Tratamiento de lesiones deportivas en el rugby

Las lesiones en el rugby son muy frecuentes y se deben a la naturaleza dura y fuerte de este deporte de contacto. Con los años se han desarrollado y utilizado protocolos de tratamiento para manejar las lesiones de forma correcta. Los jugadores se han ido familiarizando con cada una de las lesiones para conocer cómo se pueden evaluar y atender.

Las lesiones leves pueden ser tratadas mediante la utilización del método PRICE. Además, existen otros tipos de tratamientos de lesiones deportivas en los rugby más graves, como las cirugías. Sigue leyendo y podrás conocer más sobre estos tratamientos tan efectivos en este tipo de lesiones.

¿Cuáles son los tipos de lesiones más comunes cuando jugamos al rugby?

Antes de conocer los tratamientos de las lesiones deportivas en el rugby realizaremos un resumen de las principales lesiones de este deporte. Las lesiones en el rugby son producto de la fuerza, el entrenamiento, la técnica inadecuada y la falta de preparación física.

La mayoría de estas lesiones afectan la cabeza, el cuello, el hombro, las manos, las rodillas y los tobillos:

• Conmoción cerebral: Se considera la lesión más grave en el rugby y es el resultado de los traumatismos directos en la cabeza. El jugador ante una conmoción cerebral puede quedar completamente inconsciente y desarrollar muchas complicaciones cerebrales. Es importante estar alertas antes la presencia de mareos, dolor de cabeza, alteraciones de la memoria y del equilibrio.
• Heridas en la cabeza: Son muy comunes en la cara, cuero cabelludo y la nariz y básicamente son producto de la falta de equipos de protección. Su frecuencia ha disminuido ya que en la actualidad se exige de forma obligatoria el uso de casco a todos los jugadores.
• Contracturas y desgarros musculares en el cuello: Se deben al esfuerzo que suelen realizar los jugadores durante la melé. Suelen hiperextender el cuello lo que genera un estrés excesivo de los músculos de esta zona. Estas lesiones pueden provocar dolor de intensidad variable y mucha rigidez muscular.
• Prolapso de los discos vertebrales: Es otra de las lesiones producidas en el rugby que resultan bastante frecuentes entre los jugadores. Se producen por el alto impacto de los movimientos tan bruscos y fuertes de este deporte. Esto provoca que los discos intervertebrales se desplacen y ocasionen compresión medular o de nervios. Los síntomas característicos son dolor con hipersensibilidad, inflamación y rigidez acentuada.
• Fracturas de vértebras cervicales: Es una lesión muy grave y se describe como una rotura parcial o total de los huesos de las vértebras. Son ocasionadas mayormente por caídas fuertes y aparatosas donde se genere un impacto directo en el cuello. Esta lesión genera dolor intenso inmediato, inflamación instantánea, fragilidad, rigidez o inestabilidad del cuello.
• Luxaciones de hombro: Suelen producirse posterior a las caídas de los jugadores mientras mantienen el brazo girado hacia afuera. De esa forma facilita a distención extrema de los tendones del manguito rotador provocando la salida de la cabeza humeral. La dislocación o luxación provoca un dolor inmediato, imposibilidad para mover el brazo, aumento de volumen e inflamación.
• Esguince de la articulación acromioclavicular: Esta lesión se produce después de caídas bruscas y aparatosas sobre el hombre con el brazo extendido. Esto genera una distención o desgarro de los ligamentos, que podría desencadenar limitación para movilizar el brazo y rigidez.
• Lesión SLAP: Se trata de la distención o desgarro del fibrocartílago labrum que rodea la unión de la cabeza humeral con la cavidad glenoidea. Se produce por sobrecarga de la articulación por movimientos excesivos sobre la cabeza o traumatismos directos. Se presenta como un dolor no específico en el hombro acompañado de rigidez, debilidad, inestabilidad y chasquidos.
• Fractura de clavícula: Las fracturas de clavículas se generan por el impacto fuerte de las caídas sobre el hombro de los jugadores. Este traumatismo provoca una rotura que puede ser parcial o total a nivel de este hueso. Pueden generar aumento de volumen, dolor intenso e imposibilidad para mover el hombro.
• Fracturas de manos, muñecas y dedos: Los huesos de la mano son muy fáciles de lesionar en el rugby debido a la fuerza que involucran sus movimientos. Estos huesos al ser tan pequeños y frágiles son más propensos a romperse. Las fracturas en las manos generan dolor intenso, entumecimiento, imposibilidad para cerrar, abrir, flexionar o extender la mano, rigidez y ocasionalmente hematomas.
• Tendinitis rotuliana: Es una lesión por sobrecarga característica de los jugadores de rugby. Se caracteriza por generar microdesgarros en el tendón rotuliano con posterior cicatrización e inflamación. Inicialmente el dolor es leve y empeora con los días, acompañado de rigidez, aumento de volumen local y debilidad de la pierna.
• Desgarro o rotura de los meniscos: Se generan producto del impacto en las rodillas al correr y realizar giros o rotaciones bruscas. El constante roce provoca un deterioro, desgarros o roturas del cartílago articular. Los síntomas son paulatinos y empeoran con el tiempo provocando dolor, inflamación y rigidez en la rodilla.
• Lesión del ligamento cruzado anterior: Suele ser la lesión que más preocupa a los jugadores de rugby y consiste en un desgarro parcial o total del ligamento. Comúnmente se genera por correr con paradas bruscas, saltar y caer con los pies o cambiar de dirección bruscamente. Los jugadores refieren escuchar un chasquido fuerte, acompañado de dolor intenso, aumento de volumen y rigidez.
• Lesión de los ligamentos colaterales: Los ligamentos colaterales mediales y laterales se lesionan por los movimientos abruptos al empujar la rodilla a los lados. En el rugby se pueden generar choques laterales entre los jugadores que son los responsables de esta lesión. Provoca un dolor intenso a los lados de las rodillas, inestabilidad y aumento de volumen instantáneo.
• Esguince de tobillo: Los esguinces de tobillo se definen como la distención o el desgarro de los ligamentos del tobillo. Se produce por la pérdida de equilibrio o movimientos bruscos que provoca la torsión del tobillo hacia adentro o afuera. En dependencia del daño de estos ligamentos puede provocar dolor, aumento de volumen, limitación funcional, hematomas e inestabilidad.

