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Lesiones en brazos y antebrazos

Las lesiones de brazo y antebrazo son cruciales porque pueden afectar significativamente a las actividades diarias y a las capacidades funcionales. Estas lesiones pueden deberse a diversos motivos, como traumatismos relacionados con el deporte, esfuerzos repetitivos o uso excesivo. Un tratamiento rápido y eficaz es esencial para evitar complicaciones posteriores y promover una recuperación óptima. La fisioterapia manual desempeña un papel vital en el proceso de rehabilitación, ya que ayuda a aliviar el dolor, restablecer la amplitud de movimiento y mejorar la fuerza y la función.

Un fisioterapeuta cualificado con experiencia en lesiones de brazo y antebrazo puede proporcionar intervenciones específicas, incluidas técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y modalidades adecuadas, para tratar deficiencias específicas. Al tratar estas lesiones de forma integral, las personas pueden recuperar su independencia, volver al trabajo o al deporte y mejorar su calidad de vida en general.

¿Qué tipos de lesiones de brazo y antebrazo podemos sufrir?

¿Qué tipos de lesiones de brazo y antebrazo podemos sufrir?

Fracturas

Las fracturas en el antebrazo pueden ir desde pequeñas fisuras hasta roturas completas de los huesos. Suelen producirse por caídas, impactos directos o fuerza excesiva. Las fracturas pueden requerir inmovilización con yesos, férulas o, en algunos casos, intervención quirúrgica con colocación de placas, tornillos o varillas para estabilizar el hueso durante el proceso de curación.

Codo de tenista (epicondilitis lateral)

El codo de tenista es una lesión por sobreuso caracterizada por inflamación y microdesgarros en los tendones que se unen a la prominencia ósea de la cara externa del codo. Suele estar causada por el agarre repetitivo, la extensión de la muñeca o la rotación del antebrazo. El tratamiento suele consistir en reposo, fisioterapia, control del dolor y modificación de las actividades para reducir la tensión en los tendones afectados.

Codo de golfista (epicondilitis medial)

El codo de golfista es similar al codo de tenista, pero afecta a los tendones de la cara interna del codo. Está causado por el agarre repetitivo, la flexión de la muñeca o la rotación del antebrazo. Las opciones de tratamiento incluyen reposo, fisioterapia, modalidades analgésicas y modificación de la actividad.

Síndrome del túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano se produce cuando el nervio mediano, que discurre por un estrecho pasaje de la muñeca llamado túnel carpiano, se comprime. Esto puede provocar dolor, entumecimiento, hormigueo y debilidad en la mano y los dedos. El tratamiento puede incluir entablillado, modificación de la actividad, intervenciones ergonómicas, fisioterapia y, en casos graves, cirugía para aliviar la presión sobre el nervio.

Dislocaciones

Las luxaciones consisten en el desplazamiento de los huesos de su posición normal en una articulación. En el brazo y el antebrazo, las luxaciones pueden producirse en las articulaciones del codo, la muñeca o el hombro. Estas lesiones suelen ser consecuencia de traumatismos o accidentes deportivos. El tratamiento suele consistir en atención médica inmediata para recolocar manualmente la articulación, seguida de inmovilización, tratamiento del dolor y fisioterapia para restablecer la estabilidad y la función de la articulación.

Distensiones y esguinces

Las distensiones se refieren a músculos estirados o desgarrados, mientras que los esguinces implican daños en los ligamentos que unen los huesos. Estas lesiones suelen producirse por sobrecarga, movimientos bruscos o fuerza excesiva. El tratamiento suele incluir reposo, hielo, compresión y elevación (RICE), tratamiento del dolor y vuelta gradual a la actividad mediante fisioterapia.

Tendinitis del bíceps

La tendinitis del bíceps es una enfermedad inflamatoria que afecta al tendón que conecta el músculo bíceps con el hombro o el codo. Suele estar causada por actividades repetitivas por encima de la cabeza, levantar objetos pesados o la degeneración relacionada con la edad. El tratamiento puede consistir en reposo, hielo, antiinflamatorios, fisioterapia y, en algunos casos, inyecciones de corticosteroides o cirugía.

Distensiones musculares del antebrazo

Las distensiones de los músculos del antebrazo pueden deberse a movimientos repetitivos o a una fuerza excesiva y repentina. Estas distensiones suelen afectar a los músculos flexores o extensores del antebrazo. El tratamiento consiste en reposo, hielo, compresión, elevación (RICE), fisioterapia y vuelta gradual a las actividades con la forma y la técnica adecuadas.

