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Bursitis en el hombro

La inflamación que se produce en la bursa subacromial puede provocar limitaciones en los movimientos del hombro. Esto es causado por diferentes factores, siendo los más comunes la exigencia de la zona afectada y la sobrecarga en el cuerpo de la articulación, lo cual conlleva a un dolor agudo y a la rigidez muscular.

Si quieres conocer más acerca de la bursitis de hombro será conveniente que continúes leyendo. Te explicaremos de manera detallada cada factor de riesgo y los síntomas que tiene esta dolencia. Pero esto no es todo, también encontrarás información sobre los tratamientos que mejoran los síntomas.

¿Qué es la bursitis subacromial del hombro?

La articulación del hombro está formada por la clavícula, el acromion, la escápula y el húmero. Esos huesos están conectados con tendones que llegan a los músculos deltoides, supraespinoso y bíceps. Debajo del acromion, sobre el supraespinoso y al lado del deltoides se encuentra la bursa subacromial. Esta es una bolsa que contiene líquido sinovial para que amortigüe y suavice los movimientos del hombro.

Por diferentes motivos, esta bolsa puede recibir más líquido que la cantidad correcta de parte del sistema autoinmune. Esto provoca inflamación en la bolsa sinovial, lo cual se conoce como bursitis subacromial. Esta dolencia, cuando es tratada a tiempo, puede desaparecer en semanas sin dejar consecuencias serias. Pero hasta que la enfermedad entre en remisión, el paciente sufrirá de dolores, hinchazón y rigidez en la articulación.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de la bursitis del hombro?

Los motivos por los cuales puede aumentar las posibilidades de que aparezca la bursitis subacromial son los siguientes: 

  • Exigencia de la articulación: es posible que levantar cosas pesadas o realizar de forma repetitiva los mismos movimientos pongan en riesgo la bursa ubicada entre el deltoides y el supraespinoso. Esto puede provocar que ambos músculos se inflamen y de esta manera la bolsa sinovial tenga menos espacio para lubricar los movimientos.
  • Malformaciones óseas: la aparición de espolones óseos tanto en el húmero, como en el acromion, clavícula o escápula pueden generar que la articulación se desalinee. Esto hará que la bolsa sinovial se estire y acumule líquido.
  • Deformaciones congénitas: es común encontrar a pacientes que nacieron con malformaciones en la zona afectada. Esto genera que los osteofitos sean frecuentes y provoquen una mala apertura de la articulación.
  • Artritis reumatoide y osteoporosis: estos tipos de enfermedades degenerativas provocan alteraciones en los tejidos que rodean a la bolsa sinovial. A medida que pasa el tiempo los huesos se erosionan provocando que la bursa ubicada en el hombro sufra una gran presión.
  • Gota: esta enfermedad generada por el exceso de ácido úrico, provoque la aparición de microcristales en el cuerpo articular. De esta manera, es común encontrar a pacientes con malformaciones en las articulaciones que producen una inflamación en la bursa.
  • Traumatismos e infecciones: este tipo de lesiones pueden provocar que los golpes opriman la bolsa sinovial, haciendo que el propio sistema inmunitario genere más líquido sinovial que el necesario. Por otro lado, cuando existen lastimaduras originadas por los mismos traumatismos la probabilidad de que se incorporen microorganismos al flujo sanguíneo y se alojen en esta parte del cuerpo es alta.
  • Sedentarismo: la falta de actividades en el hombro genera que la estructura músculo-tendinosa no se estire y se encuentre rígida por mucho tiempo. Al realizar movimientos bruscos, tanto el deltoides como el supraespinoso pueden verse afectados, lo cual provocaría complicaciones en la bursa del hombro.
  • Mala alimentación: la falta de vitaminas y de minerales en el cuerpo son factores de riesgo que pueden causar la aparición de bursitis en el hombro.

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Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos bursitis en el hombro

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Para enfrentar este tipo de dolencia es necesario recurrir al médico cuanto antes. Pero para ello deberás conocer cuáles son los síntomas y signos que se advertirán de la presencia de una inflamación de la bursa subacromial ubicada en el hombro.

