Lesiones deportivas de rodilla en el rugby

Las lesiones de rodilla en el rugby son de las más frecuentes en esta práctica deportiva. Estas son causadas por el excesivo contacto directo de los jugadores y sus oponentes, entre otros factores de riesgo. Conocerlas es importante para que el jugador cree estrategias que les permita evitarlas o disminuirlas.

En la siguiente entrada queremos hablarte sobre los tipos de lesiones de rodillas más comunes en jugadores de rugby, y las principales medidas de primeros auxilios como lo es el método RICE. Echa un vistazo hasta el final y entérate de todos los detalles:

¿Cuáles son los tipos de lesiones de rodilla más comunes cuando jugamos al rugby?

El rugby es un deporte muy violento donde el portador de la pelota debe ser derribado por los oponentes a través de una acción llamada placaje. Durante este movimiento, se generan todo tipo de choques de alto impacto que terminan en lesiones, incluyendo las lesiones de rodillas. Los principales factores de riesgo son la velocidad con que se juega y la frecuencia de los choques y la fuerza de rotación ejercida durante un cambio rápido de dirección.

A continuación, queremos hablarte sobre los tipos de lesiones de rodilla más comunes cuando jugamos rugby, para que las conozcas y puedas prevenirlas:

Esguince de ligamento de rodilla

El esguince de rodilla es la principal lesión de rodilla en jugadores de rugby. En esta afección podrían sufrir daño desde 1 hasta 4 de los ligamentos que constituyen la rodilla de forma parcial o completa.

En el rugby, la lesión en ligamento lateral externo, lateral interno, cruzado posterior y cruzado anterior se produce, principalmente por cambios de dirección bruscos a gran velocidad, donde la rodilla se inclina hacia adentro. También, cuando el pie está fijado en el suelo y se genera una flexión o torsión.

En dependencia de su gravedad, puede generarse en esguince de grado I, cuando ocurre un sobreestiramiento con pocas fibras rotas. En el grado II, se genera una rotura del 50% del ligamiento, mientras que en el grado III la rotura es mayor al 50%. El jugador experimentará dolor e imposibilidad de movimiento, inflamación, rigidez e inestabilidad al andar.

Desgarro de menisco

Es muy común que, durante un juego de rugby el jugador realice giros bruscos mientras el pie se encuentra fijo en el suelo. En consecuencia, se produce una rotura en la estructura fibrocartílago con forma de C o menisco de rodilla, ya sea en el medial o lateral. El jugador de rugby experimentará dolor agudo, inflamación, bloqueo de movimiento en la rodilla y chasquido. Aunque todos los síntomas dependen del tipo de menisco lesionado y localización.

Tendinitis rotuliana

Se trata de una lesión degenerativa por sobreuso muy frecuente en jugadores de rugby, causada por uso continuado y movimientos repetitivos constantes en miembros inferiores. También, por saltar, aterrizar o cortar de manera brusca a gran velocidad. En consecuencia, el tendón rotuliano almacena y libera energía de manera brusca y repetidamente, sin descanso suficiente.

Con el tiempo, se va generando una remodelación y cambio de las propiedades mecánicas del tendón, que indicen a lesiones tendinosas. El jugador sentirá dolor agudo localizado en el polo inferior de la rótula, y al aumentar la carga en los extensores de la rodilla. Una patología que se desarrolla de manera progresiva, según la tolerancia a la carga del tendón.

Consiste en la degeneración gradual del tendón rotuliano de la rodilla. Se caracteriza por producir un dolor justo debajo de la rótula. Se considera una lesión por sobreuso, es decir, causada por la sobrecarga repetitiva del tendón al hacer actividades como saltar y correr constantemente.

Síndrome del dolor femororrotuliano

El síndrome del dolor femororrotuliano se asocia a deportes que exigen actividades de uso excesivo como el rugby. La etiología de esta patología está asociada al desgaste del cartílago que se encuentra debajo de la rótula, tornándose blando o áspero. Estos cambios se generan porque la rótula no se encuentra alineada correctamente.

Se caracteriza por un dolor en la rodilla especialmente cuando se flexiona la rodilla, durante un salto, uso de escaleras o sentarse de cuclillas. La rodilla podría fallar o ceder de manera inesperada, siendo incapaz de soportar el peso del cuerpo. También, podría causar chasquido durante el movimiento.

Fractura de la rótula

La fractura de rótula está clasificada en transversal, vertical o longitudinal, de acuerdo al lugar de la fractura. Estas se generan cuando se da un golpe directo en la cara anterior de la rótula o el jugador cae sobre la rodilla. De manera indirecta, pero, con menor frecuencia, cuando se genera un movimiento violento de tracción del cuádriceps, causando un daño superior a las fracturas directas.

Síndrome de la banda iliotibial

El rugby se caracteriza por ser un deporte que exige carreras largas y potentes, siendo este el principal factor de riesgo en el síndrome de la banda iliotibial. Caracterizada por dolor e inflamación en la parte externa de la rodilla. Se trata de una lesión progresiva que limita la continuidad para correr, agravando con el tiempo, hasta el punto de impedir la actividad deportiva.

Entre otras causas asociadas se encuentran uso de equipamiento inadecuado, entrenamiento incorrecto, poca flexibilidad de los músculos de la pierna, entre otros.

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¿Cómo aplicar el método RICE para tratar las lesiones de rodilla en jugadores de rugby?

Ante una lesión de rodilla, el método RICE es el principal protocolo de primeros auxilios aplicado para tratar lesiones de tejidos blandos. Entre ellas se incluyen los esguinces de rodilla, disensiones y contusiones. Sus siglas significan Reposo, Hielo, Compresión y Elevación, de acuerdo a cada una de las fases que se deben aplicar para alivio del dolor, disminución de la hinchazón y acelerar la curación.

Actualmente, existe una versión más actualizada de este protocolo, pero menos conocida. Se trata del método PRICE, que incluye la Protección como parte del proceso inicial para evitar que la lesión empeore. De este método te hablaremos a continuación:

• Protección: El primer paso para proteger la rodilla y evitar que empeore la lesión es la suspensión de la actividad física. Pero, como la inmovilización es muy relativa, es importante ayudarse con muletas y rodilleras.
• Reposo: El reposo ayudará a acelerar el proceso de curación de la lesión. Evita mover la rodilla y la carga de peso al menos las primeras 48 horas, para que disminuya el proceso de inflamación e hinchazón.
• Hielo: La crioterapia está especialmente indicada en casos de lesiones de rodilla para disminuir el dolor y la inflamación, por el efecto vasoconstrictor que promueven la vasodilatación. Así se logra un efecto analgésico y la disminución del metabolismo. Se recomienda aplicar compresas de gel fría en la rodilla en sesiones de 5 a 10 minutos, con intervalos de 1-2 horas, por al menos 3 días seguidos.
• Compresión: Los vendajes elásticos o rodilleras son la opción idónea para aplicar compresión en la rodilla sin presionar demasiado. Esto ayudará a disminuir la hinchazón.
• Elevación: Utiliza una almohada mientras estás acostado para elevar la rodilla por encima del nivel del corazón. Gracias a esto se contribuye a la disminución de la hinchazón y el dolor. Sin embargo, esta extremidad debe elevarse entre 15 y 25 cm por encima del corazón para que se dé un descenso pleno.

Referencias

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