Lesiones deportivas de espalda en la gimnasia

Aunque está asociada con el ritmo, la belleza, la estética y la perfección, pocos saben lo que un atleta sufre cuando llega una lesión de espalda. Esto ocurre en un 40% del total de las lesiones en la gimnasia amateur o profesional.

El desgaste y la fatiga muscular, así como las fuertes caídas son las razones principales de ellas. A continuación te mostramos una lista de las lesiones más frecuentes de espalda en la gimnasia y cómo adaptar el método PRICE para auxiliar una lesión.

¿Cuáles son los tipos de lesiones de espalda más comunes cuando hacemos gimnasia?

Los suaves pero complejos movimientos hipnotizan a los seguidores de esta disciplina, pero para el atleta no siempre son divertidos. Las mujeres son las que más sufren de lesiones en la espalda al tener una estructura músculo esquelética menos resistente que los hombres. Entre las dolencias más comunes tenemos las siguientes.

Hiperlordosis lumbar

Cuando hay debilitamiento y poco entrenamiento en los músculos abdominales y de la espalda, se genera esta lesión que consiste en el aumento de la cavidad baja de la espalda, a la altura de la zona lumbar.

También ocurre por una postura inadecuada o una postura que se debió practicar mejor en los entrenamientos, previo a una competición. Esta dolencia puede ser confundida con una simple contractura muscular, pero la hiperlordosis lumbar es más compleja de abordar.

Contractura muscular

Es una reacción involuntaria de los músculos de la espalda ante un excesivo esfuerzo físico, quizás generado por un mal calentamiento antes de entrenar o por sesiones muy intensas para la resistencia del gimnasta.

Parte del origen de una contracción se debe a posiciones mal ejecutadas, movimientos bruscos en zonas donde ya hubo alguna lesión, y tensión acumulada por un calentamiento mal efectuado. Un buen masaje puede bajar el dolor y la inflamación, para luego retomar ejercicios de estiramiento.

Distensiones

En los gimnastas que mantienen un buen estado físico, es menos probable que haya una distensión. Por eso es importante entrenar constantemente. Las distensiones son desgarros parciales de los músculos de la espalda. Se originan por la sobrecarga de energía o tensión que hay en ellos en modalidades como los aros deportivos. Usualmente solo se requieren unas cuatro semanas para aliviar una dolencia leve de este tipo.

Fracturas por compresión

Solo con una radiografía se pueden ver cuántas vértebras están comprometidas en una lesión como esta. Las zonas más vulnerables de la columna colapsan ante la sobrecarga de energía que supone una rutina completa de movimientos intensos y explosivos realizados durante el entrenamiento o performance del gimnasta.

La espalda soporta todo el peso del cuerpo, y a esto se suman los giros y volteretas que realizan los gimnastas que aumentan toda esta tensión de forma exponencial, por lo que si no se cuenta con una estructura muscular fuerte es fácil lesionarse.

Dolor cervical

Con frecuencia ocurren “latigazos” que vuelven más sensible el cuello y hacen que fuertes dolores de cabeza invadan tu tranquilidad. Una molestia cervical ocurre ante una mala maniobra que genera tensión en la parte trasera del cuello.

Es importante practicar bastante antes de ejecutar una rutina en su totalidad. Generalmente con reposo y un buen masaje, los atletas se recuperan de esta lesión que puede llegar a empeorar si se dejan pasar varios días sin atención especializada.

Contusiones

Posiblemente lo relaciones con moretones en la piel y estos se deben a que se rompen los vasos sanguíneos, sin embargo una contusión es más que eso. Se genera cuando músculos, huesos y órganos sufren ante un fuerte golpe contra el potro o las barras, o algunas caídas desafortunadas. Es una lesión frecuente en principiantes. Descansar y visitar a tu médico deportivo es la mejor recomendación que podemos ofrecerte en este artículo.

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¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de espalda en la gimnasia deportiva?

Bien sea a corto, largo o mediano plazo, una lesión deportiva debe ser atendida y mientras más pronto lo hagas mejor. Por eso te mostramos qué debes hacer para aplicar primeros auxilios. El método PRICE es una actualización importante del método RICE, como es mejor conocido en el mundo deportivo.

• Protección: Cuando eliges aplicar este método, debes comenzar por proteger el área lesionada, eso lo haces con un vendaje clásico o faja que cubra toda la parte baja de la espalda. Esto evitará que un movimiento brusco cause una nueva lesión muscular.
• Reposo: Detener la actividad por completo está contraindicado, sin embargo se desea reducir los movimientos al mínimo hasta que los músculos, tejidos y ligamentos de la espalda o zona lumbar comiencen a relajarse. La regeneración de tejidos se da en esta etapa, cuando no hay movimientos moderados que causan más molestias.
• Hielo: Es una terapia con uso del frío sobre la piel, aunque no de forma directa para evitar enrojecimiento y quemaduras de primer grado que empeoren el cuadro. Utiliza una bolsa de hielo del tamaño de tu mano para que cubra la mayor área posible de la espalda.
• Compresión: una faja es la herramienta ideal para mantener una presión moderada en la lesión, sin cortar el flujo sanguíneo por completo. Así controlamos la inflamación y permitimos al cuerpo continuar con su recuperación muscular.
• Elevación: En este caso la elevación no aplica y debemos ser consecuentes con los pasos anteriores para lograr un buen resultado. Lo único parecido que podemos hacer es tumbarnos boca abajo y poner un cojín en la pelvis para mantener la zona lumbar levantada en caso de que se trata de una lesión en la espalda baja.

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