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Esguince cervical en el cuello

Cuando los ligamentos que sostienen los huesos, se extienden más de lo normal y/o presentan ruptura, se origina un esguince articular que desencadena agudos dolores en los músculos y conlleva a la rigidez de la articulación. Los cuales, pueden manifestarse en diferentes regiones del cuerpo; pero uno de los más comunes, son los esguinces cervicales.

En ese sentido, vale la pena acotar que, este tipo de esguinces producen dolor en el cuello. Pero, más allá de esto, es importante saber en qué consiste, qué grados de gravedad se distinguen, al igual que sus causas, síntomas, tratamientos y formas de prevención. Todo esto, podrás conocerlo aquí.

¿Qué es un esguince cervical y qué grados hay?

Estrictamente, un esguince cervical se define como un desgarre, estiramiento o lesión de los tejidos blandos situados en la zona del cuello, tales como los ligamentos que conectan las vértebras cervicales , los tendones y los músculos.

Por lo general, estos son provocados por una sucesiva flexión y extensión de manera brusca e inmoderada que, se describe como un mecanismo de aceleración-desaceleración a partir del cual se transfiere energía al cuello por un movimiento súbito y forzado.

En ese sentido, corresponde a un tipo de esguince que no se considera una patología grave. Pero, aún así, el dolor y disfunción que genera son verdaderamente considerables; sobre todo, si el impacto provoca lesiones óseas o de los tejidos blancos que, como consecuencia, desligan otras manifestaciones clínicas mucho más serias.

Se distinguen tres clases y son las siguientes:

Grado 1

Se considera un esguince de tipo leve que se suscita por el estiramiento suave de los tejidos finos del área del cuello. En este caso, el paciente sufre una distensión en sus ligamentos, pero no manifiesta la rotura de los mismos.  Adicionalmente, gracias a que no hay laxitud articular asociada, la persona afectada tiene la capacidad de hacer movimientos completos y solamente siente un tenue dolor y experimenta un proceso inflamatorio ligero.

Grado 2

El esguince en la zona cervical de grado II, está caracterizado por la rotura parcial del tejido ligamentoso. Lo que significa que, los tejidos se rompen sin llegar a una separación de los mismos y por ende, se produce una elongación moderada de los tejidos blandos y óseos. Así, el paciente es afligido por una dolencia que se torna más acentuada que en el grado 1 y esta, se encuentra acompañada de una hinchazón más notable. Incluso, aparecen signos musculoesqueléticos y es posible observar un hematoma en el área impactada.

Grado 3

Corresponde al máximo estiramiento de los tejidos del cuello que provocan la rotura completa de la porción ligamentosa y en consecuencia, produce la separación total de dichos tejidos. Por ello, el dolor del paciente es más intenso y palpitante, la inflamación del cuello resulta prominente, también se presenta deformidad y equimosis acentuadas. Por si fuera poco, aparece impotencia funcional de la articulación impactada, síntomas neurológicos, ausencia o reducción de los reflejos tendinosos, al igual que déficit sensitivo.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de sufrir un esguince cervical en el cuello?

Sin duda, la causa más típica de un esguince en la zona cervical del cuerpo, hace referencia a los llamados "latigazos cervicales" que se desarrollan durante los accidentes de tráfico. En especial, cuando el impacto se produce por la parte de atrás del vehículo de forma súbita mientras el músculo se encuentra relajado y no tiene la capacidad de limitar o frenar el rango de movimiento. Se manifiesta un esguince en el cuello durante la fase de flexión y aparte, en la fase de extensión, se genera una sobrecarga de la articulación facetaria de la columna cervical.

