- ¿Qué son las contracturas musculares de espalda y lumbares?
- ¿Cuáles son las causas que originan contracturas musculares en la zona lumbar?
- Mejores productos para contracturas de espalda
- Principales signos y síntomas asociados a las contracturas de la espalda
- ¿Cómo aliviar el dolor y mejorar los síntomas por contracturas musculares del lumbar?
- ¿Qué métodos de prevención para los tirones musculares de la espalda son los más efectivos?
La contractura lumbar o lumbalgia es una dolencia que aparece con frecuencia en pacientes de diferentes edades, aunque es recurrente que las personas mayores sean más propensas a estar lesión muscular. La parte baja de la espalda se ve afectada por dolores intensos, falta de movilidad e inflamación. Pero si quieres saber más detalles de esta distensión, continúa leyendo.
Te mostraremos los motivos por lo que aparece esta enfermedad y te diremos en forma detallada cuáles son los tratamientos que te ayudarán a disminuir los síntomas de estos tirones lumbares. Por último, te daremos los mejores consejos para evitar esta dolencia.
¿Qué son las contracturas musculares de espalda y lumbares?
El dolor lumbar agudo es provocado por la tensión involuntaria y continua que sufren la estructura muscular ubicada en la parte baja de la espalda. Esto se debe a la imposibilidad que tiene la sangre de intercambiar oxígeno y nutrientes con las fibras musculares, provocando una acumulación excesiva de metabolitos.
Estas moléculas con sustancias de desecho se quedan alojadas en los tejidos blandos provocando una rigidez anormal en los músculos oblicuo mayor, dorsal ancho y psoas ilíaco. En algunos casos los síntomas pueden trasladarse a la zona del glúteo y de los isquiotibiales, lo cual origina inflamación, pérdida de movimientos, parestesia y, por supuesto, dolor.
¿Cuáles son las causas que originan contracturas musculares en la zona lumbar?
Existen diferentes razones o causas que originan las contracturas musculares en la zona lumbar. Por tal motivo, te mostraremos a continuación cada una de ellas:
- Falta de descanso: Las actividades exigentes y el mal reposo nocturno pueden provocar tirones musculares en la espalda. Esto provoca que los músculos se contraigan de forma involuntaria provocando la aparición de metabolitos en la zona afectada.
- Edad: Si bien todas las personas están expuestas a contraer distensiones musculares en la espalda baja un factor de riesgo importante es la edad avanzada de los pacientes. Esto se debe a la falta de flexibilidad que van perdiendo los músculos a medida que transcurre el tiempo.
- Alteraciones en la columna vertebral: Cualquier tipo de malformación o deformación que sufran las vértebras lumbares pueden provocar lumbalgias debido al esfuerzo que realizan los músculos de forma permanente.
- Bajos niveles de potasio y sodio: Los nutrientes como el magnesio, el calcio y las vitaminas son esenciales para mantener la rigidez natural de la espalda. La ausencia de estos componentes provoca debilidad muscular generando así la contractura.
- Falta de movimientos cotidianos: Las personas sedentarias o si pasan mucho tiempo sentada son más propensas a lesionarse en la zona lumbar. Esto se debe a que la estructura muscular está desacostumbrada a realizar movimientos normales.
- Infecciones y tumores: Si bien estas causas no son tan frecuentes es probable encontrar a personas con diferentes tipos de infecciones y sacos que originan la aparición de distensiones en la parte baja de la espalda.
- Ausencia de estiramientos y ejercicios precompetitivos: Tanto las personas que trabajan en tareas mecánicas exigentes o deportistas deben acostumbrar la musculatura por medio de ejercicios paulatinos que vayan provocando la elasticidad adecuada. Además, la ausencia de elongación también puede originar la aparición de tirones en la espalda.
- Tensiones en la espalda debido al estrés: Las preocupaciones, angustias y frustraciones cotidianas pueden ocasionar y los músculos ubicados en la espalda baja se contraigan de forma involuntaria. Esto hará que ante el menor esfuerzo en esa zona provoque una distensión en los tejidos blandos.
- Temperaturas bajas: De forma inconsciente el cuerpo reacciona ante el frío contrayendo la estructura muscular de la espalda. Estos movimientos involuntarios pueden provocar lesiones en las fibras musculares.
- Tareas exigentes: Las actividades en las que se requieren sobre exigir la espalda son factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de la aparición de contracturas lumbares.
- Falta de hidratación: La falta de agua en el organismo puede provocar que la tensión de las fibras musculares no sea la correcta originando así un tirón en la espalda.
- Obesidad: El sobrepeso obliga a los músculos de la espalda baja para esforzarse de manera permanente. Esto generará la fatiga en los tejidos provocando que las moléculas con residuos no sean eliminadas por la sangre de forma normal.
