Luxación de rodilla

El deslizamiento que se produce entre los cóndilos extremos del fémur y la cabeza de la tibia provoca que las cavidades glenoideas no se unan de forma completa o parcial. Esto es un traumatismo importante que suele ocurrir con frecuencia en los deportistas, por lo que es necesario que leas acerca de qué es una luxación de rodilla.

Para que conozcas si tienes este tipo de traumatismo te mostraremos los principales síntomas y las causas más comunes que originan esta dolencia. Por otro lado, podrás leer sobre los pasos que deberás realizar para socorrer a una persona con dislocación de rodilla. Comencemos.

¿Qué es la luxación de la articulación de la rodilla?

Se conoce como dislocación de la articulación de la rodilla al desprendimiento que existe entre la parte inferior del fémur, los cóndilos, y la zona superior de la tibia, las cavidades glenoideas. Esta separación de los huesos puede ser completa o parcial, siendo este último cuadro llamado subluxación de rodilla.

Para que la articulación quede reducida o alineada, es necesario tratar al paciente traumatizado con protocolos médicos, los cuales pueden durar hasta 8 semanas de tratamiento. Pero en casos más graves, la remisión del traumatismo suele llegar después de 6 meses de tratamiento.

¿Cuáles son las causas y factores de riesgo de una luxación en la rodilla?

Entre las causas que aumentan la aparición de una luxación en la rodilla se puede mencionar a las siguientes: 

• Sobrepeso corporal: Mantener un peso excesivo provoca la reducción en el espacio de los cartílagos de la rodilla, los cuales se desgastan con el tiempo. Esto hará que no se limiten los movimientos en la zona articular, provocando la separación del fémur y la tibia.
• Práctica de actividades exigentes: Realizar deportes como fútbol, baloncesto y tenis provoca que la rodilla se someta a un constante esfuerzo, lo cual genera una sobrecarga que puede derivar en una luxación.
• Debilidad en los tejidos conectivos: Los ligamentos pueden perder fortaleza si no se los estimula con ejercicios, aunque también la sobrecarga puede provocar el mismo efecto. Si estos tejidos están débiles no podrán sostener la unión de los cóndilos femorales con las cavidades glenoideas.
• Edad del paciente: Otra razón por la que un músculo o un tejido tendinoso pierde fuerza es por el debilitamiento que se produce a medida que avanza la edad de la persona. Esto puede crear una dislocación de rodilla con más frecuencia que en un paciente joven.
• Artrosis de rodilla: La corrosión que reciben los cartílagos, y en algunos casos los huesos, causado por esta enfermedad degenerativa y crónica provoca que los mismos se desplacen ante cualquier movimiento.
• Lesiones previas: Si una persona ha sufrido de luxaciones previas es más propensa que otro paciente a padecer este tipo de lesión en más ocasiones.
• Intervenciones quirúrgicas anteriores: Al igual que ocurre con las lesiones, las cirugías de rodilla provocadas por rotura de menisco, fracturas y otras dolencias, también son factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir una dislocación.
• Diabetes: Este tipo de enfermedad provoca que la sangre no realice el intercambio de los nutrientes con los tejidos musculares y conectivos de forma normal, lo cual los debilita. Esto puede generar la aparición de luxaciones de rodilla.

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Principales signos y síntomas que nos advierte que tenemos una dislocación en la rodilla

Es viable saber que tenemos una dislocación en la rodilla si se presentan los siguientes signos y síntomas: 

• Movimientos de rotación y de aducción mayores a los normales: Eso se produce debido a la falta de conexión superficial entre el fémur con las cavidades glenoideas de la tibia, lo cual provoca el límite biomecánico normal.
• Inflamación: La acumulación de sangre genera que la rodilla se hinche provocando molestias y en algunos casos fiebre.
• Aparición de bultos: Cuando existe una luxación completa de la rodilla es posible ver al extremo del fémur o a la cabeza de la tibia como un nódulo grande debajo de la piel.
• Deformidad: La subluxación genera desproporción en la rodilla debido al desplazamiento parcial de los huesos.
• Dolor intenso: El sistema nervioso central emite síntomas de dolor en la zona afectada debido a la presión que reciben las raíces nerviosas de esta parte del cuerpo.
• Imposibilidad para caminar: Una luxación de rodilla provoca una imposibilidad para realizar movimientos con la articulación, apoyar el pie y también sentarse.
• Hematomas: La gran cantidad de sangre que se concentra en la rodilla provoca moretones en la articulación.
• Parestesia: El adormecimiento de la parte superior de la pierna, la pantorrilla y el pie es común en estos traumatismos.