A continuación, listamos los principales motivos y agentes de riesgo por los que una persona puede padecer de una lesión cervical de este tipo:

  • Un traumatismo que afecta el cuello directamente: Como, por ejemplo, un golpe en la cabeza.
  • Dormir en una posición que distiende el cuello: Ya sea muy firme o con una almohada sumamente alta.
  • Adoptar malas posturas durante mucho tiempo: Entre estas, se distinguen: mantenerse inclinado ante el monitor del ordenador, encorvarse sobre el volante del carro al conducir, sujetar el teléfono entre el cuello y la cabeza, etc.
  • Los deportes de contacto: también provocan los esguinces o latigazos en la cervical. Dado que, en muchos casos, los derribos del fútbol americano y otros choques asociados con el deporte originan esta clase de lesión.
  • Otro de los motivos de un esguince en el cuello, corresponde a la agresión o maltrato físico. Sobre todo, si el deportista recibe una patada brusca o un puñetazo.
  • Peso excesivo: El hecho de cargar una maleta o cualquier otro objeto pesado en un solo lado del cuerpo, conlleva a la manifestación de dolorosos esguinces cervicales en la nuca.
  • Lesión en zonas limítrofes: Si la persona sufre una torcedura en la parte alta de la espalda o del hombro, con seguridad, experimentará esta dolencia.
  • Debilidad corporal: Cuando existe debilidad en los ligamentos o músculos del cuello por diferentes déficits en el organismo, también se pueden desencadenar los esguinces allí.

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Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos un esguince cervical

Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos un esguince cervical

Esta patología, por naturaleza, presenta síntomas y signos propios a partir de los cuales es posible diagnosticar un esguince cervical. En vista de que, así como genera dolor en el cuello del paciente (cervicalgia), también manifiesta otros indicativos para advertir que se trata de esta afección.

Te daremos a conocer cuál es el principal cuadro sintomatológico de una persona con esguince cervical en el cuello:

  • Rigidez en el cuello o lo que se conoce como capacidad de resistencia de este para doblarse o torcerse.
  • Limitación de la movilidad cervical en el paciente.
  • Dolor de nuca que, con el movimiento, tiende a empeorarse. Al igual que, dolor en la cabeza (en la base del cráneo) y en la parte del hombro.
  • Espasmos o calambres musculares en la zona afectada.
  • Sensación de hormigueo, entumecimiento o debilidad en los brazos, piernas y/o la parte superior de la espalda.
  • Fatiga o percepción de cansancio con poca energía y gran deseo de dormir.
  • Mareos, vértigos y/o visión borrosa.
  • Acúfenos o tinnitus que consiste en la percepción de molestos ruidos en los oídos.
  • Problemas de concentración y problemas de memoria.
  • Ansiedad, irritabilidad, insomnio o dificultad para dormir, dolor de garganta y hasta depresión.

¿Qué tratamientos hay para mejorar los síntomas de un esguince en el cuello?

Para cualquier paciente, un esguince en el cuello se puede tornar completamente molesto, sobre todo si la dolencia se prolonga por mucho tiempo. Pero, por suerte, estas personas cuentan con la posibilidad de recurrir a ciertos tratamientos o terapias que les ayuden a mejorar los signos y síntomas que se desencadenan por un esguince en el cuello.

Destacaremos cuáles con las técnicas más efectivas para atenuar el cuadro sintomatológico que manifiesta una torcedura de este tipo:

Terapias alternativas y complementarias

De manera complementaria, se han diseñado diversas terapias con el fin de garantizar un efecto analgésico, antiinflamatorio y relajante como resultado para asegurarles una mejor calidad de vida a las personas.

Para calmar el dolor que genera un esguince cervical, es posible aprovechar las siguientes técnicas a nivel terapéutico:

