese proceso, la persona manifiesta sentirse de una forma puntual, señales que están más relacionadas con las dolencias porque estos síntomas son subjetivos y ayudarán al médico especialista a tener mayor claridad de cuáles son las alteraciones que afectan al paciente.
Una dolencia podría definirse como un síntoma de una enfermedad, ya que se enfoca en una sensación puntual que podría ser el indicativo de una afección mucho peor y completa. Por ejemplo, el dolor articular es una dolencia, que podría indicar que el paciente puede estar padeciendo artrosis o que tiene un daño en los ligamentos si este dolor aparece posterior a un esguince.
¿Cuál es la diferencia entre enfermedad y dolencia?
Como te mencionamos, no es lo mismo tener una dolencia que tener una enfermedad. Es necesario diferenciar al detalle cada concepto, pues va a ser clave al momento de realizar un correcto diagnóstico clínico.
Pongamos un ejemplo, si durante la práctica del boxeo ocurre una fractura en los dedos de la mano; ¿Es una dolencia, una lesión o una enfermedad?.
Vamos a ver de que se trata:
- Si la fractura no está asociada a una enfermedad previa, como por ejemplo una artritis, se trata de una lesión deportiva con una dolencia.
- Se trata de una enfermedad si ya hay un historial de artritis en el deportista y esta fractura es una consecuencia más de ese proceso degenerativo.
Para tener una respuesta acertada no basta con la observación del especialista sanitario y la realización de exámenes físicos. También es importante tener la percepción de la persona afectada y saber su historial médico, así como su historial deportivo en caso de que practique alguna disciplina en concreto. De este modo se relacionan sus síntomas (asociado a la dolencia) y los indicadores clínicos (asociado a la enfermedad).
Dos de las ramas de la medicina son la medicina curativa y la medicina preventiva:
En la medicina curativa el paciente llega con una dolencia, que se resume en las características que el paciente percibe y que darán pistas al médico para saber qué ocurre en su cuerpo. Esta es una percepción del paciente, una subjetividad, que a menudo no es vinculante con la causa real de la enfermedad, sin embargo no debe ser descartada esta percepción, ya que una persona puede tener varias dolencias asociadas a varias enfermedades.
En la medicina deportiva, el especialista estudia los efectos del ejercicio del deporte y, en general, de la actividad física, en el organismo humano, desde el punto de vista de la prevención y tratamiento de las lesiones originadas durante una actividad física.
Tú como paciente debes dominar bien los conceptos de dolencia y enfermedad, así podrás dar pistas más acertadas al médico especialista para dar paso a la recuperación de tu salud y tu actividad deportiva.
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¿Cuáles son los tipos de dolencias más comunes que hay?
En el ámbito médico existe una clasificación formal de las enfermedades y problemas de la salud: enfermedades epidémicas, constitucionales o generales, localizadas y ordenadas por zona corporal, trastornos del desarrollo y los traumatismos.
Artritis
La artrosis y la artritis reumatoide son los dos tipos de artritis más comunes que pueden afectar a cualquier persona. Se trata de una patología ocasionada por el desgaste de los cartílagos en las articulaciones. Es una enfermedad degenerativa y su avance es paulatino y progresivo.
Su aparición está estrechamente relacionada con factores genéticos, aunque también tiene que ver con el estilo de vida del paciente, siendo los deportista muy afectados que durante muchos años de su vida practicaron intensamente algún deporte que exigiera en exceso sus articulaciones, por el lado contrario, el sedentarismo puede ser también un factor de riesgo.
Bursitis
En cada articulación hay bursas, unas pequeñas bolsas con líquido en su interior que sirven de amortiguadores de golpes y roces entre los huesos. La bursitis es la inflamación de bolsas sinoviales, y puede ocurrir comúnmente en el hombro, codo, cadera, en la rodilla y el tobillo.
Como hemos comentado, las bursas son pequeñas bolsas llenas de líquido que se inflaman cuando los músculos, tendones y ligamentos la presionan. Por ejemplo, en el fútbol, la bursitis es más común en las rodillas y en el tobillo. En el boxeo, la bursitis suele presentarse en el hombro. Una opción de tratamiento es el drenaje del exceso de líquido de la bursa para aliviar el dolor aunque como medida preventiva se recomienda el descanso para que esta inflamación se reduzca.
Calambres
Son pequeñas contracturas musculares que se producen tanto por la tensión excesiva de las fibras musculares como por la compresión de nervios. Siempre que haya un calambre debe haber un descanso. Estos son más frecuentes en los muslos, los brazos, el abdomen y en la caja torácica.
Muchos de estos calambres también se producen por un desequilibrio electrolítico de nuestro cuerpo, debido en muchos casos a una deshidratación extrema, basta con reponer los líquidos perdidos durante las actividades físicas en condiciones de temperaturas altas o de larga duración. Tener déficit de micronutrientes como algunos minerales, como el magnesio o el potasio, falta de vitaminas del grupo B, como la B1 y la B3 también son el origen de los calambres.
Ciática
El nervio ciático (o ciática) es la mayor nervadura del cuerpo humano y está conformado por varias terminaciones nerviosas que provienen de la columna vertebral. El dolor por ciática inicia en la parte final de la columna, dirigiéndose hacia los glúteos y pasando por la zona posterior del muslo hasta llegar a la rodilla, incluso llegando al tobillo.