¿Cuáles son los primeros auxilios ante una luxación de rodilla?

Se puede auxiliar a una persona con una luxación de rodilla mediante un protocolo fisioterapéutico que describe en forma ordenada los pasos que hay que realizar en un paciente traumatizado. Es importante aclarar que este método solo puede ser aplicado en traumatismos poco severos porque de lo contrario la lesión se puede agravar.

Echa un vistazo al paso a paso que debes realizar para socorrer a una persona con una rodilla dislocada: 

• Protección: Lo primero que tendrás que hacer es proteger el área afectada. Para ello deberás sacar al paciente del lugar en el que se produjo el accidente o despejar la zona en donde se encuentra la persona, si es que no puede caminar.
• Descanso: A continuación, vas a tener que hacer que el paciente descanse, esto consiste en que la persona deje de realizar la tarea que provocó el traumatismo y que se mantenga en un constante reposo hasta que continúes con los siguientes pasos.
• Hielo: Aplica frío en la rodilla ya que la luxación genera dolor e inflamación de manera inmediata, por lo que colocar un objeto con frío ayudará a disminuir estos síntomas. Esto no puede superar los 15 20 minutos porque podría provocar quemaduras en la piel. Se pueden utilizar diferentes productos, pero lo más recomendable para este caso son las bolsas de gel frío que ayudan a mantener la temperatura ideal.
• Compresión: Usa ropa de compresión, lo que deberás hacer ahora es aplicar productos compresivos te ayuden a mantener la articulación lo más firme posible y a mejorar la irrigación sanguínea. Para esto puedes elegir una rodillera deportiva de compresión.
• Elevación: Para que este protocolo genere los resultados esperados es conveniente levantar la rodilla por arriba de la línea del corazón para evitar coágulos y acumulación de sangre, reduciendo a presión sanguínea en la zona lesionada.

Una vez que hayamos estabilizado al paciente, lo ideal es que sea trasladado al hospital más cercano para que el médico trate la luxación entre la tibia y el fémur de forma correcta.

¿Qué métodos de prevención son los más efectivos para la dislocación articular de la rodilla?

Es posible prevenir una dislocación de rodilla si se tiene en cuenta estos criterios:

• Procura realizar ejercicios de forma cotidiana: Esto te ayudará a mejorar la circulación y a mantener la rodilla en funcionamiento, lo cual mejorará la lubricación de la articulación de la rodilla.
• Controla el peso corporal: El sedentarismo puedes llevar a la obesidad, lo cual es un factor de riesgo importante en una dislocación de rodilla. Esto se debe al excesivo peso que soporta la rodilla para aquellos que tienen sobrepeso.
• Protege la articulación: Para mantener en contacto la cavidad glenoidea de la tibia con los cóndilos femorales es conveniente utilizar ropa de compresión que ayude a mejorar el rendimiento y estabilidad de la rodilla. Para esto, se puede utilizar rodilleras deportivas de compresión.
• Aplica frío en la zona: Una vez que termines de realizar la práctica deportiva o cualquier actividad exigente para la rodilla, se recomienda aplicar frío para descansar esta parte del cuerpo y acelerar la recuperación. Esto se lo puede hacer por medio de bolsas de gel frío durante 20 minutos cada aplicación.
• Relaja los músculos: La estructura muscular puede ser relajada por medio de masajes. Esto ayudará a fortalecer la articulación y evitar el deslizamiento de la tibia con los cóndilos del fémur. Se pueden aplicar diferentes técnicas, pero la más usada son los rodillos de masajes y los masajeadores eléctricos para espalda y piernas.
• Ingiere vitamina D y calcio: Esto te ayudará a mantener en buen estado los tejidos lo cual evitará la luxación de rodilla. Además, para una mejor asimilación de la vitamina D, toma el sol al menos 30 minutos al día.
• Evita las caídas: Los golpes en la rodilla suelen ser una causa común en la dislocación articular. Por tal motivo, es conveniente evitar todas las situaciones de riesgo y tomar decisiones con sentido común para no caerse.
• Moviliza la rodilla: Los calentamientos previos de la musculatura, las articulaciones y de los ligamentos ayudan a prevenir una luxación de rodilla, pero también es conveniente estirar estos tejidos una vez terminada la práctica deportiva.
• Mantén un plan de entrenamiento responsable: No intentes avanzar de forma rápida exigiendo la rodilla para cumplir objetivos en un corto plazo, ya que esto aumentará la probabilidad de una dislocación. Realizar entrenamientos progresivos ayudará a tener menor riesgo de lesión.

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