Mira a continuación los siguientes indicios: 

  • Limitación en los movimientos: uno de los síntomas característicos de esta dolencia es la imposibilidad de mover el hombro, en especial cuando se quiere levantar el brazo de manera longitudinal al cuerpo. Esto se debe a la inflamación que existe en el área afectada.
  • Dolor en el hombro: es otro de los signos recurrentes en pacientes con bursitis en el hombro. La bursa subacromial se inflama de tal manera que es presionada por el acromion, el supraespinoso, el deltoides y hasta por el húmero. Esto provoca que las raíces nerviosas que se encuentran en la zona emitan señales de dolor al cerebro debido al mal funcionamiento de la articulación.
  • Inflamación: es posible encontrar hinchazón en el hombro basada en la cantidad de sangre que se encuentra alojada en la zona.
  • Pérdida de sensibilidad: la falta de sensibilidad y la aparición de hormigueos en el hombro son síntomas comunes que aparecen con frecuencia en los pacientes. Esto también está relacionado con el sistema nervioso central y con la falta de irrigación en los vasos sanguíneos.
  • Fiebre: es probable si la acumulación de sangre en el área afectada provoque un aumento de la temperatura en el hombro.
  • Rigidez muscular: tanto el supraespinoso como el deltoides, y en algunos casos el bíceps, pueden verse afectados por una tensión generada por el propio paciente. Esto se debe a que de manera inconsciente el enfermo se estresa para evitar el dolor provocando contracciones que pueden llevar al dolor agudo.
  • Pérdida de fuerza: la sensación de debilidad es frecuente en pacientes con esta patología, debido al mal funcionamiento que tienen los músculos y la bursa ubicada en el hombro.

¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de la bursitis en los hombros?

Existen diferentes terapias y tratamientos que se pueden utilizar para que la bursitis entre en remisión. Por tal motivo, te mostraremos a continuación las técnicas más recomendadas por los médicos especialistas en estas dolencias.

Echa un vistazo: 

Terapias alternativas y complementarias

Es posible aplicar diferentes variantes de terapias que ayudan a complementar los tratamientos empleados para disminuir los síntomas de la bursitis.

Entre ellos se encuentran:

  • Terapia de frío y calor: esta terapia consiste en aplicar diferentes elementos que emitan calor y frío, de esta manera conseguir las ventajas que tienen ambos extremos térmicos. Su uso no puede superar los 15 o 20 minutos y se comienza por el calor, continuando con el frío y terminando de nuevo con una aplicación tibia. Las mantas eléctricas bolsas de agua caliente mejoran la circulación sanguínea haciendo que el dolor disminuya, mientras que el frío actúa como un desinflamatorio natural. La aplicación de este tratamiento debe ser supervisada por un profesional para evitar quemaduras epidérmicas.
  • Terapia de compresión: se pueden utilizar vendas, compresas y hombreras de compresión que inmovilicen la articulación del hombro, esto ayudará a la desinflamación de la bursa debido a que la misma no estará sometida a presión constante. Esta técnica mejorará la amplitud articular, por lo que el paciente podrá recuperar los movimientos normales en pocas semanas. Al igual que ocurre con los otros tratamientos, esta terapia debe estar supervisadas por un médico para evitar lesiones.
  • Termoterapia: se aplica para la bursitis de hombro el calor superficial en la zona afectada alrededor de 20 minutos por sesión. Esto disminuye la inflamación crónica de los músculos debido a la activación que reciben los tejidos por medio de la dilatación de los vasos sanguíneos. Se pueden utilizar diferentes métodos, desde mantillas eléctricas, bolsas con agua caliente y cremas especiales.
  • Remedios naturales con uso de plantas: a través del uso de infusiones, o por medio de la aromaterapia, es posible disminuir la rigidez muscular causada por el estrés del paciente. Lo que se busca con este tratamiento es que el enfermo encuentre un equilibrio mental que permita su relajación para lograr descomprimir la bursa del hombro y de esta manera obtener como resultado que la articulación trabaje con la abertura correcta. El tilo, la manzanilla, la menta y las frutas cítricas son plantas muy usadas en este tratamiento.
  • Hábitos de vida saludable: la reeducación del paciente es fundamental no solo para evitar nuevas lesiones, sino también para reposar la articulación de forma periódica, corregir movimientos brutos con el hombro y adoptar diferentes posturas cada vez que se necesite esforzar el cuerpo articulatorio. Esto debe ir acompañado de la práctica de ejercicios y una dieta saludable.

