📢15% DESCUENTO
🚚ENVÍO GRATIS
*Pedidos más de 70€
Cupón 15OFF4YOU
23H 15M 14S

Tendinitis en el tobillo

La tendinopatía del tobillo, también llamada tendinitis del peroneo, es una lesión que se produce en las fibras tendinosas ubicadas en la parte posterior del pie. Esta enfermedad provoca un dolor constante y la pérdida de movimiento en la articulación, lo cual puede llevar a una inflamación bastante evidente en la zona afectada.

Si quieres conocer de qué se trata esta dolencia, te invitamos a que continúes leyendo este artículo hasta el final. Te explicaremos de manera fácil y detallada cuáles son los síntomas que tiene esta dolencia y por qué se genera. Tampoco te pierdas los consejos para evitar la tendinitis en el tobillo.

¿Qué es la tendinitis del tobillo o peroneos?

La tendinitis del tobillo es una inflamación que se produce en los tendones del peroneo lateral largo, corto y anterior. Estos tienen como función unir el maléolo lateral con el músculo pedio y con los flexores del pie. Esta inflamación se produce por unas micro roturas que se crean en las fibras tendinosas y por la acumulación de sustancias o metabolitos que se alojan de forma anormal en los tejidos.

Esto surge como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea para que libere las sustancias tóxicas y de esta manera, producir el intercambio de oxígeno y nutrientes entre la sangre y los tejidos. Por lo general la aparición de esta dolencia es generada por la sobre exigencia de la articulación.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de sufrir tendinitis del tobillo?

A continuación, podrás encontrar toda la información referida a las causas y factores de riesgo que hacen aumentar la aparición de tendinitis de peroneo:

  • Ejercicios repetitivos: La exigencia excesiva de la articulación puede provocar que los tendones ubicados en el tobillo trabajen de forma indebida. Esto provocará las roturas microscópicas de las fibras tendinosas. Es común encontrar estos factores en deportistas y trabajadores que exigen del tobillo.
  • Malformaciones congénitas y espolones óseos: Una formación biomecánica imperfecta puede provocar que la musculatura y los tendones ubicados en esta parte del cuerpo trabajen de manera exigida, lo cual provocará inflamación y dolor generando así una tendinitis.
  • Sobrepeso: La obesidad puede derivar en la tendinitis de esta articulación. Esto se debe al poco espacio que tiene el cuerpo articulatorio para trabajar de forma correcta, lo cual hará que los tendones se exijan para mover el pie.
  • Calentamientos previos inadecuados: La falta de ejercicios que promuevan la actividad de forma paulatina puede generar la aparición de lesiones en los tendones peroneos. Esto también está relacionado con permanecer en lugares de temperaturas gélidas, lo cual tendrá el mismo resultado de lesión.
  • Movimientos bruscos: Los movimientos que se producen de forma repentina son factores que aumentan la probabilidad de una tendinitis de tobillo.
  • Mala alimentación y sedentarismo: Comer alimentos inadecuados o que no aportan nutrientes al organismo provocará la aparición de la tendinitis. Esto puede aumentar las probabilidades si el paciente no realiza ejercicios de forma habitual.
  • Traumatismos: Las lesiones y golpes pueden provocar la aparición de tendinitis de peroneo debido a la presión a la que son sometidos los tendones.
  • Calzado inadecuado: Los zapatos con tacones altos y apretados en el talón pueden provocar un esfuerzo desmedido de la estructura tendinosa, lo cual puede llevar a la aparición de inflamación en los tejidos.

Mejores productos para tendinitis de tobillo

Más vendidos

Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos tendinitis en el tobillo

Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos tendinitis en el tobillo

Los principales síntomas que advierten de la presencia de la tendinitis en el tobillo son los siguientes: 

  • Inflamación: Es el principal síntoma que se aprecia en los pacientes con tendinitis de peroneo. Esto se debe a la acumulación de sangre que existe en la zona afectada debido riego sanguíneo insuficiente.
  • Dolor: Este síntoma parece al intentar mover el pie, al caminar o al tocar la zona afectada. Es probable que exista enrojecimiento y una temperatura un poco más elevada en esta área.
  • Movimientos limitados: Esto ocurre debido a la tensión que tienen los músculos y los tendones que se encuentran en el tobillo.
  • Crujidos: Es posible encontrar a pacientes que emiten sonidos anormales cuando caminan o mueven la articulación. Esto se debe a la falta de espacio que tiene el cuerpo articulatorio para realizar su tarea de forma correcta.
  • Nódulos: La aparición de bultos es frecuente en esta zona del cuerpo, lo cual es generado por la atención involuntaria de los músculos y de los tendones. Además, la inflamación también puede provocar abultamiento en sectores específicos.

¿Qué tratamientos hay para mejorar y curar la tendinitis de los peroneos del tobillo?

Existen diferentes tratamientos que ayudan a mejorar y a curar la tendinitis de los peroneos del tobillo. Te mostraremos en los siguientes párrafos cuáles son las terapias más utilizadas.