Comienza con dolores irregulares en las piernas y los brazos. Es más común en personas que practican deportes como la halterofilia y el golf en los que hay una alta exigencia física en la espalda y es normal que haya dolores por el desplazamiento de discos lo que origina el pinzamiento del nervio ciático. También es muy común en personas que pasan muchas horas sentadas en su trabajo o en posturas donde el nervio ciático sufra presión.
Contracturas musculares
Se trata de una lesión leve si se atiende a tiempo y se toma el descanso necesario para permitir que el músculo se regenere por completo. Es una contractura de las fibras musculares que ocurre por la sobrecarga de trabajo sobre ellos. Una contractura muscular se origina durante el trabajo físico, después de un esfuerzo deportivo intenso o como forma residual asociada a una lesión más grave. Es una dolencia bastante común entre los deportistas.
También pueden surgir de forma súbita mientras realizamos una actividad física intensa para la cual nuestras fibras musculares no están preparadas o tienen una sobrecarga previa por cansancio, entrenamiento excesivo o una mala técnica de ejecución. Cuando hacemos un sprint a alta velocidad o levantamos un gran peso, nuestros músculos pueden sufrir una contractura muscular por diversos factores, pudiendo ser estos, sobrecarga, debilidad, estrés, déficit en micronutrientes, poca hidratación etc.
Esguinces
Son lesiones muy comunes en el mundo deportivo provocadas por el estiramiento excesivo de los ligamentos en las articulaciones. Un esguince tiene tres grados de gravedad posibles, en el tercer grado hay una rotura completa del ligamento y necesitará una cirugía mediante artroscopia.
Los síntomas comunes cuando ocurre un esguince, son el dolor intenso y localizado, inflamación de toda la articulación, deformación en la zona, cambio en la coloración de la piel y dificultad para moverse libremente. Si un esguince es de primer grado, la recuperación es más rápida porque el ligamento no se rompe y se regenera mejor, aunque un esguince mal curado puede volverse crónico o reproducirse más fácilmente.
Fascitis plantar
La fascia es un tejido que está en la planta del pie y va desde el talón hasta los metatarsianos. Se encarga de mantener el arco plantar y de conectar el talón con los dedos de los pies. Cuando se lesiona, esta fascia se inflama y provoca un dolor agudo al caminar.
Tiene la característica de generar dolor en las mañanas recién levantados o en momentos de reposo tras una actividad física. Es más frecuente en deportistas, pero cualquier otra persona puede padecerla sin necesidad de practicar algún deporte.
Fracturas óseas
Se denomina fractura a una rotura parcial o total de un hueso ocasionado por un traumatismo, o por debilitamiento de los huesos por desgaste del cartílago. Esto puede ocurrir por una caída puntual durante la práctica de alguna actividad física, o en personas con estructura ósea frágil como pacientes de osteoporosis o artritis.
Los casos más extremos son las fracturas abiertas, donde los trozos del hueso afectan los tejidos blandos como músculos, tendones y ligamentos. En este tipo de fracturas la cirugía se hace necesaria para unir los trozos del hueso y reparar los tejidos dañados.
Tendinitis
Es otro de los males más frecuentes en los deportes o trabajos que requieran de movimientos repetitivos. Ocurre cuando un tendón se irrita y se inflama por la sobrecarga de tensión en los entrenamientos y las actividades diarias. Las malas técnicas y el poco calentamiento del cuerpo, harán que los tendones sufran más. Sin embargo, otra causa común es la pérdida de elasticidad de los tendones que se da a través de los años.
Los tendones pueden sufrir micro roturas parciales o roturas totales, por lo que ante una molestia, es importante tomar el debido reposo para que nuestros tendones se recuperen completamente. Una reincidencia de lesión en el mismo tejido hará que la recuperación total sea más compleja y puede generar una tendinitis crónica.
Hernia discal
Una de las dolencias más comunes en personas de edad avanzada o atletas que realicen deportes de fuerza como levantamientos de pesas. Ocurre cuando una vertebra se sale de su posición o cuando el disco de esta se fractura y deja salir parte del núcleo de la misma, presionando un nervio que a su vez generará un fuerte dolor.
Cuando se detecta en sus primeras etapas puede solventarse con la aplicación de ejercicios de fisioterapia, u otras terapias como la crioterapia y el uso de prendas compresivas.
Luxaciones o dislocaciones
Este es el término utilizado para describir cuando un hueso se sale de su posición en una articulación, lo que genera presión y daño en los ligamentos y músculos de la misma, limitando la movilidad y el funcionamiento de la extremidad involucrada. Por lo general ocurre al recibir un fuerte golpe en una articulación que si bien no llega a generar fracturas, si hace que el hueso se mueva.
Las luxaciones más comunes suelen ocurrir en el hombro, cuando la cabeza del húmero se sale de la cavidad glenoidea de la escápula; en la rodilla por un movimiento que saque el fémur de su posición; o en el codo si el radio o cúbito son desposicionados. Aunque básicamente cualquier hueso que participe en una articulación puede dislocarse.
Síndrome del túnel carpiano
Esta dolencia se presenta por la compresión o tensión en el túnel por el que pasa el ligamento carpiano transversal, lo que a su vez afecta directamente al nervio radial que atraviesa la misma zona, generando así una molestia que en sus primeras etapas comienza como un simple hormigueo, pero con el paso de los años evoluciona en un fuerte dolor en la muñeca y el pulgar.
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