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Principales signos y síntomas asociados a las contracturas de la espalda
La lumbalgia o lumbago puede presentar algunos o todos de los siguientes síntomas:
- Dolor focalizado: El síntoma más común y frecuente que aparecen en todos los casos de este tipo de lesiones. Puede ser constante o surgir cuando el paciente desea realizar un movimiento.
- Falta de movilidad parcial o total: Los movimientos se ven reducidos cuando existen tirones musculares en la zona de la espalda baja. Esto se debe a la presión constante que tienen las raíces de los nervios ubicados en esta zona, las cuales generan mayor dolor cuando se mueve la musculatura.
- Inflamación: Las contracturas aparecen en gran parte por la falta de irrigación correcta de los vasos sanguíneos, lo cual conlleva a que la zona se inflame debido a la gran cantidad de moléculas tóxicas que se encuentran en las fibras.
- Aparición de bultos: Al existir una contracción involuntaria del músculo, este se repliega provocando un nódulo que puede ser apreciado con bastante facilidad.
- Hormigueos: La sensación de adormecimiento y de hormigueros son frecuentes en este tipo de lesiones provocadas por el mal funcionamiento del sistema nervioso ubicado en esta zona y por la falta correcta de circulación sanguínea.
- Dificultad para realizar movimientos cotidianos: Es común encontrar a pacientes que no pueden alzar objetos, agachar, caminar de forma líquida o levantarse de la cama. Esto es provocado por la tensión se presentan los músculos en la zona lumbar.
¿Cómo aliviar el dolor y mejorar los síntomas por contracturas musculares del lumbar?
Los síntomas que se producen en los músculos dorsales, oblicuos, romboides, redondo y espinoso pueden ser tratados con diferentes terapias, las cuales te mostramos en los siguientes párrafos.
Terapias alternativas y complementarias
Mira a continuación los diferentes tipos de tratamientos auxiliares y complementarios que ayudan a disminuir la sintomatología de la contractura en la espalda:
- Terapia de frío y calor: Esta técnica consiste en aplicar elementos calientes, luego fríos y de nuevo objetos de calor. La sesión no puede durar más de 20 minutos hay que tener en cuenta que para obtener los beneficios del frío es necesario que la temperatura no sea helada, ya que esto perjudicará el tratamiento debido a que los músculos se contraerán muchos más. Por tal motivo es necesario recurrir al médico para que este tratamiento sea aplicado de forma correcta. Se utilizan diferentes técnicas para su empleo; por ejemplo, compresas, bolsas de agua, mantillas eléctricas y geles.
- Terapia de compresión: Lo que busca este tratamiento es dilatar los vasos capilares, sin romper sus paredes, para que la sangre fluya de forma correcta por la zona afectada. Esto ayudará a que se puedan intercambiar los metabolitos con las fibras que presentan residuos para que disminuya la inflamación y el dolor. Se emplean, por lo general, fajas de compresión especiales que ajustan en la espalda baja del paciente y en algunos casos se combina esta terapia con un reposo absoluto para aumentar los beneficios.
- Terapia de masaje: Esta es una de las terapias más utilizadas en las contracturas dorsal. Se trata de frotar, presionar y golpear la zona afectada por medio de diferentes técnicas que generen calor en la estructura muscular. Esto ayuda a la relajación del paciente y de los músculos romboides, oblicuo mayor y dorsal para que vuelvan a su tensión normal provocando una sensación de bienestar en el paciente. Además, ayuda al intercambio de gases y líquidos entre la sangre y los tejidos blandos.
- Terapia de acupresión: Es posible aplicar esta medicina china por medio de masajes específicos en puntos especiales del cuerpo, a través del uso de las yemas de los dedos y de las palmas de las manos del profesional actuante. El objetivo que persigue Esta técnica es que el paciente encuentre un equilibrio mental para que disminuya el estrés y permite una relajación total de la musculatura, en especial en la zona afectada.
- Termoterapia: Los beneficios que tiene el calor para este tipo de lesiones son varios, siendo las más importantes la efectividad que tiene para disminuir la inflamación y el dolor. Esto se logra gracias a la unión que se producen de las arteriolas y las venas pequeñas para provocar que los vasos sanguíneos se dilaten y puedan irrigar mejor la sangre. De esta manera es posible intercambiar los nutrientes con la musculatura.
- Remedios naturales con uso de plantas: Existen diferentes tipos de plantas que contienen beneficios antiinflamatorios y relajantes. Por tal motivo se aplican en esta técnica baños localizados o tés que ayudan a disminuir la sintomatología. Es necesario consultar al médico antes de elegir este tratamiento complementario, ya que cualquier producto natural podría causar serias lesiones estomacales y renales si es que no se tienen en cuenta los efectos secundarios. Dentro de estas hierbas es común encontrar romero, sauce, jengibre, menta, lavanda, manzanilla, tilo y frutas cítricas.