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¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de primeros auxilios en el rugby?

Cuando ocurren lesiones en los partidos o prácticas de rugby se debe contar con un equipo preparado en medicina deportiva. Pero en ocasiones hasta los mismos jugadores son quienes deben tratar las lesiones mediante primeros auxilios con el método RICE. Este comprende una serie de procedimientos y técnicas que se utilizan para tratar lesiones leves en la práctica deportiva.

El método RICE se actualizó al método PRICE, pero el primero sigue siendo el más usado y conocido. El significado de PRICE se basa en las siglas en inglés de Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. Estos son los pasos a seguir en caso de lesiones en la práctica del rugby:

• Protección: El paso inicial es proteger la zona lesionada para protegerla de lesiones y complicaciones posteriores. Los jugadores de rugby pueden utilizar vendajes elásticos, soportes articulares, órtesis, entre otros.
• Reposo: Se debe iniciar un reposo relativo durante los primeros 2 o 3 días como máximo en donde se debe evitar realizar movimientos. Posteriormente se debe iniciar la actividad y movimientos de la zona lesionada para evitar la rigidez muscular articular.
• Hielo: Luego comience a colocarse compresas frías o bolsas rellenas de gel durante 20 minutos cada 2 horas durante los primeros 3 días. Esto servirá para reducir la inflamación y el dolor gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Recuerda no aplicar hielo directamente sobre la piel porque puede causar daños.
• Compresión: También se debe comprimir la zona lesionada para ayudar a contener la inflamación, el aumento de volumen y el dolor. Lo mejor es usar un vendaje compresivo que no sea excesivo para evitar reducir la circulación. Es importante que los dedos puedan deslizarse con facilidad por debajo del vendaje.
• Elevación: Por último, se debe reforzar las técnicas implementando la elevación de la zona afectada 30 cm por encima del nivel del corazón. Esto aumenta el retorno venoso garantizando una mayor reducción de la inflamación y el dolor.