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¿Cuáles son las causas del dolor en el antebrazo?

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Sobrecarga o movimientos repetitivos

Las lesiones por sobrecarga o esfuerzo repetitivo se producen cuando los músculos, tendones o ligamentos del brazo y el antebrazo se someten a movimientos repetitivos o a un esfuerzo excesivo durante un periodo prolongado. Actividades como teclear, pintar o practicar deportes que implican movimientos repetitivos pueden provocar fatiga muscular, microtraumatismos e inflamación, con el consiguiente dolor.

Tendinitis

La tendinitis es la inflamación de un tendón, que conecta los músculos a los huesos. En el brazo y el antebrazo, los tendones pueden inflamarse debido a movimientos repetitivos, uso excesivo o traumatismo directo. El codo de tenista (epicondilitis lateral) y el codo de golfista (epicondilitis medial) son ejemplos de tendinitis que suelen afectar a los tendones del antebrazo. Estas afecciones son el resultado de agarres repetitivos, movimientos de muñeca o rotaciones del antebrazo, y provocan dolor, sensibilidad y dificultad para agarrar o levantar objetos.

Compresión nerviosa

La compresión o irritación de los nervios del brazo y el antebrazo puede causar dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad. El síndrome del túnel carpiano se produce cuando el nervio mediano de la muñeca se comprime, provocando síntomas en la mano y el antebrazo. La radiculopatía cervical se produce cuando los nervios del cuello se comprimen o irritan, provocando un dolor que se irradia hacia el brazo y el antebrazo.

Fracturas y luxaciones

Las fracturas y dislocaciones se producen cuando los huesos del brazo se rompen o se desplazan de su posición normal. Estas lesiones suelen ser consecuencia de traumatismos, caídas o impactos directos. Las fracturas pueden causar dolor inmediato e intenso, hinchazón, deformidad y dificultad de movimiento. Las luxaciones suelen afectar a las articulaciones del hombro, el codo o la muñeca, provocando dolor intenso, limitación de la amplitud de movimiento e inestabilidad articular.

Distensiones musculares

Las distensiones o desgarros de los músculos del brazo o el antebrazo pueden producirse por movimientos bruscos, sobreesfuerzo o traumatismo directo. Los músculos que suelen verse afectados son el bíceps, el tríceps o los músculos flexores y extensores del antebrazo. Las distensiones musculares provocan dolor localizado, sensibilidad, hinchazón y limitación de la fuerza o la amplitud de movimiento.

Artritis

La artritis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de las articulaciones. La artrosis, la forma más común, se debe al desgaste del cartílago articular, mientras que la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. La artritis en las articulaciones del brazo, como el codo o la muñeca, puede causar dolor, rigidez, hinchazón y movilidad limitada.

Atrapamiento nervioso

El atrapamiento nervioso se produce cuando un nervio queda comprimido o atrapado, lo que provoca dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad. En el brazo y el antebrazo, suelen verse afectados el nervio cubital y el nervio radial. El atrapamiento del nervio cubital puede causar síntomas en el antebrazo, la mano y los dedos, mientras que el atrapamiento del nervio radial puede provocar dolor y debilidad en el antebrazo.

Bursitis

La bursitis es la inflamación de las bursas, pequeñas bolsas llenas de líquido que amortiguan y reducen la fricción entre tendones, músculos y huesos. En el brazo, la bursitis puede producirse en el hombro, el codo o la muñeca. Puede estar causada por movimientos repetitivos, traumatismos o presión prolongada sobre las bursas, lo que provoca dolor localizado, hinchazón y limitación de la movilidad articular.

Problemas vasculares

Ciertas afecciones vasculares pueden causar dolor en el antebrazo y el brazo. Los coágulos sanguíneos, la trombosis venosa profunda (TVP) o la arteriopatía periférica pueden restringir el flujo sanguíneo al antebrazo y provocar dolor, hinchazón, decoloración y disminución de la sensibilidad.

¿Cuáles son los síntomas del dolor de antebrazo y brazo?

¿Cuáles son los síntomas del dolor de antebrazo y brazo?