Terapias alternativas y complementarias

Conoce los diferentes tratamientos complementarios que se aplica en la tendinitis de los peroneos del tobillo:

  • Terapia de frío y calor: Este tratamiento consiste en aplicar ambas temperaturas en una misma sesión en los peroneos del tobillo. De esta manera se obtienen los beneficios del calor -mejorar la dilatación de las paredes capilares- y del frío -disminuir la inflamación y el dolor- para curar la tendinitis. La aplicación de esta terapia no debería superar los 15 o 20 minutos y tiene que ser supervisada por un médico, ya que de lo contrario puede provocar lesiones en la piel. Es importante comenzar y terminar con el calor.
  • Terapia de compresión: Los síntomas de la tendinitis en los peroneos del tobillo pueden disminuir por medio de este tratamiento complementario. Se trata de la aplicación de ropa de compresión que se utiliza en el tobillo para mantener una presión constante en la articulación. Esto mejora la dilatación de los vasos sanguíneos y disminuye la hinchazón, logrando una recuperación más efectiva en las roturas microscópicas que han sufrido los tendones del pie. Se pueden utilizar vendas y tobilleras de compresión.
  • Terapia de masaje: Lo que se persigue con este tipo de terapia es estimular las paredes capilares para que se produzca el intercambio de nutrientes entre la sangre y los tejidos. Esto se logra por medio de la frotación en la zona afectada para provocar calor interno en las fibras tendinosas. De esta manera es posible disminuir la inflamación y el dolor de la tendinitis de los peroneos del tobillo.
  • Terapia de acupresión: Esta terapia oriental consiste en presionar con los dedos y las palmas diferentes zonas estratégicas del cuerpo. Esto ayuda a estimular el sistema nervioso central y el torrente sanguíneo provocando una sensación de bienestar general en el paciente por medio de la relajación y de la armonía mental. Esta técnica debe ser aplicada por un profesional luego de ser consultada con el médico actuante.
  • Termoterapia: Es uno de los tratamientos más utilizados en este tipo de lesiones tendinosas debido a los beneficios que ofrece el calor en la zona afectada. De esta manera se mejora la circulación sanguínea para que la sangre elimina los desechos que se encuentran en las fibras de los tejidos afectados. Se puede emplear por diferentes métodos, siendo los más utilizados los pediluvios y las bolsas de agua caliente.
  • Remedios naturales con uso de plantas: Algunas plantas medicinales tienen efectos relajantes, antiinflamatorios y analgésicos, lo cual provoca que el paciente sienta un bienestar general en poco tiempo. Hay que tener presente que la utilización de estas hierbas debe ser autorizada por el doctor, ya que la automedicación podría traer consecuencias renales, hepáticas y gastrointestinales. Se puede aplicar por medio de baño con agua tibia o por infusión. Las plantas más utilizadas son el tilo, la manzanilla y el jengibre.
  • Hábitos de vida saludable: La recuperación de la tendinitis en el tobillo no solo se centra en los tratamientos médicos, sino también en la reeducación del paciente para realizar actividades cotidianas. De esta manera es posible implementar diferentes técnicas que ayuden a mejorar las posturas, comer alimentación sana, practicar ejercicios y disminuir los demás factores de riesgo de esta dolencia. Esta terapia se realiza por medio de consultas médicas en las que el doctor enseña al paciente una nueva modalidad de hábitos de vida.

Suplementos alimenticios

En algunos pacientes es recomendable incluir suplementos alimenticios debido a la falta de micronutrientes en el organismo. De esta manera, con la inclusión de potasio, glucosamina, sulfato de condroitina y ácido hialurónico en polvos, jarabes o tabletas es posible mejorar el funcionamiento de las fibras tendinosas de los peroneos. Su aplicación debe ser autorizada de forma previa por el médico.

Tratamientos de fisioterapia

Los ejercicios de rehabilitación consisten en mejorar los movimientos del tobillo por medio de diferentes técnicas, las cuales son aplicadas de acuerdo con el criterio del fisioterapeuta. El objetivo principal que tiene este tratamiento es generar calor en la zona afectada para estimular la irrigación de la sangre.

Por tal motivo, es posible encontrar en estos tratamientos a pacientes que se someten a ejercicios de fortalecimiento, electrólisis percutánea, radiofrecuencia regenerativa, punción seca y ultrasonido. Todos estos tratamientos generan calor interno de manera focalizada sin que el paciente sienta dolor.

Medicamentos

La terapia farmacológica utilizada en la tendinitis de los peroneos del tobillo se basa en la aplicación de paracetamol y de otros analgésicos opioides. También es posible encontrar tratamientos de corto plazo en los que se receta aspirina, naproxeno e ibuprofeno. Estos no esteroideos son antiinflamatorios que ayudan a disminuir los síntomas de hinchazón en esta parte del cuerpo.

Hay que tener presente que el tratamiento debe ser dirigido y recetados por un médico, por lo que la automedicación es una acción grave que puede traer consecuencias muy serias en el futuro. Dentro de este conjunto de riesgos se encuentra la hemorragia interna, problemas estomacales y complicaciones en la tendinopatía.

