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Condromalacia rotuliana

La condromalacia rotuliana en la mayoría de los casos se cura. Puede pasar de unos días a semanas en los cuadros más leves. A partir de este punto los síntomas deben erradicarse y evitar todo esfuerzo que genere una recaída. En casos más graves, la cirugía y el implante de cartílago son alentadores para la recuperación.

Por tal motivo, es conveniente que conozcas qué es la condromalacia en la rótula y por qué se origina. Esta información la encontrarás en los siguientes párrafos. Además, vas a leer acerca de los métodos de prevención que puedes usar para no lesionarte en la rodilla. ¡Echa un vistazo!

¿Qué es la condromalacia rotuliana y qué grados hay?

La condromalacia de la rótula es un reblandecimiento o erosión a nivel del cartílago protector de la articulación ubicada en la rodilla, es una especie de artrosis leve que ataca el tejido ubicado en el cuerpo articular. Dado que hay una degradación del tejido, esta zona soporta menos presión ante el movimiento transmitiéndola directamente al hueso subcondral.

Cuando existe una lesión del cartílago pasa a ser una condropatía. Debido a esto, se divide la afección articulatoria femoropatelar en diferentes grados de gravedad hasta llegar a la artrosis.

Veamos a continuación cuales son sus grados de gravedad:

  • Grado 1: En este punto se observa un reblandecimiento primario del cartílago de la articulación. Al palparse tiende a la depresión anómala; sin embargo, no se aprecian fisuras, puede surgir un dolor más leve que en el grado 2 o 3, sobre todo al ejercitarse o colocarse cierto calzado.
  • Grado 2: Para cuando la dolencia entra en fase 2 ya se aprecia una ulceración o fibrilación superficial. La lesión no sobrepasa los 1,3 mm de profundidad, aunque el dolor es más intenso dada la hendidura.
  • Grado 3: En la condropatía grado 3 la ulceración es más profunda. De hecho, se puede apreciar una abertura articular superior a los 1,3 mm. En algunos casos, el dolor se acrecienta más, hay inflamación evidente por la lesión localizada.
  • Grado 4: Ya para esta fase la enfermedad está bastante avanzada con una lesión que provoca una hendidura aún mayor. El dolor es mucho más intenso que el nivel anterior y se corre el riego de la profundización de la ulceración.
  • Grado 5: En esta etapa la lesión puede llegar a afectar el Esto quiere decir que hay una abertura completa con pérdida del espesor cartilaginoso, exponiendo el hueso subcondral. Por lo general, hay perdida de equilibrio funcional, dolor intenso e incapacitante. Se conoce como Eburnación debido a la posibilidad de que se hipertrofie el hueso, al igual que lo hiciera como en una Artrosis.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de sufrir condromalacia rotuliana en la rodilla?

Hay múltiples procesos que ocurren de forma aislada o en conjunto que pueden provocar la aparición de una lesión en la rodilla llamada condropatía rotuliana.

Mira a continuación cuáles son esos factores:

  • Edad: El proceso de envejecimiento también degenera a nivel celular los tejidos cartilaginosos. Debido al desgaste u otras enfermedades vinculadas con la vejez, las personas mayores son mucho más propensas a esta afección. De hecho, algunos expertos lo consideran un proceso degenerativo natural.
  • Factores hereditarios: En ocasiones la persona tiene una predisposición genética defectuosa en alguna proteína responsable del colágeno. En otros casos, las anormalidades son físicas, como pueden ser las piernas arqueadas, displasia de cadera (DCC) o hiperlaxitud articular (síndrome de Ehlers-Danlos), entre otros. Todos estos factores son desencadenantes potenciales de la condromalacia.
  • Sobre estímulos: La repetición prolonga de una acción en la rodilla podría generar un estímulo mayor al que está preparada para recibir provocando que el cartílago se resienta, lesione o reblandezca. Si se presenta dolor, lo mejor es cesar el movimiento que lo desencadena.
  • Presión excesiva: La tensión continua sobre la articulación de la rodilla puede lastimar los tejidos de la misma. Por ejemplo, al mantenerse mucho tiempo en una única posición (arrodillado, en cuclillas o con las piernas cruzadas) se lleva al límite la presión que esta puede soportar, por lo que se debilita y aumenta las posibilidades de la aparición de lesiones.
  • Traumatismos: Los golpes y contusiones directamente en la rótula también pueden perjudicar al cartílago. Esto se debe a la lesión que se provoca en el cuerpo articular
  • Lesiones: Si el paciente ha padecido de fracturas, laceraciones u otras lesiones en cadera o rodilla es posible que aparezca una condropatía.
  • Sobrepeso: El peso corporal desequilibrado propicia un desgaste articular de forma progresiva. A mayor masa, la articulación tiene que hacer un esfuerzo extra para sostener y mover el cuerpo. Es uno de los factores de mayor riesgo para padecer condromalacia rotuliana.
  • Deportes exigentes: Existen actividades físicas intensivas que exponen a la articulación a movimientos bruscos y sobrecargas constantes. Estas prácticas suelen generar condromalacia de la rótula, incluso en atletas jóvenes. Si a esto se le suma el mal uso del calzado o una práctica inadecuada incrementa la probabilidad de la aparición de la enfermedad.
  • Atrofia o debilidad muscular: Si existe un desbalance de fuerzas musculares puede provocar que esta descompensación ejerza tensión en la rótula. Por ejemplo, cuando el cuádriceps es más débil, funciona de forma desequilibrada el resto del sistema motriz. Esto ocurre porque algunos músculos están siendo trabajados más que otros, porque están atrofiados o porque hay una disfunción visceral. Esto hace que el movimiento en la rótula ocurra de forma desalineada e incida en el desgaste.
  • Artritis reumatoide y otras enfermedades: La naturaleza autoinmune de la artritis provoca daño en las estructuras cartilaginosas. Lo mismo ocurre con la artrosis y osteoporosis. En sí, cualquier enfermedad que incida negativamente en las articulaciones es un riesgo potencial.
  • Luxaciones o dislocaciones rotulianas: Muchas veces, expuesta a presión, el hueso de la rótula se sale de lugar o se desplaza hacia afuera. Esto hará que la rodilla se deforme, exista dolor y mucha sensibilidad. Cuando esto ocurre es muy probable que con el tiempo se desarrolle condromalacia rotuliana o condropatía.
  • Alteración de la cadera: Cuando las estructuras que conforman la articulación rozan o no se mueven como es debido, surge el desgaste del cartílago. Esto puede provenir de deformaciones óseas, de tejido fibroso o de alteraciones en la marcha. Cualquier desalineación vuelve proclive al desarrollo de la enfermedad.

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Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos condromalacia patelar

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Conoce los síntomas que te ayudarán a detectar a tiempo la presencia de la condromalacia patelar:

  • Dolor: Debido a la sobreexcitación del tejido cartilaginoso y a la sobrecarga en los huesos hay en esa zona mayor sensación nerviosa. Esto se percibe muchas veces como dolor, el cual se ve reflejado en los costados, debajo y detrás de la rótula. Aumenta cuando se mueve la pierna y hay rozamientos.
  • Hinchazón: Como consecuencia del daño en el cartílago y la posterior lesión de los huesos, el tejido circundante se inflama. El estrés en la zona inflama los tendones, las bursas y los músculos. Esta acción del sistema inmune es normal al inicio, pero a largo plazo puede generar más daño en las estructuras.
  • Chasquidos: Una característica de esta patología es la crepitación o el tronar al llevar a cabo los movimientos. Por ejemplo, al flexionar la rodilla, bajar escaleras, correr o cambiar de posición es notorio el ruido que se escucha desde la articulación.
  • Dificultad o rigidez de movimiento: A causa del dolor y de la inflamación le costará mover la rodilla. Si a la persona se le dificultan las más leves elongaciones es posible que se haya ignorado un dolor anterior.

¿Qué tratamientos hay para aliviar el dolor por desgaste del cartílago de la rodilla?

Los síntomas generados por la condromalacia pueden ser paliados siguiendo una línea lógica de tratamientos. Llegado a cierto punto del síndrome, las células cartilaginosas no pueden ser regeneradas. No obstante, un paciente con esta afección puede vivir una vida normal siguiendo las recomendaciones médicas y fisioterapéuticas. Lo importante es que el tejido no siga degradándose.

Por tal motivo, te mostraremos a continuación una lista con todos los tratamientos que se aplican en la actualidad:

Terapias alternativas y complementarias

Mira las distintas terapias que pueden aplicarse de forma auxiliar:

  • Terapia de frío y calor: Mediante la aplicación de calor y luego de frío (terminando de nuevo con el calor) se da un impulso a la mejoría articulatoria inicial. Aunque en casos de la rodilla el baño es un poco incómodo, puede hacerse contraste con bolsas, paños, compresas y geles. Lo importante es mantener la temperatura fría o caliente por un tiempo adecuado que no supere los 5 minutos de cada una.
  • Terapia de compresión: Las cintas rotulianas para la condropatía pueden ser útiles. No obstante, el médico debe evaluar sus desventajas a largo plazo, como puede ser la debilitación muscular.
  • Terapia de masaje: Después de que el médico logre reducir la inflamación inicial es posible optar por automasajes guiados, desde fricciones y frotaciones para desfibrilar tendones hasta trabajar con las contracturas de los músculos.
  • Terapia de acupresión: Si es necesario que el paciente encuentre una armonía mental para sobrellevar esta enfermedad, entonces esta medicina oriental es recomendable. La acupresión ayuda a la relajación por medio de los estímulos que se realizan a los nervios presionando en diferentes partes estratégicas del cuerpo.
  • Termoterapia: Algunas clases de termoterapias como lo son la infrarroja, calor húmedo, parafina y demás tienen efectos analgésicos. Esto se debe porque tienen una consecuencia vasodilatadora en la zona, pudiendo ser métodos benéficos en cuadros crónicos. Debe usarse con moderación y con el seguimiento del terapeuta. Sobre todo, puesto que tiene efectos contraindicados en pacientes con trastornos de coagulación.
  • Remedios naturales con uso de plantas: Es posible utilizar las propiedades relajantes y antiinflamatorias de las plantas. Por tal motivo, se aplica el jengibre, la menta, el tilo, la manzanilla y otras hierbas más en este tratamiento. La infusión es el método más usado.
  • Hábitos de vida saludable: Llevar una vida sana posterga la aparición de condromalacia rotuliana. Una dieta equilibrada para mantener el peso ideal, realizar ejercicios cardiovasculares e integrales trabajados de forma equilibrada también contribuyen. Pero más que todo esta terapia busca educar al paciente sobre el uso que les da a sus articulaciones.

Suplementos alimenticios

Los siguientes son nutrientes que se pueden incorporar en el tratamiento de la condromalacia rotuliana:

  • Sulfato de glucosamina: Este suplemento dietario puede funcionar para aliviar el dolor. Este compuesto está presente en el líquido sinovial, el cual es facilitador de la articulación. La calidad del suplemento y la eficacia varía mucho de un paciente a otro. Es apropiado buscar la opinión de un experto en salud antes de decidirse a tomarlo.
  • Condroitín sulfato: Tal suplemento actúa como un protector. Junto a la glucosamina, el sulfato de condroitina puede resultar efectivo para el desgaste de la rotula. Lo cierto es que supone un suplemento relativamente seguro para su ingestión bajo receta médica. Se utiliza bajo la premisa de tener efectos antioxidantes, antiinflamatorios, anabólicas y anti catabólicas. Igual que otros suplementos es recomendable que consulte a su médico o nutricionista antes de tomar estos productos.

Tratamientos de fisioterapia

Es posible aplicar las siguientes técnicas terapéuticas en este tratamiento complementario:

  • Electroterapia con TENS: Por medio de electroestimuladores esta terapia tiene efectos sedantes. Es un tipo de estimulación nerviosa de baja intensidad no invasiva.
  • Electroterapia con magnoterapia: Otra clase de electroterapia muy usada en la condromalacia rotuliana es la magnoterapia. El especialista utiliza los campos magnéticos de baja frecuencia para regenerar, aliviar y eliminar la hinchazón. Su objetivo está más enfocado en lograr resultados antiinflamatorios paulatinos.
  • Liberación miofacial: También empleada por los fisioterapeutas como medio de relajación de la fascia, pese a que en su estado natural se haya relajada, puede tornarse tensionada a causa de una inflamación, estrés o lesión. Se realiza mediante movimientos manuales.
  • Osteopatía: Las técnicas osteopáticas usan masajes suaves dirigidos a músculos, ligamentos y articulaciones. También está en estrecha relación con los hábitos de vida saludables, siendo su objetivo final el tratamiento integral para usar el cuerpo adecuadamente. Incluso puede ser útil para el proceso de recuperación posoperatorio.
  • Ejercicios de estiramiento: Una de las terapias más importantes para mantener la calidad de vida del paciente es la rehabilitación muscular. Mediante estiramientos, repeticiones y movimientos paulatinos se recupera el equilibrio y fuerza de la rodilla.
  • Reeducación postural global: Respecto a los ejercicios de estiramiento una técnica más avanzada es la RPG. Esta se basa en un tratamiento global u holístico enfocado en estirar los músculos del cuerpo gradualmente y descomprimirlos. Por supuesto, la educación de la postura y elasticidad están íntimamente involucradas.
  • Entrenamiento de propiocepción: Al recibir un reentrenamiento de propiocepción el cerebro se vuelve más consciente de la posición las partes. Esto evita desequilibrios y lesiones, además de mejorar la habilidad muscular y articulatoria.

Medicamentos

Esta terapia debe ser dirigida y aconsejada por el médico para evitar lesiones y efectos secundarios de los fármacos. Por tal motivo, la automedicación no es recomendable en ningún sentido, ya que esto agravará más el cuadro de la lesión.