Suplementos alimenticios

En casos frecuentes de bursitis subacromial el médico tratante deriva al paciente a un nutricionista para que prescriba suplementos que ayuden a mejorar los síntomas de esta dolencia. De esta manera, la persona puede ingerir por medio de polvos, pastillas o jarabes cantidades dosificadas de ácido hialurónico, minerales, glucosamina y vitaminas.

Hay que tener en cuenta que la automedicación podría provocar daños severos en el sistema hepático y gastrointestinal. Por lo que nunca se deben comprar estos suplementos sin la supervisión médica.

Tratamientos de fisioterapia

Por medio de ejercicios repetitivos y pocos prolongados es posible mejorar la apertura de la articulación del hombro. Esto ayudará a descomprimir la bursa subacromial y de esta manera a desinflamar la zona y reducir el dolor.

Se utilizan diferentes técnicas en la fisioterapia, las cuales estarán a criterio del profesional. Entre los más comunes que se encuentra el uso de incentivos musculares por medio de láser, lo cual provoca un calor profundo en los tejidos, mejorando la dilatación de los vasos sanguíneos. Además de esto es posible utilizar el ultrasonido y la electroterapia.

Medicamentos

Al igual que ocurre con los suplementos alimenticios, la terapia farmacológica debe ser supervisada ideada por el médico. Esto quiere decir que la automedicación puede provocar hemorragias internas y otros tipos de secuelas graves. Además, es posible que los síntomas de la bursitis aumenten debido a que la dosis, la frecuencia o el tipo de medicamento no son correctos.

Dentro de este tratamiento se utilizan los analgésicos opioides, los antiinflamatorios no esteroideos y, en algunos casos, los antibióticos.

Cirugía y extracción de líquido

La bursectomía es la operación quirúrgica más utilizada en estos casos de bursitis subacromial, debido a que por medio de esta técnica es posible retirar la bolsa sinovial del hombro. Esto puede traer complicaciones y graves si es que no se mantiene en reposo adecuado.

En casos un poco menos graves, se utiliza la extracción del líquido sinovial por medio de sistemas inyectables. El cual consiste en introducir una aguja y alojar el exceso del fluido de la bursa en la jeringa. No está de más decir que ambos casos se aplican solo cuando el avance de la enfermedad así lo requiere.

¿Qué métodos de prevención para la bursitis de hombros son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para la bursitis de hombros son los más efectivos?

Es posible evitar la bursitis de hombro teniendo en cuenta diferentes métodos preventivos, los cuales mencionamos a continuación:

  • Evita coger objetos pesados: realizar fuerza desmedida o levantar objetos pesados con el hombro pueden provocar serias lesiones en los músculos adyacentes a la bursa subacromial. Esto provocará una presión en la bolsa sinovial lo cual hará que se irrite.
  • Mantén siempre una postura correcta: realizar las actividades diarias pueden mencionar la bursa del hombro siempre y cuando realices movimientos bruscos o fuerza desmedida. Por tal motivo es conveniente conocer cómo efectuar diferentes tareas sin resentir la musculatura y los tendones del hombro.
  • Elige una dieta saludable: no debes olvidarte de los alimentos con exceso de grasas provocan que el ácido úrico no sea excrementado del cuerpo, generando la aparición de microcristales en la articulación. Esto conlleva a aumentar las probabilidades de la aparición de espolones óseos.
  • Protege el hombro: si debes realizar trabajos o practicar actividad física que exponen la estructura del hombro, es conveniente que utilices protectores que ayuden a mantener inmóvil esta articulación. De esta manera, la bursa no sufrirá presiones evitando así su inflamación.
  • Practica actividad física: el sedentarismo es un factor de riesgo importante que puede provocar la aparición de la inflamación de la bursa subacromial. Por lo tanto, mantener la articulación en movimiento ayudará a la elongación de los músculos del hombro.
  • Calienta la zona del hombro antes de trabajar o practicar deportes: no debes olvidarte que necesitarás realizar calentamiento previo para activar el sistema muscular y adaptar el cerebro a la nueva actividad que estás por realizar. Además de esto es necesario estirar la musculatura antes y después de los ejercicios.
  • Visita al médico ante el menor síntoma: visitar al doctor lo más rápido posible ante la aparición de un signo de bursitis en el hombro. Esto ayudará a evitar una gran acumulación de líquido sinovial en la bursa, ya que el profesional diagnosticará y prescribirá la medicación de forma correcta.

Referencias

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