Cirugías

En casos muy graves es recomendable aplicar tratamientos quirúrgicos para reparar los tendones peroneos que presenten roturas en sus fibras tendinosas. La artroscopia es una de las técnicas más utilizadas y puede ser empleada con anestesia local o general para tratar el desgarro.

Prevención para la inflamación de los tendones del tobillo

Prevención para la inflamación de los tendones del tobillo

Es posible prevenir la inflamación de los tendones del tobillo. Para ello es necesario tener en cuenta los siguientes consejos preventivos:

  • Practica deportes de forma cotidiana: Esto te ayudará para evitar el sedentarismo lo cual te permitirá mantener la estructura músculo-tendinosa en buen estado. Además, del flujo sanguíneo trabajará de forma correcta.
  • Come de manera saludable: La inclusión de nutrientes como el colágeno, el potasio y otros minerales te ayudarán a mantener los tendones del tobillo en un estado ideal.
  • Realiza calentamientos previos: Si tienes que practicar una actividad deportiva o trabajar con movimientos repetitivos, es conveniente que realices acciones que vayan aumentando de forma paulatina la exigencia tendinosa. Esto te ayudará a preparar las fibras tendinosas a la actividad.
  • Evita del sobrepeso corporal: No te olvides de que la obesidad provoca una tensión excesiva en los tendones peroneos, por lo que mantener un peso ideal de acuerdo con tu altura te ayudará a evitar la aparición de la tendinitis.
  • No utilices calzados altos: Los zapatos con tacones provocan que los tendones tengan que realizar una fuerza constante para mantener el equilibrio del cuerpo por medio de los dedos. Esto inflamará a los tejidos blandos de los tendones. Por lo tanto, elegir calzados livianos y cómodos para caminar ayudan a mantener la salud de los tendones peroneos.
  • Corrige las posturas durante el día y en los descansos nocturnos: Cuando tengas que levantar objetos pesados, caminar o pararte deberás hacerlo con la fuerza de los isquiotibiales y cuádriceps, ayudados por los gemelos. Esto evitará que tengas que hacer fuerza con los tobillos.
  • No realicen actividades repetitivas: Los movimientos rutinarios y repetitivos esfuerzan de sobremanera los tendones. Por lo que si quieres evitar una tendinitis del tobillo deberás eludir este tipo de acciones.
  • Protege el tobillo: Cuando tengas que realizar una actividad riesgosa o permanecer en lugares fríos es conveniente que utilices protecciones, como tobilleras o vendajes, para mantener a salvo las fibras tendinosas de los peroneos.
  • Ejercicios y estiramientos: Es fundamental disponer de una musculatura fuerte y flexible para que proteja los tendones del tobillo y haga que estos sufran menor carga de impactos, por tanto realizar entrenamientos específicos para la zona del tobillo es muy importante como medida preventiva.

Referencias

  1. Simpson, M. R., & Howard, T. M. (2009). Tendinopathies of the foot and ankle. American family physician80(10), 1107-1114. https://www.aafp.org/pubs/afp/issues/2009/1115/p1107.html
  2. Backman, L. J., & Danielson, P. (2011). Low range of ankle dorsiflexion predisposes for patellar tendinopathy in junior elite basketball players: a 1-year prospective study. The American journal of sports medicine39(12), 2626-2633. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0363546511420552
  3. Rabin, A., Kozol, Z., & Finestone, A. S. (2014). Limited ankle dorsiflexion increases the risk for mid-portion Achilles tendinopathy in infantry recruits: a prospective cohort study. Journal of foot and ankle research7(1), 1-7. https://jfootankleres.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13047-014-0048-3
  4. Cook, J. L., Khan, K. M., & Purdam, C. (2002). Achilles tendinopathy. Manual therapy7(3), 121-130. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1356689X02904583
  5. Sayana, M. K., & Maffulli, N. (2005). Insertional achilles tendinopathy. Foot and ankle clinics10(2), 309-320. https://www.foot.theclinics.com/article/S1083-7515(05)00011-2/fulltext
  6. Millar, N. L., Silbernagel, K. G., Thorborg, K., Kirwan, P. D., Galatz, L. M., Abrams, G. D., … & Rodeo, S. A. (2021). Tendinopathy. Nature reviews Disease primers7(1), 1. https://www.nature.com/articles/s41572-020-00234-1
  7. Rees, J. D., Maffulli, N., & Cook, J. (2009). Management of tendinopathy. The American journal of sports medicine37(9), 1855-1867. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0363546508324283
  8. Maffulli, N., Wong, J., & Almekinders, L. C. (2003). Types and epidemiology of tendinopathy. Clinics in sports medicine22(4), 675-692. https://www.sportsmed.theclinics.com/article/S0278-5919(03)00004-8/fulltext
  9. Riley, G. (2008). Tendinopathy—from basic science to treatment. Nature clinical practice Rheumatology4(2), 82-89. https://www.nature.com/articles/ncprheum0700
  10. Xu, Y., & Murrell, G. A. (2008). The basic science of tendinopathy. Clinical orthopaedics and related research466, 1528-1538. https://link.springer.com/article/10.1007/s11999-008-0286-4
Artículo añadido al carrito.
0 artículos - 0,00