Tratamientos quirúrgicos para curar las lesiones graves o crónicas en jugadores de rugby

Los tratamientos de las lesiones deportivas en el rugby van a depender de la gravedad de las lesiones que se produzcan. En el caso de las lesiones graves o crónicas se deben utilizar tratamientos quirúrgicos para mejorar las condiciones físicas de los jugadores. Entre las cirugías más frecuentes en las zonas del cuerpo propensas a lesiones podemos mencionar:

Lesiones en el cuello

Las lesiones a nivel de cuello suelen ser muy comunes debido a la cantidad de movimientos toscos durante el juego. Además, el cuello es una zona muy susceptible porque es una zona muy expuesta y con muchas estructuras importantes y frágiles. Las lesiones más frecuentes en esa zona son las fracturas de vertebras, hernias o prolapsos de discos vertebrales y contracturas musculares.

Entre los tratamientos quirúrgicos más utilizados tenemos:

• Laminoforaminotomía: Es utilizada para reparar la compresión de los discos vertebrales de la columna cervical. Específicamente descomprime y repara el daño de los nervios espinales y es muy útil para eliminar partículas óseas procedentes de los espolones.
• Cirugía de fusión: Esta cirugía es empleada para reparar las fracturas de las vértebras cervicales y su inestabilidad. Los cirujanos utilizan implementos de síntesis ósea como placas de acero inoxidable para aportarle mayor firmeza y estabilidad.

Lesiones en hombros

El hombro suele ser una zona muy afectada por la cantidad de colisiones que se producen durante el juego de rugby. Los jugadores reciben impactos directos o sufren caídas aparatosas sobre el hombro que suelen generar las lesiones de esa zona. Entre las más comunes tenemos las luxaciones de hombro, fracturas de clavículas, esguinces acromioclaviculares y lesiones SLAP.

Los procedimientos quirúrgicos que resuelven estas lesiones son:

• Cirugía de reparación abierta de hombro: Aunque no es la cirugía más utilizada en la actualidad en muchos casos es necesaria realizarla. En ella se realizan unas pequeñas incisiones de pocos centímetros de longitud donde se abordarán las estructuras dañadas. Es utilizada para la reparación de lesiones muy complejas o para la trasferencia de tejidos como el de tendones.
• Cirugía artroscópica de hombro: Es la cirugía más sencilla y de recuperación rápida a nivel de la articulación del hombro. Es mínimamente invasiva y muy útil ya que se realizan pequeñas incisiones por donde se introducen el artroscopio. Este aparato permite visualizar todas las estructuras dañadas en la articulación y repararlas efectivamente.

Lesiones en la rodilla

Las rodillas también son unas de las zonas que más suelen causar dolores de cabeza a los jugadores de rugby. El impacto y desgaste que suelen sufrir debido a las carreras, saltos, cambios de dirección y las colisiones entre jugadores producen muchas lesiones. Entre las más comunes están las tendinitis de rodilla, desgarro de meniscos y lesiones de ligamentos.

Los tratamientos quirúrgicos más efectivos son:

• Cirugía de reparación abierta de rodilla: En ella se realiza una gran incisión en la rodilla que permite visualizar las estructuras dañadas de la rodilla. Es muy útil cuando se deben realizar reparaciones más complejas y amplias a nivel de meniscos y ligamentos. Aunque es muy útil, el proceso de recuperación es mucho más lento y pueden generar complicaciones infecciosas con más facilidad.
• Cirugía de reparación de rodilla por artroscopio: Es la mejor opción para reconstruir y reparar de forma parcial o total las estructuras dañadas de la articulación de la rodilla. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo y garantiza un periodo de recuperación bastante rápido. Solo requiere unas mínimas incisiones por donde ingresará el artroscopio y así poder visualizar y reparar los cartílagos, tendones y ligamentos dañados.

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