El dolor de antebrazo y brazo puede manifestarse con diversos síntomas. He aquí una lista detallada de los síntomas comunes asociados:

  • Dolor: Dolor persistente o intermitente en el antebrazo, la parte superior del brazo o zonas específicas del brazo.
  • Sensibilidad: Sensibilidad o molestia al aplicar presión en la zona afectada.
  • Hinchazón: Hinchazón o inflamación visible o palpable.
  • Rigidez: Reducción de la amplitud de movimiento o dificultad para moverse.
  • Debilidad: Disminución de la fuerza o dificultad para agarrar, levantar o realizar actividades cotidianas que impliquen el antebrazo o el brazo.
  • Entumecimiento u hormigueo: Sensación de entumecimiento, hormigueo o pinchazos en el antebrazo, la mano o los dedos.
  • Dolor irradiado: dolor que se extiende del antebrazo a la mano, los dedos, el hombro o el cuello.
  • Pérdida de sensibilidad: Reducción o alteración de la sensibilidad, como disminución de la capacidad para sentir el tacto, la temperatura o las vibraciones.
  • Espasmos musculares: Contracciones o espasmos musculares involuntarios.
  • Rango de movimiento limitado: Dificultad para extender o flexionar completamente la articulación del antebrazo, codo o muñeca.
  • Calor: Aumento de la temperatura o calor en el brazo, a menudo acompañado de enrojecimiento o inflamación.
  • Atrofia muscular: Atrofia o pérdida notable de masa muscular en el antebrazo o la parte superior del brazo debido al desuso o a la afectación nerviosa.
  • Inestabilidad articular: Sensación de flojedad o inestabilidad articular en la articulación del codo, la muñeca o el hombro.
  • Dificultad en las actividades cotidianas: Desafíos en la realización de tareas cotidianas que implican el uso del antebrazo o el brazo, como agarrar objetos, escribir o levantar objetos.
  • Alteración de la fuerza de agarre: Disminución de la capacidad para agarrar objetos con firmeza o mantener un agarre fuerte.

¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de brazo?

He aquí una guía paso a paso sobre cómo aplicar la terapia RICE para tratar las lesiones de brazo:

  • Reposo: interrumpa inmediatamente la actividad o el movimiento que causó o empeoró la lesión en el brazo. Evite cualquier actividad que sobrecargue el brazo lesionado para permitir una curación adecuada.
  • Hielo: Aplique hielo en la zona lesionada lo antes posible, preferiblemente en las primeras 48 a 72 horas. Envuelva cubitos de hielo o una compresa fría en un paño fino o una toalla para proteger la piel del contacto directo. Aplique la bolsa de hielo en el brazo lesionado durante 15 a 20 minutos seguidos, varias veces al día. Haz pausas entre las sesiones de hielo para que la piel se recupere.
  • Compresión: Utiliza una venda de compresión o un vendaje elástico para envolver suavemente el brazo lesionado. Empiece por debajo del lugar de la lesión y envuelva hacia arriba, aplicando una presión firme pero no excesiva. Asegúrate de que el vendaje de compresión esté ajustado pero no demasiado apretado para no restringir la circulación. La compresión ayuda a reducir la hinchazón y proporciona sujeción al brazo lesionado.
  • Elevación: Eleve el brazo lesionado por encima del nivel del corazón siempre que sea posible. Busca una posición cómoda en la que el brazo esté apoyado, por ejemplo con almohadas o cojines. Mantener el brazo elevado ayuda a reducir la hinchazón al favorecer el drenaje de líquido de la zona lesionada.

Lesiones deportivas frecuentes en codos y antebrazos

Eche un vistazo a esta recopilación de posibles daños que puede sufrir durante percances relacionados con actividades deportivas. Aunque hay ciertos deportes de contacto como el baloncesto, el rugby y el boxeo que conllevan un mayor riesgo de lesión, cuando se trata del brazo, hemos observado que también es susceptible de sufrir daños en deportes como el tenis y el golf.

Dolencias más comunes en antebrazo y codo

Eche un vistazo a esta evaluación en la que se destacan los indicios y afecciones que su cuerpo manifiesta como señal de advertencia de una lesión inminente en el antebrazo. Existen numerosos trastornos y afecciones asociados al brazo, que abarcan la degeneración de articulaciones, ligamentos y tendones, así como deficiencias musculares. Familiarizarse con estas afecciones le permitirá prevenirlas y tratarlas eficazmente.

Referencias

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