Conoce cuáles son los medicamentos que recetan los médicos habitualmente:

  • Analgésicos: Estos fármacos van dirigidos a aliviar la intensa sensación de dolor. Dentro de este grupo se encuentran el Diclofenaco, Ácido acetilsalicílico, Tenoxicam y Celecoxib.
  • Analgésicos tópicos: Debido a que se quiere palear el dolor, el médico puede recomendar otra clase de analgésicos. Estos se presentan como cremas, geles o parches, los cuales son usados vía tópica directamente detrás de la rodilla. Es decir, se colocan a nivel de la piel superficialmente.
  • Antiinflamatorios: Al igual que con otros trastornos de tejidos conjuntivos, con estos medicamentos se busca desinflamar la zona afectada. Con este fin los NSAIDS como la aspirina, el naproxeno y el ibuprofeno son los más usados.
  • Ácido hialurónico por medio de inyecciones intraarticulares: El ácido hialurónico es un componente que se produce naturalmente en el organismo, por lo que forma parte del tejido conectivo, del fluido sinovial y de la piel. Junto al tratamiento fisioterapéutico, las infiltraciones con tal sustancia balancean los elementos reconstructivos celulares.
  • Infiltración con colágeno: Se realiza mediante una aplicación directa de colágeno alrededor de la zona lesionada. Es indoloro y se lo aplica mediante una inyección.
  • PRGF factores de crecimiento: Es una terapia que nace de la medicina regenerativa donde se extrae una muestra de sangre del paciente para aislar ciertas proteínas. Dichas proteínas fomentan la recuperación de los tejidos de diversas formas. Estos aportan efectos analgésicos y reducen de la inflamación. Se lleva a cabo mediante una inserción del plasma enriquecido en factores de crecimiento directamente en el área afectada.

Cirugía

La artroscopia y la extracción e implante de condrocitos son las técnicas quirúrgicas más frecuentes que se aplican en casos más avanzados de la enfermedad. Se debe acompañar de reposo para producir los efectos buscados de forma más rápida. Aunque cabe destacar que en la inmensa mayoría de los casos, esta dolencia no requiere ninguna intervención quirúrgica.

¿Qué métodos de prevención para la condromalacia rotuliana son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para la condromalacia rotuliana son los más efectivos?

Para eludir el desgaste del cartílago son importantes las medidas de prevención. Vas a poder cuidar la articulación de la rodilla teniendo en cuenta los siguientes consejos:

  • Calentamiento previo: Pasar a la actividad intensiva sin antes precalentar las articulaciones es un error. Esto hace aumentar las probabilidades de la aparición de lesiones como la condromalacia rotuliana. Así que, sea que hayas sufrido de esta condición o no, procura hacer calentamientos de media hora a 15 minutos antes de entrenar.
  • Ejercicios controlados: La actividad física leve previene esta condición dolorosa, ya que el aparato locomotor estará activo en todo momento. La natación, caminatas y deportes integrales son una buena medida preventiva.
  • Fortalecimiento de la musculatura: Disponer de los músculos de las piernas, ya sean los cuádriceps y los femorales, en buen estado de forma y con buen tono muscular ayuda a aliviar la presión sobre la rótulo evitando el desgaste de esta.
  • Evita el sobrepeso y el sedentarismo: Debes recordar que el sobrepeso es una de las causantes del síndrome de dolor femoropatelar. Por lo tanto, para no exigir de forma continua y exagerada la articulación de la rodilla es necesario buscar y mantener el peso ideal por medio de prácticas recreativas.
  • Cuidado al caminar: La rodilla soporta todos los impactos que se realizan al caminar, correr o saltar. Por esto, si los pies no están cumpliendo su función al sostener el cuerpo correctamente, la rodilla se resentirá.
  • Usa calzado adecuado: Debes cuidar los pies usando un calzado correcto y corrigiendo, de ser posible, defectos al caminar. Los zapatos de tacos altos y con presión excesiva en el talón son los menos recomendables para mantener la salud en la articulación.
  • Mantén una postura correcta: Mientras caminas, estás de pie o haces actividades físicas, la postura es esencial. Cualquier mínimo desequilibrio en la biomecánica que sea constante es perjudicial y puede provocar una condropatía.
  • No cruces las piernas de forma frecuente: Esta acción tiende a sobrepresionar las articulaciones y torcer el fémur, lo cual provocará en el corto plazo lesiones en las rodillas.
  • Evita los entrenamientos o tareas de alto impacto: Aquellos deportes o trabajos en los que necesites mayor potencia física, saltos y rutinas de enteramiento intensivo no son recomendables. Sobre todo, en personas mayores o con otras patologías desencadenantes.

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