- Hábitos de vida saludable: Las terapias que se utilizan para tratar las contracturas de espalda de nada servirán si el paciente no toma conciencia de la importancia de las acciones cotidianas que debe realizar. Esto significa que el médico debe reeducar al enfermo para que no solo disminuya la distensión muscular actual, sino también que estos tirones no aparezcan en el futuro. Para ello es necesario explicar la necesidad de mantener posturas correctas, practicar ejercicios, comer sano y proteger la espalda cuando se necesita exigirla.
Suplementos alimenticios
La inclusión de este tipo de elementos en la nutrición del paciente debe ser consultada con anterioridad al médico actuante. Esto evitará la aparición de complicaciones futuras debido a los efectos secundarios que puedan tener los jarabes, polvos, líquidos o pastillas de los suplementos alimenticios.
El objetivo que persigue este tipo de tratamiento es incorporar nutrientes al organismo del paciente para que estimule un correcto intercambio de oxígeno y líquido entre la sangre y los músculos ubicados en la parte lumbar de la espalda. Para ello se incluyen, por lo general, magnesio, potasio, vitaminas B, omega 3, sodio y calcio.
Tratamientos de fisioterapia
Este tratamiento busca aumentar la flexibilidad de los músculos psoas ilíaco, piramidal y cuadrado lumbar. Por otro lado, tiene por objetivo una correcta flexión de los dorsales, romboides, espinoso, redondo y oblicuos. Para ello se basa en diferentes técnicas que provoquen calor en esta estructura muscular.
Dentro de los criterios más comunes que emplean los fisioterapeutas se encuentran los ejercicios de estiramiento, movimientos repetitivos y cortos, electroterapia, ultrasonido, hidroterapia y tratamientos localizados con láser. Es necesario tener en cuenta que este tipo de terapia debe ser realizado por profesionales porque de lo contrario se podrían ampliar las lesiones y producir daños irreversibles en los músculos.
Medicamentos
Lo más importante a tener en cuenta en este tipo de tratamiento es que la automedicación nunca es beneficiosa, ya que puede provocar hemorragias internas, malestares intestinales y lesiones hepáticas debido a los efectos secundarios que pueden presentar los fármacos ingeridos.
Por tal motivo, la terapia basada en medicamentos debe estar recetada y controlada por el médico para evitar complicaciones futuras. Dentro de este tipo de tratamiento es posible encontrar analgésicos opiáceos, antiinflamatorios no esteroideos y relajantes musculares. En pacientes en donde la lumbalgia se originó por convulsiones, los fármacos utilizados son la Pregabilina y Lamotrigina como anticonvulsivos.
¿Qué métodos de prevención para los tirones musculares de la espalda son los más efectivos?
Si no quieres parecer de una contractura lumbar es necesario que tengas en cuenta estos tips:
- Disminuye el estrés: Las preocupaciones y las frustraciones producen de forma inconsciente una tensión muscular en todo el cuerpo, en especial en la espalda. Por tal motivo es conveniente que practiques métodos de relajación y técnicas de respiración para bajar la ansiedad.
- No enfríes la espalda: Si permaneces mucho tiempo en un lugar gélido sin moverte demasiado puedes lesionarte en la estructura muscular de la espalda provocando distensiones. De esto surge que debes evitar coger frío y, si por algún motivo debes estar expuesto a temperaturas gélidas, debes procurar abrigarte de forma correcta.
- Realiza calentamiento previo: Antes de comenzar una actividad es importante que vayas preparando los músculos para que los mismos no comiencen con movimientos bruscos. De esta manera harás que la circulación sanguínea fluya mejor.
- Estira todos los músculos de la espalda: La elongación es un aspecto importante que debes tener en cuenta cuando terminas de hacer actividades físicas o trabajos en los que hace exigido la zona lumbar. Existen diferentes técnicas, pero la más común es acostarse boca arriba y llevar las rodillas a los pectorales, luego gira tu cuerpo y levanta suavemente el tronco superior.
- Evita realizar actividades de alta exigencia: No te olvides de que las actividades con un esfuerzo excesivo se producen cuando debes repetir movimientos de forma constante y prolongada o tienes que levantar objetos pesados sin la protección adecuada. A este tipo de acciones deberás eludirlas para mantener la estructura muscular en buen estado.
- Descansa el tiempo necesario: Si eres atleta o trabajas en lugares en donde debes exigir al máximo de espalda recuerda que debes proteger la zona lumbar y descansar cada cierto período para que los músculos reposen y vuelvan a la tensión normal.
- Evita el sedentarismo y come sano: Una causa importante que genera contracturas lumbares es la falta de ejercitación y la mala alimentación. Por tal motivo, es conveniente que salgas a caminar o a realizar cualquier otra actividad física y a elegir comidas mucho más ricas en vitaminas y proteínas, evitando así la grasa. Esto debe ir acompañado de una buena hidratación.
- Incorpora a tu dieta alimentos con magnesio y potasio: También es importante que el sodio; el calcio y las vitaminas D, E, B1 y B3 estén presentes en las comidas que ingieras.
Referencias
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