- ¿Qué son los puntos gatillo y cómo se utilizan en fisioterapia?
- Signos y síntomas del dolor en puntos gatillo
- ¿Cuáles son las causas por las que un punto gatillo comienza a doler?
- ¿Cómo identificar un punto de dolor miofascial en cualquier parte del cuerpo?
- ¿Qué es la terapia de masaje miofascial y cómo puede ayudar a aliviar los puntos de gatillo?
- F.A.Q. Preguntas frecuentes
Hay dolencias que parecen no tener un motivo aparente, que aparecen de la nada o después de una lesión que parecía estar superada al 100%. Estos dolores están relacionados con los puntos gatillo miofasciales, que con el paso del tiempo se van creando en el tejido que conecta los músculos con vasos sanguíneos, huesos y nervios.
Conocer sobre esto puede mejorar tu calidad de vida al solucionar este tipo de dolencias que amenazan con volverse crónicas si no se les da un tratamiento adecuado. Por eso, hoy conocerás en profundidad qué son los puntos gatillo y los beneficios de liberarlos mediante masajes fisioterapéuticos.
¿Qué son los puntos gatillo y cómo se utilizan en fisioterapia?
Los puntos de dolor miofascial o puntos gatillo son nudos que se crean en los tejidos musculares más profundos, causando un intenso dolor. El dolor no siempre se manifiesta justo en la zona en la que se desarrolla el punto, sino que es este dolor es referido a zonas cercanas que aparentemente no parecen estar relacionadas. De hecho, se estima que más del 80% del dolor que causan se manifiesta en otras partes del cuerpo.
En este sentido puedes imaginarte que un punto de gatillo es parecido a una hernia discal, que puede aparecer en una vertebra específica de la columna, pero el dolor puede manifestarse en cualquier lugar de la espalda al estar conectada en su totalidad por una gran cantidad de nervios. Del mismo modo ocurre con el "trigger point" ya que el tejido miofascial se encuentra en todo el cuerpo y está conectado en su totalidad.
¿Quién y cuando se descubrió la existencia de los puntos gatillo?
El estudio del dolor muscular data del Siglo XV, pero no fue hasta 1942 que la Dra. Janet Travell acuñó el término clínico de punto gatillo miofascial. A pesar del impacto del trabajo de esta doctora, no se continuó explorando mucho al respecto hasta que en 1983, la Dra Travell se asocia con el Dr. David G. Simons y escriben el libro "Dolor y disfunción miofascial - Manual de puntos gatillo".
Este libro contaría con 2 volúmenes que cambiaron la forma de trabajar el dolor crónico en la reumatología y fisioterapia. Además de que brindaba una serie de conocimientos prácticos para tratar diversas dolencias sin la necesidad de recurrir a fármacos.
¿Qué es la fascia?
La fascia es un tejido delgado que conecta los músculos con nervios, huesos y vasos sanguíneos, lo que le da estabilidad a todo el sistema musculoesquelético, y absorbe impactos por traumatismos, contusiones o realizar deportes de alta exigencia. Aunque su función principal es la de ser un tejido conectivo que permite que todos los complejos musculares trabajen como uno solo.
Es en la fascia donde aparecen los puntos gatillo, ya que con el paso de los años esta va perdiendo estabilidad y se contrae y acorta, haciendo que se formen estos nudos que proliferan hacia los demás tejidos de los músculos y causan dolor.
¿Qué es el síndrome de dolor miofascial?
Cuando la fascia acumula puntos de dolor miofascial que no son liberados de forma correcta, se crea un daño irreparable en el que todo este tejido se acorta de forma crónica, lo que facilita la aparición de más puntos gatillo y generan dolor constante en todo el sistema musculoesquelético.
El síndrome de dolor miofascial se diagnostica cuando una persona sufre muchos puntos de gatillo que aparecen de forma reiterada. Es en este punto cuando se deben realizar terapias de liberación miofascial de forma constante para aliviar el dolor al máximo son tener que recurrir al uso de fármacos y procedimientos quirúrgicos invasivos.
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Signos y síntomas del dolor en puntos gatillo
El dolor causado por los nudos miofasciales es muy característico, pero a su vez puede generar confusión al parecerse mucho al que puede ocasionar una contusión o contractura muscular, e incluso un calambre. Sin embargo, este dolor cuenta con varios síntomas característicos que lo hacen más reconocible.
Entre ellos destacan:
- El dolor comienza con baja intensidad hasta que se intensifica.
- Notarás que el músculo en el que se encuentra el punto gatillo está tenso, al punto de sentirse un nudo al tacto.
- Puede haber dolor en varias partes del cuerpo, lo que indica la existencia de varios puntos gatillo.
- El dolor se siente en lo más profundo del músculo, no es tan superficial como una contusión o distensión muscular.
- Aparece después de estar largo tiempo sentado o de pie.
- Debilidad en las extremidades adoloridas.
- Desaparece por completo después de un determinado periodo de tiempo.
¿Cuáles son las causas por las que un punto gatillo comienza a doler?