  • Terapia de frío y calor: Este se estima como un excelente tratamiento para minimizar el dolor e inflamación en cualquier parte del cuerpo que haya sido impactada bruscamente. Debido a que, ayuda a aumentar el flujo de la sangre para así aliviar las dolencias o molestias causadas por una lesión, como un esguince en la cervical. Para realizarla, se recomienda aplicar frío en el cuello (con compresas o hielo) durante 15 o 20 minutos y alternar esto con calor húmedo (en compresas, por ejemplo) durante el mismo tiempo. Lo cual, se puede hacer por dos o tres días (4 veces diariamente) para relajar los músculos tensos y reducir la hinchazón.
  • Terapia de compresión: Consiste en una terapia que, básicamente, utiliza un dispositivo elástico para ejercer una presión controlada en algún área del cuerpo afligida, con el objetivo de mejorar el flujo sanguíneo al disminuir la presión venosa y normalizar la función de la pared vascular. De tal forma, permite eliminar las molestias, tales como el dolor y la hinchazón. En el caso de los esguinces en el cuello, se debe emplear un collarín cervical durante algunos días (72 horas como máximo), dependiendo de las recomendaciones del especialista que estudie el caso.
  • Terapia de masaje: De forma terapéutica, los masajes tienen la capacidad de acelerar el proceso de recuperación referente a numerosas lesiones en el cuerpo humano, ya que evitan que el dolor se haga crónico porque aumentan la circulación sanguínea y reducen la tensión. Por eso, para tratar los esguinces en el cuello, también es recomendable que los pacientes se sometan a masajes realizados por una especialista que emplee las técnicas necesarias para mejorar esta patología en concreto.
  • Terapia de acupuntura: Según estudios, la presión de puntos de acupuntura son ideales para alcanzar un buen efecto en las lesiones que inflaman diferentes zonas del cuerpo. Siendo esta, una terapia que conlleva la inserción de agujas muy finas en determinados puntos de la piel para mejorar la circulación sanguínea y disminuir el dolor. En este caso, los pacientes deben visitar a un profesional de la MTC para que realice la técnica correctamente a fin de aliviar el dolor de cuello.
  • Termoterapia: Consiste en un tratamiento terapéutico que utiliza temperaturas más altas a la del cuerpo del paciente para mejorar ciertas lesiones como los esguinces, debido a que reduce la inflamación y elimina la contracción muscular en el cuello, en este caso. Para eso, la persona afectada debe recibir calor (en forma húmeda, sólida o gaseosa) en el área cervical para poder desencadenar una reacción curativa que garantice el alivio de esta patología.
  • Remedios naturales con uso de plantas: Muchos remedios inherentes basados en plantas, son indicados para atenuar el dolor y desinflamar la parte del cuello con el objetivo de agilizar el proceso de rehabilitación de un esguince cervical. Valorando que, muchas plantas cuentan con propiedades analgésicas, antiinflamatorias y sedantes que, naturalmente, atenúan los síntomas de una lesión como la cervicalgia. Así, se aconseja: colocar compresas con té de cascaras de naranja, usar árnica de manera tópica, frotar aceite esencial de lavanda sutilmente, ingerir infusiones de hierba de San Juan, etc.
  • Hábitos de vida saludable: También es útil adquirir ciertos hábitos saludables en tu día a día para calmar los síntomas propios de un esguince cervical en el cuello e incluso, prevenir este estado patológico en la medida de lo posible a fin de que no se desarrollen torceduras que alteren el funcionamiento regular de dicha zona. Gracias a ello, además, podrás tener una vida verdaderamente placentera en términos generales. Ahora bien, los hábitos que puedes implementar son: Conducir con precaución para evitar accidentes, utilizar el cinturón de seguridad siempre que te subas a un vehículo, realizar ejercicios que fortalezcan los músculos del cuello de manera gradual, prevenir el sedentarismo y/o la obesidad, tener una dieta saludable y equilibrada, evitar los deportes de contacto si no eres un experto y practicar yoga o técnicas de relajación.

Suplementos alimenticios

Otra fórmula efectiva que permite reducir la dolencia causada por el esguince en la región cervical, se fundamenta en tener una alimentación balanceada que se combine con suplementos alimentarios o dietéticos capaces de optimizar todas las funciones del organismo y, en especial, ayudar al cuidado articular de las personas.

Por eso, a continuación, detallaremos las más recomendadas:

  • Vitamina B1: Llamada "Tiamina", esta sustancia perteneciente al complejo B, es fundamental en el cuerpo humano porque interviene en el metabolismo de los carbohidratos, produce un efecto analgésico y mejora la funcionalidad de las zonas en donde hay articulaciones. Por ende, se considera esencial para calmar y evitar los dolores desencadenados por un esguince; la cual, puedes encontrarla a través de fuentes alimentarias como: pescado, hígado, carne de cerdo, leche, huevos, levadura de cerveza, legumbres y cereales integrales.
  • Vitamina B6: La Piridoxina o vitamina B6 mejora el funcionamiento del sistema nervioso y contribuye en el metabolismo de los neurotransmisores neuronales, como el triptófano7. Además, gracias a que mejora la movilidad y la funcionalidad de las zonas impactadas por lesions como los esguinces, es indicada para tratar este tipo de patologías. Para evitar su déficit en el organismo, puedes deglutir alimentos como: hígado, legumbres, cereales, nueces y plátanos, por ejemplo. Aunque abunda en la mayoría de las comidas.
  • Vitamina B12: Es otra vitamina que, así como garantiza resultados eficaces a nivel analgésico, también optimiza la funcionalidad del cuello o zonas adyacentes cuando una persona sufre de latigazos cervicales, aumentando su movilidad después del impacto. En tal sentido, para ingerir Cobalamina o vitamina B12, puedes recurrir a: carne, hígado, pescado, huevos, leche y los derivados de estos alimentos.
  • Colágeno: Consiste en una proteína eficaz para el tratamiento de patologías musculoesqueléticas, en vista de que apoya el mantenimiento de la movilidad de las articulaciones porque interviene directamente en los ligamentos, los tendones, los músculos y otros tejidos. Por esto, cuando se manifiesta un esguince en el cuello, también se aconseja evitar los niveles bajos de colágeno en el cuerpo, debido a que tiene función de soporte al incrementar la movilidad y reducir el dolor o molestia. Para comerlo, las mejores fuentes son: queso, leche de soja, carne, huevos, pescado azul, frutos secos, aguacate, zanahoria, cebolla, pepino, apio, fresas, cerezas, etc.

Tratamientos de fisioterapia

Si el dolor provocado por la cervicalgia es constante, posiblemente, el médico especialista recomendará efectuar un tratamiento de fisioterapia que implemente ejercicios de amplitud de movimiento con los cuales se logren mejorar la dolencia e incluso, pueda prevenirse el desarrollo de más lesiones.

Para esto, es indicado recurrir a un fisioterapeuta que te guíe en cada una de las actividades destinadas para recuperar el movimiento normal, fortalecer los músculos y mejorar la postura. Por su parte, la cantidad de sesiones de fisioterapia que requiere un caso de este tipo, dependerá de cada persona y el nivel de gravedad en el que se haya manifestado durante el esguince cervical.

Algunos de los tratamientos de fisioterapia que más se utilizan para tratar la cervicalgia son:

  • Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea: Es una terapia que utiliza una corriente eléctrica leve para aplicarla en la piel. De este modo, mejora la fuerza de los músculos y calma el dolor de cuello temporalmente.
  • Drenaje linfático manual: Es un tratamiento de fisioterapia que se usa, generalmente, cuando la sobrecarga muscular está acompañada del estancamiento de fluidos en la zona impactada. Puesto que, es una técnica que aplica masajes suaves en diferentes partes del cuerpo para optimizar la circulación de la linfa. Es suave e indoloro, aparte de que demora menos de una hora.
  • Masaje descontracturante: Se trata de un tipo de masaje fisioterapéutico que logra disminuir la tensión acumulada en la zona del cuello y los hombros, así como también en la región del trapecio y los músculos flexores. Adicionalmente, en algunos casos, los especialistas utilizan agujas pequeñas de punción seca para desactivar los puntos de dolor.

Medicamentos

Si el dolor o rigidez en el cuello es cada vez más fuerte, hay mucho hormigueo en las extremidades superiores y el cuadro sintomatológico persiste durante dos días o más, la mayoría de los pacientes optan por tomar fármacos de venta libre sin previa indicación para atenuar la dolencia. Sin embargo, no es un hecho recomendado, ya que tiende a desencadenar peligrosos efectos secundarios que se traducen en: náuseas, diarrea, mareos, desmayos, somnolencia, adicción y hasta paros cardíacos.

Es por ello que, para medicarse, lo mejor es consultar a un profesional de la salud que tenga la potestad de estudiar el caso más de cerca, para descubrir la causa que generó el esguince y tomar en cuenta los antecedentes médicos del paciente, así como también su estado de salud, su edad y su tolerancia a los medicamentos.  Por medio de esto, de manera pertinente, recetará los fármacos que requiere la persona para acelerar el proceso de rehabilitación mediante un diagnóstico conciso.