Un punto gatillo aparece cuando el tejido miofascial se acorta y contrae de forma repentina. Esto hace que el mismo corte su propio riego sanguíneo, lo que lo irrita más y hace que el tejido a su alrededor también comience a tensarse, lo que puede crear presión en zonas cercanas que aparentemente no tienen relación con esta.
Hasta ahora, no se sabe a ciencia cierta por qué ocurre el acortamiento del tejido en primer lugar, pero entre las causas más probables se pueden identificar:
- Envejecimiento: con el paso de los años los músculos van perdiendo nutrientes, elasticidad y resistencia, lo que hace que estos espasmos en el tejido miofascial que generan la creación de puntos gatillo sean más comunes.
- Lesiones mal curadas: si el tejido de una lesión muscular no sana de forma correcta, es probable que el daño se refleje también en el tejido profundo, lo que facilitará la creación de puntos gatillo en el futuro.
- Mala alimentación e hidratación: si los músculos no reciben los nutrientes e hidratación suficiente, en especial en periodos de entrenamiento intenso, serán más sensibles a calambres, distensiones, contracturas y por supuesto a nudos miofasciales.
Existen otras condiciones y lesiones que pueden hacer que aparezcan puntos gatillo en los músculos. Entre las más comunes podemos identificar las siguientes:
- Tendinitis.
- Hernias discales.
- Fibromialgia.
- Síndrome del túnel carpiano.
- Fascitis plantar.
- Disfunción de la ATM.
- Síndrome de la salida torácica.
- Síndrome pospoliomielítico.
- Neuropatía periférica.
¿Cómo identificar un punto de dolor miofascial en cualquier parte del cuerpo?
Identificar donde ha aparecido uno de estos puntos requiere de cierta experticia ya que este no siempre se refleja como un nudo, sino que a veces puede también manifestarse como una zona rígida que parezca más bien una "banda" de músculo o una sección del mismo que se nota tensa al tacto.
Para localizar un punto de gatillo se debe palpar detalladamente cada sección de la zona de dolor, pero también de sus alrededores, ya que es posible que este aparezca en una zona diferente y el dolor que sentimos es referido y no puntual. En ocasiones es necesario aplicar un poco de presión sobre el músculo para alcanzar a sentirlo, ya que este se puede originar en el tejido más profundo.
Por lo general se suele realizar una fricción con la yema de los dedos de movimientos circulares. Al localizar el punto o banda de gatillo sentirás como esta está más tensa que el tejido circundante, y posiblemente el paciente sienta dolor al tacto aunque no siempre será así.
¿Qué es la terapia de masaje miofascial y cómo puede ayudar a aliviar los puntos de gatillo?
La terapia de liberación miofascial es una terapia de masajes enfocados en la reducción y eliminación de puntos gatillo liberando tensión sobre la fascia, de modo que el dolor se alivie y no vuelva a aparecer. Sin embargo, cuando la causa de la dolencia es a causa del síndrome de dolor miofascial, el alivio de estas sesiones será solo temporal, ya que al volverse un problema crónico la reincidencia del dolor será constante.
¿Cuáles son las técnicas de terapia de liberación miofascial?
La liberación miofascial se basa en la aplicación de masajes sobre los puntos gatillo para aliviar el dolor muscular que se origina por la contracción contracción y acortamiento del tejido miofascial. En esencia, se utilizan las mismas técnicas del masaje terapéutico, con la diferencia de que el máximo esfuerzo se realiza sobre los puntos de dolor antes mencionados.
Las técnicas de liberación miofascial se dividen en 2 tipos. La liberación superficial y la liberación profunda. Cada una de ellas está compuesta por una serie de técnicas de masaje específica para conseguir un efecto puntual sobre el punto de gatillo. Entre las más destacadas están:
- Deslizamiento en "J": una técnica en la que se desliza el tejido muscular y con las manos se "dibuja" una letra "J" con los movimientos que se realizan ya sea con la palma de la mano o la punta de los dedos.
- Fricción: se aplica presión con la intensión de generar un movimiento del tejido muscular que cause la liberación y estire el tejido miofascial concentrado en el punto gatillo.
- Masaje vertical: con la punta de los dedos o los nudillos se procede a realizar una fricción sobre las fibras musculares en forma vertical para que el tejido se movilice y libere la presión concentrada en la fascia.
¿Qué dolencias se pueden tratar con ella?
Además del síndrome de dolor miofascial, son varias las dolencias que generan dolores que se pueden aliviar aplicando la TLM para estimular la relajación del tejido miofascial.
Entre ellas podemos destacar:
- Tendinitis.
- Cervicalgias.
- Dorsalgias.
- Lumbalgias.
- Ciática.
- Hombro congelado.
- Fibromialgia.
¿Cuándo no debe aplicarse esta terapia?
Si bien esta terapia, al ser natural, no conlleva ningún riesgo para la salud, es importante evitarla en caso de padecer alguna de las condiciones que mencionamos a continuación:
- Infecciones cutáneas agudas.
- Heridas abiertas en la piel.
- Quemaduras en la piel.
- Fracturas de huesos.
- Deficiencia arterial severa.
- Trombosis venosa profunda.
F.A.Q. Preguntas frecuentes
Referencias
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