Ahora bien, para dar una diagnosis de torcedura cervical en el cuello, normalmente, el médico tiene que hacer pruebas de imagen para así descartar otras patologías que pueden estar empeorando la dolencia en el cuello.

Entre dichas pruebas, se encuentran:

  • Radiografías: Son tomadas desde diferentes ángulos del cuello y es una evidencia que permite identificar fracturas, artritis o dislocaciones.
  • Tomografía computarizada: Consiste en una radiografía especial que es capaz de producir imágenes transversales de los huesos adyacentes al cuello. Por ende, puede manifestar posibles daños óseos.
  • Resonancia magnética: Las imágenes por resonancia magnética se refieren a una prueba que emplea un campo magnético junto con ondas de radio para generar imágenes 3D más detalladas. Por eso, logra detectar lesiones óseas, lesiones de los tejidos blandos y deterioro en los ligamentos, los discos o la médula espinal.

Cirugía

Los procesos quirúrgicos para tratar el esguince cervical, exclusivamente, se reservan para aquellos casos en los que el dolor y/o incapacidad sean intratables. Es decir que, se debe recurrir a esta cuando el esguince en la zona del cuello presenta un grado 3 y empeora con el paso del tiempo. Valorando que, si los bloqueos nerviosos han frustrado la discografía, es un hecho que ayuda a diagnosticar si un disco (o varios) están desencadenando los síntomas y dependiendo de ello, se puede precisar la indicación de esta operación.

¿Qué métodos de prevención para los esguinces cervicales son los más efectivos?

¿Qué métodos de prevención para los esguinces cervicales son los más efectivos?

Por fortuna, existe la posibilidad de prevenir o disminuir los riesgos de sufrir un esguince en la cervical, si las personas siguen ciertas recomendaciones o métodos de cuidado que reducen las probabilidades de contraer este tipo de afección en las articulaciones.

Destacamos cuáles son las técnicas más vitales para eludir una lesión de dicha categoría:

  • Siempre que estés en un automóvil, es primordial situar el reposacabezas del asiento a la altura de la cabeza (la elevación entre las orejas y la coronilla) para asegurar una distancia horizontal máxima de 8 cm con el cráneo, en especial, si la persona está conduciendo.
  • También es importante que los individuos sean muy cuidadosos a la hora de manejar un vehículo, para prevenir los latigazos cervicales. Así, se recomienda que el conductor esté atento al retrovisor para anticiparse ante un posible alcance trasero y en ese caso, tensar el cuerpo para prevenir un movimiento brusco durante la colisión.
  • Para eludir lesiones de este tipo, también es apropiado que el colchón y la almohada que utilizas para dormir, garanticen una óptima calidad y una buena dureza.
  • Cuando duermas, asegúrate de hacerlo en una postura que no extienda el cuello de forma exagerada. Para eso, debes evitar usar almohadas muy altas o mantenerte firme durante el descanso.
  • También evita realizar sobreesfuerzos y/o cargar objetos muy pesados que tensen los músculos de la cervical. Sobre todo, tienes que dejar apoyar todo el peso en un solo lado del cuerpo.
  • Controla tu peso corporal, ya que la obesidad o sobrepeso tienden a aumentar los riesgos de sufrir este tipo de torceduras en el cuello y en otras zonas del cuerpo.
  • No dejes que el sedentarismo se apodere de ti, porque es vital realizar actividades físicas continuamente y de forma progresiva, para fortalecer los músculos.
  • Antes y después de practicar cualquier ejercicio, no debes olvidar realizar los estiramientos pertinentes en el área del cuello (y en todo el cuerpo).
  • Cuida tus posturas cuando estés de pie y sentado. De ese modo, podrás conservar la higiene postural que es esencial para mantener una alineación de todo el cuerpo con el fin de evitar posibles lesiones.

Referencias

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  3. Taylor, J. R., & Twomey, L. T. (1993). Acute injuries to cervical joints. An autopsy study of neck sprain. Spine18(9), 1115-1122. https://europepmc.org/article/med/8362316
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